MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

jueves, 30 de abril de 2015

Todos aportamos proyectos

 
Pedro Pierre

Comencemos diciendo que todos tenemos una ideología, que es nada más ni nada menos que nuestros proyectos de vida, de sociedad, de fraternidad y de fiesta. Estos proyectos, estas ideas, estas ideologías en cinco espacios, por los que pasamos todos.

El primer espacio ‘ideológico’ es la educación: la oficial y la popular. Normalmente estos distintos niveles de educación sirven para capacitarnos para pensar y discernir, para trabajar, para discernir a qué vamos a servir. Lastimosamente, esta capacitación es desviada hacia otros intereses en los que somos los tontos útiles que necesita el sistema capitalista. Por eso la ‘educación’ tiene que ser totalmente reorientada y refundada para que logremos nuestro desarrollo humano integral.

El segundo espacio ‘ideológico’ es el de los medios de comunicación hechos para informarnos, formarnos, distraernos… pero la mayoría nos desinforma, nos embrutece, nos deforma y nos engaña. La televisión es el más perverso de estos espacios al servicio de los grandes ricos nacionales e internacionales. Ahora está internet… diseñado mayoritariamente para programarnos y controlarnos. Si no tenemos algún grupo de amigos u organización, difícilmente podremos discernir la verdad que nos hace libres, dignos y solidarios.

El tercer espacio ‘ideológico’ es el de la cultura, es decir, el conjunto de sentido y de valores que nos comunica la familia, la vecindad, el arte, la música, la danza, la poesía, la sabiduría popular… Pero poco se valoran estas sabidurías: somos como el árbol sin raíces que no sabe de dónde viene ni a dónde va, como grandes analfabetos.

El cuarto espacio ‘ideológico’ es el de las religiones, ‘caminos hacia las grandes virtudes’ que nos hacen más humanos y más hermanos. Lo malo es que muchas veces buscamos en las religiones, con su complicidad, nuestro bienestar material e individual, buscando poner a Dios a nuestro servicio. Si nuestra religión no nos humaniza y no nos hermana unos con otros, mejor busquemos a Dios en las luchas por la dignidad personal y la fraternidad sin fronteras.

El quinto y último espacio ‘ideológico’ es el de los partidos políticos. Estos están hechos para recoger nuestros proyectos de país, de economía equitativa y de política participativa y no palancas para subir a puestos de dinero y de poder dominador. Nadie ni ninguna vanguardia tienen que representarnos ni salvarnos. Sino que juntos debemos unirnos para saborear el compañerismo, vivir la igualdad, celebrar el crecimiento individual y el desarrollo colectivo, construir programas de economía y política alternativas. Todos tenemos talentos para algo grande: solo hace falta juntar estos talentos y desarrollarlos colectivamente. Así estamos construyendo el poder popular, realidad segura de la democracia. Es muy grande esta tercera y última rama de nuestro ‘Árbol de la Vida, del Amor y de la Comunidad’, el Árbol del Reino. Pero si somos capaces de jugarnos la vida para este árbol, no seremos unos fracasados sino un pueblo digno, fraterno y solidario, en definitiva, el único culto que agrada a Dios.

miércoles, 29 de abril de 2015

El Papa reclama "coraje" para "no transformar la vida cristiana en un museo de recuerdos"


RV.- La Iglesia va adelante gracias a las sorpresas del Espíritu Santo. Es uno de los conceptos que expresó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.

Al reflexionar sobre la predicación del Evangelio a los paganos, que se lee en los Hechos de los Apóstoles, el Pontífice subrayó que también hoy es necesario tener "coraje apostólico" para no transformar "la vida cristiana en un museo de recuerdos".

Inspirándose en la Primera Lectura, en que se lee que los discípulos de Jesús comenzaron a predicar en Antioquía, no sólo a los judíos, sino también a los griegos y a los paganos, logrando que muchos creyeran y se convirtieran al Señor, el Papa subrayó que en la vida de la Iglesia es fundamental abrirse a las novedades del Espíritu Santo. En efecto, Francisco explicó que en aquella época tenían la inquietud de oír el Evangelio predicado también a los que no eran judíos. De ahí que cuando Bernabé llega a Antioquía se siente feliz al ver que estas conversaciones de los paganos eran obra de Dios.

Además, el Santo Padre recordó que en las profecías estaba escrito que el Señor habría venido a salvar a todos los pueblos, tal como lo refiere el capítulo 60 de Isaías. Y sin embargo - dijo - muchos no comprendían estas palabras:

"No entendían. No entendían que Dios es el Dios de las novedades: ‘Yo hago todo nuevo', nos dice. Que el Espíritu Santo ha venido precisamente para esto, para renovarnos y continuamente hace este trabajo de renovarnos. Un poco da miedo, esto. En la Historia de la Iglesia podemos ver desde este momento hasta ahora cuántos miedos hacia las sorpresas del Espíritu Santo. Es el Dios de las sorpresas".

"Pero ¡hay novedades y novedades!", exclamó el Papa. Y admitió que de algunas novedades "se ve que son de Dios", mientras otras no. Y se preguntó cómo hacer para distinguirlas. En realidad - dijo- tanto de Bernabé como de Pedro se dice que son hombres llenos del Espíritu Santo. "En ambos casos - reafirmó - está el Espíritu Santo que hace ver la verdad. Porque nosotros solos no podemos. Con nuestra inteligencia no podemos".

"Podemos estudiar toda la Historia de la Salvación, podemos estudiar toda la Teología - advirtió Francisco - pero sin el Espíritu no podemos entender. Es precisamente el Espíritu quien nos hace comprender la verdad o - usando las palabras de Jesús - es el Espíritu quien nos hace conocer la voz de Jesús": "Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco y ellas me siguen".

"El ir adelante de la Iglesia - dijo también el Obispo de Roma - es obra del Espíritu Santo", que nos hace escuchar la voz del Señor. "¿Y cómo puedo hacer - se preguntó el Papa - para tener la certeza de que aquella voz que siento es la voz de Jesús, que lo que siento que debo hacer es obra del Espíritu Santo?". Rezar, fue su respuesta:

"Sin oración no hay lugar para el Espíritu. Pedir a Dios que nos envíe este don: ‘Señor, danos el Espíritu Santo para que podamos discernir en cada tiempo lo que debemos hacer', que no es siempre lo mismo. El mensaje es el mismo: la Iglesia va adelante, la Iglesia va adelante con estas sorpresas, con estas novedades del Espíritu Santo. Es necesario discernirlas, y para discernirlas es necesario rezar, pedir esta gracia. Bernabé estaba lleno del Espíritu Santo y lo entendió inmediatamente; Pedro vio y dijo: ‘Pero ¿quién soy yo para negar aquí el Bautismo?'. Es Él quien hace que no nos equivoquemos. ‘Pero, Padre, ¿para qué meterse en tantos problemas? Hagamos las cosas como las hemos hecho siempre, que estamos más seguros...'"

Pero hacer como se ha hecho siempre - advirtió - es una alternativa "de muerte". Y exhortó a correr el riesgo, con la oración y con humildad, de aceptar lo que el Espíritu nos pide, es decir "cambiar", porque "éste es el camino".

