MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

viernes, 28 de febrero de 2014

Chevron o el que es buen juez…

" REFLEXIONES SOBRE EL SIGNIFICADO DE IDEOLOGIA, EL CAPITALISMO, LAS COSTUMBRES, LA CHEVRON... Y EL DIABLO"

El catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hace un acercamiento al término ‘ideología’ y sus usos en esta época. Con ello analiza en profundidad el caso judicial que mantiene el Estado ecuatoriano con la petrolera estadounidense por el daño medioambiental ocurrido en el país.

Foto: Cortesía | Andes
Marcos Cueva Perus. Especial para EL TELÉGRAFO

La palabra ideología ha corrido con pésima suerte. Desde 1989-1991 suele creerse, incluso entre sectores que se ubican a la izquierda del espectro político, que el mundo actual está ‘desideologizado’. La derecha, por su parte, acusa de hacer ‘ideología’ a una izquierda que usa un vocabulario distinto al de aquélla. Quien hable por ejemplo de ‘imperialismo’ o de ‘capital’ estará haciendo ideología. ‘Estás ideologizando’ es una manera de querer decirle a otro que está errado, como si toda ideología fuera errónea y como si el capitalismo no la tuviera. ‘Estás ideologizando’ es indicarle a alguien que está ‘tomando partido’ o que es ‘subjetivo’: no hay modo de salir de una visión peyorativa de lo que es la ideología.

En parte, la confusión viene, sí, de una Guerra Fría durante la cual cada quien hacía su propaganda, aunque ideología no es propaganda. Ni la izquierda se atreve hoy a un vocabulario que parezca propaganda: atreverse a decir ‘imperio’ o ‘capital’ parece ser propagandístico, subjetivo. Y el capitalismo no pretende hacer propaganda, aunque tampoco oculta su afición por el marketing.

Así las cosas, Chevron hoy, en el diferendo con el Ecuador, no está haciendo entonces más que lo natural, defender los negocios y sus intereses. La izquierda, por su parte, estaría haciendo su parte de lo natural para ella: denunciar esos intereses. Lo que el capitalismo actual propone es que cada quien siga sus intereses: el mercado los armonizará.

Nada de esto tiene que ver con alguna definición seria de lo que es ‘ideología’. Tampoco interesan estas definiciones a los medios de comunicación masiva dominantes. Sin embargo, uno de los rasgos típicos de la ideología coincide con los del diablo, cuya mejor diablura está en hacer creer que El no existe. El capitalismo no hace ideología, supuestamente: no toma partido, es neutro; no es subjetivo, es objetivo porque es neutro, y no hace ideología porque hace ciencia, por lo general con una avalancha de números. ¿Alguien dijo que lo propio de la ideología es presentar el mundo al revés? Sí, alguien lo dijo. Pero es algo olvidado. Sí, la ideología acostumbra a presentar el mundo invertido: Chevron está muy, muy ofendida. Y hoy, además, a quien quiera poner el mundo al derecho se lo acusa de hacer ideología porque ‘nadie es dueño de la verdad’, menos de la verdad absoluta. ¿Que el gobierno ecuatoriano quiere decir la verdad sobre Chevron? Correa ‘está ideologizando’ el asunto. Sucede sin embargo que, si es cierto que la ideología se rige por el mundo al revés, Chevron y quienes la defienden no han parado de hacer ideología. ¿Que Chevron y sus defensores están pasando por encima de la legalidad? No, el gobierno del Ecuador es corrupto. ¿Que Chevron cometió un delito? No, en el ‘mercado’ es un delito meterse con los negocios, porque ‘vivimos de ellos’. Después de todo, pongamos algo de marketing: los ‘países bananeros’ son corruptos, ‘todo el mundo lo sabe’, y sin negocios el mundo se moriría de hambre, eso también, ‘todo el mundo lo sabe’.

Lo mejor de la ideología está en hacerse pasar por evidencia. Importa muy poco que Correa no sea Noboa o que sin trabajo no haya negocio (¡la riqueza no la crea la riqueza!): Chevron le debe al trabajo, no al revés, pero la ideología dicta que el trabajo le debe a la riqueza y que los ecuatorianos le deben a Chevron.

Hay un poquito de ideología entre quienes, de buena voluntad, critican a Chevron y le piden que pague ya que hay ecología e indígenas de por medio. También es evidente que no se puede dañar a la naturaleza, ni a los pueblos originarios. Qué mejor que respetarlos. Solo que, si esa fuera la ley del capital, las empresas transnacionales se quedarían en casa, donde suelen tener prohibido contaminar y abusar de la mano de obra. Muy bien: que Chevron pague los costos. Sucede sin embargo lo que Rafael Correa repite una y otra vez: un mundo para el capital no es lo mismo que un mundo para las sociedades o para los seres humanos. Chevron fue al Ecuador para abaratar costos, no para ocuparse de la sociedad ecuatoriana ni de sus habitantes. Y abaratar costos quiere decir ‘no pagar’. El presidente ecuatoriano, en distintas alocuciones sobre el caso, no le ha pedido pagar a quien tiene por negocio no pagar. El problema está en otra parte (no donde lo coloca la ideología, que siempre opera por desplazamiento), como la solución (por lo que Correa ha sugerido denunciar los Tratados Recíprocos de Protección de Inversiones, y hacerlo de ser posible a escala latinoamericana). ¿Es posible dejar de pedirle al diablo que se comporte como si fuera buen cristiano? La ideología sí se ve, con solo querer verla: el diablo es Correa, los negocios son Dios.

