MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

miércoles, 18 de enero de 2012

ALGUNAS BUENAS NOTICIAS

Y el día en que el Señor te haga descansar de tu pena y tu tormento, y de la dura servidumbre a la que fuiste sometido,  entonarás esta sátira… Tú dirás: ¡Qué fin ha tenido el tirano, en qué acabó su frenesí!
 El Señor quebró el bastón de los malvados, el cetro de los déspotas;
al que golpeaba con saña a los pueblos, dando golpes incesantes,
al que dominaba con furia a las naciones, persiguiendo sin tregua.
 Toda la tierra descansa tranquila, se lanzan gritos de júbilo. (Isaías 14,4-7)

Tal como lo prometimos en su día, entonamos este canto de júbilo al saber que el infausto nuncio Guido Ottonello deja ya nuestro Ecuador. ¡Lástima que sea tan tarde! ¡Cuánto daño ha hecho a nuestro país! ¡Qué lamentable imagen ha dejado en y de nuestra Iglesia!

Sinceramente no tenemos palabras para describir a tan sórdido y horrible personaje. Con razón en Roma le llamaban “il pazzo” (el loco) Ottonello y nosotros hemos tenido que sufrir sus locuras, histerias y sandeces. Moderno inquisidor, Herodes redivivo, manipulador manipulado, embajador de conflictos, gestor de divisiones, embaucador de incautos…

No podemos olvidar su imagen el infausto día del traspaso de poderes en el Vicariato de Sucumbíos de Mons. Gonzalo a Rafael Ibarguren, alias el Breve. ¿Cómo no tener en la memoria su sonrisa cínica ese día, mientras se atrincheraba en su carro sin querer dialogar, ver u oír al pueblo de Sucumbíos?

Sabemos que él ha sido el alma y el animador incombustible de las protestas y de las estériles “procesiones” de los/as heraldistas. Usted, junto con Antonio Arregui y Valter Maggi, nos enviaron el regalo envenenado de los “heraldos sin botas”, esos espurios diocesanos de misa y mesa que siguen atormentando a nuestro querido pueblo.

Su pertinaz actitud sólo consiguió crear más división; quiso salirse a toda costa con la suya sin pensar que el Pueblo y rebaño de Dios no es un hato de borregos sin conciencia ni pensamiento propio. ¡Qué engañado ha estado!

Usted siempre ha mordido a traición cual serpiente ponzoñosa, como lagarto de pantano. Nunca ha dado la cara, siempre se ha escudado en otros y se ha escondido en su madriguera de insensatez, poder y corrupción. Maestro de la insidia y de la conspiración, afortunadamente, no ha tenido éxito en sus asechanzas. Sí, señor ex nuncio, es usted digno heredero de Judas Iscariote, traidor al Señor y su Iglesia.

Le apenará saber que a su fiel discípula Santa Genoveva de la Cruz Heralda ya no la aguanta nadie, que ni su propia familia la soporta, que el añorado Rafico Ibarguren (al que usted quiso colar como administrador en Sucumbíos) se encuentra en el exilio en Guatemala, que el ejemplo de Sucumbíos ha cundido en Quito y que los/as fieles de la parroquia Nuestra Señora de Fátima no se tragaron la designación de Los Heraldos y obligaron al arzobispo a dar marcha atrás.

¡Qué fracaso tan clamoroso! ¡Qué frustración debe sentir en su lúgubre corazón! Nosotros creemos que, al igual que agradecía el profeta Isaías debemos agradecer al Señor, porque:

  “¡Qué fin ha tenido el tirano, en qué acabó su frenesí!
 El Señor quebró el bastón de los malvados, el cetro de los déspotas;
al que golpeaba con saña a los pueblos, dando golpes incesantes,
al que dominaba con furia a las naciones, persiguiendo sin tregua.”

miércoles, 4 de enero de 2012

Y SIGUEN AÑORANDO AL RAFICO……Y EL MAN SIGUE HACIENDO DE LAS SUYAS….

Queridos/as heraldistas:

Ya sabemos que siguen llorando y añorando al nefando RAFICO IBARGUREN y nos bombardean con sus lamentos y nostalgias. Ahora les da por hacernos ver las bellas fotos del concierto de navideño de los Heraldos en Guatemala, en un acto multitudinario y festivo… Y nos presentan unas bellas fotografías…

No hemos podido resistir la tentación de comentarlas un poco.

Fotografía 1:

  
Nos indican en el pie de foto:

El acto, del que participaron dos mil doscientas personas, contó con la presencia del Señor Arzobispo de la ciudad de Guatemala de la Asunción, Monseñor Oscar Vian Morales, salesiano, y del Señor Nuncio Apostólico en Guatemala, Monseñor Paul Gallaghan.

