MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

jueves, 30 de junio de 2016

Obispos de la UE y EEUU alertan sobre el TTIP


Recomendaciones de los obispos de la UE y EEUU para las negociaciones del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP).

RyL.- Antes de completar, aprobar y ratificar el propuesto Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) es esencial emprender un análisis a fondo de sus costos y beneficios sociales y ambientales. Una revisión así no sólo debiera tomar en cuenta la teoría económica sino también un estudio de los efectos reales del propuesto pacto sobre nuestros ciudadanos, nuestras sociedades y nuestro planeta. El estudio debe tomar en cuenta el impacto del TTIP en las necesidades básicas, en los elementos fundamentales del bienestar así como en el derecho y la oportunidad de acceder a ellos. El TTIP debe contribuir al bienestar de todos los ciudadanos, especialmente de los pobres. Todos debieran participar en la toma de decisiones que impacten en sus vidas. Los beneficios que se le suponen deben ser compartidos equitativamente a fin de no exacerbar la desigualdad. En resumidas cuentas, el TTIP debe conducir a un mundo más seguro y pacífico antes que a intensificar las tensiones económicas y políticas.

Es cierto que construir políticas para un futuro común mejor, respetuosas de los derechos de las generaciones actuales y futuras, no puede hacerse con una regulación excesiva o una desregulación radical. Los pactos y tratados deben sostener el dinamismo social tanto por la confianza que ponen en las capacidades inventivas de la mente y el corazón como por la participación equitativa que promueven dentro de los miembros de la única familia humana.

Lo que el Papa Francisco les escribió a las naciones del grupo G-8 en 2013 se aplica al TTIP: “La finalidad de la economía y la política es servir a la humanidad, comenzando por los más pobres y vulnerables”. “El fin de la economía y la política es precisamente el servicio a la humanidad, comenzando por los más pobres y débiles” (Carta al honorable David Cameron, Primer Ministro, 17 de junio, 2013). La historia proporciona convincentes pruebas de que un aumento del comercio y de la inversión puede ser efectivamente benéfico, bajo la condición de que esté estructurado de tal modo que ayude a reducir, no a exacerbar, la desigualdad o la injusticica. Las políticas comerciales deben estar basadas en criterios éticos centrados en las personas, en la persecución del bien común de nuestras naciones y de todos los pueblos en el mundo. La negociación o implementación de acuerdos comerciales deben respectar los principios que promueven y defienden la vida y dignidad humanas, protegen el medio ambiente y la salud pública y promueven la justicia y la paz en nuestro mundo.

Es necesario considerar algunos principios para evaluar cualquier acuerdo comercial, incluso el TTP:

PRINCIPIO DE SUSTENTABILIDAD Y PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN

Los obispos de Estados Unidos y de la Unión Europea quieren subrayar los principios de sustentabilidad y de precaución. Una de las implicaciones del principio de precaución es que es necesario darle prioridad a la prevención de daños. Es preciso tener paciencia si se trata de adoptar productos o procedimientos y esperar hasta que haya suficiente evidencia científica que muestre que no causan daño significativo a las generaciones actuales o futuras ni que significan un peligro para la ecología natural.

SEGURIDAD LABORAL

La dignidad humana exige darle prioridad a la protección de los trabajadores y a sus justos derechos. Somos partidarios de los derechos laborales, incluyendo el derecho a organizarse así como de la adopción de los estándares internacionalmente acordados. Todo tratado debe ser acompañado de firmes compromisos de apoyo a los trabajadores afectados así como a sus familias y comunidades, para que puedan superar la precaria situación social y financiera debida a un desplazamiento causado por el libre comercio. Hay que prestarles especial atención a las condiciones de trabajo, horario de trabajo razonable, tiempo libre, salario familiar suficiente y otros beneficios sociales reconocidos.

PUEBLOS ORIGINARIOS

Los obispos católicos en diversos lugares del mundo atienden ampliamente a grupos indígenas. Por respeto a su herencia cultural y en vista de su desarrollo económico, el TTIP debe honrar el patrimonio de esas comunidades indígenas y compartir equitativamente los beneficios de todo intercambio con los grupos en que se originaron los conocimientos tradicionales y recursos naturales.

MIGRACIÓN

Nuestra iglesia ha defendido por mucho tiempo el derecho a emigrar de las personas cuando las condiciones en su país natal se hacen inseguras o les impiden ganar su sustento para sí mismos y sus familias. Si se ha de reducir la migración, pensamos que se debe hacer aliviando las condiciones que impulsan a las personas a abandonar sus países de origen. Todo tratado de comercio o inversión debe ser diseñado de modo de asegurarles a las personas la reducción de la necesidad de emigrar.

AGRICULTURA

Nuestros hermanos obispos tanto de nuestros países como de otros, así como otras personas con quienes trabajamos, han expresado graves temores respecto de la vulnerabilidad de los pequeños productores agrícolas. Estos se pueden ver frente a una competencia de productos agrícolas que gocen de grandes ventajas debido a políticas gubernamentales y de subsidios. Todo acuerdo debe promover el sector agrícola de los países en desarrollo y proteger a los que viven en áreas rurales, especialmente a los pequeños campesinos.

DESARROLLO SUSTENTABLE Y EL CUIDADO DE LA CREACIÓN.

Un aumento en la integración económica encierra beneficios potenciales para todos los participantes, pero debiera hacer más que simplemente regular el comercio y la inversión. Debido al vínculo esencial entre el cuidado del medio ambiente y un desarrollo humano sustentable se requiere que se le preste atención prioritaria a la protección ambiental y a la salud de las comunidades, incluyendo la ayuda a los países pobres que a menudo carecen de los conocimientos técnicos o de los recursos suficientes para conservar un ambiente seguro. Los acuerdos debieran incluir un alivio a la aplastante carga de la deuda externa de los países pobres y apoyar un desarrollo que aumente su confianza y capacidades propias y una amplia participación en la toma de decisiones económicas. El TTIP no debiera permitir el comercio e inversión en aquellos bienes que pueden dañar el bien común (como armas ilegales o narcóticos).

DERECHOS DE PROPIEDAD INTELECTUAL

Estamos además preocupados por las reglas de derechos de propiedad intelectual en los productos farmacéuticos y en la agricultura. Tenemos que tomar en cuenta la necesidad de que las poblaciones vulnerables tengan acceso a medicina y al progreso agrícola. La Iglesia ubica los derechos de propiedad intelectual dentro del marco más amplio del bien común y piensa que es necesario mantener el equilibro de esos derechos con las necesidades de los pobres. El principio del bien común requiere no sólo una legítima protección del interés privado sino también que se tome en cuenta el bien común local y global. Los acuerdos no pueden ser fundados o aceptados sólo en base a los beneficios para las dos partes contratantes. Hay que tomar en cuenta los beneficios y costos para terceros, en particular los pobres, los vulnerables, los jóvenes, los ancianos y los enfermos.

MECANISMOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Cuestionamos las ventajas de requerir en los tratados internacionales que las partes soberanas acepten un arbitraje internacional como foro de solución de conflictos, sea a través del mecanismo de arreglo de conflictos inversionista-estado (ISDS) como de la recientemente propuesta corte internacional de inversiones. Ambas vías pueden conducir a ventajas injustas en favor de los intereses comerciales interesados en aprovecharse de las reglas de los sistemas arbitrales o judiciales, y pueden producir un debilitamiento de importantes estándares medioambientales, laborales y de derechos humanos. Los intereses privados no debieran eclipsar los bienes públicos. Se debe estudiar cuidadosamente su impacto sobre la legislación medioambiental y social, o en las políticas de salud, educación y cultural. La preocupación por una armonización o simplificación regulatoria no puede ser base para socavar una adecuada regulación de la seguridad, del trabajo, la salud y el medio ambiente impuesta localmente por organismos nacionales, estatales o regionales.

PARTICIPACIÓN

Es de importancia crítica que todas las personas tengan voz en las decisiones que afectan sus vidas. La dignidad humana exige transparencia y el derecho de las personas de participar en la decisiones que impactan en ellas. La participación tiene una particular aplicación en las negociaciones del TTIP y otros tratados de comercio. Debieran ser realizadas en foros y mediante procesos que aseguren que las voces de los sectores afectados de la sociedad puedan ser oídos y sus intereses reflejados en cualesquiera acuerdos a que se llegue. La justicia debe ser aplicada a todas las fases de la actividad económica; los cánones de justicia deben ser respetados desde el comienzo a medida que el proceso económico y político se desarrolla, y no sólo posterior o incidentalmente.

En su exhortación apostólica Evangelii Gaudium el Papa Francisco hace notar: “La crisis mundial, que afecta a las finanzas y a la economía, pone de manifiesto sus desequilibrios y, sobre todo, la grave carencia de su orientación antropológica que reduce al ser humano a una sola de sus necesidades: el consumo.” (No 55) El Papa Benedicto XVI afirmó en su encíclica Caritas in Veritate: “La economía tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento; no de una ética cualquiera, sino de una ética amiga de la persona.” (No 45). Nuestra enseñanza pone a las personas – especialmente a los más pobres y más vulnerables – en el primer lugar.

El propuesto tratado TTIP debe ser juzgado de acuerdo a estos altos estándares.

Por los obispos de la Unión Europea:

Reinhard Cardinal Marx / Arzobispo de Múnich y Freising

Presidente de la Comisión de Conferencias episcopales de la Comunidad Europea.

19 Square de Meeûs | 1050 Brussels (BE)

Tel. +32 2 235 05 10 | Website: www.comece.eu

Por los obispos de Estados Unidos de América:

Rev. Joseph Edward Kurtz / Arzobispo de Louisville

Presidente de la Conferencia de obispos católicos de USA.

3211 Fourth Street NE | Washington DC 20017 (USA)

Tel. +1 202-541-3000 | Website: www.usccb.org

http://www.comece.eu/dl/tOlsJKJKoKMOJqx4KJK/2016-06-16_TTIP_final_EN.pdf.

Traducción. R. Claro, Attac Múnich, junio 2016.

www.reflexionyliberacion.cl

miércoles, 29 de junio de 2016

Jaque mate a los piratas de la comunicación



Erika Sylva Charvet

Discrecionalidad, violación de la ley, discriminación y corrupción caracterizaron el manejo privatizado de la concesión estatal de frecuencias de radio y TV entre 1995-2009, de acuerdo con la auditoría de frecuencias (2009). Privatizado, porque de los 213 miembros que integraron el Conartel en ese período, el 58,2% fue de concesionarios de frecuencias o representantes de estos; y quienes lo presidieron fueron miembros de la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión (AER) o de la Asociación de Canales de Televisión del Ecuador (ACTVE), violando la Constitución de 1998, que prohibía su participación, dados sus intereses en el mismo campo a ser regulado y controlado por el Estado. Por ello, no le deben perdonar al proceso constituyente cuando el 7-11-2008, un pronunciamiento del Procurador puso fin a esta práctica ilegal llevada a cabo por 13 años, obligándoles a retirarse del Consejo.

La privatización de facto condujo a una serie de transgresiones. Así, mediante la autoasignación, un presidente de AER y un vicepresidente de ACTVE obtuvieron 13 frecuencias de radio y 11 frecuencias de TV abierta, respectivamente, entre 1998-2003 y entre 1999-2006 se identificaron 24 resoluciones a favor de empresas representadas por un presidente de AER. Además de ello, la auditoría encontró concesiones, transferencias y renovaciones de frecuencias; prórrogas de plazos, asignaciones sin estudios técnicos y ‘regularizaciones’ ad infinitum de las moras de pago de las tarifas, todo ello, violando disposiciones legales y reglamentarias. Adicionalmente, por medio del mecanismo de ‘devolución-concesión’, estos piratas se apropiaron de las frecuencias, un bien público sin fines comerciales, incluyéndolas en el precio de venta de sus medios de comunicación.

Todo ello condujo a la concentración de medios en pocas manos, a su orientación mercantilista y a la discriminación de la mayoría de personas que solicitaban las concesiones. Así, de 1943 solicitudes de frecuencias de radio y TV hechas entre 1995-2009, 1269 (65,31%) no fueron atendidas y solo el 22,7% (441) fueron autorizadas. El tiempo promedio de respuesta fue de 8 años, aun cuando se registraron demoras por todo el período. Por otra parte, de las 441 solicitudes autorizadas, el 86,4% correspondió a actividades comercial-privadas y apenas el 0,2% a comunitarias. No solo se postergaba a las comunidades por este manejo corrupto. Se evidenció también la mediación del racismo y de una legislación expresamente discriminatoria que bloqueaba su acceso.

Toda esta podredumbre del campo comunicacional se puso en jaque con la Ley Orgánica de Comunicación (LOC) (2013) y tendrá su jaque mate cuando se entreguen los resultados del concurso para la concesión de frecuencias convocado hoy por la autoridad pública y que ha puesto los pelos de punta de partidos, medios y asociaciones involucrados en el manejo corrupto y discriminatorio descrito. Pese a estas voces, por fin las comunidades podrán acceder a una frecuencia a través de criterios de mérito e igualdad de oportunidades y sobre la base de principios inherentes a la democratización de la comunicación. Solo quienes entienden la libertad de expresión como prerrogativa de poder sobre los ‘Otros’ pueden oponerse a ello.

martes, 28 de junio de 2016

¿Qué tendrían que hacer los divorciados para comulgar en misa?