El procedimiento de Chevron no tiene pies ni cabeza desde el punto de vista lógico y jurídico a la vez. La empresa petrolera ha terminado amparada –es un decir –en un Tratado Bilateral de Inversiones que entró en vigor varios años después de que ella saliera del Ecuador, en 1992 (el Tratado entró en vigor en 1997). Desde este punto de vista, Chevron no está protegida por ese Tratado. La Corte Permanente de La Haya se declaró competente en el caso y se apoyó en este asunto del Tratado. El resultado ha sido que le toque al Estado ecuatoriano ser el acusado. Incluso esto de pasarle la cuenta al sector público no debiera sorprender demasiado, desde la lógica del ‘mercado’: cuando se trata de una pérdida o de un costo, una empresa que tiene fines de lucro trata de minimizarlos o incluso de esquivarlos, y de pasarle a otro la factura. No es raro que sea el Estado, como no pareció demasiado extraño que el Estado socializara las pérdidas –incluso en Estados Unidos- en la crisis de 2008. El Estado de Bienestar está para eso, para correr con los riesgos y costos que muchas corporaciones privadas no quieren asumir. Hay algo tan preocupante como el daño ecológico o el daño a los pueblos originarios: a través del Estado, el pueblo que fue víctima de Chevron debe pagar los daños que ocasionó Chevron. Rafael Correa ha hablado de vasallaje y puede que sea incluso más que eso, si la víctima-siervo debe pagar su rescate para ‘quedar en libertad’ y no ser perseguida.

El efecto ideológico, tan invisible y tan insidioso como la mano invisible del mercado, va bastante más allá, puesto que la Corte mencionada se ampara en una ley para cometer un acto ilegal. Cuando se comete un acto ilegal, se está en el delito, por lo que al declararse competente y alegar sobre la base del Tratado de Inversiones la Corte se pone a delinquir: aquí está lo preocupante para efectos del derecho internacional, si los organismos internacionales que están encargados de velar por la ley son los que delinquen. Es más que la desaparición de la ética, ya que es privar de institucionalidad a las relaciones internacionales. Si es así, no hay otra ley que la del más fuerte, por una sencilla razón: el afectado no tiene derecho ante la ley, lo que es tanto como decir que el afectado no es sujeto de derecho. ¡Solo lo es quien delinque! Hay ‘racionalizaciones’ para esto, del tipo ‘eso les pasa a quienes se meten con los ricos y poderosos’ (‘eso’ no se hace). La ley en las relaciones internacionales es entonces –y lo es- la del Viejo Oeste (y en ninguna película western gana el indio). Mientras la Corte se pone a delinquir junto con Chevron, la justicia y el Estado ecuatorianos son acusados de corruptos. A esto se le llama ideología, aunque el vasallo, cuando se adapta, le llama ‘realismo’ a este mundo al revés, y es que ‘uno no se mete con Chevron’. En la escena siguiente, tal vez una desideologizada Corte pida al Ecuador que indemnice a Chevron por daño moral. Entretanto, un abogado de Chevron ha pedido que el Ecuador termine con “todo este fraude”. Por lo que, como se ve, la ideología -¿quieres que te lo cuente otra vez?- puede ser incluso algo peligroso, tan peligroso como el diablo.

jueves, 27 de febrero de 2014

Unas preguntas sobre Ecuador y America Latina 2/2


(EDITADO: Por un error involuntario esta entrada tuvo el título " Preguntas para Venezuela ( Ecuador y America Latina) ", por lo cual pedimos disculpas al pueblo Venezolano y su gobierno democrático. El mismo ha sido corregido.)

Leonardo Boff

Estimo que una de las razones que llevó multitudes a las calles en el mes de junio tiene su origen en los errores conceptuales de las políticas públicas en el gobierno del PT. Incapaz de liberarse de las amarras del sistema neoliberal imperante en el mundo e interiorizado, bajo presión, en nuestro país, los gobiernos del PT han tenido que reconocer inmensos beneficios a los rentistas para sostener la política económica nacional e incluso realizar alguna distribución de la renta nacional a través de políticas sociales a los millones de hijos de la pobreza.


El Atlas de la exclusión social - los ricos de Brasil (Cortés, 2004), aunque de hace unos años, mantiene su vigencia, como lo demuestra el investigador Marcio Pochman (Los padres de la desigualdad, Le Monde Diplomatique, octubre de 2007). Pasando por todos los ciclos económicos, el nivel de concentración de la riqueza hasta la financiarización actual se ha mantenido prácticamente sin cambios. 5.000 familias poseen el 45% de la renta y la riqueza nacional. Son las que prestan al gobierno, a través de los bancos, según los datos de 2013, y cada año reciben 110 mil millones de dólares en intereses. Para los proyectos sociales (“bolsa familia” y otros) se destinan sólo unos 50 mil millones. Son los restos para los considerados el resto.