"El Señor nos ha dicho que si comemos su Cuerpo y bebemos su Sangre, tendremos vida. Ahora continuamos esta celebración, con esta palabra: ‘Señor, Tú que estás aquí con nosotros en la Eucaristía, Tú que estarás dentro de nosotros, danos la gracia del Espíritu Santo. Danos la gracia de no tener miedo cuando el Espíritu, con seguridad, me dice que dé un paso hacia adelante'. Y en esta Misa, pidamos este coraje, este coraje apostólico de ser portadores de vida y no hacer de nuestra vida cristiana un museo de recuerdos".

martes, 28 de abril de 2015

Gerardi, el obispo mártir de Guatemala

Hoy se cumplen 17 años del asesinato del obispo Juan Gerardi, que debe sumarse a la lista de mártires de Nuestramérica: Angelelli, Romero Ellacuría y tantos otros y otras. Lo que tiene de especial el martirio de Gerardi es que no fue en plena dictadura, sino cuando esa ya había concluido y se estaba intentando trabajar por la reconciliación. Pero Gerardi tenía claro que no hay verdadera reconciliación en un pueblo si no se basa en la memoria de las víctimas. Por eso, impulsó el estudio detallado y nominal de los “54 mil casos de violaciones de derechos humanos, torturas, desapariciones, mutilaciones, masacres y estupros”. A los dos días de presentar los cuatro volúmenes que documentaban estos hechos, lo encontraron muerto y desfigurado a pedradas.

El 26 de abril de 1998 fue asesinado el obispo guatemalteco Juan José Gerardi. Su gente lo recuerda con una marcha silenciosa


ALVER METALLI
desde Buenos Aires en Tierras de América 

La marcha silenciosa comenzará dentro de pocas horas en la plaza de la catedral metropolitana y recorrerá las calles del centro de Ciudad de Guatemala hasta la casa parroquial de San Sebastián donde vivía, a poca distancia de la casa presidencial, y donde los pobres restos fueron llevados en abril de 2013. El cuerpo, refieren los testigos, después de la mortal agresión con piedras estaba tan desfigurado que solo pudieron identificarlo por el anillo episcopal y los posteriores análisis de laboratorio. Pasaron 17 años, pero los guatemaltecos no olvidan a Juan José Gerardi Conedera, su combativo defensor. Apenas 54 horas antes el obispo había difundido un informe sobre los actos de violencia que se cometieron entre 1960 y 1996, durante los años de los gobiernos militares, titulado “Guatemala nunca más”, que ya desde el mismo encabezamiento evoca el análogo argentino sobre los crímenes de la dictadura militar.

A la Oficina de Derechos Humanos del arzobispado de Ciudad de Guatemala, que fundó Gerardi y dirigió hasta su muerte, se unirán en la marcha silenciosa el Movimiento Gerardi, formado por grupos católicos, asociaciones de derechos humanos, parroquias y ONG de diversas extracciones, con representantes de las comunidades indígenas por las que tanto luchó el obispo guatemalteco. El resultado del minucioso trabajo al que se había dedicado hubiera podido llevar a juicio a algunos militares, por crímenes de lesa humanidad en los años que siguieron a la firma de los Acuerdos de paz con la guerrilla, suscriptos en 1996. En junio de 2001 fueron condenados a 21 años de reclusión, como autores materiales del asesinato, el capitán Byron Lima, su padre, el coronel retirado Disrael Lima y el sacerdote Mario Orantes. Las organizaciones guatemaltecas de derechos humanos consideran, sin embargo, que todavía no se ha esclarecido la responsabilidad de los autores intelectuales del hecho.

Las analogías del asesinato de Gerardi con el del Romero, en el vecino El Salvador, son muchas. Por esa razón se ha previsto una nutrida participación de delegaciones guatemaltecas en la beatificación de monseñor Romero, el 23 de mayo, a cuarenta minutos de vuelo de Ciudad de Guatemala.

La biografía de monseñor Gerardi que publica el sitio de la Conferencia episcopal de Guatemala, recuerda cuando fue elegido obispo de El Quiché en 1974. “Eran los años en que la situación de violencia crecía mucho en este territorio, uno de los más pobres de Guatemala”. En El Quiché, dice el texto, “la lucha entre el ejército y la guerrilla se volvía cada día más fuerte, alcanzando situaciones terribles entre 1980 y 1983. Cientos de catequistas y directivos de las comunidades cristianas, casi todos mayas, fueron asesinados”.

Otro momento que se menciona en la biografía oficial se remonta a 1980, el año del asesinato de Romero, cuando monseñor Gerardi era Presidente de la Conferencia episcopal de Guatemala. “Aquel año –dice el sitio- viaja al Vaticano para asistir al Sínodo de la Familia. A su regreso, se le prohíbe el ingreso al país, por lo que viaja a San Salvador, donde no le dan asilo, y finalmente a Costa Rica, desde donde siguió siendo el Presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala”. Gerardi recién pudo volver a su país en 1982 y dos años después, en agosto de 1984, fue nombrado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Guatemala y párroco, al mismo tiempo, de San Sebastián.

Las circunstancias que sellaron el destino de Gerardi ocurrieron en 1988, cuando la Conferencia Episcopal delegó a Monseñor Rodolfo Quezada Toruño (posteriormente creado cardenal por Juan Pablo II en 2003) y a monseñor Juan Gerardi para participar en la Comisión Nacional de Reconciliación que se forma ese año. Gerardi creó la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, que se ocupa hasta hoy de tutelar los derechos de los desaparecidos o asume nuevos casos de violaciones. En este contexto comenzó el proyecto interdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica, al que el obispo se dedicaba casi por completo. Cientos de testimonios desfilaron por las oficinas de la Comisión presidida por Gerardi, permitiendo reconstruir un cuadro de violaciones sistemáticas cometidas sobre todo por el ejército o grupos de civiles que actuaban junto a ellos en la obra de represión. Los cuatro volúmenes de la investigación documentan más de 54 mil casos de violaciones de derechos humanos, torturas, desapariciones, mutilaciones, masacres y estupros.

El resultado del trabajo se presentó al público el 24 de abril de 1998. El 26 de abril de 1998 Gerardi fue asesinado.

lunes, 27 de abril de 2015

La cultura capitalista es anti-vida y anti-felicidad


Leonardo Boff

La demolición teórica del capitalismo como modo de producción comenzó con Karl Marx y fue creciendo a lo largo de todo el siglo XX con el surgimiento del socialismo. Para realizar su propósito principal de acumular riqueza de forma ilimitada, el capitalismo agilizó todas las fuerzas productivas disponibles. Pero, desde el principio, tuvo como consecuencia un alto costo: una perversa desigualdad social. En términos ético-políticos, significa injusticia social y producción sistemática de pobreza.

En los últimos decenios, la sociedad se ha ido dando cuenta también de que no solamente existe una injusticia social, sino también una injusticia ecológica: devastación de ecosistemas enteros, agotamiento de los bienes naturales, y, en último término, una crisis general del sistema-vida y del sistema-Tierra. Las fuerzas productivas se han transformado en fuerzas destructivas. Lo que se busca directamente es dinero. Como advirtió el Papa Francisco en pasajes ya conocidos de la Exhortación Apostólica sobre la Ecología: «en el capitalismo quien manda ya no es el hombre, sino el dinero y el dinero vivo. La motivación es la ganancia… ganancia… Un sistema económico centrado en el dios-dinero necesita saquear la naturaleza para mantener el ritmo frenético de consumo que le es inherente».