Jorge Costadoat S.J.
Centro Teológico Manuel Larraín

RyL.- El Papa Francisco, en base al informe final del Sínodo aprobado por los obispos (2015), ha reconocido la posibilidad de que comulguen en misa los divorciados vueltos a casar, las personas que convivan establemente y las que se encuentren en situaciones semejantes. Esta posibilidad, por cierto, siempre ha existido para quienes simplemente se han separado o divorciado y no han contraído una nueva unión; y, de antiguo, para quienes manteniendo una convivencia seria, se abstienen de la intimidad sexual (San Juan Pablo II en Familiaris consortio).

En Amoris laetitia el Papa, sin cambiar la doctrina tradicional sobre la unidad y la indisolubilidad del matrimonio sacramental, introduce un cambio en la disciplina de acceso a la comunión eucarística. No añade excepciones, como la mencionada sobre la abstención de relaciones sexuales. En cambio, establece orientaciones generales que debieran aplicarse a todo tipo de casos y ofrece algunos criterios que han de ser considerados.

Las orientaciones generales son tres: voluntad de integración de todos, necesidad de un acompañamiento y discernimiento en conciencia. Este último puede parecer novedoso, pero pertenece a la más auténtica y antigua tradición de la Iglesia. El Evangelio de Jesús es una apelación al corazón de las personas que solo puede ser acogido libremente, sin coacción, sin miedo. En Amoris laetitia el Papa ha subrayado la importancia del debido respeto a los laicos que deben tomar las decisiones que atañen a sus vidas con recta conciencia; es decir, en última instancia, solos delante de Dios (42, 222, 264, 298, 302, 303). Lo hace incluso a modo de autocrítica: “… nos cuesta dejar espacio a la conciencia de los fieles, que muchas veces responden lo mejor posible al Evangelio en medio de sus límites y pueden desarrollar su propio discernimiento ante situaciones donde se rompen todos los esquemas. Estamos llamados a formar las conciencias, pero no a pretender sustituirlas” (37). Por otra parte, estas personas deben saber que nadie puede acusarlas de estar en pecado mortal y, por el contrario, deben creer que la gracia de Dios nunca les faltará para crecer en humanidad (291, 297, 300 y 305); y que pueden contar siempre con el amor incondicional de Dios (108 y 311).

Antes de esto, sin embargo, el Papa pide a los católicos que se encuentran en estas situaciones llamadas irregulares que tengan un acompañamiento pastoral. Lo hace en estos términos: “Invito a los fieles que están viviendo situaciones complejas, a que se acerquen con confianza a conversar con sus pastores o con laicos que viven entregados al Señor. No siempre encontrarán en ellos una confirmación de sus propias ideas o deseos, pero seguramente recibirán una luz que les permita comprender mejor lo que les sucede y podrán descubrir un camino de maduración personal” (312).[1] 

La voluntad de Francisco es integrar a todos (297). Ha de verse cómo y, por cierto, no puede hacérselo de un modo irresponsable. Esta integración, pensamos, solo tiene sentido cuando las mismas personas quieren integrarse lo más posible a la vida eclesial, y no recuperar simplemente la comunión como un derecho perdido.

El Papa ofrece una serie de criterios para que estas personas puedan ir reintegrándose lo más posible a la vida eclesial. Estos criterios aparecen algo desperdigados en el capítulo octavo. Aquí los desplegamos y también recogemos lo que en ellos pudiera quedar implícito. Probablemente no son los únicos, pero son los principales. En cualquiera de los casos debe considerarse:

El grado de consolidación (298) y estabilidad de la nueva relación (293).

La profundidad del afecto (293).

La voluntad y prueba de fidelidad (298).

La intención y prueba de un compromiso cristiano (298).

La responsabilidad con los hijos del primer matrimonio (293, 298 y 300).

El sufrimiento y confusión que ha podido causar a los hijos el fracaso del primer matrimonio (298).

La responsabilidad con los hijos del nuevo vínculo afectivo (293).

La situación del cónyuge cuando ha sido abandonado (300).

Las consecuencias que tiene la nueva relación para el resto de la familia y la comunidad eclesial (300).

El ejemplo que se da a los jóvenes que se preparan al matrimonio (300).

La capacidad para superar las pruebas (293).

Será especialmente importante:

Un reconocimiento de la irregularidad de la nueva situación (298).

Una convicción seria sobre la irreversibilidad de la nueva situación (298).

Un reconocimiento de culpabilidad –si la ha habido- en el fracaso del primer matrimonio (300).

Un conocimiento de la seriedad de los compromisos de unidad y fidelidad del primer matrimonio, y de las exigencias de verdad y de caridad de la Iglesia (300).

Es necesario recordar que el texto citado más arriba señala que el acompañamiento requerido también puede realizarlo una persona laica entregada al Señor. Esto facilitará la ayuda en este discernimiento a quienes han tenido una experiencia traumática con algún sacerdote durante la celebración del sacramento de la reconciliación o a quienes estiman que el presbítero disponible no es quien mejor puede acompañar.

Esta posibilidad pastoral que Amoris laetitia reconoce a quienes actualmente no pueden comulgar en misa debe entendérsela como el reverso del deseo de la misma Iglesia de comulgar con ellos. La Iglesia acepta que comulguen porque ella quiere, y necesita, comulgar con ellos, con sus sufrimientos, con sus esfuerzos por salir adelante, con sus aprendizajes dolorosos y con su crecimiento espiritual. Este es el tono general de la exhortación del Papa Francisco. Por nuestra parte podemos agregar que si la jerarquía eclesiástica, los matrimonios y las familias bien constituidas, no tuvieran nada que aprender de los divorciados unidos en nuevos vínculos y de sus segundas familias; si se descartara que ellos, precisamente en circunstancias de vida turbulentas, han podido tener una experiencia espiritual que puede inspiradora para los demás cristianos, a la comunión eucarística le estaría faltando algo fundamental.

lunes, 27 de junio de 2016

Sinceramente, ¿tiene arreglo el Brasil actual?

 
Leonardo Boff

Quien observa la escena político-social-económica se pregunta: ¿Tiene arreglo Brasil? Una banda de ladrones, travestidos de senadores-jueces intenta, contra todos los argumentos en contra, condenar a una mujer inocente, la presidenta Dilma Rousseff, a la cual no se acusa de ninguna apropiación de bienes públicos ni de corrupción personal.

Con las recientes delaciones premiadas, ha quedado claro que el problema no es la presidenta, es el Lava Jato que, además de las acusaciones selectivas contra el PT, está llegando a la mayoría de los líderes de la oposición. Todos, de una u otra forma, se beneficiaron de las propinas de Petrobrás para garantizar su victoria electoral. “Tenemos que detener esta sangría”, dijo uno de los conocidos corruptos, “de lo contrario seremos todos afectados; hay que sacar a Dilma”.

Nadie arriesga sus bienes para financiar su campaña. No lo necesita: existe la mina de la caja 2 alimentada por las empresas corruptoras que crean corruptos a cambio de ventajas posteriores en términos de grandes proyectos, generalmente sobrefacturados, donde adquieren gran parte de sus fortunas.