Debido a esta distribución perversa de la renta, somos uno de los países más desiguales del mundo. Es decir, uno de los más injustos, lo que hace a nuestra democracia muy frágil y casi absurda. Lo que sostiene la democracia es la igualdad, la equidad y la eliminación de los privilegios.


En Brasil hasta ahora sólo se ha hecho una distribución desigual de la renta nacional, incluso con los gobiernos del PT. Es decir, no se ha tocado la estructura de la concentración de la renta. Lo que necesitamos con urgencia, si queremos cambiar la cara social de Brasil, es introducir una redistribución que implica tocar los mecanismos de apropiación de la renta. Concretamente significa tomar de los que tienen de más y pasarlo a los que tienen de menos. Pero esto nunca se ha hecho. Los detentadores del poder, del saber y de los medios de comunicación han conseguido siempre detener esta revolución básica, sin la cual mantendremos indefinidamente vastos sectores de la población al margen de las conquistas modernas. El sistema político termina por servir a sus intereses. Por eso, en su tiempo, repetía con frecuencia Darcy Ribeiro que tenemos una de las elites más ricas, antisociales y conservadoras del mundo.


Los grandes proyectos de gobierno destinan una parte significativa del presupuesto a proyectos que las benefician y enriquecen aún más: carreteras, presas, puertos, aeropuertos, incentivos fiscales, créditos blandos del BNDES. Esto se conoce como el crecimiento económico, medido por el PIB, que debe ser analizado junto con la inflación, las tasas de interés y el cambio. Se privilegia el agronegocio exportador, que trae dólares a la agroecología, a la economía familiar y solidaria, que produce el 60% de lo que comemos.


Lo que las multitudes de la calle están reclamando es: desarrollo en primer lugar y a su servicio el crecimiento (PIB). El crecimiento es material. El desarrollo es humano. Significa más educación, mejores hospitales, más saneamiento básico, transporte público mejor y más seguro, más acceso a la cultura y al ocio. En otras palabras: más capacidad de vivir mínimamente felices como seres humanos y ciudadanos, no sólo como consumidores pasivos de las mercancías puestas en el mercado. En lugar de grandes estadios cuyas entradas a los juegos son en gran medida prohibitivas para el pueblo, más hospitales, más escuelas, más centros técnicos, más cultura, más integración en el mundo de la comunicación digital.


El crecimiento debe estar orientado al desarrollo humano y social. Si no se alinea con esta lógica, el gobierno se ve condenado a ser más el gestor de los negocios que el cuidador de la vida de su pueblo, de las condiciones de su alegría de vivir y de su admirada creatividad cultural.


Las calles están gritando por un Brasil de la gente y no de negocios ni de chanchullos, por una sociedad menos malvada debido a las desigualdades escandalosas, por relaciones sociales transparentes y menos excusas para ocultar la plaga de la corrupción, por una democracia donde las personas estén llamadas a discutir y decidir junto con sus representantes lo que es mejor para el país.

Los gritos son por humanidad, por dignidad, por respeto al tiempo de la vida de las personas, que no se gaste en horas perdidas en un pésimo transporte público, sino que sea puesto en libertad para socializar con la familia o para el ocio. Parecen decir: «nos negamos a ser sólo animales hambrientos que claman por el pan; somos humanos, portadores de espíritu y de cordialidad, que gritamos por belleza; sólo uniendo pan con belleza viviremos en paz, sin violencia, con humor y sentido lúdico y encantado de la vida». El gobierno necesita dar este giro

miércoles, 26 de febrero de 2014

El Ecuador real

Pedro Pierre

Eso es lo que nos revelan las recientes elecciones. Como lo reconoció el Presidente se trata de un ‘remezón’ y un ‘revés importante’. Mucha gente está de acuerdo con los cambios realizados en la educación, la salud, las carreteras, el cobro de los impuestos, los bonos, la política integracionista, un lenguaje antiimperialista… Este apoyo se expresó hace un año en la reelección del Presidente en la primera vuelta.

Como en muchos países, Brasil en particular, la gente en general quiere algo más que beneficios materiales. Está preocupada por ciertas opciones: un lenguaje de izquierda que no se concreta en participación ciudadana, los proyectos de minería, en particular los del Yasuní; la ridiculización de los movimientos sociales, las persecuciones a dirigentes sociales bajo el pretexto de terrorismo, la marginación de la Conaie, las discusiones para la aprobación de un tratado de libre comercio con la Unión Europea… 

El repunte de la derecha dura no deja de ser preocupante. Eso revela que no había sido ‘sepultada’, sino que sigue y espera su hora para retomar visibilidad y protagonismo para recuperar espacio para sus empresas y sus inversiones. Si ha ganado con tanta diferencia, tanto en Quito como en Guayaquil, esto significa, por una parte, un fuerte llamado de atención y, por otra, una falta de formación política de los sectores populares.

