MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

viernes, 31 de enero de 2014

VIGENCIA DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN[1]


“Él liberará al pobre que grita

y al miserable que no encuentra ayuda;

tendrá piedad del débil y del pobre

y salvará la vida de los que padecen oprobio,

la rescatará de la violencia y la opresión”

(Salmo 72)

Todos los colectivos, partidos, organizaciones políticas, gremiales y de base y movimientos que en Colombia trabajan por una democracia revolucionaria, es decir, equitativa, justa, pacífica, incluyente y plural, amorosa con la casa común, solidaria, de manso reparto y de buen vivir tienen que ser radicalmente abiertos a las diversidades, dados a la palabra, a los acuerdos y a la negociación. A ese debate sin pausa pertenece un tema que es por sí mismo de vocación desestabilizadora y subversiva, la Teología de la Liberación. Esta reflexión de origen cristiano es relativamente reciente y ha sobrevivido a poderosos y persistentes enemigos. Se inició con la radical “opción preferencial por los pobres y por su proyecto histórico” asumido por los obispos latinoamericanos reunidos en su asamblea general en Medellín, en 1968; se presentó formalmente en Lima en 1971 con el libro del sacerdote Gustavo Gutiérrez “Teología de la liberación. Perspectivas”. Sólo siete años después empezó a ser fuertemente vapuleada por dos centros de poder que se unieron con ese propósito, El Vaticano y la Casa Blanca.

A la pregunta por la validez y vigencia de esa reflexión hay que responderle afirmativamente y sin vacilaciones con apoyo en cinco razones fundantes o tesis sobre su validez histórica:

1. Por su fuente primaria que es la biblia. El Antiguo Testamento se teje con cuatro hilos preciosos y claros, a) la experiencia mosaica que se construye alrededor y a partir de una liberación histórica de la esclavitud y la opresión del pueblo en Egipto y la búsqueda de una nueva tierra de libertad; b) la monarquía de David que se declara instrumento de Yahveh en defensa de los pobres; c) el movimiento profético capaz de hacer lectura crítica de las estructuras de poder que producen opresión, de levantar la voz de denuncia del pecado social y de proponer un ordenamiento del mundo de Israel en justicia, derecho y libertad; y d) la literatura sapiencial que no es otra cosa que el grito histórico de los pobres convertido en escuela de pensamiento.

El Nuevo Testamento, inaugurado con el ministerio y el anuncio de Jesús de Nazaret, gira, por su parte, sobre tres goznes: a) la opción Fontal y explícita de Jesús por los pobres y su liberación; b) el testimonio del apóstol Juan que presenta a los pobres y marginados como predilectos del Reino anunciado por Jesús; c) la predicación de Pablo que anuncia que en Cristo, Dios se hace solidario con una humanidad intrínsecamente pobre.

2. Por sus praxis inspiradoras. Cuando la Teología de la Liberación asume las comunidades eclesiales de base como ambiente natural de su maduración teórica y de sus implicaciones políticas, recoge la práctica de las comunidades cristianas de los tres siglos siguientes al Jesús histórico. Esas comunidades que se fueron abriendo y multiplicando, desde la Palestina de Jesús y por toda la cuenca del Mar Mediterráneo hasta la Roma imperial, tenían como sello propio la celebración de la eucaristía que, a su vez, tenía cuatro marcas-momentos esenciales: a) Una memoria de la acción y de la palabra de Jesús; b) un comer sororal-fraternal sin clases y en equidad como prefiguración de la sociedad igualitaria que querían; c) una plegaria por la fortaleza en medio de las amenazas; d) un fortalecimiento de acciones subversivas para deslegitimar el poder imperial.

3. Por la persistencia de las causas que la originaron. Persiste un poder imperial que, a la manera del romano en su momento, trata a los países de la región como dependientes sumisos de sus políticas de mercado, de acumulación en pocas manos, de saqueo del suelo y del subsuelo, de tratados dispares de comercio, de cierre de fronteras y levantamiento de nuevos muros de exclusión, de gobiernos títeres que son obsecuentes en el cumplimiento de sus mandatos. Por otro lado y de la mano del imperio, crecimiento de la fuerza y la brutalidad, el poderío militar y el aferramiento al poder de burguesías nacionales que niegan los derechos fundamentales de la mayoría, que son dueñas absolutas de la ley y de sus interpretaciones y de las riquezas nacionales. Los aparatos burgueses de poder permanecen intocados y los caminos de acceso popular a la conducción de sus vidas y de su historia siguen tan cerrados como en esa segunda mitad del siglo veinte que vio nacer, como una esperanza histórica y política, la Teología de la Liberación.