Hemos llegado a un punto ridículo a los ojos del mundo: dos presidentes, uno usurpador, débil y sin ningún liderazgo, y otro legítimo pero retirado y hecho prisionero en su palacio; dos ministros de planificación, uno retirado y otro sustituto; un gobierno monstruoso, antipopular y reaccionario.

Estamos efectivamente en un vuelo ciego. Nadie sabe hacia dónde va esta nación, la séptima economía mundial, con yacimientos de petróleo y gas de los mayores del mundo y con una riqueza ecológica sin paragón, base de la economía futura. Tal como se delinea la correlación de fuerzas, no vamos a ninguna parte sino a un eventual conflicto social.

El pobre, la mayoría de la población, se ha acostumbrado a sufrir y a encontrar salidas como puede. Pero llega a un punto en el que el sufrimiento se vuelve insoportable. Nadie aguanta, indiferente, viendo a un hijo morir de hambre y de absoluta falta de asistencia médica. Y dice: así no puede ser; tenemos que rebelarnos.

Esto me hace recordar a un obispo franciscano del siglo XIII en Escocia que, rechazando los altos impuestos cobrados por el Papa, respondió: non accepto, recuso et rebello (“no acepto, me niego y me rebelo"). Y el Papa retrocedió. ¿No podría ocurrir algo semejante entre nosotros?

Cuando en mis charlas, haciendo un esfuerzo inmenso para ofrecer un rayo de esperanza, me dicen: «¡es que tú eres pesimista!», respondo con Saramago: «no soy pesimista; es la realidad que es pésima». Efectivamente, la realidad está siendo pésima para todos, menos para aquellas élites adineradas, acostumbradas a la rapiña, que ganan con la desgracia de todo un pueblo. Ellas tienen su templo de profanación en la Avenida Paulista de São Paulo, donde se concentra gran parte del PIB brasilero.

Lo grave es que estamos faltos de líderes. Exceptuando al ex-presidente Lula, cuyo carisma es indiscutible, apuntan dos: Ciro Gomes y Roberto Requião, para mí los únicos líderes fuertes que tienen el valor de decir la verdad y piensan en Brasil más que en las disputas partidarias.

Esta crisis tiene un telón de fondo nunca resuelto en nuestra historia, desenmascarado recientemente por Jessé Souza. (A tolice da inteligência brasileira, 2015). Somos herederos de siglos de colonialismo que nos dejó la marca de «gente sin importancia», dependiendo siempre de los de afuera.

Todavía peor es la herencia secular de la esclavitud que hizo que los herederos de la Casa Grande se sientan señores de la vida y de la muerte de los negros y los pobres. No basta lanzarlos a las periferias; hay que despreciarlos y humillarlos. La clase media imita a los de arriba, se deja manipular totalmente por ellos e inocentemente y se hace cómplice de la horrorosa desigualdad social.

Esas élites de super-ricos (71.440 que personas ganan 600 mil dólares al mes, dice el IPEA) se hicieron con los medios de comunicación de masas, golpistas y reaccionarios, que funcionan como aceite para su maquinaria de dominación. Esas élites nunca quisieron la democracia, solamente aquella de bajísima intensidad, que pueden comprar y manipular; prefieren los golpes y la dictadura. Como hoy ya no es posible hacerlo mediante las bayonetas, planearon otro expediente: el golpe viene a través de una artificiosa articulación entre políticos corruptos, el poder judicial politizado y la represión policial. Tres tipos de golpe, por tanto: político, jurídico y policial.

Termino con las palabras pertinentes de Jessé Souza: «nos encontramos en un mundo comandado por un sindicato de ladrones en la política, una justicia de “justicieros” que los protege, una élite de vampiros y una sociedad condenada a la miseria material y a la pobreza espiritual. Es necesario que este golpe sea comprendido por todos. Es el espejo de aquello en lo que nos convertimos». ¿Diré como Martin Heidegger: «sólo un Dios podrá salvarnos»? Marx tal vez sea más modesto y verdadero: «para cada problema hay siempre una solución». La habrá.

domingo, 26 de junio de 2016

Anastasio Gallego: "Con Francisco, el aire que se respira es otro, por más que haya gente empeñada en cerrar la ventana"


José Manuel Vidal

RD.- Es todo un personaje en Ecuador. Un latinoamericano nacido en España. Se llama Anastasio Gallego. Ha sido Prorrector de la Universidad de Santa María, una Universidad chilena con campus en Guayaquil. Se acaba de jubilar. Asegura que, con Francisco "se respira otro aire, aunque algunso traten de cerrar la ventana", dice que "Europa no entiende el mundo" y recuerda a sus "santos", como Helder Cámara o López Marazón, "uno de los cino o seis santos que he conocido".

Educador popular. Un hombre muy conocido y muy respetado. De mucho prestigio. Nació en Zamora capital, donde su padre estaba de guardia civil en el año 43.

Cuentas cómo surge tu vocación en alguna entrevista que leí. En aquellos años, en los que el seminario era una de las pocas vías de salida de movilidad social para la gente del campo, o como tú en este caso, hijo de funcionario.

Como he estado algunos años como Prorrector en la Universidad, y en una Universidad sobre todo de administración, veo que en aquella época tenían una buena forma de captar personas para los seminarios y para los colegios de religiosos. Consistía en ir de pueblo en pueblo por las escuelas. Vamos, que lo que hoy algunos llaman el "Departamento de promoción", lo había ya en aquellos años.

Nos inculcaban el afán de estudiar y de salir del campo, que por entonces tenía fama de retrógrado, y de que había que estudiar para salir adelante. Mi escuela, la visitó un padre de la orden de los Carmelitas, que tenían el colegio a 12 km. de donde yo estaba. Y que, además, coincidía que era el pueblo de mi madre, donde estaba la familia. Me apunté yo primero, después, se apuntó mi hermano Pablo, que es uno de los seis de Sucumbíos famosos. Es carmelita y lleva 42 años en la selva. Y luego se apuntó el tercero, que llegó hasta Filosofía. Ahí lo dejó y murió hace poco, ya jubilado.

¿Cuántos años estuviste ejerciendo?

Ocho.

¿El paso a Guayaquil, fue con los Carmelitas?

Sí. Yo pertenecía a lo que se llamaba la provincia de Burgos. Hoy creo que es la provincia Ibérica. Y la provincia Carmelitana de Burgos tenía, además de provincias españolas, Uruguay, el sur de Brasil, Río Grande, Bolivia y Ecuador. Incluida en Ecuador la misión de Sucumbíos.

Conociste de cerca, imagino, a López Marañón, recientemente fallecido.

Cuando entré al noviciado, fue mi ayudante de maestro. Después fue maestro de profesos. Después, encargado de los estudiantes de Filosofía. Conviví con él cinco años en España. Y luego, 40 años años en América. Porque mantuve, pese a todo, la relación con los carmelitas. Y concretamente con Gonzalo, que para mi y para mi familia es simplemente Gonzalo, con el que trabajé hasta el último momento en toda la pelea de su salida del Vicariato.