Lo que se ve en la foto es al Nuncio y al arzobispo de Guatemala, rodeado por Heraldos, uno de ellos el inefable Rafico. Miren con atención las caras,¡¡¡¡¡¡¡ son un auténtico poema!!!!!!!!

¿Sinceramente, les parece que los 4 personajes del primer plano tienen cara de alegría y gozo navideños? El Rafico tiene cara de resignación y el Nuncio de cabreo, el arzobispo manifiesta cierta curiosidad, algo así como diciendo: ¿en qué parará esto?

Y claro es que lo que veían no era para menos, vean la segunda fotografía:


Hubo también cánticos ejecutados por los más jóvenes, que fueron la alegría de familiares y público.

Hermosa estampa con los guambras disfrazados de…… ¡¡¡¡¡¡TIROLESES!!!!!!!!

Hombre, ya sabíamos que lo de vestirlos de mayas hubiera sido muy poco heráldico, pero… ¿CÓMO ES QUE NO NOS HABÍAMOS DADO CUENTA HASTA AHORA DE QUE LA MAYORÍA DE LA POBLACIÓN GUATEMALTECA ES CENTROEUROPEA?

¡¡¡¡¡¡TUVO QUE IR EL RAFICO A ESAS TIERRAS, PARA QUE AL FIN NOS PERCATÁRAMOS!!!!!!!!

Y el fin de fiesta con los villancicos de Los Heraldos. Fotografía nº 3:



Hermosa imagen. Fíjense en la Virgen del Nacimiento: Sí, es la Virgen de Fátima coronada y vestida con la capa de Los Heraldos, igualita, igualita a como debió estar en Belén. Y es que claro que Virgen María, como ellos dicen, hay una sola y, por supuesto, es la de ellos, vestida como ellos y manipulada por ellos.

Y terminan su añorado lamento, diciendo:

Al frente de estas actividades se encuentra el sacerdote Heraldo del Evangelio Monseñor Rafael Ibarguren, Administrador Apostólico Emérito del Vicariato de San Miguel de Sucumbios, en la amazonia ecuatoriana.

Cómo sentimos la falta de este ambiente natalino, la presencia del Divino Niño que nace para redimir a los hombres y traer la Paz al mundo, y el mundo no le quiso recibir... ¡Y lo crucificó!

Cuando pueda, regrese Monseñor Rafael. Lo estaremos esperando, todo el tiempo que haga falta.

Nos llama la atención el calificativo de “emérito” que le aplican al mentado Rafico. En sentido estricto puede, al menos parcialmente, puede acomodarse al Rafico.  Para aquellas y aquellos que no saben el significado del término, se lo explicamos. Nos dice el diccionario de la Lengua:

“Dicho de una persona que se ha retirado de un empleo o cargo y disfruta algún premio por sus buenos servicios.”

Y en la Iglesia Católica ser emérito significa:

“En la Iglesia católica, los administradores, obispos y arzobispos eméritos pasan a serlo cuando renuncian a su cargo ante el Obispo Metropolitano o directamente ante el Sumo Pontífice, dejando así sus responsabilidades diocesanas, auxiliares o cualesquiera tuvieran. Cuando alcanzan la edad de 75 años, su renuncia es obligatoria según prescribe el Derecho Canónico.”

Tenemos claro que el inefable Rafico se retiró de su cargo de Administrador Apostólico de Sucumbíos, aunque creemos que no fue por su voluntad.  Lo que también nos parece evidente es que tal joya de la cristiandad no parece disfrutar de ningún premio y, mucho menos, por sus buenos servicios.

Tampoco creemos que haya llegado a los 75 años, aunque mentalmente sea un carcamal salido de la edad media. Si se le midiera por la edad mental, nos encontraríamos ante un vejestorio decrépito y acabado, como la mayor parte de sus secuaces. Lo mejor que podría hacerse con tan infatigable apóstol  es jubilarlo y recluirlo en una casa heralda con el ínclito Joao Clá, para que jueguen juntos a los mosqueteros.



Afortunadamente la mayor parte de las personas de Sucumbíos no echamos en falta un ambiente “natalino” como el  que ustedes desean. Nos costaría tragarnos un coro de niños y niñas de Sucumbíos vestidos/as de…Lo que se le hubiera pasado por la cabeza a semejante esperpento.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ NO LO SIGAN ESPERANDO, VAYAN A VERLO, NO SEAN  INGRATOS E INGRATAS Y… QUE  LES APROVECHE !!!!!!!!!!