MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Transformar en sufrimiento personal lo que sucede en el mundo


Leonardo Boff

Actualmente hay una fructífera discusión filosófica, también entre nosotros con Muniz Sodré (Las estrategias sensibles, 2006) y FJ Duarte (El sentido de los sentidos, 2004), para rescatar la razón sensible como un enriquecimiento imprescindible de la razón intelectual. Esto es necesario, ya que es a través de ella como nos comprometemos afectiva y efectivamente a salvaguardar la vida en el planeta y a la humanización de las relaciones sociales. De modo coincidente el Papa Francisco en este punto de su encíclica sobre el cuidado de la Casa Común (2015) nos aporta una valiosa contribución.

Él analiza con espíritu científico y crítico de lo que está pasando con nuestra Casa (nºs 17-61). Luego advierte que, en una perspectiva de la ecología integral que es el tema fundamental de su texto, estas categorías son insuficientes (nº 11). Tenemos que abrirnos «a la admiración y al encanto... y hablar el idioma de la fraternidad y de la belleza en nuestra relación con el mundo» (nº 11). Por lo tanto, no podemos restringir la ecología ambiental, ya que esta atiende solo a la relación del hombre con la naturaleza, olvidando que es parte ella. Esta relación unilateral es el vicio de antropocentrismo, criticado en su texto (nºs 115-121).

Sucede que el ser humano tiene dimensiones sociales, políticas, culturales y espirituales sobre las que hay poca preocupación y reflexión débil, lo que hace que sea difícil encontrar una solución consistente a la grave crisis que azota a la Casa Común.

Considerando la amplitud de estas dimensiones, debemos ir más allá de un análisis puramente técnico y científico. Debemos, más bien, utilizar la investigación científica indispensable, pero «dejarnos interpelar por ella en profundidad y dar una base concreta al itinerario ético y espiritual derivados» (nº 15). Además «debemos atrevernos a convertir en sufrimiento personal lo que le pasa al mundo» (nº 19).

El Papa Francisco es consciente de que detrás de las estadísticas hay un mar de sufrimiento humano y muchas heridas en el cuerpo de la Madre Tierra. Como somos parte de la naturaleza y todo está interrelacionado (tema siempre recurrente en la encíclica, nºs 70, 91,117, 120, 138, 139, etc.) y nunca estamos fuera de esa «red de relaciones» (nº 240) que nos envuelve a todos, participamos de los dolores de la crisis ecológica. Llega a advertir que «las previsiones de catástrofes ya no pueden ser miradas con desprecio e ironía... el estilo de vida actual, por ser insostenible, sólo puede terminar en catástrofes, como de hecho ya está ocurriendo periódicamente en diversas regiones» (nº 161).

Pero el Papa no se siente intimidado por este escenario. Da un voto de confianza al ser humano, en su creatividad y su capacidad de regenerarse y de regenerar la Tierra (nº 205) y mucho más confía en el Dios que, en palabras de la tradición judeocristiana “es el soberano amante de la vida” (Sb 11, 24 y 26: nºs 77, 89). Él no permitirá que nos hundamos totalmente (nº 163). Aún vamos a hacer una «conversión ecológica» (nº 217) e introduciremos la «cultura del cuidado que impregnará toda la sociedad» (nº 231).

De esto nacerá un nuevo estilo de vida (alternativa repetida 35 veces en la encíclica), basado en la cooperación, la solidaridad, la sencillez voluntaria y la sobriedad compartida que implicará una nueva forma de producir y consumir, y en última instancia, nos dará la «conciencia amorosa de no estar separados de las demás criaturas, de formar con otros seres del universo una estupenda comunión universal» (nº 220).

Como se puede ver, aquí ya no se habla solamente de inteligencia intelectual, de inteligencia técnica y científica, sino de inteligencia emocional y cordial, como lo he detallado en mis dos libros Saber Cuidar y El cuidado necesario. El Papa en sus palabras de afecto y cariño hacia todos, especialmente hacia los pobres y los más vulnerables, da un claro ejemplo de este tipo de inteligencia tan urgente y necesaria para superar la profunda crisis que abarca todos los ámbitos de la vida.

En razón de esta inteligencia emocional nos pide «escuchar tanto el grito de la Tierra como el grito de los pobres» (nº 49). Las agresiones sistemáticas, realizadas en los dos últimos siglos, «provocan el gemido de la hermana tierra, que se une al gemido de los abandonados del mundo» (nº 53). Por eso es importante «cuidar de la creación... y tratar con cuidado a los demás seres vivos» (nº 211) porque cada uno tiene un valor intrínseco, independiente del uso humano (nº 69) y, a su manera, alaban al Creador (nº 33). Llega a decir que debemos «alimentar una pasión por el cuidado» de todo lo que existe y vive.

Hace hincapié en el hecho de que «nosotros estamos unidos a todos los seres del universo por lazos invisibles y formamos una especie de familia universal, una comunión sublime que nos mueve a un respeto sagrado, cariñoso y humilde» (nº 89).

Sólo quien ha desarrollado en alto grado la inteligencia sensible o cordial podría escribir: «Todo está relacionado, y todos los seres humanos estamos juntos como hermanos y hermanas en una maravillosa peregrinación, entrelazados por el amor que Dios tiene a cada una de sus criaturas y que nos une también, con tierno cariño, al hermano Sol, a la hermana Luna, al hermano río y a la Madre Tierra» (nº 92).

Tales sentimientos y actitudes son una petición general hoy en día, para evitar las tragedias ecológicas y sociales que ya se anuncian en el horizonte de nuestro tiempo.

domingo, 29 de noviembre de 2015

ESTAMOS SALVADOS, PERO NO NOS HEMOS ENTERADO


Fray Marcos Rodríguez
Lc 21, 25-36

Con el primer Domingo de Adviento, comenzamos el nuevo año litúrgico que es una puesta en escena de los acontecimientos que dieron lugar al cristianismo. De la misma manera que en la vida normal, se inventó el teatro para escenificar las relaciones sociales y así poder comprenderlas mejor, así en el ámbito religioso, escenificamos las experiencias religiosas de nuestros antepasados. Para nosotros la figura clave es Jesús, por eso el año litúrgico se desarrolla en torno a su vida. No tiene mayor importancia que Jesús haya nacido el 25 de diciembre o en cualquier otro día del año. Como tampoco la tiene que haya nacido en el año 1 ó en el año 5 antes de Cristo. Lo importante es descubrir que la esencia de nuestra religión tuvo su origen en la experiencia humana del hombre Jesús.

No nos debe extrañar la increíble riqueza de los textos litúrgicos de este tiempo de Adviento. Ello se debe a que el pueblo de Israel vivió toda su historia como tiempo de adviento, es decir, como una continua espera. Pero también el pueblo cristiano, vive las expectativas de la llegada definitiva del Reino de Dios. Por eso, tanto el AT, como el NT, están plagados de textos bellísimos sobre este tema fundamental en toda la Escritura. Nosotros encontramos una dificultad a la hora de entender estos textos, porque están escritos desde unas expectativas diferentes y en un lenguaje extraño. Sin embargo el mensaje es simple: Pase lo que pase, debemos tener total confianza en Dios que salva siempre.

Tal vez nos produzca una cierta confusión el hecho de que la liturgia apunta en una doble dirección. Por una parte, nos invita a estar en vela para la venida futura y definitiva de Cristo. Por otra, nos invita a prepararnos a celebrar dignamente la primera venida de Jesús, es decir, su nacimiento como ser humano. Ambas perspectivas son hoy problemáticas. Celebrar el nacimiento de Jesús como acontecimiento histórico no servirá de nada si no nos sentimos implicados en lo que significó su propia vida. Entender literalmente la segunda venida, será echar balones fuera por el otro extremo.