Ahora el capitalismo ha mostrado su verdadera cara: estamos tratando con un sistema anti-vida humana y anti-vida natural. Y se nos plantea este dilema: o cambiamos o corremos el peligro de nuestra propia destrucción, como alerta la Carta de la Tierra.

Sin embargo, el capitalismo persiste como el sistema dominante en todo el globo bajo el nombre de macroeconomía neoliberal de mercado. ¿En qué reside su permanencia y persistencia? A mi modo de ver, reside en la cultura del capital. Eso es más que un modo de producción. Como cultura encarna un modo de vivir, de producir, de consumir, de relacionarse con la naturaleza y con los seres humanos, constituyendo un sistema que consigue reproducirse continuamente, poco importa en qué cultura venga a instalarse. Ha creado una mentalidad, una forma de ejercer el poder y un código ético. Como enfatizó Fábio Konder Comparato en un libro que merece ser estudiado A civilização capitalista (Saraiva, 2014): «el capitalismo es la primera civilización mundial de la historia» (p. 19). El capitalismo orgullosamente afirma: «no hay otra alternativa».

Veamos rápidamente algunas de sus características: la finalidad de la vida es acumular bienes materiales mediante un crecimiento ilimitado producido por la explotación sin límites de todos los bienes naturales, por la mercantilización de todas las cosas y por la especulación financiera, realizado todo con la menor inversión posible, buscando obtener mediante la eficacia el mayor lucro posible dentro del más corto tiempo posible; el motor es la competencia impulsada por la propaganda comercial; el beneficiario final es el individuo; la promesa es la felicidad en un contexto de materialismo raso.

Para este propósito se apropia de todo el tiempo de vida del ser humano, no dejando espacio a la gratuidad, a la convivencia fraternal entre las personas y con la naturaleza, al amor, a la solidaridad y al simple vivir como alegría de vivir. Como tales realidades no importan en la cultura del capital, pero son ellas las que producen la felicidad posible, el capitalismo destruye las condiciones de aquello que se proponía: la felicidad. Y así no es sólo anti-vida sino también anti-felicidad.

Como se deduce, estos ideales no son propiamente los más dignos para el efímero y único paso de nuestra vida por este pequeño planeta. El ser humano no posee solamente hambre de pan y afán de riqueza; es portador de otras hambres como hambre de comunicación, de encantamiento, de pasión amorosa, de belleza y arte, y de trascendencia, entre muchas otras.

¿Pero por qué la cultura del capital se muestra así tan persistente? Sin mayores mediaciones diría: porque ella realiza una de las dimensiones esenciales de la existencia humana, aunque la elabora de forma distorsionada: la necesidad de autoafirmarse, de reforzar su yo, de lo contrario no subsiste y es absorbido por los otros o desaparece.

Biólogos e incluso cosmólogos (citemos apenas a uno de los mayores: Brian Swimme) nos enseñan que en todos los seres del universo, especialmente en el ser humano, prevalecen dos fuerzas que coexisten y se tensionan: la voluntad del individuo de ser, de persistir y de continuar dentro del proceso de la vida; para eso tiene que autoafirmarse y fortalecer su identidad, su “yo”. La otra fuerza es la de integración en un todo mayor, en la especie, de la cual el individuo es un representante, constituyendo redes y sistemas de relaciones fuera de las cuales nadie subsiste.

La primera fuerza gira alrededor del yo y del individuo y origina el individualismo. La segunda se articula alrededor de la especie, del nosotros y da origen a lo comunitario y a lo societario. Lo primero está en la base del capitalismo, lo segundo, en la del socialismo.

¿Dónde reside el genio del capitalismo? En la exacerbación del yo hasta el máximo posible, del individuo y de la autoafirmación, desdeñando el todo mayor, la integración y el nosotros. De esta forma ha desequilibrado toda la existencia humana, por el exceso de una de las fuerzas, ignorando la otra.

En este dato natural reside la fuerza de perpetuación de la cultura del capital, pues se funda en algo verdadero pero concretizado de forma desmesuradamente unilateral y patológica.

¿Cómo superar esta situación que viene desde hace siglos? Fundamentalmente recuperando el equilibrio de estas dos fuerzas naturales que componen nuestra realidad. Tal vez la democracia sin fin sea la institución que hace justicia simultáneamente al individuo (al yo) pero insertado dentro de un todo mayor (nosotros, la sociedad) del cual es parte. Volveremos sobre el tema.

domingo, 26 de abril de 2015

TODA LA VIDA AL SERVICIO DE LOS DEMÁS


Fray Marcos Rodríguez
Jn 10, 11-18

El texto que acabamos de leer está enmarcado en un contexto más amplio de polémica entre Jesús y los judíos (fariseos), después de la curación del ciego de nacimiento. Quien no entra por la puerta, es ladrón y bandido. Quien no es dueño de las ovejas, sino asalariado, no está dispuesto a dar la vida por ellas. No se trata de una propuesta anodina sino de una denuncia en toda regla. Todo poder que no se pone al servicio del pueblo es contrario a Dios. Hemos abandonado los relatos pascuales, pero no nos salimos del tema pascual. El único mandato que Jesús recibe del Padre es dar Vida.

No es verosímil que Jesús se declarara pastor de nadie. Este evangelio se escribió setenta años después de morir Jesús y nos cuenta no lo que dijo sino lo que aquellos cristianos pensaban de Jesús. Ellos sí se sentían dirigidos por Jesús e intentaban seguir sus directrices. En el AT el título se aplicaba a Dios o a los dirigentes. En tiempo de Jesús, el pastor era, casi siempre, el dueño de un pequeño número de ovejas, a las que cuidaba como si fueran miembros de la familia, incluso, cobijándolas bajo el mismo techo, llamándolas por su nombre propio. Es natural que así fuera, porque de ellas dependía el sustento de la familia.

La figura del pastor modelo está en contraposición con la figura del mercenario. El pastor que es dueño de las ovejas, actúa por amor y no le importa arriesgar su propia persona para defenderlas de cualquier peligro. El mercenario actúa por dinero, las ovejas le traen sin cuidado. En (4 Esd 5,18) dice: "No nos abandones como un pastor su rebaño en poder de lobos dañinos". La figura del lobo está en paralelo con la del ladrón y bandido, (de la que habla un poco más arriba) que arrebata y dispersa. Precisamente lo contrario de lo que hace Jesús, reunir las ovejas dispersas (11,52)

La imagen del pastor fue muy utilizada en el AT. Se aplicó a los dirigentes, muchas veces para llamar la atención de que no cumplían con su deber de cuidar como debían del pueblo. También se aplicó al mismo Dios que, cansado de los malos pastores, terminaría por apacentar Él mismo a su rebaño. La única idea original de Jn es la de dar la vida por las ovejas. Seguramente es una interpretación de la vida y muerte de Jesús como servicio a los hombres. Hay que recordar una vez más, que no se trata de un discurso de Jesús, sino de una manera de trasmitir lo que los cristianos de aquella comunidad pensaban sobre él.