Nunca la derecha ha buscado los intereses de los sectores populares. El futuro alcalde de Quito nos miente y nos quiere engañar, como siempre lo hace la derecha. La mentira es: ‘somos del centro progresista’; tal vez las palabras sean progresistas, como lo son las de Capriles en Venezuela. El engaño es que ‘va a resolver los problemas de Quito’… sin los quiteños organizados. Más que nunca se necesita un fuerte trabajo de organización popular para despertar las capacidades de liderazgo local y provincial y construir otro país desde bases conscientes, críticas y decididas para lograr poco a poco ‘otro Ecuador posible y necesario, a la manera de Moisés que supo, después de la salida de la esclavitud de Egipto, escuchar a su suegro que le decía: “¿Por qué estás ahí tú solo?... No es lo mejor como tú lo estás haciendo… Elige entre los hombres del pueblo algunos que sean valiosos y que teman a Dios, hombres íntegros y que no se dejen sobornar, y los pondrás al frente del pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta o de diez… Decidirán ellos mismos en los asuntos de menos importancia”.

¡Qué actualidad la de este texto de hace 3.000 años!

lunes, 24 de febrero de 2014

Unas preguntas sobre Venezuela (Ecuador y America Latina) 1/2

Matías Bosch

Los más trascendentales proyectos de redención humana, en búsqueda de la libertad y el bienestar, han sustentado sus posibilidades de éxito en el encuentro de la verdad. Así, la Biblia retrata a Jesús señalando: “Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”. En el mundo de las luchas independentistas de Nuestra América, Eugenio María de Hostos afirmó: “Dadme la verdad, y os doy el mundo. Vosotros, sin la verdad, destrozareis el mundo, y yo, con la verdad, con sólo la verdad, tantas veces reconstruiré el mundo cuantas veces lo hayáis vosotros destrozado”. 

Simón Bolívar, Libertador de América, fue, al respecto, categórico: “Nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza”; “la esclavitud es hija de tinieblas, un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción.”

Siguiendo el ideario de estos símbolos del bien, la justicia y la búsqueda de la felicidad para los pueblos, encontrar la verdad es para la Humanidad un asunto de supervivencia, o correr el peligro de caer en la destrucción, la esclavitud y la barbarie. Como el hallazgo de la verdad es fruto siempre de un esfuerzo de búsqueda inconforme, que depende de hacer las preguntas adecuadas para llegar a las respuestas necesarias y no a la ilusión o la fantasía, voy a sugerir tan sólo algunas preguntas que me parecen cruciales respecto del escenario actual en Venezuela:

1. ¿Por qué se dice que en Venezuela se sufre tan grave falta de alimentos que justifica destrozos e incendios, si fue uno de los cuatro países con menos hambre de América Latina en 2012 (de acuerdo con FAO y OMS), esto es inferior al 5%, y uno de los países con mayor índice de niños y jóvenes obesos? Siguiendo la lógica dominante, ¿Por qué no hay peores desmanes en un país hermano como Colombia, en el cual el hambre fue sufrida por el 12.6% de la población, es decir casi el triple que en Venezuela?

2. ¿Por qué si las causas de los destrozos, incendios y manifestaciones es la escasez de productos básicos, se observan acciones de tipo político y no pobladas y saqueos de tiendas y almacenes, que es lo normal y esperable cuando de carencia generalizada se trata, como en República Dominicana en 1984? ¿Por qué uno de los dirigentes opositores, Henrique Capriles, afirma que se debe a “falta de medicinas” si los avances en salud en Venezuela están entre los más destacados de la región?

3. ¿Por qué tanta violencia por supuesta “ausencia” o falta de acceso a comida si The Economist publicaba esta semana que la escasez sólo ha afectado a un 28% de los productos? ¿Por qué los mismos analistas no prevén algo igual en República Dominicana, país en el cual el Latinobarómetro detectó que alrededor del 70% de la población no tiene dinero suficiente para comprar la comida del mes?

4. ¿Por qué el epicentro de las protestas por la “escasez” es Plaza Altamira, en medio de urbanizaciones de clases acomodadas y habitantes con piel tan blanca, y no como es más lógico en barrios pobres y población mestiza, siendo Venezuela el país con mayor proporción de afro-descendientes de Sudamérica, exceptuando Brasil?

5. ¿Por qué Unesco reconoce a Venezuela como el quinto país con mayor matrícula universitaria del mundo, que ha crecido en más de un 800%, siendo alrededor del 75% educación superior pública, y sin embargo no se conoce una sola lucha del “movimiento estudiantil” actual para lograrlo, mientras hay “estudiantes” marchando contra “torturas” y por “comida”?

6. ¿Por qué si los estudiantes de la educación superior en Venezuela ya superan los 2 millones 600 mil (es decir, alrededor de nueve veces lo que existe en República Dominicana) las manifestaciones que se observan son más bien en forma de focos o grupos de decenas o, a lo sumo, cientos de personas? ¿Por qué si lo habitual y normal es que los estudiantes o sindicatos marchen por más bienes y servicios públicos, y leyes más democráticas y equitativas, los “estudiantes” que marchan en Venezuela lo han hecho por papel higiénico, defendiendo la propiedad privada sobre medios de prensa o negocios de consumo? ¿Por qué no se conoce aún el nombre de ninguna federación u organización estudiantil, ningún pliego de demandas ni el nombre de ninguno de sus más importantes dirigentes o miembros de directivas, y sí se conocen los nombres de connotados y antiguos líderes de la oposición partidista y electoral, involucrados en las acciones golpistas de 2002 y 2013?