Esos dos extremos serán referencias importantes solo si nos llevan a afrontar adecuadamente el presente. No tiene sentido hablar hoy del fin del mundo ni de catástrofes futuras. Ni siquiera de la “futura venida de Cristo”. Lo importante no es que vino, ni que vendrá, sino que viene en este instante. Hablar hoy del futuro en cualquier aspecto es ponerse fuera de juego y no aceptar el verdadero mensaje de las lecturas. Quedarse en la celebración de un hecho histórico, no cambiará nada en mi vida.

Los Judíos esperaron durante XVIII siglos la liberación. Y cuando llegó Jesús con su oferta de salvación, la rechazaron porque no era lo que ellos esperaban. La venida del Mesías no fue suficiente para los judíos, porque no esperaban esa salvación, pero tampoco fue suficiente para los primeros cristianos, también judíos, que siguieron esperando la "segunda venida" en la que sí se realizará la verdadera salvación, porque entonces vendrá “con gran poder y gloria”. Aún hoy, seguimos esperando una salvación desde fuera y a nuestra medida, no la que realmente trajo Jesús. Si comprendiéramos que Dios ya nos ha dado todo lo que puede darnos, dejaríamos de esperar que Dios venga a “hacer” algo para salvarnos.

A todos nos resulta muy complicado abandonar una manera de ver a Dios que nos da seguridades, que es lo único que nos importa de verdad. Preferimos seguir pensando en el Dios todopoderoso que actúa a capricho, donde quiere, cuando quiere, y desde fuera. Solo requiere de nosotros que cumplamos, también externamente, sus mandamientos. Desde esta perspectiva nos sentimos forzados a hacer, por una parte, lo que nos parece que le agrada y de otra, a esperar con miedo a que en el momento último nos coja confesados. De esa manera no hay forma de hacer presente el Reino de Dios que está dentro de nosotros. Y además, nos quedamos tan frescos, echando la culpa de que no estemos salvados, a Dios que es demasiado cicatero a la hora de concedernos lo que tanto deseamos.

Dios está viniendo siempre. Si el encuentro no se produce es porque estamos dormidos o, lo que es peor, con la atención puesta en otra parte. La falta de salvación se debe a que nuestras expectativas van en una dirección equivocada. Esperamos actuaciones espectaculares por parte de Dios. Esperamos una salvación que se me conceda como un salvoconducto, y eso no puede funcionar. Da lo mismo que la esperemos aquí o para el más allá. Lo que depende de mí no lo puede hacer Dios ni lo puede hacer Jesús. Esta es la causa de nuestro fracaso. Esperamos que otro haga lo que solamente yo puedo hacer.

Dios es salvación y ya está en mí. Lo que de Dios hay en mí es mi verdadero ser. No tengo que conseguir nada ni cambiar nada en mí. Simplemente tengo que despertar y descubrirlo. Tengo que salir del engaño de creer que soy lo que no soy. Esta vivencia me descentraría de mí mismo y me proyectaría hacia los demás; me identificaría con todo y con todos. Mi falso ser, mi ego, mi individualidad se disolvería. Esa experiencia de salvación tendrá consecuencias irreversibles en mi comportamiento con los demás y con las cosas, que ahora, hecho el descubrimiento, forman parte de mí mismo. Dios no me salva como recompensa a mis actos. Mis obras serán la consecuencia de la salvación que Dios me da.

En las primeras comunidades cristianas se acuñó una frase, repetida hasta la saciedad en la liturgia: “Marañatha” = ¡Ven Señor Jesús! Vivieron en la contradicción de una escatología realizada y una escatología futura. “Ya, pero todavía no”. Hay que tener mucho cuidado a la hora de entender estas expresiones. “Ya”, por parte de Dios, que nos ha dado ya todo lo que necesitamos para esa salvación. Si no fuera así, se convertiría en un tirano. “Todavía no”, por nuestra parte, porque seguimos esperando una salvación a nuestra medida y no hemos descubierto el alcance de la verdadera salvación, que ya poseemos. Aquí radica el sentido del Adviento. Porque “todavía no” estamos salvados, tenemos que tratar de vivir el “ya”. Eso nunca lo conseguiremos si nos dormimos en los laureles.

Jesús apunta hacia una salvación muy distinta de la que esperamos. "He venido para que tengan vida y la tengan abundante." ¿Cuál es la tierra prometida que nosotros esperamos hoy? Como los judíos, ¿esperamos una tierra que mane leche y miel, es decir mayor bienestar material, más riquezas, más seguridades de todo tipo, poder consumir más? Seguimos apegados a lo caduco, a lo transitorio, a lo terreno. Seguimos convencidos de que la felicidad está en el consumo. La liturgia nos propone cuatro domingos para prepararnos. Los comercios adelantan más cada año la oferta de productos navideños...

La confianza, la esperanza, la paz, la ilusión la tengo que mantener aquí y ahora, a pesar de todas las apariencias. No debemos esperar que el mundo cambie para alcanzar la verdadera salvación. Confiar, creer es ya cambiar el mundo. Si no es así, estoy confiando en el ídolo. Siempre tendemos a ver la presencia de Dios en los acontecimientos favorables, y pensar que Dios está alejado de nosotros cuando las cosas no van bien. Esa es la interpretación de la historia que hizo el pueblo judío. Jesús dejó muy claro que Dios está siempre ahí, pero se manifiesta con rotundidad en la cruz, aunque sea difícil descubrirlo.

El Adviento no me invita a mirar hacia fuera: pasado y futuro, sino a mirar hacia dentro. Si consigo que nada de lo que tengo me ate y me desligo de lo que creo ser, aparecerá mondo y lirondo mi verdadero SER. Solo ahí puedo encontrar la auténtica felicidad. ¡Qué nos está pasando! Celebramos con inmensa alegría el nacimiento de una nueva vida, pero seguimos despidiendo a nuestros muertos con un “funeral”. Debemos atrevernos a no ver el fin de una vida como un fracaso. Al final del camino, nada de lo que eres en tu esencia, se ha truncado. Eso es lo que se desprende del evangelio. Eso es lo que Jesús predicó y vivió.

Meditación-contemplación

Dios viene, pero no de fuera.
Jesús vuelve, pero no se ha ido.
Hay que superar los conceptos de pasado y de futuro.
Solo así entrarás en la dinámica de una auténtica revelación.
……………

Dios es siempre el mismo, no puede cambiar.
Está en la historia, y a la vez, más allá de la historia.
Descúbrelo en lo hondo de tu ser y aparecerá a través de ti.
No tienes nada que esperar de fuera.
……………

No tiene nadie que venir a salvarte.
Tienes que descubrir que estás salvado desde siempre y para siempre.
Lo que te llegue de fuera ni aumenta ni disminuye esa salvación.
Pero puede ayudarte o impedir que la descubras y la vivas.
……………

sábado, 28 de noviembre de 2015

La Iglesia católica pide un acuerdo sobre el clima



Norberto Ovando 
Camille Raynaud 

La Iglesia Católica, a través de cardenales, patriarcas, obispos y representantes de las conferencias episcopales de todo el mundo, presentó un llamamiento a los participantes de la COP 21

Según consignó la agencia AICA, la iniciativa contiene una propuesta de diez puntos redactada a partir de la experiencia concreta de personas de todos los continentes y sobre la base de la íntima relación entre cambio climático, y la injusticia y exclusión sociales de los más pobres y vulnerables.

En su carta encíclica, Laudato si’, dirigida «a cada persona que habita este planeta» (LS 3), el papa Francisco afirma que «el cambio climático representa uno de los principales desafíos actuales para la humanidad». El clima es un bien común, compartido, de todos y para todos (LS 23). El medio ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos (LS 95).

El Papa y los Obispos Católicos de los cinco continentes, sensibles a los daños causados, instan a una reducción drástica de las emisiones de dióxido de carbono y otros gases tóxicos.