Yo soy el buen pastor. No se trata de resaltar el carácter de bondad o dulzura. La traducción oficial devalúa la expresión. "Bueno" en griego, sería (agathos). (Kalos) significa bello, ideal, excelente, único en su género. Denota perfección suma. No se dice sólo de las personas (el vino en la boda de Caná (2,10). Pastores "buenos", puede haber muchos. Pastor ideal sólo puede haber uno. El tomar el evangelio que acabamos de oír como excusa para hablar de los obispos y de los sacerdotes como pastores, no tiene ni pies ni cabeza. La tarea de los dirigentes no tiene nada que ver con lo que nos quiere decir el evangelio.

El buen pastor se entrega él mismo por las ovejas. La vida (psukhên) se identifica con la persona. En griego existen tres palabras para designar vida: "bios", "zoê") y "psukhê". No significan exactamente lo mismo, y por eso pueden causar confusión. Psukhên significa persona, es decir, capacidad de sentimientos y afectos. "Tithesin" no significa dar, sino poner, o mejor, exponer, arriesgar. Como pastor excelente, Jesús pone su persona al servicio de los demás durante toda la vida. Jesús se desvive por los demás. Dice el DRAE: desvivirse: Mostrar incesante y vivo interés, solicitud o amor por una persona.

Es exactamente lo que queremos decir aquí de Jesús. La entrega de la vida física, es la manifestación extrema de su continua entrega durante su vida. Quien no ama hasta dar la vida no es auténtico pastor. El máximo don de sí es la comunica­ción plena de lo que él es. No se trata de que, por su muerte, se nos conceda algo venido de fuera. Se trata de que su Vida, puesta al servicio de todos, prende y se desarrolla en los demás. Darnos sin límites, será la prueba de que su Vida está en nosotros.

Conozco a las mías y las mías me conocen. No se trata de un conocimiento a través de los sentidos o de la razón. En el AT el conocimiento y el amor van siempre juntos. Ese conocimiento mutuo es una relación íntima, por la participa­ción del Espíritu. Esta reciprocidad nos lanza a años luz de la simple imagen de oveja y pastor. Este mutuo conocimiento-a­mor, lo compara con el que existe entre Jesús y el Padre. La comunidad de Jesús no es una filiación externa, sino una experiencia-vivencia de amor. No se trata de la pertenencia a una institución, sino de la unidad de ser y acción en el mismo Espíritu. El descubrimiento vivencial del amor de Dios al hombre lleva a dar la vida.

Tengo otras ovejas que no son de este atrio. Sitúa Jn su evangelio en el amplio contexto de la creación. De ahí deduce la visión universalista de la misión de Jesús. Los supuestos privilegios del pueblo de Israel, desaparecen. Ya en el prólogo habla de la "luz que ilumina a todo hombre". Nada que ver con creernos elegidos o pensar en un Dios propiedad exclusiva nuestra. Todas las religiones han caído en esa trampa; la nuestra ha sido la más exagerada en esa reivindicación de una exclusividad de Dios. "Fuera de la Iglesia no hay salvación". Aún hoy, la idea que tenemos de ecumenismo es raquítica; unirnos todos los que creemos en Cristo. ¿Para hacer frente a los adversarios de una manera más eficaz?

Un solo rebaño, un solo pastor. La ausencia de conjunción "y" o preposición "con" entre los dos términos, indica que la relación entre Jesús y el rebaño no es de yuxtaposición ni de compañía. Jesús como fuente de Vida es el aglutinante que constituye la comunidad como tal. No puede ser encerrada en institución alguna, ni nacional ni cultural ni religiosa. Su base es la naturaleza del hombre acabado por el Espíritu que da cohesión y unidad interior. Jesús no ha creado un corral (la Iglesia) donde meter sus ovejas, todos los hombres forman parte de su rebaño. Esto seguimos sin entenderlo, después de dos mil años.

La disposición a dar Vida, empalma estos relatos con el tiempo de Pascua que estamos celebrando. La raíz de la experien­cia pascual es que Jesús sigue vivo y comunica Vida a la comunidad. Como los primeros cristianos, nosotros tenemos la misma posibilidad de hacer nuestra esa Vida. Se trata de la misma Vida de Dios, de su amor que se nos entrega incondicionalmente. "El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo el que me come vivirá por mí". El que me come, quiere decir el que me hace suyo, el que se identifica con mi manera de ser, de pensar, de actuar, de vivir. Si Jesús es pan de Vida, no es porque lo podemos comer a él, sino porque nos capacita para dejarnos comer.

En la medida en que cada uno de nosotros hayamos hecho nuestra esa Vida, estaremos dispuestos a desvivirnos por los demás. Como la vida biológica, esta Vida es un "movimiento desde dentro". El salir de sí mismo e ir a los demás para potenciar su misma Vida, no debe depender de las circunstancias; es un movimiento que tiene su origen es esa misma Vida que se me ha comunicado y que no tiene más remedio que manifestarse en la entrega a lo otros, sin ninguna clase de distinción. El amor que nos pidió Jesús, está reñido con cualquier clase de acepción de personas. No estamos acostumbrados a tener este detalle en cuanta, y así creemos que es amor lo que no es más que recíproco interés o simpatía visceral.

Amar y servir al que me ama y sirve, no es garantía ninguna del amor cristiano. El ayudar al que puede ayudarte y ser amable con la persona que puedo necesitar, no es más que un sutil despliegue de egoísmo. Si no atendemos a este detalle en nuestras relaciones con los demás, fácilmente podemos creernos en la cima del cristianismo, simplemente porque somos capaces de sacrificarnos por aquellos de los que dependemos.

sábado, 25 de abril de 2015

Cójanle al ladrón


jaigal34@yahoo.es

El pillo que acaba de robarle a usted su cartera, corre por la calle gritando: “¡Al ladrón, cójanle al ladrón!”. Mientras usted, como buen gil, le mira con solidaridad creyendo que el pillo es la víctima, este desaparece burlándose del público y orgulloso de su hazaña.

La historia vuelve a repetirse en Nuestra América, pero esta vez en grande. Exdictadores y expresidentes seudodemocráticos, comentaristas y cagatintas de los medios privados, autocandidatos a la presidencia, en fin, un circo de mala muerte, se hallan hoy lanzados de modo desbocado contra los gobiernos revolucionarios y progresistas de América Latina, acusándolos de actos de corrupción y de proteger y aupar a hijos, sobrinos y más parientes en actos de pillería mayúscula, aprovechando las ventajas del poder.

Dilma Rouseff es una de las figuras escogidas por los malandrines de la política para este acoso destinado a enfervorizar a un pueblo sediento de honestidad y transparencia. En este caso, como nos advierte Lula, toda la campaña contra la corrupción administrativa de Petrobrás, la empresa gigante y soberana de Brasil, tiene por finalidad oculta llevar al abismo del máximo desprestigio al ente oficial para abonar el terreno a la privatización de la rica industria petrolera, entregándola a los amos de ayer: las multinacionales de los hidrocarburos tipo Texaco-Chevron, que son las mismas que han propiciado las invasiones de Libia e Irak, y que claman porque la OTAN invada Irán y Venezuela.