7. ¿Por qué y quiénes producen las imágenes falsas de torturas, asesinatos y vejaciones posteriores a los confusos hechos del 12 de febrero de 2014, manipulando fotos de Chile, Europa o Siria para que aparezcan en las redes sociales y hasta en medios como CNN como si ocurriesen en Venezuela? ¿Qué liderazgo democrático y civilista se ha valido de algo así en la historia universal?

8. ¿Por qué si los bolivarianos y sus aliados han ganado las elecciones de 2012 y 2013, incluidas las municipales de diciembre recién pasado cuando obtuvieron el 55% de los votos y el 76% de las alcaldías, se habla de que el oficialismo es hoy “minoría? ¿Por qué se propone su renuncia como salida a “la crisis” o un referéndum revocatorio, fuera de todos los plazos y procedimientos legalmente establecidos para ello en la Constitución hecha con el propio liderazgo bolivariana? ¿Por qué se invoca la falta de diálogo si hace apenas dos meses se dio en Venezuela un encuentro histórico entre el Ejecutivo nacional y todos los alcaldes recién electos, incluyendo oficialistas y opositores, y por tanto con la participación de todos los partidos y posiciones? ¿Con quién se dialoga, quién dirige o lidera “la crisis”?

9. ¿Por qué el principal -y prácticamente único- vocero de las manifestaciones, supuestamente pacíficas y alentadas por la ineficiencia” del gobierno, es Leopoldo López, persona que no cuenta con ninguna representación salvo la de su minúsculo partido, y su llamado más importante es, desde hace meses, “sacar a quienes gobiernan”? ¿Por qué no usan las gobernaciones, alcaldías y curules en las Asambleas nacional y estatales para proponer un curso de acción pacífico y político, y por qué no canalizan a través de su enorme incidencia mediática las denuncias de “corrupción”, “fraude”, “totalitarismo”, “hambre y “represión” con pruebas contundentes e irrefutables -no por twitts ni cápsulas de Youtube- cómo sí hacían las oposiciones a Trujillo, Balaguer, Pinochet o Videla?

Y para terminar:

10. ¿Por qué en República Dominicana tienen tanto espacio las voces que acusan la “crisis” y el “caos” en Venezuela, sin dársele casi ninguna oportunidad a la paz y tranquilidad para escuchar a un Gobierno y un bloque de partidos que en un año y medio han ganado tres elecciones, y que encarnan el legado que, según el Presidente de la República Danilo Medina, ha sido con nuestro país “el sinónimo de la solidaridad”?

- Matías Bosch Carcuro, matias.bosch@gmail.com – @boschlibertario en Twitter

ALAI AMLATINA, 20/02/2014.-

domingo, 23 de febrero de 2014

Nadie es enemigo mío si yo no quiero




(Lv 19,1-2.17-18) "Amarás a tu prójimo como a ti mismo"
(Icor 3,16-23) "¿No sabéis, que el Espíritu de Dios habita en vosotros?"
(Mt 5,38-48) "Amad a vuestros enemigos."

Nadie es enemigo mío si yo no quiero. Sin esta premisa, será pura ilusión pretender cumplir el evangelio.

Sigue Mt en el sermón del monte, con la intención de armonizar el AT con la predicación de Jesús. Ante la lectura de este evangelio, uno se queda sin aliento. “No hagáis frente al que os agravia”. “Ama a tu enemigo y reza por él”. “Sed perfectos como vuestro padre celestial es perfecto”. Si repaso detenidamente estas exigencias, descubriré lo que me falta para cumplirlas como nos pide Jesús. Tal vez Nietzsche tenía más razón de lo que pensamos, cuando decía: "Sólo hubo un cristiano y ese murió en la cruz."

Sinceramente creo que la verdadera dimensión cristiana está aún por inaugurar. Hemos construido miles de templos; hemos llevado la cruz a todos los rincones del orbe; hemos elaborado sumas teológicas como para parar un tren; hemos creado leyes que regulan todos los ámbitos de nuestra existencia; pero el único principio esencialmente cristiano está olvidado y sin repercusión alguna en nuestra vida. Parece que nos han colocado el listón tan alto, que hemos optado por olvidarlo y pasar olímpicamente por debajo.

Está mandado: “ojo por ojo y diente por diente" Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. El ‘ojo por ojo’, fue un intento de superar el instinto de venganza que nos lleva a hacer el máximo daño posible al que me ha hecho algún daño. Tenemos asumido que la meta es la justicia, identificada con el ojo por ojo. Creo que la racionalidad y el jurisdicismo occidental nos impiden la comprensión del mensaje cristiano. Tenemos  incrustado esta idea, que no nos queda lugar para la visión cristiana del hombre.

Reclamamos justicia, pero si examinamos esa justicia que exigimos, descubriremos con horror, que lo que intentamos todos, es hacer de la justicia un instrumento de venganza. Se utilizan las leyes para hacer todo el daño que se pueda al enemigo; eso sí, dentro de la legalidad y amparados por la sociedad. Los buenos abogados son aquellos que son capaces de ganar los pleitos cuando la razón está de parte del contrario.