¿Era un hombre ejemplar, no?

Totalmente. Creo que es de los cinco o seis santos que he conocido. De la altura de Hélder Câmara, o de monseñor Proaño. De ese calibre era Gonzalo.

Gran calibre. Lo debió pasar mal en aquellos momentos en que la estructura eclesiástica le hizo sufrir tanto.

Humanamente hablando, lo pasó muy mal. Muy mal. Y sobretodo, porque tenía las manos atadas. Le llegó una carta de Roma, donde le agradecían los servicios prestados. Le decían que no estaba en la línea de la Iglesia y que le aceptaban la jubilación. Además, que nombraban a otro para que pusiera las cosas en orden, de la Iglesia. Le pedían, que de inmediato saliera del Vicariato. Y, recuerdo textualmente: "a ser posible, a su país de origen. No vuelva más". No le permitieron ni siquiera ir de visita.

¿Ni volver?

Ni volver.

Había un movimiento para repatriar sus restos mortales. ¿Qué pasó al final?

Lógicamente, el Vicariato de San Miguel de Sucumbíos quiere tener los restos de su primer obispo, con todo lo que él supuso en cuarenta años. Realmente, es muy difícil verlo desde aquí. La zona de la provincia que llama San Miguel de Sucumbíos era la selva. Estaban los grupos no contactados, los sí contactados como los shuaras, cofanes y sionas, los colonos, que estaban ingresando..., pero, sobre todo, las compañías petroleras. Texaco y compañía. De hecho, Lago Agrio, que hoy es la capital de la provincia, en los años 72 al 75 llegó a ser, después de Vietnam, el aeropuerto de helicópteros con mayor movimiento en el mundo. Por la penetración de las compañías petroleras. Estructura del Estado, no había prácticamente nada.

Gonzalo empezó, primero creando comunidades. De ahí la capilla, que servía de escuela, y de sala de reuniones para la organización de la gente. Tanto de indígenas como de colonos. Parroquias, pero con un estilo diferente, porque eran equipos de misioneros. El equipo vivía en comunidad. El sacerdote, que solía estar allí, la religiosa o religiosas y el grupo de laicos. Convivían con las separaciones debidas, pero eran un equipo.

Oficialmente tenía que nombrar un párroco, y lo nombraba. Pero el encargado de la parroquia era el grupo. Se trabajaba con la planificación que se hacía cada año en asamblea plenaria de todos.

Una forma de trabajar sinodal. Lo que estamos reviviendo ahora con Francisco. O intentando.

Sí. Lo viví porque asistí a la primera asamblea de la diócesis, y después a varias más. Las decisiones se tomaban en la asamblea. El obispo tenía la última palabra, y con Gonzalo, que tenía la cabeza dura. Recuerdo una anécdota de él, que decía: "esto no lo puedo admitir". Alguien le dijo: "coño, Gonzalo, ¿por qué no?", y contestó: "porque mira, de aquí os podéis ir todos si no os gusta, menos yo, que soy el obispo".

Tenía carácter, entonces.

Tenía el carácter de un hombre de una profunda oración. Entonces, prácticamente, la organización de la provincia era la organización de la Iglesia. Allí estaban las Comisiones binacionales de Derechos Humanos, de la Sociedad Civil... Y no porque la Iglesia lo mandara todo, sino porque la Iglesia estaba encarnada en la gente. Y está todavía.

Uno de los deseos de la Iglesia del Vaticano II, que después se corta.

Con la ventaja de que además de Vaticano II, tuvimos Medellín y tuvimos Puebla. Y concretamente en Ecuador, se escribió conjuntamente un documento que se llamaba Nociones Pastorales de la Iglesia en Ecuador. Que era trasladar lo del concilio Medellín-Puebla a la situación concreta de Ecuador.

¿Tu hermano sigue allí?

Sí.


La memoria de López Marañón me imagino que sigue viva.

Sigue viva, pero generando controversias. Sabemos ya que el cuerpo no va ser repatriado. Primero, porque fue la decisión de Gonzalo, que sufrió, como tú decías, mucho. Logró ir a Roma, y se pasó de oficina en oficina en el Vaticano más de un mes, desvirtuando toda la porquería que habían enviado sobre él.

¿Quiere decir últimamente, ya con el papa Francisco? ¿El Papa le recibió personalmente?

Sí, estuvieron hablando 45 minutos. Y el papa sabe que él quería irse a Angola. Ya que no podía regresar a Ecuador. Es una vieja tradición carmelita, que en vida de santa Teresa, ella quiso mandar a los primeros carmelitas a Angola. De hecho, fueron dos misiones, pero nunca pudieron llegar. Gonzalo tenía esa idea, y entonces, a los 82 años, se fue a Oporto a aprender el portugués y a tramitar sus papeles. Y después, se fue a Angola hace un año con esa idea de morir siendo misionero, y, como él decía, "una semilla en África".

¿Por eso se va a quedar allí?

Sí, creemos que sacarle de allá, sería ir en contra de lo que él pensaba.

Es su última voluntad.

Sí. De hecho, el Presidente de la República, cuando se enteró de la iniciativa de repatriarle, dijo que el Estado correría con los gastos. No tanto porque fuera un obispo, y tuviera ese privilegio, sino porque cualquier ecuatoriano que haya muerto, tiene derecho a ser repatriado, si lo pide un grupo de paisanos. Y Gonzalo también tenía la nacionalidad ecuatoriana.

El hecho de ser recibido por el Papa supuso cierta rehabilitación para vosotros y para él.

En lo personal, yo creo que fue un bálsamo para sus heridas. No me cabe la menor duda. Quien estuvo cerca, decía eso. Y de todos modos, para el resto, el hecho de que le haya recibido también dice mucho.

Otra de tus especialidades, aparte de la dedicación a la educación que has tenido durante muchos años, ha sido el diálogo ecuménico. Formaste parte durante años del Instituto del ISAL.

Sí, es "Iglesia y Sociedad en América Latina".

A través del ISAL conociste a gente muy importante, ¿no? Desde Fidel Castro hasta Hélder Câmara.

Este tipo de movimientos, como el Movimiento Ecuménico en América Latina, surgen a partir del Consejo Mundial de Iglesias. Iglesia y Sociedad en América Latina, yo te diría que es uno de los padres de la Teología de la Liberación; Richard Shaull, en el "Ojo del Huracán", después, Ruben Alves, a quien también le conocí. Hugo Assmann, Pedro Negre Rigol, un jesuita catalán del grupo de Bolivia, de las Minas Siglo XX y la radio Pío XII.

Fue un movimiento de diálogo de cristianos, de las distintas iglesias y denominaciones. En el caso concreto de ISAL, eran sobretodo teólogos, sociólogos, escrituristas..., o sea, pensamiento. Dándole fundamento a todo lo que estaba ocurriendo en América Latina y, al mismo tiempo, generando.