La verdadera historia de la corrupción de los gobiernos del continente está registrada en extensos pliegos donde desfila toda clase de gobiernos, como los de México, una vez frustrada la Revolución, o Venezuela, antes de la Revolución Bolivariana, con figuras emblemáticas del pillaje oficial, como Carlos Andrés Pérez. De dictaduras ni hablar, pues allí están los ejemplos de Pinochet y los generales argentinos., pasando por Somoza, Trujillo, Stroessner y tantos otros, todos instalados y bendecidos por el Pentágono y la CIA.

En el caso ecuatoriano, suficiente con nombrar el gobierno de Sixto Durán-Ballén y el caso Flores y Miel, con sus nietos escapando del país en el avión presidencial, rumbo a Miami, por supuesto. O los casos de los dos gobiernos socialcristianos que ha padecido Ecuador: el de Camilo Ponce Enríquez y el de León Febres-Cordero, en los cuales si no se robaron las luminarias de las calles fue porque antes se habían robado las escaleras.

No queremos decir con esto que no exista corrupción en los gobiernos revolucionarios y progresistas, pues nuestros países nacieron con la corrupción heredada de los colonizadores y de los falsos libertadores tipo general Juan José Flores, primer presidente de la flamante República del Ecuador, unida en matrimonio con una matrona de la Casa Jijón, dueña de indios y de haciendas. A esto súmese la cultura del capitalismo con sus perversiones suntuarias, el apetito por las casas vacacionales en Miami, el carro del año, las cuentas secretas en Suiza, los paraísos fiscales del Caribe y la misma banca norteamericana, que guarda y custodia los grandes depósitos del narcotráfico, en un país que carece de banco central, pues la Reserva Federal es solo la superintendencia de la banca privada del mayor imperio financiero de todos los tiempos.

Además, cabe anotar que el desate de este tipo de acusaciones se da inmediatamente de la Cumbre de las Américas efectuada en Panamá, donde el águila norteamericana resultó con el pico abollado al chocar con la voluntad de soberanía de América Latina, sin que nada pudieran hacer para evitarlo esos cadáveres políticos, como Osvaldo Hurtado Larrea, que acudieron a dictar cátedra de democracia, cuando aquí nadie les elige ni siquiera para presidir una junta parroquial.

viernes, 24 de abril de 2015

Erwin Kräutler: "La sociedad brasileña será juzgada por la manera como trata a los más débiles y frágiles"


Luis Miguel Modino
Corresponsal de RD en Brasil

"Me tomo una vez más la libertad de describir el avance de la dura y conflictiva realidad de los pueblos indígenas en Brasil". Con estas palabras ha comenzado Don Erwin Kräutler, obispo de la prelatura del Xingú y presidente del CIMI (Consejo Indigenista Misionero, por sus siglas en portugués), su alocución a los participantes de la 53ª Asamblea General de la CNBB (Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, por sus siglas en portugués).

Monseñor Kräutler pretende "no apenas relatar las omisiones, datos y números, sino tocar en el corazón de los pastores y de todos los hombres y mujeres de nuestra Iglesia". Partió de una frase que Rubens Ricupero, político y diplomático brasileño, dijo al hacer el análisis de la realidad en esta 53ª Asamblea General de la CNBB: "La sociedad brasileña será juzgada por la manera como trata a los más débiles y frágiles". Ante esta afirmación, el presidente del CIMI constata la necesidad de conocer de cerca quiénes son esos "débiles" y "frágiles" y cuáles son las causas de la situación de vulnerabilidad en la que viven.

Entre ellos están los moradores primigenios de este continente, "creados a imagen y semejanza de Dios" (cf. Gn 1,27), pero a quienes "se les niegan los derechos a la vida, a sus tierras ancestrales y a ser diferentes en sus costumbres y tradiciones, culturas y lenguas".

Él hace una lectura de la Bula del Papa Francisco "Misericordiae Vultus" a partir de la realidad de los pueblos indígenas: "Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grito se vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que suele reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo". (MV 15)

Don Erwin llega a afirmar que hoy en día "los 305 pueblos indígenas brasileños son tratados como extranjeros en su propio país y acusados de usurpadores de sus tierras tradicionales o de invasores de propiedades productivas". Los intereses de los terratenientes, financiadores de campañas políticas, que invaden y derriban las florestas, acaban con manantiales y explotan a los trabajadores, a veces hasta convertirles prácticamente en esclavos, tienen mayor repercusión política y social que el grito de los pueblos indígenas, con quienes no quiere ningún tipo de diálogo, para un gobierno que demarca, pero no homologa los territorios de los pueblos tradicionales.

A pesar de los golpes, el sueño de una Tierra Sin Males no se puede desvanecer. "Es el sueño de un mundo justo, fraterno, solidario, donde todos pueden vivir en harmonía con la creación de Dios y sus semejantes", resalta el obispo misionero. De hecho, la realización de este sueño viene de lejos, pues ya estaba presente en las discusiones de la 17ª Asamblea de la CNBB, en 1979, intentando traer para la realidad brasileña lo que había sido decidido en la Conferencia de Puebla.

La Constitución Brasileña de 1988, en su artículo 231, garantiza los derechos de los pueblos indígenas, pero la realidad en que éstos viven hoy en día es completamente diferente. En opinión de Erwin Kräutler, "el descaso y hasta escarnio del gobierno brasileño con los derechos constitucionales de los pueblos indígenas es aterrador".

Esta situación de persecución ha ido en aumento en los dos últimos años, lo que se ha traducido en propuestas de enmienda constitucional, por parte del poder legislativo, que eviten la demarcación de tierras indígenas, en sentencias del Supremo Tribunal Federal, máximo representante del poder judiciario, contrarias a los intereses de los pueblos tradicionales o en la reducción de funcionarios y presupuesto para la FUNAI (Fundación Nacional Indígena), por parte del poder ejecutivo. Todo ello fruto de un complot entre los tres poderes del estado y los grandes terratenientes que calumnian constantemente a los líderes indígenas y quienes les apoyan, pues lo que interesa es el "desarrollo económico" del país.


Don Erwin ha hecho memoria de sus informes a los obispos brasileños en los años en que ha sido presidente del CIMI y constata con amargura que la mayoría de las veces ha sido para constatar situaciones de atropello contra los pueblos indígenas. Sabe que ésta es la última ocasión en que hará este informe y por eso no puede dejar de decir: "agradezco de corazón las notas de la CNBB a lo largo de todos estos más de treinta años a favor de los derechos y de la dignidad de los pueblos indígenas. Gracias por tantos apretones de mano y abrazos que recibí en solidaridad con esa causa. El apoyo directo, el compromiso con el Evangelio de la Vida y la intransigente postura profética de la CNBB fueron y continúan siendo Buena Noticia para los pueblos indígenas. La Iglesia de Brasil nunca les abandonó ni les dejó solos".