Las frases tan concisas y profundas pueden entenderse mal. No nos dice Jesús que no debamos hacer frente a la injusticia. Contra la injusticia hay que luchar con todas la fuerzas. Tenemos obligación de defendernos cuando nos afecta personalmente, pero sobre todo, tenemos la obligación de defender a los demás de toda clase de injusticia.  Lo que nos pide el evangelio es, que nunca debemos eliminar la injusticia con violencia.

Si tenemos que utilizar la violencia para eliminar una injusticia, estamos manifestando nuestra incapacidad de eliminarla humanamente. No convenceré al injusto si me empeño en demostrarle que me hace daño a mí o a otro. Pero si soy capaz de demostrarle que con su actitud se esta haciendo un daño irreparable a sí mismo, sin duda cambiaría de actitud. Lee este párrafo una y otra vez; es vital que lo comprendas bien.

Habéis oído que se dijo: “amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo" Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos. Hay que aclarar que para ellos el prójimo era el que pertenecía a su pueblo, a su raza, a su familia. El “enemigo” era siempre el extranjero, que atentaba real o potencialmente contra la seguridad el pueblo. Para poder subsistir, no tenían más remedio que defenderse de las agresiones. Jesús da un salto de gigante y podemos apreciar que la diferencia entre ambas propuestas es abismal.

¿Por qué tengo que amar al que me está haciendo la puñeta? El camino para la comprensión de esta norma, es largo y muy penoso. Tenemos que llegar a él, a través de un proceso de maduración, en el que debemos tomar conciencia de  que todos somos una sola cosa, y que en realidad, no hay enemigo. En el fondo, el amor al enemigo no es más que una manifestación del verdadero amor, que por ir en contra del instinto de conservación, se ha convertido en la verdadera prueba de fuego del AMOR.

La dificultad mayor para comprender este amor, está en que confundimos amor con sentimiento o con instinto. El amor evangélico no es instinto ni sentimiento. Por lo tanto no podemos espera que sea algo espontáneo. El verdadero amor, sea al enemigo o a un hijo, no es el instinto que nace de mi ser biológico y está grabado en los genes. El amor de que estamos hablando es algo mucho más profundo y también más humano, por lo tanto tiene que estar originado y orientado por la parte más elevada del nuestro ser. 

Enemigo es el que tiene una actitud de animadversión, no el que la sufre. El enemigo no tiene por qué obtener una respuesta de la misma categoría que su acción. Alguien puede considerarse enemigo mío, pero yo puedo mantenerme sin ninguna agresividad hacia él. En ese caso, yo no convierto en enemigo al que me ataca. Aquí está la clave para superar la aporía. Si le constituyo en enemigo, he destrozado toda posibilidad de poder amarle.

Un ejemplo puede aclarar lo que quiero decir. En el mar siempre habrá olas, de mayor o menor tamaño, pero siempre estarán ahí. Al llegar al litoral, la misma ola puede encontrar la roca o puede encontrarse con la arena. ¡Qué diferencia! Contra la roca estalla en mil pedazos. Con la arena se encuentra suavemente y de manera imperceptible. Incluso si la ola es muy potente, en la arena rompe sobre sí misma y pierde su fiereza.

¿Necesitas explicación? Pues voy a dártela. Los enemigos van a estar siempre ahí. Pero la manera de encontrarte con ellos dependerá siempre de ti. Si eres roca el encuentro se manifestará estruendosamente y ambos se dañarán. Si eres playa todo su potencial queda anulado y llegara hasta ti con la mayor suavidad. Un detalle, la roca y la arena, están hechas de la misma materia, solo cambia su aspecto exterior.

Como en el caso de la roca, tu rígida postura lo que hace es potenciar la fuerza del enemigo, dejando patente su energía. Es lo que espera y lo que recompensa su actitud. La mejor manera de vengarte del que se acerca a ti como enemigo, es privarle de esa satisfacción y demostrarle así lo ridículo de todo su poder.

Así seréis hijos de vuestro Padre… Aquí encontramos una de las mejores muestras de lo que se entendía por hijo en tiempo de Jesús. Hijo era el que salía al padre, el que era capaz de imitarle en todo. Viendo al hijo, uno podía adivinar quién era su padre. También podemos descubrir la idea de Dios que tenía Jesús. Un Dios que ama a todos por igual porque su amor no es la respuesta a unas actitudes o unas acciones sino anterior a toda acción humana. Dios me ama no porque yo sea bueno sino porque él es bueno.

Imposible de comprender esta exigencia del evangelio mientras sigamos pensando en un dios que manda a sus enemigos al infierno. En contra de lo que se nos ha repetido hasta la saciedad, Dios no ama exclusivamente a los buenos, sino que Él ama infinitamente a todos. De la misma manera, el amor que yo tengo a los demás, no puede estar originado ni condicionado por lo que el otro es o tiene, sino por la calidad de mi propio ser. El amor no es respuesta a las actuaciones o cualidades de un ser; su origen tiene que estar en mí, y solo afecta al otro como objetivo, como meta.