¿Al mismo tiempo que Gustavo Gutiérrez, o antes?

De este grupo termina surgiendo el famoso grupo de teólogos del tercer mundo. Donde estaba Gustavo Gutiérrez también. Con Gustavo, nos reunimos varias veces en la serie de talleres y seminarios que se fueron dando por toda América Latina. Porque se hacían grupos en cada uno de los países. Entonces, digamos, era un recorrer América Latina en este sentido, con las iglesias y la Iglesia Católica. Por ejemplo, en Brasil existe la CONIC, que es la Conferencia de Iglesias Cristianas de Brasil.

¿Este movimiento sigue existiendo?

Entiendo que la ISAL, no. Porque con la época de la represión fue un nombre muy quemado. Gran parte de estos teólogos fueron perseguidos. Por ejemplo, Hugo Assmann, tuvo que salir de Brasil. Fue a Chile, perseguido por la dictadura, y recaló en Costa Rica. A Arroyo, de Chile, le pasó lo mismo. A Julio Barreiro de Uruguay le pasó lo mismo estando en Argentina. A los argentinos les ocurrió lo mismo. Yo estuve en el año 76 en una reunión, en Costa Rica, donde le cambiamos el nombre al ISAL. El que presidió esa reunión (esto sería por el mes de octubre), despareció el primero de enero del año siguiente. Era Rector de la Universidad San Luis, en Rosario. Desapareció.

¿En Rosario de Argentina?

Sí. Nunca más se supo de él. Sabemos que intervino hasta el presidente Carter, para ver qué había pasado con él. Nunca se supo. Entonces, se decidió cambiar el nombre de ISAL por ASEL, Acción Social Ecuménica Latinoamericana.

¿Y esa, sigue existiendo?

Todavía existe un poquito.

¿Qué recuerdas de Hélder Câmara? ¿Cómo era? Acabas de decir que es un santo.

Era un hombre pequeño, delgadito, que daba la impresión de muy frágil. Su mirada, era una mezcla de firmeza y de ternura. Cuando yo le conocí, ya estaba muy golpeado. Una de las cosas que más le hirió fue la muerte de su secretario particular. Lo cogieron en la dictadura, y un día apareció colgado de un árbol frente su casa. Le golpeó enormemente. Era un hombre muy pastoral, nosotros le tuvimos en Guayaquil de visita, y se comportaba como uno más. En la comunidad en la que estábamos, confirmó a los niños. Era una mezcla de abuelo y de padre al mismo tiempo.

¿Crees que su proceso de beatificación puede ir adelante, como el de monseñor Romero?

Debiera ir. No tanto porque se necesiten santos, porque a los santos, los necesitamos en vida. Después se vuelven inofensivos.

Bueno, como iconos, sí representan.

Ahí entramos, creo, en una discusión muy fuerte, en un periodo en el que yo creo que hay muchas cosas que están cambiando.

Si a mi me dijeran que le hacen santo a don Hélder Câmara, para mi sería una fiesta. Lo mismo que si le hacen santo a don Leónidas Proaño en Ecuador. Lo mismo que si le hacen a Gonzalo.

¿Pero, hay perspectivas de que pueda suceder? Hace unos años era impensable.

Esto ha cambiado notablemente. El aire que se respira es otro, por más que haya gente empeñada en cerrar la ventana.


En América Latina, donde han surgido todos estos profetas, y abundantes, que tú has conocido, como Lorscheider, grandes obispos y proféticos, parece que ya no hay o quedan menos. O no se conocen tanto.

A eso se dedicó el Vaticano, para que no los haya. Porque los Nuncios, lo que han hecho ha sido nombrar mucho mediocre para el obispado. Y que no den problemas.

¿Fue una estrategia?

Para mí, consecuencia de cómo pensaban. Pero con lo que uno ha visto en estos últimos veinte o treinta años, te puedo comparar, en el caso de Ecuador. Cuando hace treinta años estuvo Juan Pablo II, teníamos de cardenal al padre Pablo Muñoz Vega, jesuita que había sido rector en la Gregoriana. Un hombre de una autoridad impresionante, a pesar de lo pequeñito que era. Estaba otro carmelita, que hoy está desmemoriado, monseñor Luis Alberto Luna Tobar.

Luna.

Estaba monseñor Proaño, creo que todavía estaba. Y Mario Ruiz. Había un grupo de obispos que tenían una fuerte presencia, pero sobretodo, una gran autoridad moral. A los treinta años, casi no hay nada.

Entonces, actualmente, en la Iglesia Ecuatoriana, que tú conoces bien, ¿casi no queda nada?

Quedan personas, como por ejemplo, Jesús Esteban Sádaba, que es el obispo capuchino de la diócesis de Guarabico. Recibió a los carmelitas en su diócesis cuando los echaron. Y, creo yo, aunque no me consta, que probablemente se enfrentó al Nuncio, y a una buena parte de la Conferencia Episcopal.

He leído cosas durísimas contra el Nuncio. Escritas por un historiador, un tal Ayala.

Enrique Ayala.

Pero terribles. Como que desprecia al pueblo ecuatoriano.

No tiene idea. Es un diplomático, representante del Estado Vaticano, que lo que hace es de espía. Y armar los nombramientos de obispos. Lleva más de diez años de Nuncio. Y sigue ahí, pese a que hay deseos de que lo quiten. Tiene el apoyo de un sector de la población. Eso es indudable. Y de un sector del clero, un sector del episcopado. De los veinticuatro o veintiséis obispos diocesanos, en su periodo se habrán nombrado más de quince.

Y le quedan todavía. Según me contaban, cinco o séis nombramientos que hacer, entre ellos el del arzobispo de Quito.

Sí. Y por lo que he sabido, parece ser que ya está nombrado el de Cuenca.

Sí. Lo publicamos el otro día. Un tal Caicedo, muy cercano al Opus Dei.

Sí.

Sería, según publicamos, la venganza por no haber conseguido a su candidato para Guayaquil.

Ya, en esos entretelones, yo llegué a una conclusión en toda la lucha (porque estuve muy cerca), de la salida de Gonzalo. Me di cuenta de una cosa: de Roma viene lo que a Roma va.

Es un viejo refrán eclesiástico.

Y que se lo puedo confirmar, porque yo vi la cantidad de porquerías que había contra el obispo. Hay una anécdota muy curiosa. Un día, llegando yo a Lago Agrio, una persona se acercó a quien iba conmigo, y me dice: "de parte de la Presidencia de la República, les devuelvo esta carpeta (era una carpeta de unos 10 cm. de grosor), ya hemos sacado fotocopias de esto y aquí tienen los originales, por si les sirven". Se habían equivocado de grupo. Nos entregaron la carpeta a nosotros, con toda la porquería que mandaban contra Gonzalo.

¿Quién la mandaba, si se puede saber?