Estas emocionantes palabras son el resumen de una vida entregada a una causa, el Reino de Dios, que Monseñor Kräutler intentó hacer realidad en medio de aquellos que el Señor le confió. Fue y continúa siendo perseguido, hasta el punto de vivir escoltado en los últimos nueve años, pero es imagen de esperanza para quienes creen que un mundo mejor es posible.

jueves, 23 de abril de 2015

Todos hacemos política

 
Pedro Pierre

Felizmente han disminuido tanto los que se creían los ‘salvadores’ de la patria como los que pensaban que necesitamos de ‘salvadores’ para poner a caminar recto a este, nuestro país. Ecuador es lo que lo estamos haciendo hoy entre todas y todos o lo que hemos dejado de hacer por él. Eso se llama política. La política es la organización de la convivencia nacional: si nos parece que el país está desorganizado es porque no estamos organizados. La culpa no es de los demás ni de los de arriba, sino de nosotros, nos guste o no nos guste. Preferimos pasar el tiempo y la vida en otras cosas y criticar el resultado de lo que no somos capaces de construir. Claro, en esto nos ayudan bastante los que se benefician de nuestra ignorancia, complicidad y desorganización… ¿Hasta cuándo?

Un país próspero es el resultado de su organización. Esta organización política se sustenta en dos grandes pilares: el Estado y las organizaciones sociales. Estos dos grandes pilares se unen para fundar o refundar la patria en lo que llamamos la Carta Magna, que es la máxima autoridad. La Carta Magna encarga el Estado para que organice el país con los representantes de las distintas organizaciones sociales del país. El Estado hace lo que quieren o lo que le dejan hacer sus ciudadanos.

El Estado está constituido por cinco instituciones o poderes, independientes unos de otros, que organizan el país. Está el Poder Legislativo, que posesiona al Presidente, dicta las leyes y fiscaliza al Gobierno. Está el Poder Ejecutivo, compuesto por el Gobierno, sus ministros y gobernadores, la Policía y el Ejército. Está el Poder Judicial, con la Corte Suprema, los jueces, fiscales, abogados y notarios que sancionan las infracciones a las leyes. Está el Poder Ciudadano, organizado por el Consejo de Participación Ciudadana, que vela por la defensa de los derechos humanos, nombra autoridades judiciales y electorales, y reconoce las veedurías que controlan todas las instituciones del país. Finalmente está el Poder Electoral, representado por el Consejo Nacional Electoral, que organiza elecciones de nuestras autoridades nacionales, provinciales y locales. Como lo vemos, hay muchos espacios donde se puede y tiene que participar, controlar y orientar.

La convivencia nacional, o sea, la política, es el resultado de nuestra organización o desorganización. Los lamentos son gritos de perezosos y cobardes que nunca han tomado en serio su vida ni la de los demás ni su fe en Dios. “El más grande -decía Jesús- es aquel que se pone al servicio de los demás”. Si no prestamos ningún servicio, Dios nos dirá como a Caín: “¿Qué has hecho de tu hermano?”… porque Dios sí nos pide y pedirá cuentas. Nos salvamos y nos perdemos juntos porque la solidaridad es nuestro destino para nuestro bien y para nuestra calamidad. Decidámonos por una solidaridad política al servicio de la convivencia armoniosa. Es lo que sueña Dios para nosotros y nos acompaña en esta misión. Hemos descrito aquí la segunda rama del gran Árbol de la Vida, el amor y la comunidad, que es también el Árbol del Reino de Dios.

miércoles, 22 de abril de 2015

19 de abril, diez años de la muerte de fotógrafo Julio García


"Entre los meses de noviembre de 2004 y abril de 2005 el pueblo ecuatoriano libro la última gran rebelión de las iniciadas en el siglo XX contra la tiranía neoliberal que lo había saqueado y postrado durante décadas. Esa épica lucha se concentró principalmente aunque no únicamente en las calles de Quito. Por meses enteros las noches en esa ciudad fueron verdaderos campos de batalla contra las fuerzas represoras, que según cálculos posteriores llegaron a lanzar en la última semana de protestas más de 6.000 capsulas de gas contra el pueblo. El 20 de abril el sátrapa y traidor Lucio Gutiérrez huyó desde el palacio de gobierno y comenzó un periodo, que dos años más tarde llevó al poder a Rafael Correa y su movimiento, pero esa es otra historia.

La víspera de la caída del régimen neoliberal, el periodista popular Julio García se vió rodeado por los sayones que inundaron de gases con verdadero salvajismo el Centro Histórico de Quito y al tomar en sus brazos una pequeña niña que se había desvanecido por la agresión y correr con ella, murió asfixiado. Compartimos con ustedes una semblanza de su vida escrita por los periodistas (son dos Eduardo Tamayo y Renato Arcos) que fueron sus compañeros de trabajo y luchas. Y al recordarlo rendimos tributo a él y al noble pueblo quiteño que fue el autor de esa gran lucha." Equipo de la Iglesia de a pie. 



alainet ...
Esa noche, Julio hacía su trabajo de documentar las luchas de los humildes del Ecuador, como antes lo había hecho tantas veces. Pero la de fotógrafo fue solo una de las últimas facetas de la rica y fructífera vida de Julio. Si de hablar de profesiones se trata, fue obrero e inspector fabril, escenógrafo, videasta y fotógrafo. Pero como a los hombres no se los conoce solo por su oficio, Julio fue sobre todo un luchador social, destacándose como dirigente sindical e internacionalista.

Un tercer elemento fue su calidad humana, como amigo, como vecino, como padre de familia. Julio nació el 17 de agosto de 1947, en Santiago de Chile, en una vieja casona del norte de la ciudad. Fue hijo de Lidia Romero Rojas y Raúl Antonio García Garrido. Su familia era de escasos recursos y su papá murió cuando él tenía unos 4 años; a partir de ahí la familia se disgregó y cada uno de los 3 hermanos (Willy, Julio y Manuel) se fueron a casas de familiares.

Julio se fue a vivir a la casa de sus abuelas. No siguió la educación formal, se arrancaba de las escuelas y nunca avanzó mucho en el marco del sistema educativo formal. Como a los 16 años se fue a la ciudad de Arica, 2.000 kilómetros al norte de Santiago, en la frontera con el Perú.

Después de trabajar en diferentes oficios (ayudando a un empresario, empleado del hipódromo, entre otros) se incorporó al mundo de las fábricas automotrices que se habían instalado en Arica para abastecer el mercado chileno, siendo soldador en la Nissan entre 1965-67, soldador, matricero y supervisor en la fábrica Citroen entre 1968 y 1973. Además, cursó sus estudios secundarios en el Colegio Técnico DECAL entre 1966 y 1972, egresando como matricero. A mediados de los años 50, su madre conoció a don Hernán Cortez Adarme, trabajador industrial y militante comunista, con quien se casó. Julio estableció una gran relación con él y lo quiso como a su propio padre, recibiendo muchas enseñanzas que recordará siempre. De ese matrimonio nacieron otros dos hermanos: Nancy y Miguel Angel.

En 1970 fue elegido presidente de la República el Dr. Salvador Allende. Julio se comprometió con el gobierno de la Unidad Popular y apoyó el proceso político y social de cambios que impulsaban Allende, los partidos de la UP y los sectores populares. Participó con entusiasmo en sacar adelante la fábrica, que pasó a formar parte del área social de la economía. En ese período, Julio fue elegido dirigente sindical de la Citroen por sus compañeros de trabajo.