Si somos incapaces de amar al enemigo, podemos tener la certeza de que todo lo que nosotros hemos llamado amor, no tiene nada que ver con el evangelio, y por lo tanto del amor que nos ha exigido Jesús. Es imprescindible hacer un examen de conciencia para saber de que estamos hablando cuando nos referimos al amor del evangelio.

sábado, 22 de febrero de 2014

La raíz última de la crisis ecológica: la ruptura de la re-ligación universal

Leonardo Boff

Las causas que han llevado a la crisis ecológica son muchas. Pero tenemos que llegar a la última: la ruptura permanente de la re-ligación básica, que el ser humano ha introducido, alimentado y perpetuado con el conjunto del universo y con su Creador.

Tocamos aquí una dimensión profundamente misteriosa y trágica de la historia humana y universal. La tradición judeocristiana llama a esa frustración fundamental pecado del mundo y la teología, siguiendo a san Agustín que inventó esta expresión, pecado original o caída original. Lo original aquí no tiene nada que ver con los orígenes históricos de este anti-fenómeno, por lo tanto, con el ayer. Sino con lo que es originario en el ser humano, que afecta a su fundamento y sentido radical de ser, por lo tanto, con el ahora de su condición humana.

Este pecado tampoco puede ser reducido a una mera dimensión moral o a un acto fallido del ser humano. Se refiere a una actitud globalizadora, por lo tanto, a una subversión de todas sus relaciones. Se trata de una dimensión ontológica que concierne al ser humano, entendido como un nudo de relaciones. Ese nudo se encuentra distorsionado y viciado, perjudicando todos los tipos de relación.

Es importante enfatizar que el pecado original es una interpretación de una experiencia fundamental, una respuesta a un enigma desafiante. Por ejemplo, existe el esplendor de un cerezo en flor en Japón y simultáneamente un tsunami en Fukushima que arrasa todo. Existe una Madre Teresa de Calcuta que salva moribundos de las calles y un Hitler que envía seis millones de judíos a las cámaras de gas. ¿Por qué esta contradicción? Los filósofos y los teólogos han venido esforzándose para encontrar una respuesta. Y hasta hoy no la han encontrado.

Sin entrar en las muchas interpretaciones posibles, asumimos una que va ganado cada vez más el consenso de los pensadores religiosos: la imperfección como momento del proceso evolutivo. Dios no creó el universo terminado de una vez, un acontecimiento pasado, rotundamente perfecto. Desencadenó un proceso en abierto y perfectible que hará su camino hacia formas cada vez más complejas, sutiles y perfectas. Esperamos que un día llegará a su punto Omega.

La imperfección no es un defecto sino una marca de la evolución. No traduce el designio último de Dios sobre su creación, sino un momento dentro de un inmenso proceso. El paraíso terrestre no significa saudade de una edad de oro perdida, sino la promesa de un futuro que está por venir. La primera página de las Escrituras es, en verdad, la última. Viene al comienzo como una especie de maqueta del futuro, para que los lectores y lectoras se llenen de esperanza acerca del fin bueno de toda la creación.

San Pablo veía la condición decaída de la creación como un sometimiento “a la vanidad” (mataiótes), no por causa del ser humano, sino por causa de Dios mismo. El sentido exegético de “vanidad” apunta al proceso de maduración. La naturaleza aún no ha alcanzado su madurez. Por eso en la fase actual se encuentra lejos todavía de la meta a ser alcanzada. De ahí que “toda la creación hasta el presente gime y sufre dolores de parto” (Rm 8,22). El ser humano participa de este proceso de maduración gimiendo también (Rm 8,23). La creación entera espera ansiosa la plena maduración de los hijos e hijas de Dios. Pues entre ellos y el resto de la creación existe una profunda interdependencia y re-ligación. Cuando eso ocurra, la creación llegará también a su madurez, pues, como dice Pablo, “participará de la gloriosa libertad de los hijos e hijas de Dios” (cf Rm 8,20).

Entonces se realizará el designio terminal de Dios. Solamente entonces Dios podrá proferir la esperada palabra: "y vio que todo era bueno". Ahora, estas palabras son profecías y promesas para el futuro, porque no todo es bueno. Bien dijo el filósofo Ernst Bloch, el del principio esperanza: «el génesis está al final y no al comienzo». El retraso del ser humano en madurar implica un atraso de la creación. Su avance implica un avance de la totalidad. Él puede ser un instrumento de liberación o una traba del proceso evolutivo.

Y aquí reside el drama: la evolución cuando llega al nivel humano alcanza el estadio de la conciencia y de la libertad. El ser humano fue creado creador. Puede intervenir en la naturaleza para el bien, cuidando de ella, o para el mal, devastándola. Comenzó, quien sabe si desde el surgimiento del homo habilis hace 2,7 millones de años, cuando creó los instrumentos con los cuales intervenía en la naturaleza sin respetar sus ritmos. Al principio podía ser solamente un acto. Pero la repetición creó una actitud de falta de cuidado. En vez de estar junto con las cosas, conviviendo, se puso por encima de ellas, dominando. Y ha ido en crescendo hasta nuestros días.

Con esto rompió con la solidaridad natural entre todos los seres. Contradijo el designio del Creador que quiso al ser humano como con-creador y que mediante su genio completase la creación imperfecta. Pero éste se puso en el lugar de Dios. Por la fuerza de la inteligencia y de la voluntad se sintió un pequeño “dios” y se comportó como si fuera de verdad Dios.