Nos unimos al Santo Padre en su exhortación para que se consigan avances importantes en París, con vistas a alcanzar un acuerdo global y transformador que cuente con el apoyo de todos, y que esté basado en los principios de solidaridad, justicia y participación). Este acuerdo debe poner el bien común por encima de los intereses nacionales. Es esencial también que las negociaciones desemboquen en un acuerdo aplicable que proteja nuestro hogar común y todos sus habitantes.

Nosotros, Cardenales, Patriarcas y Obispos, emitimos un llamamiento general y presentamos diez propuestas políticas específicas. Instamos a la la Conferencia de las Partes sobre el cambio climático COP21 que tendrá lugar en París del 30 de noviembre al 11 de diciembre, a que alcance un acuerdo internacional que limite el aumento de la temperatura global a los parámetros actualmente sugeridos por la comunidad científica mundial para evitar impactos climáticos catastróficos, especialmente en las comunidades más pobres y vulnerables. Reconocemos que existe una responsabilidad común, y al mismo tiempo diferenciada, de todas las naciones. No todos los países han llegado al mismo nivel en el espectro del desarrollo, de ahí que la necesidad de trabajar juntos en un esfuerzo común resulte imprescindible.

Nuestras diez propuestas

1.- Tener en cuenta no solo los aspectos técnicos del cambio climático sino también, y sobre todo, los aspectos éticos y morales de conformidad con el artículo 3 de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

2.- Aceptar que el clima y la atmósfera son bienes globales comunes de todos y para todos.

3.- Adoptar un acuerdo mundial justo, motor de un cambio transformacional y legalmente vinculante fundamentado en nuestra visión del mundo que reconoce la necesidad de vivir en armonía con la naturaleza y de garantizar el ejercicio de los derechos humanos de todos, incluyendo los de los Pueblos Indígenas, las mujeres, los jóvenes y los trabajadores.

4.- Limitar el aumento de la temperatura global y establecer un objetivo para alcanzar una completa descarbonización para mediados de siglo, con el fin de proteger a las comunidades más afectadas por los efectos del cambio climático, especialmente las que viven en las islas del Pacífico y las regiones costeras.

5.- Garantizar que el límite máximo de aumento de la temperatura aparecerá reflejado en un acuerdo global legalmente vinculante, con acciones y compromisos de mitigación ambiciosos por parte de todos los países en función de sus responsabilidades comunes pero diferenciadas y sus respectivas capacidades (CBDRRC en inglés), según los principios de equidad, las responsabilidades históricas, y el derecho al desarrollo sostenible.

• Garantizar la coherencia entre las trayectorias de emisiones y objetivo de descarbonización; así como la imposición de revisiones periódicas de las ambiciones y de los compromisos adoptados. Para ser exitosas, estas revisiones periódicas deben basarse en datos científicos y el respeto del principio de equidad, y deben ser obligatorias.

• Explorar nuevos modelos de desarrollo y estilos de vida que sean compatibles con el clima, combatan la desigualdad y saquen a los pobres de la miseria. En este sentido, resulta esencial poner fin a la era de los combustibles fósiles, eliminar de forma gradual las emisiones de combustibles fósiles y proporcionar un acceso a la energía renovable que sea asequible, fiable y seguro para todos.

6.- Garantizar el acceso de todos al agua y a la tierra para la consolidación de sistemas alimentarios resilientes y sostenibles que prioricen las soluciones impulsadas por las personas y no por los beneficios.

7.- Garantizar la inclusión y la participación de los más pobres, de los más vulnerables y de aquellos sobre los que repercuten mayoritariamente las decisiones tomadas a todos los niveles.

8.- Garantizar que el acuerdo adoptado en 2015 lleve consigo un proceso de adaptación que responda de forma adecuada a las necesidades inmediatas de las comunidades más afectadas y refuerce las soluciones locales.

9.- Reconocer que las necesidades de adaptación están supeditadas al éxito de las medidas de mitigación adoptadas. Los responsables del cambio climático tienen la obligación de ayudar a los más vulnerables en la adaptación y la gestión de las pérdidas y daños; y de compartir la tecnología y los conocimientos necesarios.

10.- Establecer hojas de ruta claras sobre cómo los países deberán cumplir sus compromisos financieros adicionales, coherentes y previsibles, de forma que se garantice una financiación equilibrada de las acciones de mitigación y de las necesidades de adaptación.

Todo esto debería llamar a una seria consciencia y educación ecológica (LS 202 -215)

Conclusión

La COP21 debe enviar un mensaje claro sobre el hecho de que las políticas climáticas, lejos de constituir una carga, tendrán consecuencias positivas en materia de empleo, salud y desarrollo reorientando las políticas de crecimiento a corto plazo hacia los objetivos de desarrollo sostenible.

Fuente AICA/AAPN

- Prof. Norberto Ovando. Presidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales - AAPN - Experto Comisión Mundial de Áreas Protegidas - WCPA - de la IUCN- Red Latinoamericana de Áreas Protegidas - RELAP
- Est. Camille Raynaud. Université Po – París –Francia. Delegada de la AAPN en Francia.

http://www.alainet.org/fr/node/173898

viernes, 27 de noviembre de 2015

Arzobispo italiano de extrema derecha, desea la muerte del Papa Francisco

Luigi Negri, obispo italiano: "Francisco debe tener el mismo final que el otro Papa"


José M. Vidal
Religión Digital

El periódico italiano 'Il Fatto Quotidiano' titula en portada: "Obispo de Comunión y Liberación: 'Francisco debe tener el mismo final que el otro Papa'", es decir Juan Pablo I, que sólo duró 33 días en el solio pontificio. ¿Quién es el prelado capaz de desearle la muerte al Sumo Pontífice? Se trata de Luigi Negri, titular de la diócesis de Ferrara y perteneciente al movimiento Comunión y Liberación, 'cazado' mientras hablaba por teléfono en un tren.

Según el diario italiano, el prelado viajaba en el 'Bala Roja', un tren parecido al AVE español, desde Roma a Ferrara, el pasado 28 de octubre y su conversación fue escuchada y grabada por varios viajeros, mientras discutía con su secretario y, después, mientras despotricaba por teléfono con el político y periodista Renato Farina, también perteneciente a su mismo movimiento.

Monseñor Negri habría afirmado en voz alta: "Esperemos que, con Bergoglio, la Virgen haga el mismo milagro que hizo con el otro", en referencia a Juan Pablo I.

El obispo cielino no sólo le deseó la muerte al Papa, sino que, además, se puso a criticar a voces los últimos nombramientos episcopales realizados por Francisco en Italia.

"Son nombramiento hechos con el más absoluto desprecio de todas las reglas. Con una metodología que no respeta nada ni a nadie. El nombramiento para Bolonia es increíble. Al nombrado no le voy a pasar ni una. El otro nomabramiento, el de Palermo, es todavía peor. El nombrado escribió un libro sobre los pobres -¿qué sabrá éste de los pobres?- y sobre Lercaro y Dosetti, sus modelos, dos que destruyeron la Iglesia italiana".

Monselor Negri alude a los recientes nombramientos de dos pastores para las diócesis cardenalicias de Bolonia y Palermo, en las personas del hasta ahora obispo auxliar de Roma, monseñor Matteo Zuppi, y de Corrado Lorefice, un simple sacerdote de barrio pobre, respectivamente.

Contactado por un periódico de su diócesis, 'Nuova Ferrara', el arzobispo no desmintió la información del periódico, pero dijo que pronto pasará al ataque. Y concluyó la conversación con el periodista, asegurando que "se trata de un nuevo episodio que demuestra el odio teológico que hay contra la Iglesia"

Es evidente que el prelado tendrá que buscar otro tipo explicaciones para justificar lo que dijo, cómo lo dijo y dónde lo dijo. El arzobispo de Ferrara, uno de los máximos puntos de referencia de Comunión y Liberación, ya saltó a las portadas de los periódicos cuando criticó a los magistrados por inculpar a Berlusconi en el caso Ruby.