Pues mira, los grupos más fundamentalistas de la diócesis. No te olvides que en esa diócesis, existen intereses petroleros y madereros. Es zona de frontera. Y cuando digo esto, no es que estoy en límite con Portugal. Simplemente un río me separa geográficamente. Una de las últimas veces que fui a la frontera, por la parte de San Miguel, llegué, y por la parte ecuatoriana, había en el cuartelillo un grupo de militares de infantería de marina, jugando a voléibol. Crucé el puente, y del otro lado, había sacos terreros, cubriendo una caseta, con dos ametralladoras emplazadas. Era Colombia. Ahí tienes parte de guerrilla, todavía. Tienes los paramilitares, y tienes narcotráfico. Todo junto.

Linda con la zona de las FARC, o del ELN.

Sí, sí. Hemos tenido épocas, en que veíamos bajar por el río, ocho o diez cadáveres. Nadie se atrevía a tocarlos. Porque, si los cogían para enterrar y resulta que eran muertos de la guerrilla, entonces, tú eras de los otros. La gente prefería dejarlos, por temor a que viniera la guerrilla, o el ejército. Esa zona, es toda la frontera del Vicariato. Además, es la zona que estaba afectada también por las fumigaciones de glifosato. Se ha hecho todo un estudio del perjuicio del glifosato, que sirve para fumigar las plantaciones de coca. Que, cuando uno ve la realidad, aunque suene medio populista, es como, si porque hay muchos borrachos y se mueren en la carretera, fumigamos Valdepeñas, o la Rioja.

Y a nivel eclesial, el sucesor, era de los Heraldos del Evangelio.

Los primeros que visitaron los heraldos fue a los cuarteles militares y policiales.

Es un grupo muy conservador. Aquí se conocen menos.

Hasta físicamente. Y el nombre, de las Carmelitas y los Carmelitas "Descalzos". Mandaron a los Heraldos, que tienen una cierta espiritualidad carmelita, pero que usan "botas" hasta las rodillas.


Y unos trajes, con unas cruces grandes.

Con la cruz de Santiago. Uno lo ve, y cree que está viendo, no sé, un templario. Era de lo más contradictorio, en ese sentido. Y hasta quisieron quitar la patrona de Lago Agrio, que el nombre oficial es Nueva Loja, porque la fundaron emigrantes de una provincia que se llama Loja. Estos emigrantes trajeron su Virgen del Cisne, que es la patrona. Pues estos quisieron quitarla y poner a la Virgen de Fátima. Así que les dijeron: "oiga, primero, la virgen es una. Y segundo, esta es nuestra tradición".

Háblame un poco de la situación política. Parece ser que en estos momentos Latinoamérica está virando: vuelve la derecha a Argentina, a Brasil..., ¿Ecuador resiste?

Quiero que resista.

Pero Correa se va.

Puede quedar su vicepresidente, que tiene una imagen muy querida. La derecha no quiere que sea candidato, porque no va a atreverse a atacarle. Es un hombre con un carisma muy especial, siempre de buen humor. Lleno de alegría, entusiasmo y optimismo. Él está en una silla de ruedas, porque lo atracaron y le metieron un balazo en la espalda hace años. Es el hombre que ha hecho visibles a los discapacitados en su periodo como vicepresidente. Y es querido, yo diría que por el 90% de la población. Si él va de candidato, que parece que sí, seguiría el Movimiento.

Has preguntado por América Latina. Como mi especialidad también es análisis político, te diría que toda esta corriente arranca desde el movimiento Lavalas, en Haití. Con Bertrand Aristide.

"Lavalas" es la avalancha cuando las lluvias son fuertes en Haití. Los ríos crecen desmesuradamente y se llevan por delante todo lo que encuentran a su paso. Eso era Lavalas. La gente, de todo nivel y orientación, quería acabar con lo anterior, y esto era una avalancha para llevarlo. Liquidaron a Aristide de una manera humillante. Recuerda que lo depusieron, le metieron en un avión y le mandaron a la República Centroafricana. Dese allí, él pudo ir a Sudáfrica. Pero le metieron en el corazón de África y en uno de los países más pobres que hay.

Cuando dices que le metieron en un avión, ¿a quiénes te refieres, a la oligarquía? ¿Cuál es el movimiento que está detrás de todo?

Indudablemente, la pequeña oligarquía haitiana. Pero nunca ha significado nada para nadie. Es, yo creo, una marioneta en manos del imperio. Si el movimiento del padre (porque era un salesiano), Bertrand Aristide, tenía éxito, sería peligroso para otras islas del Caribe. Estaban muy cerca de Cuba y de Santo Domingo. Suponía una complicación para el poder del imperio. Como ocurrió con la independencia, cuando los dos países más importantes que reconocieron a Haití como estado, fueron el Vaticano y los EE.UU, más de 20 años después de su proclamación, porque tenían miedo de que los esclavos liberados contagiaran el sur de EE.UU.

Como decía, este movimiento surge en Haití. El segundo movimiento, casi del mismo estilo, es el movimiento que encabeza Hugo Chávez. Lo hace frente a la enorme corrupción, tanto del Copei como de la Alianza Democrática de los Adecos. Este movimiento surge de la socialdemocracia. Después del famoso "caracazo".

Después pasa en Bolivia, con el movimiento al socialismo. Donde aparece un hombre con un carisma especial, Evo Morales. Apenas terminó la secundaria, y tiene de vicepresidente un especialista en matemática pura, que es García Linera. También es una conjunción de diversos grupos.

Ocurre lo mismo en Ecuador. Aunque no es el caso de Brasil, donde está el PT con años de lucha. Ni es lo mismo del caso de Chile. En el caso de Ecuador, se crea PAIS: País Altivo y Solidario. Que también es una alianza de diversos grupos. Unos se han ido quedando en el camino y otros siguen.

¿Está dando frutos en Ecuador?

En diez años, ha dado frutos increíbles. Personalmente, mi análisis es que quizás, lo que hizo fue crear consumidores, no ciudadanos. O sea, más de un millón de personas, de un país de catorce millones, salió de la pobreza y engrosó la clase media, que es la que está sintiendo la crisis ahora. Porque los de la clase alta,han ganado más dinero que nunca. Por una razón sencilla, la reconstrucción de toda la red vial, las centrales hidroeléctricas, los edificios, hospitales, etc., todas las mejoras, las ha llevado a cabo la empresa privada.

¿Y a la gente pobre le llegó algo?

Sí. Indudablemente. En mi sector, la gente que no tenía hospitales, hoy los tiene. También escuelas y universidades. Hoy, pueden tener becas para estudiar en cualquier universidad del mundo. Eso es real. Quien quiera negarlo es que se ha tapado los ojos. Ciertamente, ocurre que aunque haya infraestructuras, como los hospitales, no hay suficientes profesionales, porque no se pueden construir, como un edificio, en un año. Y especialistas, menos. Todavía estamos en una etapa de consolidación. Hay hospitales equipados, pero, por ejemplo, si tú pones un escáner en una provincia que ha estado medio abandonada, de dónde sacas un especialista que pueda trabajar con un escáner y que quiera vivir ahí.