Después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, la casa de Julio fue allanada por los militares que buscaban a un dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Este no se encontraba en la casa, pero se llevaron a Julio, quien pasó varios meses en la cárcel, habiendo sufrido privaciones y tortura como los miles de chilenos y chilenas que fueron llevados a campos de concentración durante los primeros años de la dictadura. Al salir en libertad fue seguido y hostigado por lo que decidió buscar mejores oportunidades en la fronteriza Bolivia. No tuvo éxito este último país y regresó a Arica. Los militares nuevamente lo detuvieron sin motivo alguno, por lo que Julio decidió ir más lejos.

En principio pensaba llegar hasta Canadá, para lo cual llevaba recomendaciones de sus jefes en la fábrica Citroen, pero el destino quiso que su camino se detuviera en Quito, a donde llegó en julio de 1975. Rápidamente organizó su nueva vida en Quito. En 1976 ingresó a la carrera de Diseño Teatral en la Escuela de Teatro de la Facultad de Artes de la Universidad Central, encontrando un amplio campo para el desarrollo de sus habilidades, participando en el montaje de varias obras de teatro y cine. Entre ellas, hizo el diseño de iluminación de “María Coraje” de Bertold Brecht, que presentó el elenco de la Escuela de Teatro en Quito, Guayaquil y Cuenca en 1978; la iluminación de “Danzas y bailes del Ecuador”, bajo la dirección de Franklin Rodríguez, que representó al Ecuador en el Festival Mundial de Teatro de Caracas en 1978, con la participación del grupo indígena amazónico “Los Yumbos Chaguamangos” y la escenografía, vestuario e iluminación de la obra “Banda de Pueblo” de José de la Cuadra, que también bajo la dirección de Franklin Rodríguez representó al Ecuador en el Festival Panamericano de Teatro realizado en San Juan de Puerto Rico en julio de 1979, como complemento cultural de los Juegos Panamericanos. Después de su viaje a Puerto Rico, Julio se quedó por tres meses en Nicaragua apoyando a la Revolución Sandinista que había triunfado recientemente, regresando al Ecuador en diciembre de ese año.

En el cine, fue asistente de iluminación en el largometraje francés “Los espejismos del trópico” en 1982, en el largometraje alemán “Nuestro hombre en la jungla” en 1985 y director artístico en el largometraje sueco “El tren al cielo” en 1988. Al mismo tiempo, perfeccionó su relación con la cámara fotográfica, gracias al apoyo de su amigo Exequiel Sagrado, y fue especializándose en reflejar el avance de los movimientos sociales.

En 1983 entró a trabajar a CEDIS-CEDEP (Centro de Estudios y Difusión Social- Centro de Educación Popular) siendo responsable de la fotografía tanto de las diversas publicaciones que se editaron en esos años (sobre las huelgas nacionales, la masacre de Aztra, Monseñor Proaño, la depredación de la palma africana, la población del Valle del Chota y muchas otras) como para el semanario “Punto de Vista”.

Como fotógrafo de este medio registró los hechos más importantes ocurridos en el Ecuador y además acompañó todo tipo de entrevistas, a personalidades políticas, a dirigentes sociales e indígenas o a figuras latinoamericanas que visitaron el Ecuador en esa década, como Fidel Castro, Daniel Ortega, Liber Seregni, Tomás Borge, Ernesto Cardenal, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y muchos otros. También mantuvo un constante seguimiento a figuras ecuatorianas como Tránsito Amaguaña, Oswaldo Guayasamín, Nela Martínez, etc. Además, proveyó regularmente de material fotográfico a diversas publicaciones como el boletín Derechos del Pueblo de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU), el periódico socialista La Tierra, a publicaciones del ILDIS, al Diario Hoy, entre otros.

En el CEDIS fue también encargado del archivo audiovisual, lo que le permitió relacionarse con todo tipo de organizaciones sociales del Ecuador, que a diario llegaban a la institución a solicitar el préstamo de videos. Julio ha acumulado miles de fotografías que dan cuenta principalmente de las luchas populares en el Ecuador: las huelgas nacionales contra el gobierno de Osvaldo Hurtado y León Febres Cordero, los levantamientos indígenas de los 90, todos los hechos importantes quedaron registradas en su cámara.

En 1991 intentó iniciar una nueva vida en Chile. Su inquietud social lo llevó a visitar permanentemente a las últimas presas políticas de la dictadura que quedaban en prisión, haciendo incluso la foto de la portada del libro de poemas de Belinda Zubicueta, última presa política liberada en 1994. Viajó por diversas ciudades de Chile con una exposición fotográfica sobre los 500 años de resistencia en 1992 y trabajó en un proyecto para organizar a los recolectores de papeles y cartones en Santiago.

Sin embargo no se encontró a gusto con el modelo de sociedad imperante en Chile y en 1993 regresó al Ecuador, donde los indígenas y la gente común le llenaban sus sentidos de humanidad, sencillez, respeto y cariño. En esta última etapa Julio se dedicó principalmente a la producción de audiovisuales, en especial para mostrar el trabajo que desarrollan las diversas cooperativas y organizaciones campesinas que apoya el Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio FEPP, en la sierra, la costa o el oriente.

Con su cámara y con el aporte de su compañera, la periodista Charito Parra, produjo videos en diversos formatos e idiomas sobre las múltiples actividades que impulsa el FEPP en las comunidades campesinas del Ecuador. Con su trabajo anónimo, silencioso, esforzado, constante y consecuente Julio ha sembrado una semilla de dignidad tanto en Chile como en Ecuador. Ahora, muchos reconocemos y valoramos su compromiso con los pobres y con los oprimidos de Latinoamérica. Julio sigue vivo, porque, como decía José Martí, “la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”.

martes, 21 de abril de 2015

¿ESTARÁ PRESENTE MONSEÑOR ROMERO EL 23 DE MAYO?



Luis Van de Velde
El Salvador

Claro, será la gran celebración oficial de su beatificación, pero él mismo, él que dijo que resucitaría en el pueblo salvadoreño, ¿estará presente ahí la vigilia en catedral, en el estadio o en las calles hacia el Salvador del Mundo? A lo mejor extrañe esta pregunta. Trato de encontrar piezas para una respuesta…

Recuerdo que Monseñor Romero dijo que no volvería a estar presente en un acto oficial del Estado y que no deseaba a ningún funcionario estatal en las celebraciones de la Iglesia hasta que se aclarara de fondo el asesinato de Rutilio Grande y sus compañeros. Aunque no lo dijo así, se puede añadir… hasta que aclaren de fondo el asesinato de los otros sacerdotes, religiosas, catequistas, y tantos miles de salvadoreños/as. Sin embargo el estado salvadoreño no ha resuelto esos crímenes (de lesa humanidad!!). El ejército no quiere abrir sus archivos. Hace unos días regresó (expulsado de los EEUU) todavía un ex director de la guardia nacional y ex ministro de defensa… y entró paseando, casi triunfante, recibido por sus súbditos: a tus órdenes mi general!!! La ley de amnistía sigue vigente e impide hasta la investigación de todas las violaciones a los derechos humanos durante los años de represión y guerra. Sin embargo, el 23 de mayo, altos funcionarios del estado salvadoreño y de otros países, estarán ahí, en un lugar privilegiado y especialmente vigilado y cuidado. El anterior y el actual presidente han “pedido” perdón por ciertos crímenes, pero la verdad no ha podido surgir: los responsables no han sido juzgados, las victimas siguen con sus heridas,… Ahí estarán también los señores/as embajadores. ¿Estará Monseñor Romero presente en ese acto con tantos altos funcionarios públicos?