También se esperan declaraciones de Comunión y Liberación, el movimiento al que pertenece, que, posiblemente, no tardará en desmarcarse del prelado. Aunque, para muchos, permanecerá la duda de si se trata en realidad de lo que piensa todo el movimiento neoconservador que peor ha aceptado la llegada a Roma del Papa Francisco y de su primavera reformista.

La Repubblica publica la reacción de CL, en la que, efectivamente, el movimiento se desvincula del obispo: "Si el arzobispo de Ferrara hubiese hecho tales afirmaciones, seríanm sólo expresión de su opinión personal y no de Comunión y Liberación, en donde monseñor Negri no ocupa cargo alguno de responsabilidad desde 2005".

Y el comunicado de CL añade entre otras cosas: "Tales afirmaciones -tan groseras en la forma e inaceptables en el contenido que parace imposible que provengan de un arzobispo- son totalmente contrarias a los sentimientos de Comunión y Liberación hacia el Papa Francisco y hacia los arzobispos de Bolonia y de Palermo"

En cualquier caso, el 'desahogo' del obispo cielino demuestra a las claras lo incómodos que se sienten algunos jerarcas (algunos dicen que muchos) en Italia y en todo el mundo con Francisco y sus reformas.

Quizás por eso, cuando hoy un periodista, en el vuelo hacia Kenia le dijo al Papa:

-"Por favor, que las resistencias no le frenen"

Francisco contestó:

-"Las resistencias no frenan (pausa valorativa).Impulsan".

miércoles, 25 de noviembre de 2015

"El terrorismo, que se alimenta del miedo, la desconfianza y la desesperación nace de la pobreza y la frustración"


Jesús Bastante

"Mungu abariki Kenya!. Que Dios bendiga Kenia". El Papa Francisco se atrevió a esbozar algunas palabras en swajili durante su primer discurso institucional en Kenia. Recibido con todos los honores por el presidente Uhuru Kenyatta, Bergoglio hizo un llamamiento a la construcción de una "sociedad de solidaridad, justicia y paz" no sólo para el país, sino para todo el continente, que lleve a "preocuparse verdaderamente por las necesidades de los pobres". Porque, advirtió, "la violencia, los conflictos y el terrorismo que se alimenta del miedo, la desconfianza y la desesperación nacen de la pobreza y la frustración".

Antes de sus palabras, vino la bienvenida por parte del presidente, quien resaltó su "emoción" por tener al Papa en el país. "Le damos la bienvenida a Kenia y África", resaltó Uhuru Kenyatta, quien reconoció los "desafíos y oportunidades" para un país azoado por la violencia pero con grandes posibilidades de progreso.

En su discurso, el Papa recalcó que "Kenia es una nación joven y vibrante, una sociedad de gran diversidad, que desempeña un papel significativo en la región", un ejemplo para otras sociedades que buscan "construir, sobre las bases sólidas del respeto mutuo, el diálogo y la cooperación, una sociedad multiétnica que sea verdaderamente armoniosa, justa e inclusiva".

Una nación joven, señaló el Papa, que "son la riqueza más valiosa de una nación. Protegerlos, invertir en ellos y tenderles una mano es la mejor manera que tenemos para garantizarles un futuro digno de la sabiduría y de los valores espirituales apreciados por sus mayores, valores que son el corazón y el alma de un pueblo".


Tras subrayar la "inmensa belleza" del país y su "abundancia de recursos naturales", Francisco denunció la "grave crisis ambiental que afronta nuestro mundo" y que "exige cada vez más una mayor sensibilidad por la relación entre los seres humanos y la naturaleza".

"Tenemos la responsabilidad de transmitir a las generaciones futuras la belleza de la naturaleza en su integridad, y la obligación de administrar adecuadamente los dones que hemos recibido", incidió el Papa, quien apuntó que "en un mundo que, en vez de proteger, sigue explotando nuestra casa común, estos valores deben inspirar los esfuerzos de los líderes nacionales para promover modelos responsables de desarrollo económico".

"No puede haber una renovación de nuestra relación con la naturaleza, sin una renovación de la humanidad misma", apuntó Francisco, quien añadió que "todos los hombres y mujeres de buena voluntad están llamados a trabajar por la reconciliación y la paz, el perdón y la sanación", para "la tarea de construir un orden democrático sólido, de fortalecer la cohesión y la integración, la tolerancia y el respeto por los demás, está orientada primordialmente a la búsqueda del bien común".


No quiso el Papa entrar demasiado en el fenómeno terrorista, pero sí indicó que "la violencia, los conflictos y el terrorismo que se alimenta del miedo, la desconfianza y la desesperación nacen de la pobreza y la frustración. En última instancia, la lucha contra estos enemigos de la paz y la prosperidad debe ser llevada a cabo por hombres y mujeres que creen en ella sin temor, y dan testimonio creíble de los grandes valores espirituales y políticos que inspiraron el nacimiento de la nación".

"Les animo a trabajar con integridad y transparencia por el bien común, y fomentar un espíritu de solidaridad en todos los ámbitos de la sociedad. Yo les exhorto, en particular, a preocuparse verdaderamente por las necesidades de los pobres, las aspiraciones de los jóvenes y una justa distribución de los recursos naturales y humanos con que el Creador ha bendecido a su país", terminó el Papa, quien aseguró el "compromiso constante de la comunidad católica" en este fin.



La violencia aumenta en Bangui a pocos días de la visita del Papa

 
 
“Las cosas están realmente mal. La violencia ha aumentado y todas las noches se oye el ruido de disparos y granadas”, explica uno de los misioneros salesianos que trabaja en el barrio de Damala, en Bangui.
 
“Además, varias parroquias y espacios donde se acogen a desplazados han sido atacados por la milicia Séléka”, añade. Los misioneros salesianos también señalan que en las últimas semanas han aumentado los asesinatos y la violencia en las calles de la capital, sobre todo, en la zona más cercana al barrio Pk5.
 
Esta situación ha hecho que se incremente el número de desplazados y que cientos de personas hayan abandonado sus hogares. Las misiones salesianas en Bangui, Damala y Galabadja, acogen hoy a más de 10.000 personas que buscan en la misión un espacio seguro donde vivir.
 
“Otro de los grandes problemas que estamos sufriendo es la falta de alimentos para dar de comer a todas estas personas”, explican los misioneros. “Nadie está a salvo. Hace unos días uno de nuestros misioneros tuvo que salir corriendo al encontrarse con un tiroteo y también un grupo de jóvenes, entre los que se encontraba uno de nuestros estudiantes del centro profesional, fue secuestrado. Afortunadamente fueron liberados”, explican los misioneros.
 
A pesar de esta complicada situación, el Papa Francisco continúa con su decisión de visitar la capital de República Centroafricana. “Confiamos que su visita nos traiga aires de paz”, añaden. Desde MISIONES SALESIANAS seguimos apoyando la labor de los misioneros salesianos en Bangui y pedimos a la comunidad internacional y a las fuerzas desplegadas que protejan a la población civil para que Centroafricana tenga una nueva oportunidad para la paz.

martes, 24 de noviembre de 2015

La derecha vuelve al gobierno en Argentina

Esta vez las encuestas no se han equivocado, ganó la derecha y vuelve a gobernar Argentina, después de 12 años de gobierno de Néstor y Cristina Kirchner.

Emir Sader

Es la primera vez, desde 1998, cuando Hugo Chávez se eligió presidente de Venezuela, que un gobierno progresista de América Latina es derrotado y se interrumpe la construcción de alternativa al neoliberalismo. En elecciones anteriores, como las de Venezuela y de Brasil, los triunfos se dieron por márgenes estrechos, pero en Argentina las tendencias indicaban la probable victoria del candidato de Cristina Kirchner.

Una derrota de esas dimensiones no se debe a un solo factor, tiene que ser resultado de problemas en la gestión del gobierno nacional y de la provincia, de debilidades del candidato escogido, de errores en la campaña electoral, de éxitos en la sistemática campaña de los medios de información en contra del gobierno y del buen desempeño del candidato opositor.