Han cambiado las comunicaciones, la educación. Han mejorando los sueldos de los maestros, que estaban ganando 150 o 200 dólares, y hoy ganan 800. Lo mismo ocurría con la policía. En un cuartel, no había pistolas para todos. Y les cobraban las balas que disparaban. Parece de chiste, pero es verdad.


¿Fracasa el modelo venezolano, o la información que nos llega es desinformada?

Venezuela tenía que dar un salto mucho más grande que Ecuador y Bolivia. Porque Bolivia siempre fue pobre. Pero la imagen de Venezuela es de que siempre fue rica. Aunque el pobre mismo tenía la sensación de que el país era rico, el boliviano, no. Llega la crisis del petróleo, y todo el cambio que estaban haciendo, se les viene al suelo. Porque no tienen con qué suplirlo. Deben cambiar la matriz productiva. Yo he estado en Venezuela, donde ahora dicen que no hay comida, y he visto llegar camiones llenos de lechugas, porque en Venezuela no se producían. Como había plata, se compraba lo necesario en Colombia, o en otro lado. Hay que cambiar todo el esquema de un país, que vivía de la renta petrolera, al de un país que tiene tiene que organizarse.

Una anécdota: había un secretario general de un sindicato petrolero que en el jardín de su casa tenía un león.

Decíamos que Venezuela era el parqueadero de América. Fue el primero que tuvo autopistas.

¿Por eso le está costando más el cambio? ¿Temes que pueda haber un estallido social? ¿Qué salida ves a la crisis de Venezuela?

No la veo fácil. Porque siento que hay un partido gobernante muy desgastado que necesita una organización interna. Sabiendo, además, que tienen una fuerte oposición. Ecuador produce 500.000 barriles diarios. Venezuela tiene las mayores reservas mundiales de crudo pesado en el Orinoco. Ecuador es un país chiquito. Venezuela es un país de unas riquezas enormes. Hay mucha gente detrás de estas riquezas, los intereses que se mueven en Venezuela son muy grandes. Se quiso romper la hegemonía, por ejemplo, en armamento. Como Estados Unidos no les vendía piezas para sus aviones de guerra, ellos importaron aviones de Rusia. La armada rusa hizo maniobras en Venezuela. Puso en peligro a América. Y Estados Unidos reactivó la flota del Atlántico. Más allá de todo este movimiento que hay, existe un interés geopolítico muy fuerte. Y es cierto.

Acabaron con Honduras. Mataron a Berta, la ecologista, hace poco. Pero no pasa nada. Si eso llega a ocurrir en Venezuela, sería un estallido social, pero como ha pasado en Honduras, silencio. En Paraguay, declararon ya que en las matanzas de campesinos por las cuales tumbaron a Fernando Lugo, nada tuvo que ver el gobierno. Como es Paraguay, no pasa nada. Aunque haya un movimiento, hoy está entregado a los grandes sembradores de soja. Y así, sucesivamente.

No son los mismos intereses, cuando hablamos de Venezuela, que ha tenido que componer prácticamente el país.


Lógicamente, el papa tiene que estar preocupado por todo lo que está pasando en su patria grande.

Me imagino que sí. Además, el cardenal Secretario de Estado Parolin era el Nuncio en Caracas. Él conoce de primera mano lo que está pasando allá. Y lo que que está pasando en Argentina.

Julio Barreiro era un politólogo uruguayo, de ISAL. En los primeros años de los 70, escribió un artículo en la revista "Cristianismo y sociedad" que se titulaba "De la época de las ilusiones, al tiempo del realismo". Era la época de Montoneros, de los Tupamaros, de la Unidad Popular, donde el socialismo estaba a la vuelta de la esquina. En cuatro o cinco años, arrasaron con todo y América Latina se convirtió en una dictadura militar. De ahí se fue saliendo. Frente a la quiebra de lo militar, se entró a la democracia. Y la democracia, dejaron que se acabara. Entonces vino todo el tema de la corrupción, que, si lees con detenimiento, hasta la caída de Unión Soviética, no se hablaba de ella.

Quien hablaba de la justicia burguesa corrupta, del Estado burgués corrupto, etc, lo hacía financiado por el dinero de la Habana, o el oro de Moscú. Porque quería destruir el sistema. Desaparece la Unión Soviética y comienza a aparecer el tema de la corrupción. Y puedes ir viéndolo en América Latina, país por país: En Bolivia, los Patiño eran dueños del estaño y los bolivianos no contaban para nada. En Chile, pasaba lo mismo con el cobre.

Y en Perú, el gobierno forma parte del grupo de la Alianza para el Pacífico. Casualmente, los dos gobiernos más cercanos al imperio, son el primer y el segundo país productores de cocaína del mundo. Colombia y Perú. Colombia tiene, además, el tráfico de esmeraldas. Perú, en el departamento de Madre de Dios, según la revista "Caretas de Lima", se mueven más de 2.000 millones de dólares del oro ilegal. De tal modo, que los unos dicen, ahí está Sendero Luminoso todavía, y los otros, ponen un regimiento especial del ejército. Pero casi nadie habla de cómo está Perú.

¿A nivel eclesiástico, estás ilusionado con esta nueva etapa del papa Francisco?

Sí.

¿Te parece que puede cuajar?

Yo creo que sí. No sé cuánto nos durará, ojalá que mucho. Pienso que van saliendo muchas cosas, y que dar marcha atrás va a ser muy difícil. No digo que no se pueda dar. De todos modos, viví la etapa de Juan XXIII y la de Pablo VI, a quien acusaban que la Iglesia se le fue de las manos, y a quien yo debo agradecer Medellín. Y desde ahí entramos en una etapa bien distinta.

Ahora, se volvió a abrir la puerta, en un estilo diferente. No como dice el cardenal de Praga: que no sabemos nada, porque venimos de la otra punta del mundo. Que somos latinoamericanos y el Papa no entiende Europa.

Yo creo que lo que pasa es que Europa no entiende el mundo. Hoy, desde América, no esperamos nada de Europa. En general. Si quieres comerciar con Europa, hay tratados de libre comercio, donde volvemos un poco a etapas anteriores. Por ponerte un ejemplo: si Ecuador quiere vender banano a Europa, tiene que pagar un impuesto de cerca de 150 dólares por tonelada. Solo con que nos quitaran ese impuesto, sería la mayor ayuda al desarrollo.

Pero hay esperanza, ¿no?

Sí, sí. Yo creo que son tiempos extraordinarios. Hay gente que está volviendo a la Iglesia, gracias a los nuevos aires del Papa, y a una mejor imagen de la Iglesia. Lo notas en que mucha gente, te dice: esto es lo que queríamos.

La primavera, que ha llegado. Anastasio, es un placer. Muchas gracias.

Encantado, también.