La celebración presidida por cardenales, arzobispos, obispos y en presencia de más de mil sacerdotes, y unos 300,000 laicos/as, será un acto religioso, por supuesto solemne, pero lejos del pueblo. La conferencia episcopal aparecerá unida (ya no dividida como hace 35 años en contra de Monseñor Romero). Todos los sacerdotes y todas las religiosas y religiosos se unirán en esa fiesta religiosa. El pueblo podrá “ver” la ceremonia (una misa tradicional con la declaración oficial de la beatificación) a distancia, de lejos, a través de pantallas grandes por las calles y en el estadio Flor Blanca, y por televisión. Será con cantos tradicionales y si cantan algo sobre monseñor Romero serán de los cantos nuevos y adaptados para que se hable de él como el ejemplo de amor a Dios y al prójimo. Será el gran rito religioso ejecutado por varios príncipes de la iglesia romana, la jerarquía,… “El pastor tiene que estar donde está el sufrimiento”, dijo el 30/10/1977. El mensaje será dirigido a “todos” sin distinción para que “nos amemos” así como Monseñor Romero dio su vida por amor. No van a inquietar a nadie, no van a tocar la conciencia de nadie, no van a provocar crisis en nadie. Y las grandes mayorías presentes en las calles estarán cantando y aplaudiendo. Recuerdo que dijo: “Una iglesia que no provoca crisis, un Evangelio que no inquieta, una palabra de Dios que no levanta roncha como decimos vulgarmente, una palabra de Dios que no toca el pecado concreto de la sociedad en que está anunciándose, ¿qué Evangelio es ése? Consideraciones piadosas muy bonitas que no molestan a nadie, y así quisieran muchos que fuera la predicación. Y aquellos predicadores que por no molestarse, por no tener conflictos y dificultades evitan toda cosa espinosa, no iluminan la realidad en que se vive, no tienen el valor de Pedro de decirle a aquella turba donde están todavía las manos manchadas de sangre que mataron a Cristo. ¡Ustedes lo mataron! Aunque le iba a costar también la vida por esa denuncia, la proclama. Es el evangelio valiente, es la buena nueva que vino a quitar los pecados del mundo.” (16/4/1978) ¿Estará presente ese Monseñor Romero, ese profeta valiente del Evangelio, el próximo 23 de mayo?

“La Iglesia se predica desde los pobres y no nos avergonzamos nunca de decir: la Iglesia de los pobres, porque entre los pobres quiso poner Cristo su cátedra de redención” (24/12/1978). El espectáculo religioso, el gran culto religioso de la beatificación de Monseñor Romero, costará un dineral. A lo mejor nunca se sabrá cuánto haya costado de verdad. En las iglesias romanas se hace colectas para juntar dinero para ese magno evento. El estado invertirá una enorme cantidad de dólares. Hasta no me extrañaría que algunos empresarios grandes aportan una buena cantidad de dinero por la causa de la beatificación. Las líneas áreas, los buses regionales y nacionales y los hoteles harán un gran negocio con tantos “peregrinos”(¿). Será una ceremonia donde no se ve la vida de los pobres, donde no se oye la voz de los pobres, donde no se visualiza el rostro de los jóvenes asesinados, ni de los migrantes en el desierto, donde no se sentirá las lágrimas de los familiares de los policías y soldados asesinados. No se recogerá el clamor del pueblo y el dolor de tanto crimen. Tampoco se escuchará la voz profética que denuncia la pobreza y la miseria, la exclusión social y económica de las mayorías. Pero él dijo: “Los pobres han marcado el verdadero caminar de la Iglesia. Una Iglesia que no se une a los pobres para denunciar desde los pobres las injusticias que con ellos se cometen, no es verdadera Iglesia de Jesucristo” (17/2/1980). Uno se pregunta: ¿de qué Romero estarán hablando?

La celebración del 23 de mayo es un acto religioso oficial preparado y organizado en coordinación entre la jerarquía de la Iglesia romana y el estado. Se hablará de la gran alegría, de la fiesta por el salvadoreño más conocido en el mundo entero, por el “primer” salvadoreño declarado beato oficialmente, del “fervor religioso” al estilo de las procesiones de semana santa y la bajada. Será la máxima expresión eucarística presidida con tanta solemnidad religiosa. Centenares de sacerdotes habrán recibidos a los penitentes que desean confesarse y les darán la comunión (también en el estadio!). Pero me pregunto: ¿habrá conversión? ¿Los ricos presentes se convertirán compartiendo su riqueza para que pueda ser distribuida entre todos y todas? ¿Los pobres creerán en los pobres para organizarse solidariamente en la conquista de la justicia? ¿Los políticos y gobernantes presentes empezarán a “servir al pueblo” en vez de servirse del pueblo? ¿Los jueces y fiscales presentes se convertirán en administradores de justicia sin corrupción? ¿Los dueños de los medios de comunicación y sus empleados se convertirán para ser centinelas de la verdad en vez de instrumentos ideológicos del sistema neoliberal? ¿Los pobres se convertirán en micrófonos de Dios? ¿Los sacerdotes y los obispos y cardenales presentes se convertirán para vivir su ministerio como Monseñor Romero lo ha hecho? Sospecho que habrá mucha euforia religiosa, pero poca conversión verdadera, de hechos!!! Sospecho que será como “las luces camperos” en cercanía de navidad: oooh!… qué bonito! un ratito y luego se apagan y todo está oscuro de nuevo. ¿Estará Monseñor Romero presente ahí?

Ojalá que todo eso pase muy pronto, para que la voz de Monseñor pueda volver a sonar con claridad en las comunidades eclesiales de base, en congregaciones cristianas, en las luchas por la justicia, la verdad, la libertad, la solidaridad, la vida, en las organizaciones populares, en algún periódico que desea “sentir con el pueblo” y tratar de hablar como hablaría Monseñor Romero hoy, en alguna protesta frente a la embajada USA para exigir que dejen de intervenir en nuestro pueblo, en cooperativas que sí creen que es posible cooperar para vivir mejor,… Ahí estará monseñor Romero presente cuando se glorifique a Dios en la defensa de vida digna de las y los pobres. Recordando las palabras del Resucitado para sus hermanos: que vayan a Galilea y que ahí lo encontrarán. Así será con Monseñor Romero, nuestro San Romero de América. No nos quedemos con las tres chozas de la celebración del 23 de mayo, sino “bajemos, hay que trabajar” (19/11/1978). Solamente hablando como él habló, actuando como él actuó, orando como él oró, lo encontraremos!!!