El gobierno de Cristina llegaba a su final con alto nivel de apoyo y, a la vez, alto nivel de rechazo, por el propio estilo de enfrentamiento adoptado por ella, que permitió una gran movilización de la militancia kirchnerista pero, a la vez, provocó altos índices de rechazo en los sectores opositores. El gobierno contaba con significativos avances sociales, sobretodo en comparación con el más grande retroceso social que el país había vivido, en la crisis del 2001/2002. La propia oposición tuvo que reconocerlos, al punto que sus candidatos se han comprometido a mantener los principales programas sociales del gobierno.

La reelección de Cristina, en 2011, con el 54% de los votos contra el 22% del principal candidato opositor, consagraba los avances conquistados y el estilo del gobierno. Sin embargo, en los últimos años, esos avances fueron cuestionados especialmente por los efectos de la inflación – del 25% al año – sobre el salario de los trabajadores. Al mismo tiempo el control del cambio producía descontentos en sectores de la población, multiplicados por las campañas negativas de los medios de información. La ruptura del gobierno con la principal central sindical dificultó aún más la política de control de los daños de la inflación.

La definición del candidato del gobierno no desembocó en una buena alternativa. No había un candidato preferido por Cristina, al mismo tiempo que el único que se situaba bien en las encuestas – Daniel Scioli – había tenido roces con el gobierno, y no sería el escogido por Cristina, en caso de que ella tuviera alternativas.

Cristina optó así por Scioli, confiando en su favoritismo en las encuestas, ella, por otro lado, definió su candidato a la Vicepresidencia, y contaba con obtener una consistente bancada parlamentaria y el probable gobernador de la provincia de Buenos Aires, como presencia política del kirchnerismo.

En la campaña Scioli se ha revelado un mal candidato y, al mismo tiempo, los resultados electorales en la provincia de Buenos Aires, han revelado que el suyo no fue un buen gobierno. Esto, combinado con la definición de un candidato con mucho rechazo para sucederlo, llevó a la pérdida de la dirección de la provincia, principal bastión del peronismo.

El gobierno contaba también con las dificultades de la oposición. Esta vez el principal adversario no era el radicalismo, pero se dividía entre un disidente del gobierno – Sergio Massa – y un opositor frontal – Mauricio Macri. Massa aparecía como el candidato más peligroso para el gobierno, porque podría contar con los votos peronistas y antiperonistas. En ese sentido, Macri aparecía como un candidato teóricamente con menor competitividad, por ser frontalmente antiperonista.

La más grande sorpresa electoral, que ha cambiado el escenario político, fue el resultado de la primera vuelta, cuando las encuestas daban el triunfo directo de Scioli o una ventaja holgada, que lo haría llegar a la segunda vuelta como el franco favorito.

La mayor sorpresa electoral, que cambió el cuadro político, fue el resultado de la primera ronda electoral, cuando se esperaba – según las encuestas – el triunfo directo de Scioli. La diferencia de menos del 3%, con una suma significativa de votos de los candidatos opositores, aliada a la sorprendente derrota del kirchnetismo en la provincia de Buenos Aires por una joven candidata vinculada a Macri, proyectaron el favoritismo de la oposición para la segunda vuelta.

Macri posicionó, en aquel momento, la imagen de que la mayoría de los argentinos – 64% - habría votado por el cambio, mientras Scioli representaba la continuidad del kirchnerismo. Ese escenario no cambió a lo largo de la campaña de la segunda vuelta, aun con Scioli intentando distanciarse del gobierno y con Cristina apareciendo menos. En el resultado final, Macri conquistó 20 puntos más en la segunda vuelta, mientras que Scioli logró tener 8 puntos más. Macri conquistó el 70% de los votos nuevos, mientras Scioli el 30%.

El resultado representa un cambio radical en la política argentina, por más que Macri haya
moderado sus posiciones respecto a las privatizaciones y a la política social del gobierno de Cristina. Su principal medida inmediata, anunciada por el equipo económico neoliberal definido por él, será la devaluación del peso, para buscar cerrar la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, con su liberalización, con todas las consecuencias de esa medida con respecto a los salarios, los precios y el empleo.

Macri cuenta con la división del movimiento sindical y con la adhesión del principal dirigente de la principal central a su campaña. Pero esta es una variable todavía abierta y depende de cómo el sindicalismo va a reaccionar a los duros efectos de la liberalización del cambio sobre las condiciones de vida de los trabajadores.

Argentina, con Macri, da un nuevo viraje a la derecha, similar al que dio Carlos Menem, hace dos décadas y media, cuyo contrapunto vino desde dentro del mismo peronismo, con el gobierno de los Kirchner.

Llega la hora de la temida restauración conservadora, que tiene su hora y su desafío. Van a querer borrar de la memoria de los argentinos y de la sociedad argentina todos los avances del rescate realizado por los gobiernos de los últimos 12 años de la peor crisis de la historia del país, resultado justamente del modelo neoliberal que Macri quiere de vuelta a la Argentina.

Serán años turbulentos los que vienen frente a la más gran estabilidad política y apoyo popular que la Argentina ya ha vivido.

- Emir Sader, sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ). 

http://www.alainet.org/es/articulo/173755

lunes, 23 de noviembre de 2015

Carta del Director del Centro Islámico del Ecuador al Embajador de Francia



Quito DM, 16 de noviembre de 2015

Excelentísimo Señor Embajador

Francois Gauthier

En su despacho.-

De mi más alta consideración.-

Ante los atentados terroristas que enlutaron a la capital Francesa el día 13 de noviembre del presente, el Director del Centro Islámico del Ecuador en Quito, desea expresarle el repudio y rechazo contundente a estos actos barbáricos acaecidos el pasado viernes. Al mismo tiempo hace llegar sus condolencias y nota de pesar a los familiares, deudos de las víctimas y heridos, subrayando los lazos de vecindad y coexistencia pacífica con la Embajada Francesa en Quito, con quienes compartimos la misma calle por más de 25 años, así como la solidaridad con el Pueblo Francés y sus ciudadanos residentes en Ecuador.

Actos que producen terror y ciegan la vida de inocentes no tiene connotación ni principios basado en textos del Islam ni religión alguna, pues ésta tiene el papel de ennoblecer el alma y purificar el corazón guiándolo por el sendero del amor y la misericordia. Mientras que atentados que terminan con la vida de inocentes, producen horror, conmoción generalmente son producto de frustraciones y pasiones bajas acumuladas por generaciones, que desembocan en una abominable espiral de violencia detestable desde todo punto de vista y que no tienen justificación alguna.

En nombre de la Comunidad Musulmana que represento en el País, hago votos por que los esfuerzos mundiales y locales por erradicar el terror conlleven soluciones más comprometidas y profundas, basadas en el respeto irrestricto por los derechos humanos, diálogo pacífico, educación acorde y la cooperación mancomunada como hermanos de una gran familia humana a la que todos pertenecemos.

Atte.

Shaij Dr. Juan Francisco Suquillo Carrera
Director del Centro Islámico del Ecuador – Mezquita “Assalam”

domingo, 22 de noviembre de 2015

"YO SOY" Y "SOY REY" QUIEREN DECIR LO MISMO


Fray Marcos Rodríguez
Jn 18, 33-37

Es muy importante que tengamos una pequeña idea del momento y el por qué motivo se instituyó esta fiesta. Fue Pío XI en 1925, cuando la Iglesia estaba perdiendo su poder y su prestigio acosada por la modernidad. Con esta fiesta se intentó recuperar el terreno perdido ante un mundo secular, laicista y descreído. En la encíclica se dan las razones para instituir la fiesta: “recuperar el reinado de Cristo y de su Iglesia”. Para un Papa de aquella época, era inaceptable que las naciones hicieran sus leyes al margen de la Iglesia y sin tener en cuenta su poder y sus directrices.