Esta es la gran ruptura con la naturaleza y con el Creador que subyace a la crisis ecológica. El problema está en el tipo de ser humano que se forjó en la historia, más una «fuerza geofísica de destrucción» (E. Wilson) que un factor de cuidado y preservación.

La cura reside en la re-ligación con todas las cosas. No necesariamente ha de ser más religioso, sino más humilde, sintiéndose parte de la naturaleza, más responsable de su sostenibilidad y más cuidadoso con todo lo que hace. Necesita volver a la Tierra de la cual se ha exiliado y sentirse su guardián y cuidador. Entonces el contrato natural será rehecho. Y si además se abre al Creador, saciará su sed infinita y obtendrá como fruto la paz.

viernes, 21 de febrero de 2014

EN SOLIDARIDAD CON EL PROCESO BOLIVARIANO DE VENEZUELA


Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad
Con los pueblos de América Latina
"Oscar Arnulfo Romero"





1. CONTEXTO HISTORICO

Siempre que en Latinoamérica surgen movimientos liberadores y logran llegar al poder, las derechas locales e internacionales, al ver en peligro sus privilegios de siempre, desatan campañas desestabilizadoras y promueven golpes de Estado. Recordemos, en ese sentido, algunos casos puntuales: 

 - En 1973, el golpe de Estado contra el presidente constitucional de Chile, Salvador Allende, estuvo precedido por una fuerte campaña de desestabilización impulsada por grupos fascistas chilenos y la CIA estadounidense. 

- En la última década, hemos sido testigos de una serie de acciones golpistas contra presidentes latinoamericanos: septiembre 2008, contra Evo Morales, en Bolivia; junio de 2009, golpe de Estado contra Manuel Zelaya, en Honduras; septiembre de 2010, intentona contra Rafael Correa, de Ecuador; junio de 2012, golpe de Estado contra Fernando Lugo, en Paraguay. 

- Desde que el comandante Hugo Chávez Frías accedió al poder en 1999, fue objeto continuo de agresiones golpistas, sabotajes, campañas desinformativas, huelgas, etc. El 11 de abril de 2002 se dio un golpe de Estado que, gracias a la valentía y amor del pueblo por su líder, fue revertido rápidamente. 

 2. EL LIDERAZGO DE VENEZUELA EN LA NUEVA LATINOAMERICA 

Bajo el liderazgo del presidente Hugo Chávez, Latinoamérica emprendió un camino de autonomía, soberanía y liberación; dicho proceso ha llevado, sin duda, al crecimiento de los movimientos populares, al surgimiento de liderazgo latinoamericano en el mundo y, a un sensible retroceso (político, social y electoral) de la derecha latinoamericana; ante esta pérdida de terreno, busca recuperar, a toda costa, lo que está perdiendo en las elecciones y en el campo social. 

 3. VALORACION DE LA SITUACION ACTUAL 

En ese contexto, la oligarquía venezolana está impulsando nuevamente acciones desestabilizadoras contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, elegido democráticamente hace casi un año. No cabe duda que, los Medios de Comunicación internacionales, están manipulando la realidad sociopolítica de Venezuela para desprestigiar y generar un clima de rechazo del proceso revolucionario bolivariano. 

 4. SOLIDARIDAD Y LLAMADO

Estamos junto a las familias de aquellos cuya vida ha sido sesgada por la violencia, y expresamos nuestra más profunda solidaridad con el pueblo y el Gobierno venezolanos; confiamos que, guiados por los ideales de Simón Bolívar y del comandante Hugo Chávez, sabrán llevar adelante el proyecto de una patria libre e inclusiva, donde, las mayorías empobrecidas y excluidas de antes sean las protagonistas de su destino. 

Apelamos a la vocación pacífica y democrática del pueblo venezolano y, por ello, confiamos que, dentro del estado de derecho y respeto a la Constitución, sabrá encontrar, por los caminos del diálogo, soluciones democráticas a los problemas que enfrenta y a esta ola de violencia.

Apoyamos y esperamos que, el Plan Nacional de Paz y Convivencia, lanzado por el presidente Nicolás Maduro, rinda frutos de reconciliación, paz y democracia. 

 “… lo que hay que salvar ante todo es el proceso de liberación de nuestro pueblo.
 El pueblo ha emprendido un proceso que ya le ha costad mucha sangre y no se puede echar a perder… 
 que la estrella que guíe hoy al pueblo, al gobierno y a los diversos sectores, tiene que ser éste: 
 ¿Cómo hacer que ese proceso del pueblo hacia una justicia social, 
 no se estanque, no se atrofie, sino que se salve y siga adelante?” 
 (Mons. Romero, 06/01/1980). 

  
Miércoles, 19 febrero de 2014 

 Mons. Raúl Vera López (México)          Rvda. Emilie Smith (Canadá)
Presidente                                                     Presidenta

 CONSEJO DIRECTIVO

 Scott Wright (Estados Unidos), Maricarmen Montes (México), Conrado Sanjur (Centroamérica), 
 Gabriel Coderch (Caribe), Abilio Peña (Región Andina), Luis Javier Angulo (Cono Sur), 
 Mireya Rubio (Estado Español), Alberto Vitali (Europa), Sean Cleary (Asia-Oceanía) 

Armando Márquez Ochoa (El Salvador) 
Secretario