EL PRÓXIMO 31 DE AGOSTO SE RECUERDAN 25 AÑOS DE SU FALLECIMIENTO
El religioso imbabureño, que llevó siempre al frente la bandera
de la teología de la liberación, luchó por los derechos de los indígenas y su
inclusión en distintos niveles
Monseñor
Leonidas Proaño es uno de los principales referentes de la Teología de la
liberación. Luchó siempre por los derechos de los más necesitados y dejó un
gran legado de pensamiento, que estaba direccionado siempre a la búsqueda de la
libertad y la verdad; tuvo una activa participación en la Iglesia.
Nació
en Imbabura, en 1910, y fue ordenado como sacerdote en 1936. Durante su
participación en la diócesis de Ibarra, una de sus principales obras fue la
creación de la asociación Juventud Obrera Cristiana. También fue profesor en el
seminario. Asimismo, en 1944, el entonces cura creó el semanario llamado La
Verdad.
Leonidas
Proaño fue nombrado obispo de Riobamba en 1954. Durante el tiempo que ocupó
este puesto trabajó de manera preferencial por los indígenas, luchaba por sus derechos
y su inclusión a distintos niveles, como educativos, laborales, entre otros. En
1960 creó las Escuelas Radiofónicas Populares, y fue una herramienta para
alfabetizar a los indígenas en su propia lengua.
Luego,
en 1962, monseñor fundó el Centro de Estudios y Acción Social también para
ayudar a que las comunidades indígenas cuenten con un desarrollo digno.
Fue
partícipe también del Concilio Vaticano II y desde 1960 formó parte del Consejo
Episcopal Latinoamericano (Celam).
En
1976 fue llevado a la cárcel por la dictadura militar, junto a 16 obispos latinoamericanos,
por haber realizado una reunión en la que analizaban la situación del
continente.
Su
renuncia como Obispo de Riobamba fue aceptada en 1985. Luego fue nombrado
Presidente del Departamento de Pastoral Indígena de la Conferencia Episcopal
Ecuatoriana. Por su labor social y apostólica, al siguiente año, el entonces
obispo emérito fue nominado como candidato al Premio Nobel de la Paz.
Continuó
con su trabajo por los derechos de los indígenas, por lo que en 1988, junto a
la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), promovió la
campaña 500 años de Resistencia India.
Ese
mismo año, monseñor Leonidas Proaño falleció el 31 de agosto. En 2008, el pleno
de la Asamblea Nacional lo declaró como personaje símbolo del país.
Entre
las obras escritas por Monseñor Leonidas Proaño están Rupito
(1953), Creo en el Hombre y en la Comunidad (1977)
El
Evangelio Subversivo (1977) y Concienciación,
Evangelización y Política ( 1974).
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Primer
editorial del diario La Verdad
Monseñor
Leonidas Proaño Villalba
En
busca de la verdad
A
cualquiera que vea nuestro semanario puede parecerle pretencioso el título que
lleva. Y es que puede creer que nos presentamos al público con aires de maestros
infalibles.
No es
esa, sin embargo, nuestra actitud. Partimos desde el punto más hondo, más
sincero, más humilde: partimos desde nuestra condición de indigentes: Vamos en
busca de la verdad, como el sediento en busca del agua, como el ave en busca
del espacio, como la flor en busca de la luz.
¿Qué
es la Verdad? – preguntó Pilatos a Cristo. Y no tuvo paciencia para esperar la
respuesta.
¿Qué
es la Verdad? – se han preguntado en todo tiempo los espíritus. Y es conmovedora
el ansia que han puesto en su pregunta. Pero, cuántas veces no han tenido
tampoco paciencia para esperar la respuesta.
Sobre
todo, no han sabido guardar la paz, soledad y el silencio, absolutamente indispensables,
para poder escuchar en el interior la respuesta. Como Pilatos, han salido
precipitadamente a la terraza del pretorio, a escuchar el vocerío y a dar oídos
a las intrigas de los fariseos. Y es triste ver al hombre, abandonado a la
maldad ajena y a la turbación propia, tratar de persuadirle de que obre rectamente
y llamar verdad a la mentira.
Y es
más triste todavía ver al hombre sumido en las tinieblas, sin remordimientos,
sin ansias, sin ahogos, resignado a su propia miseria. “El hombre está muerto
desde que se cansa de esperar, de desear y de buscar ” ha dicho un filósofo.
Nosotros
no queremos esclavizarnos en el griterío de las muchedumbres, ni a la amenaza
de los Césares. Nosotros no queremos morir por falta de deseos, de esperanzas,
de inquietudes. Nosotros no queremos conformarnos con nuestra propia indigencia.
Partimos de ella, eso sí, para ser verdaderos desde el principio.
Pero
partimos llevados de un gran anhelo: de tener paciencia para escuchar la
respuesta, con esperanza firme de que podremos escucharla; con el deseo
ardiente de comunicar a los demás cuanto nos diga en el silencio Aquel que es “el
Camino, la Verdad y la Vida”.
Buscaremos
la Verdad en todos los campos que están a nuestro alcance. La buscaremos sobre
todo allí en donde necesitemos de Ella: en el campo de la sociología, para ver nuestros
múltiples problemas sociales y tratar de llevarles una solución VERDADERA; en
el campo de la historia para reafirmar nuestra personalidad en las tradiciones gloriosas;
en el campo de la literatura y el arte, para levantar nuestro espíritu a la
contemplación de la belleza; en el campo de la moral, para regenerarnos con la
práctica del bien y de la virtud; en el campo de la religión, para encontrar a
Aquel que es el principio y el fin de todas las cosas. “LA VERDAD OS HARÁ
LIBRES”. Vamos en busca de la verdad para ser libres.
Primer
Editorial escrito por Monseñor Leonidas Proaño Villalba en el Número 1 del
Semanario LA VERDAD, Ibarra 14 de mayo de 1944. Este periódico cerró por
quiebra económica. (CEDESA)