Ha sido para mí una gran alegría y esperanza el descubrir en una homilía sobre esta fiesta del papa Francisco, una visión mucho más de acuerdo con el evangelio. Pio XI habla de recuperar el poder de Cristo y de su Iglesia. El papa Francisco habla, una y otra vez, de Jesús poniéndose al servicio de los más desfavorecidos. No se trata sólo de un cambio de lenguaje. Se trata de una superación de la idea de poder en el que la Iglesia ha vivido durante demasiados siglos. El cambio es radical y debía ser aceptado y promovido por todos los cristianos, desde los monaguillos a los cardenales.

El contexto del evangelio que hemos leído, es el proceso ante Pilato, a continuación de las negaciones de Pedro, donde queda claro, que Pedro ni fue rey de sí mismo ni fue sincero. Es muy poco probable que el diálogo sea histórico, pero nos está transmitiendo lo que una comunidad muy avanzada de finales del s. I pensaba sobre Jesús. Dos breves frases puestas en boca de Jesús nos pueden dar la pauta de reflexión: “mi Reino no es de este mundo” y “yo para eso he venido, para ser testigo de la verdad.

¿Qué significa un Reino, que no es de este mundo? Se trata de una expresión que no podemos “comprender” porque todos los conceptos que podemos utilizar son de este mundo. ¿En qué estamos pensando los cristianos cuando, después de estas palabras, nombramos a Cristo rey, no solo del mundo sino del universo? Con el evangelio en la mano no es fácil justificar el poder absoluto que la Iglesia ha ejercido durante siglos.

Tal vez encontremos una pista en la otra frase: “he venido para ser testigo de la verdad”. Pero sólo si no entendemos la verdad como verdad lógica (adecuación de una formulación racional a la realidad) sino entendiéndola como verdad ontológica, es decir, como la adecuación de un ser a lo que debe ser según su naturaleza. Jesús siendo auténtico, siendo verdad, es verdadero Rey. Pero lo que le pide su verdadero ser (Dios) es ponerse al servicio de todo aquel que le necesite, no imponer nada a los demás.

No se trata de morir por defender una doctrina teórica. Se trata de morir por el hombre. Se trata de dar testimonio de lo que es el hombre en su verdadera realidad. El “Hijo de hombre” (único título que Jesús se aplica a sí mismo), nos da la clave para entender lo que pensaba de sí mismo. Se considera el hombre auténtico, el modelo de hombre, el hombre acabado, el hombre verdad. Su intención es que todos lleguen a identificarse con él. Jesús es la última referencia para todo el que quiera llegar a manifestar en su vida la verdadera calidad humana.

Poco después del párrafo que hemos leído, Pilato saca afuera a Jesús, después de ser azotado, y dice a la multitud: “Este es el hombre”. Jesús no sólo es el modelo de hombre, sino que exige a sus seguidores que demuestren con su vida, que responden al modelo que ven en él. Jesús dice: “soy rey”, no: soy el rey. Indicando así que todo el que se identifique con él, será también rey. Esa es la meta que Dios quiere para todos los seres humanos. Rey de poder solo puede haber uno. Reyes servidores debemos ser todos. No se trata de que un hombre reine sobre otro, sino de un Reino donde todos se sientan reyes porque todos están al servicio de todos.

Cuando los hebreos (nómadas) entran en contacto con la gente que vivía en ciudades, descubren las ventajas de aquella estructura social y piden a Dios un rey. Esto fue interpretado por los profetas como una traición (el único rey de Israel es Dios); pero al final tienen que ceder. El rey era el que cuidaba de una ciudad o un pequeño grupo de pueblos. Tenía la responsabilidad de que hubiera orden en las relaciones sociales. Les defendía de los enemigos, se preocupaba de los alimentos, impartía justicia, etc. A lo largo del AT, se va espiritualizando esa idea del rey, llegándose a identificar con la del Mesías.

Sólo en este contexto podemos entender la predicación de Jesús sobre el Reino de Dios. Sin embargo el contenido que él le da, es más profundo. En tiempo de Jesús, el futuro Reino de Dios se entendía como una victoria del pueblo judío sobre los gentiles y una victoria de los buenos sobre los malos. Jesús predica un Reino de Dios muy distinto; un Reino del que nadie va a quedar excluido, y del que forman parte las prostitu­tas, los pecadores, los marginados. También los gentiles están llamados, pero muchos judíos se quedarán fuera. El Reino que Jesús anuncia no tiene nada que ver con las expectativas de los judíos de la época. Por desgracia tampoco tiene nada que ver con las expectativas de los cristianos.

Hay otros datos que pueden darnos luz. Jesús, en el desierto, percibió el poder como una tentación: “Te daré todo el poder de estos reinos y su gloria”. En Jn, después de la multiplicación de los panes, la multitud quiere proclamarle rey, pero él se escapa a la montaña, él solo. Toda la predicación de Jesús gira entorno al “Reino”; pero no se trata de un reino suyo, sino de “el Reino de Dios”. Jesús nunca se propuso él mismo como objeto de su predicación. Es un error confundir el “reino de Dios” con el reino de Jesús. La encíclica dice: “a Cristo le compete en sentido propio y estricto, como hombre, el título de Rey”.

La característica fundamental del Reino predicado por Jesús es que ya está aquí, aunque no se identifica con las realidades mundanas. No hay que esperar a un tiempo escatológico, sino que ha comenzado ya. "No se dirá, está aquí o está allá, porque mirad: el reino de Dios está dentro de vosotros”. No se trata de preparar un reino para Dios, se trata de un reino que es Dios. Cuando decimos “reina la paz”, no estamos diciendo que la paz tenga un reino. Se trata de hacer presente a Dios entre nosotros, siendo lo que tenemos que ser. No es un reino de personas físicas, sino de actitudes vitales. Cuando me acerco al que me necesita y le ayudo a superar su situación de angustia, hago presente a Dios y su Reino.

¿Es éste el sentido que le damos a la fiesta? Cualquier connotación que el título tenga con el poder, tergiversa el mensaje de Jesús. Una corona de oro en la cabeza y un cetro de brillantes en las manos de Jesús, son mucho más denigrantes que la corona de espinas y la caña que le pusieron los soldados. Si no nos damos cuenta de esto, es que estamos proyectando sobre Dios y sobre Jesús nuestros propios anhelos de poder. Ni el “Dios todopoderoso” ni el “Cristo del Gran Poder” tienen absolutamente nada que ver con el evangelio. El Dios de Jesús es el “Abba”, padre y madre que cuida de nosotros entregándonos todo lo que Él es en cada instante. Ni se impone ni nos gobierna ni nos domina. Es esta realidad la que tenemos que descubrir y hacer presente en nuestra vida.

Hace unos domingos nos decía Jesús que el que quiera ser primero, sea el último y el que quiera ser grande, sea el servidor. Ese afán de identificar a Jesús con el poder y la gloria, ¿no será una manera de justificar nuestro afán de poder y de estar por encima de los demás? Como no nos gusta lo que dice Jesús, tratamos por todos los medios de hacerle decir lo que a nosotros nos interesa y nos quedamos tan anchos.


Meditación-contemplación

Dijo Jesús: yo he venido para ser testigo de la verdad.
Está hablando de la verdad ontológica.
No se refiere a verdades doctrinales o científicas.
Está hablando de la autenticidad de su ser,
…………

Ser verdadero es lo contrario de ser falso.
Falso es todo aquello que aparenta ser una cosa
y en realidad es lo opuesto.
Ser Verdad es ser lo que somos sin falsearlo.
……………

Lo que los demás ven en mí,
¿es lo que soy en lo hondo del mi ser?
El objetivo de tu vida, es descubrir tu verdadero ser
y manifestarlo en todo momento.
……………

sábado, 21 de noviembre de 2015

Fraternidad sin fronteras

 
Pedro Pierre

Agradezco todas las muestras de solidaridad que se expresaron con ocasión de esta dramática situación. Eso demuestra que no solo nos sentimos nación ecuatoriana, sino también ciudadanas y ciudadanos del mundo, vecinos de la ‘aldea global’, miembros de un solo cuerpo que es toda la humanidad. Lo que afecta a uno o a unos nos afecta a todos.

Por otra parte, no podemos quedarnos solo en lamentar y condenar, por lo más natural que sea. Para hacer retroceder esta perversidad del terrorismo en nombre de Dios, hay que ir a las causas. Hay que condenar el intervencionismo norteamericano y su espíritu maligno de avasallador y guerrero: dedica ¡612.500 millones de dólares al Ministerio de Defensa! (El presupuesto de Ecuador apenas llega a 30’000 millones). Además, en varias ocasiones el Gobierno de Estados Unidos apoyó a estos terroristas para combatir los rusos en Afganistán y los iraquíes en tiempos de Sadam Hussein. Actualmente es el gran aliado de Arabia Saudita y Catar, dos países árabes, grandes exportadores de petróleo a Estados Unidos)-: estos 2 países son los grandes amigos del Califato islámico de donde provienen los terroristas. Igualmente hay que decir que este Califato utiliza muchas armas originarias de Estados Unidos, sin olvidar China, Rusia y Europa.

Hay que condenar también a Europa, que ha pasado a ser mediante la OTAN (Organización del Tratado militar del Atlántico Norte) una sucursal de Estados Unidos en sus empresas guerreras. Y Francia, que ha bombardeado muchos países árabes. Se verifican los dichos populares: “Quien siembra vientos cosecha tempestades” y “Cría cuervos y te destrozarán los ojos”.

Hay que condenar también a la mayoría de los grandes medios de comunicación internacionales financiados por el ministerio de Defensa norteamericano y las grandes multinacionales del petróleo y de las armas. Ellos se dedican a presentar lo más negativo, violento y retrógrado de la religión islamista. ¿Por qué no fomentan un islam abierto, pacífico y moderno como existe en varios países donde el islam ha sabido convivir armoniosamente -como por ejemplo en Siria y Líbano- con otras tendencias islámicas y con la religión cristiana?

Para aportar nuestro granito de arena a esta necesaria y urgente fraternidad sin fronteras, he aquí el texto de un conocido sacerdote francés, el ‘Abbé Pierre’, organizador de recicladores de los basureros parisinos: “Seguiré creyendo mientras todos pierdan la esperanza./ Seguiré amando mientras otros produzcan odio./ Seguiré construyendo mientras otros se dediquen a destruir./ Seguiré hablando de paz en medio de la guerra./ Seguiré irradiando luz en medio de la oscuridad./ Seguiré gritando mientras otros callen./ Dibujaré sonrisas en rostros llorando./ Regalaré alivio cuando haya sufrimientos./ Ofertaré motivos de alegría adonde haya solo tristeza./ Invitaré a caminar a aquel que decidió detenerse./ Abriré los brazos para quienes se sienten agotados”. La fraternidad sin fronteras comienza con cada una y cada uno de nosotras y nosotros.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Francisco: "El mundo entero está en guerra; quienes hacen las guerras son malditos, delincuentes"


RD.- El papa Francisco lamentó hoy que actualmente "el mundo entero esté en guerra" y que "no existe una justificación para ello", en la homilía que pronunció en la misa matutina que celebra todos los días en la capilla de la residencia de Santa Marta, donde se aloja.

"Una guerra se puede justificar, entre comillas, con muchas razones. Pero cuando todo el mundo, como hoy en día, está en guerra. Una guerra mundial, a trozos, aquí y allí, por todos los lados. No existe alguna justificación. Y Dios llora. Jesús llora", dijo en su homilía publicada por Radio Vaticano.

Francisco recordó en su sermón que está llegando la Navidad y todo se llenará de luces, árboles y belenes, pero "todo será falso" porque "el mundo continuará haciendo guerras. El mundo no ha comprendido el camino de la paz".

En uno de los sermones más sentidos y duros que se recuerdan, como apunta Radio Vaticano, Francisco se preguntó: ¿qué queda de la guerra, de esta guerra que estamos viviendo?".

"Ruinas, miles de niños sin educación, tantos muertos inocentes. ¡Tantos! y tanto dinero en los bolsillos de los traficantes de armas", señaló.

Y criticó que se fabriquen armas porque así "la economía se equilibra" para después añadir: "Quienes hacen las guerras son malditos, son delincuentes".

El pontífice argentino lamentó cómo mientras unos fabrican armas, otros "son pobres trabajadores de paz que sólo para ayudar a una persona dan la vida, como hizo un icono de nuestros tiempos, Teresa de Calcuta".

Jorge Bergoglio concluyó su homilía pidiendo la "gracia de poder llorar para este mundo, que no reconoce el camino de la paz y vive para hacer la guerra, con el cinismo de decir que no la hace".



El resumen de Radio Vaticana arranca así:

"Jesús ha llorado". Con estas palabras el Pontífice comenzó su homilía, en la que resonó el eco del Evangelio de Lucas leído poco antes, un pasaje tan breve cuanto conmovedor.

El mundo disfrazado de fiesta

Jesús se acerca a Jerusalén y - probablemente desde un punto más alto que le permite verla - la observa y llora, dirigiendo estas palabras a la ciudad: "¡Si hubieras comprendido también tú, en este día, lo que conduce a la paz! Pero ahora ha sido escondido a tus ojos". Francisco las repitió una a una y añadió:

Pero también hoy Jesús llora. Porque nosotros hemos preferido el camino de las guerras, el camino del odio, el camino de las enemistades. La Navidad está cerca: habrá luces, habrá fiestas, árboles iluminados, también pesebres... todo falsificado: el mundo sigue haciendo la guerra, sigue haciendo las guerras. El mundo no ha comprendido el camino de la paz.

Guerra para los bolsillos de los traficantes

El Santo Padre recordó las recientes conmemoraciones de la Segunda Guerra Mundial, las bombas de Hiroshima y Nagasaki, su visita a Redipuglia, el año pasado con motivo del aniversario de la Gran Guerra. "Matanzas inútiles", repitió con las palabras del Papa Benedicto. "Hoy hay guerra por doquier, hay odio", constató. Y se preguntó: "¿Qué queda de una guerra, de ésta, que estamos viviendo ahora?":

¿Qué queda? Ruinas, miles de niños sin educación, tantos muertos inocentes: ¡tantos!, y tanto dinero en los bolsillos de los traficantes de armas.

Una vez Jesús dijo: "No es posible servir a dos patrones: o a Dios, o las riquezas". La guerra es precisamente la elección por las riquezas: "Construyamos armas, así la economía se equilibra un poco, y vamos adelante con nuestro interés". Hay una palabra fea del Señor: "¡Malditos!". Porque Él ha dicho: "¡Bienaventurados los constructores de paz!". Estos que trabajan por la guerra, que hacen las guerras, son malditos, son delincuentes. Una guerra se puede justificar - entre comillas - con tantas, tantas razones. Pero cuando todo el mundo, como sucede hoy, está en guerra, ¡todo el mundo!: es una guerra mundial - a pedazos: aquí, allá, allá, por doquier... no hay justificación. Y Dios llora. Jesús llora.

Que el mundo llore por sus crímenes

"Y mientras los traficantes de armas hacen su trabajo - prosiguió diciendo el Pontífice - están los pobres agentes de paz que sólo para ayudar a una persona, a otra, a otra, y a otra, dan su vida". Como hizo "un icono de nuestros tiempos, Teresa de Calcuta". Contra la cual también - observó - "con el cinismo de los potentes, se podría decir: ‘¿Pero qué ha hecho aquella mujer? ¿Ha perdido su vida ayudando a la gente a morir?". No se comprende el camino de la paz...":

Nos hará bien también a nosotros pedir la gracia del llanto, por este mundo que no reconoce el camino de la paz. Que vive para hacer la guerra, con el cinismo de decir que no hay que hacerla. Pidamos la conversión del corazón. Precisamente en el umbral de este Jubileo de la Misericordia, que nuestro júbilo, nuestra alegría sea la gracia para que el mundo vuelva a encontrar la capacidad de llorar por sus crímenes, por lo que hace con las guerras.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Como una conspiración…Los cuarenta del Pacto de 1965

Xabier Pikaza
Teólogo

RD.- Se reunieron unos cuarenta obispos del Concilio, el 16, 11. 1965, casi en secreto, para celebrar una misa en la Catacumba de Domitila (imagen 1) y firmar un Pacto de Pobreza episcopal. No se conoce su número exacto: No tomaron, que se sepa, una “foto de familia”, ni conservamos el documento original…

Sólo se conservan algunas transcripciones, en varias lenguas (publiqué ayer la española), y la memoria de aquella “pequeña” asamblea silenciosa, de la que sólo se ocuparon algunos medios muy especializados, en notas de prensa tardía. Porque la gran Noticia era el Concilio Universal que se estaba celebrando en la Basílica Inmensa de San Pedro, con miles de corresponsales de prensa, con radios y televisiones.

--Allí arriba, en San Pedro, los obispos habían hablado, y mucho, de pobreza, diciendo y publicando cosas memorables, que ha estudiado con toda precisión Joan Planellas en el trabajo central del libro que le dedicamos (El Pacto de las Catacumbas, Verbo Divino, Estella 2015, 81-110 imagen 2, portada del libro. con una pintura de la misma catacumba).

-- Pero los 2500 Padres conciliares, en conjunto, no pudieron firmar un compromiso personal y colectivo de pobreza como el de este pacto (como si la pobreza fuera esencial para ellos, como si la iglesia tuviera que ser Una, Santa, Católica y Apostólica, pero no Pobre).

-- Por eso, estos Cuarenta, en nombre de otros muchos, quizá hasta setecientos dejando por un día la altura de la Basílica de Pedro, bajaron a la Catacumba de Domitila, casi en secreto, sin llamar a la prensa, y rezaron y firmaron este documento admirable, sin obligar a nadie, comprometiéndose ellos mismos.

Se reunieron pues con toda discreción, en un catacumba, para retomar el pulso e impulso de la primera iglesia romana. Faltan muchos que quizá hubieran ido, pero no lo hicieron por “prudencia”. Pero estos cuarenta, muchos de América Latina, estuvieron, rezaron y firmaron.

Querían tener una celebración discreta lejos de la prensa,, para evitar que su gesto de sencillez y compromiso fuera interpretado como una “lección” a los otros obispos.

La primera referencia de la celebración apareció en una nota de Henri Fesquet casi un mes más tarde en Le Monde, el 8.12.1965: “Un groupe d‘ évêques anonymes s’engage à donner le témoignage extérieur d’une vie de stricte pauvreté” (Un grupo de obispos de grupo anónimos se comprometen a dar testimonio exterior de una vida de pobreza estricta (cf. Fesquet, Journal du Concile, Forcalquier, Paris, 1966, 1110-1113).

La misa la celebró Charles M.Himmer, obispo de Tournai, pero el máximo impulsor del documento fue Helder Camara de Recife, Brasil, aunque no se sabe quién lo redactó. Mas tarde se unieron muchos, entre ellos Roger Etchegaray, Presidente del Pontificio Consejo por la Justicia y la Paz. El Papa Francisco lo habría firmado, puede hacerlo el próximo día 16.

Los firmantes del pacto

Referencias en:


Beozzo, José Oscar (17 de noviembrede 2012). «Nota sobre los participantes en la celebración del Pacto de las Catacumbas, las Catacumbas de Santa Domitila, Roma, 16 de noviembre 1965». Evangelizadoras de los Apóstoles.

Brasil:

Dom Antônio Fragoso (Crateús-CE),
Don Francisco Mesquita Filho Austregésilo (Afogados da Ingazeira – PE),
Dom João Batista da Mota e Albuquerque, arzobispo de Vitória, ES,
P. Luiz Gonzaga Fernandes, que había de ser consagrado obispo auxiliar de Vitória
Dom Jorge Marcos de Oliveira (Santo André-SP),
Dom Helder Camara, obispo de Recife
Dom Henrique Golland Trindade, OFM, arzobispo de Botucatu, SP,
Dom José Maria Pires, arzobispo de Paraíba, PB.

Colombia:

Mons. Tulio Botero Salazar, arzobispo de Medellín
Mons. Antonio Medina Medina, obispo auxiliar de Medellín
Mons. Anibal Muñoz Duque, Obispo de Nueva Pamplona,
Mons. Raúl Zambrano de Facatativá
Mons. Angelo Cuniberti, vicario apostólico de Florencia.

Argentina:

Mons. Alberto Devoto de la diócesis de Goya
Mons. Vicente Faustino Zazpe de la diócesis de Rafaela
Mons. Juan José Iriarte de Reconquista

Otros países de América Latina

Mons. Alfredo Viola, obispo de Salto (Uruguay) y su auxiliar,
Mons. Marcelo Mendiharat, obispo auxiliar de Salto (Uruguay)
Mons. Manuel Larraín de Talca en Chile,
Mons. Gregorio McGrath Marco de Panamá (Diócesis de Santiago de Veraguas),
Mons. Leonidas Proaño en Riobamba, Ecuador

Francia

Mons Guy Marie Riobé, obispo de Orleans,
Mons Gérard Huyghe, obispo de Arras,
Mons. Adrien Gand, obispo auxiliar de Lille

Otros países de Europa

Mons. Charles Marie Himmer, obispo de Tournai, Bélgica,
Mons. Rafael González Moralejo, obispo auxiliar de Valencia, España,
Mons. Julius Angerhausen, obispo auxiliar de Essen, Alemania…
Mons. Luigi Betazzi, obispo auxiliar de Bolonia

África

Dom Bernard Yago, arzobispo de Abidjan, Costa de Marfil
Mons. José Blomjous, obispo de Mwanza, en Tanzania
Mons. Georges Mercier, obispo de Laghouat en el Sahara, África

Asia y América del Norte

Mons. Hakim, obispo melquita de Nazaret,
Mons. Haddad, obispo melquita, auxiliar de Beirut, Líbano
Mons. Gérard Marie Coderre, obispo de Saint Jean de Quebec, Canadá,
Mons. Charles Joseph de Melckebeke, de origen un belga, obispo de Ningxia, China.

(Reflexión posterior:
¿Quién no descubre inmediatamente el peso inmenso de algunos de esos cuarenta, verdaderos Padre de la Iglesia del siglo XX, obispos cuyo nombre y memoria nos sigue manteniendo en la línea de la fe y vida cristiana? A modo de ejemplo recordaré sólo a unos pocos:


Mons. Helder Camara, obispo de Recife
Mons. Tulio Botero Salazar, arzobispo de Medellín
Mons. Juan José Iriarte de Reconquista
Mons. Manuel Larraín de Talca en Chile
Mons. Gregorio McGrath Marco de Panamá (Diócesis de Santiago de Veraguas),
Mons. Leonidas Proaño en Riobamba, Ecuador
Mons. Guy Marie Riobé, obispo de Orleans
Mons. Charles Marie Himmer, obispo de Tournai, Bélgica
Mons. Rafael González Moralejo, obispo auxiliar de Valencia
Mons. Luigi Betazzi, obispo auxiliar de Bolonia
Mons. Georges Mercier, obispo de Laghouat en el Sahara
Mons. Hakim, obispo melquita de Nazaret,
Mons. Haddad, obispo melquita, auxiliar de Beirut, Líbano
Mons. Gérard Marie Coderre, obispo de Saint Jean de Quebec

https://dl.dropboxusercontent.com/u/66452202/El%20Pacto%20de%20las%20Catacumbas/El%20Pacto%20de%20las%20Catacumbas.pdf