4. Por su eficacia salvadora. La reflexión, la praxis y los compromisos políticos que desató la Teología de la Liberación a lo largo y ancho de toda América Latina dieron señales y resultados locales, regionales y nacionales de históricas liberaciones. Hoy podemos recordar el significado de las comunidades eclesiales de base en el primer triunfo revolucionario del Movimiento Sandinista para la liberación nacional en Nicaragua y en las luchas casi hasta la victoria del Frente Farabundo Martí para la liberación nacional en El Salvador; hay que recordar, así mismo, la forma como esa reflexión y esa praxis inspiraron partidos, movimientos, alianzas, redes, organizaciones y coordinadoras nacionales de los sectores de izquierdas formales y populares, movimientos de economías solidarias y de resistencias locales y la ampliación de redes nacionales e internacionales en orden a la liberación de los pueblos.

5. Por los excluidos aún no llamados a la mesa común de la liberación. Aunque la Teología de la Liberación ha significado palabra y acciones esperanzadoras que han convidado a la mayoría de los excluidos históricos, todavía tiene que abrirse más, rompiendo los esquemas patriarcales y las normalizaciones monoteístas, monógamas, ortodoxas y heterosexuales de Occidente, para abrazar a otros excluidos que aún no se atreve a nombrar con valentía y radicalidad. Menciono algunos que tienen una fuerza simbólica: a) las y los excluidos por su diversidad sexual y de género, b) los no creyentes, c) las y los agentes de pastoral excomulgados o negados por las iglesias formales, d) las mujeres excluidas por los poderes curiales por su ordenación presbiteral y/o episcopal. Como ancho y generoso es el “Reino de Dios”, categoría esencial de la Teología de la Liberación, ancha, abundante y generosa para con todas y todos tiene que ser la mesa de esa teología que nace entre empobrecidos y se hace en bien de todas las libertades humanas.

Ancízar Cadavid Restrepo
La Estrella, Antioquia (Colombia)

jueves, 30 de enero de 2014

..."COMO EN EL BRAZIL TAMBIEN EN ECUADOR... NUNCA LAS Y LOS JOVENES POBRES PUEDEN "OSAR" INTENTAR ENTRAR A LOS "MEGAMAXIS", "SAN MARINOS" "PASEOS SAN FRANCISCO" (vaya nombrecito que grosera ironia) o mas... EN LA PUERTA LES ESPERAN PERROS GUARDIANES O LA PATRULLA, PERO IGUAL... ¿Y PARA QUE?..."

Leonardo Boff

El fenómeno de centenares de jóvenes que van juntos a dar una vuelta por los shoppings centers de Río y São Paulo ha suscitado las más disparatadas interpretaciones. Algunas, de los acólitos de la sociedad neoliberal de consumo, que identifican ciudadanía con capacidad de consumir, generalmente en los grandes periódicos de los medios comerciales, no merecen consideración. Son de una indigencia analítica que da vergüenza.

Pero hay otros análisis que han ido al centro de la cuestión, como el del periodista Mauro Santayana del JB on-line y los de tres especialistas, que han evaluado la irrupción de estos jóvenes en la visibilidad pública y el elemento explosivo que contienen. Me refiero a Valquíria Padilha, profesora de sociología en la USP de Ribeirão Preto: “Shopping Center: la catedral de las mercancías” (Boitempo 2006), al sociólogo de la Universidad Federal de Juiz de Fora, Jessé Souza, “Ralea brasilera: quién es y cómo vive” (UFMG 2009), y a Rosa Pinheiro Machado, científica social con un artículo “Etnografía del rolezinho” en Zero Hora de 18/1/2014. Los tres dieron entrevistas esclarecedoras.

Por mi parte interpreto de la siguiente forma tal irrupción:

En primer lugar, son jóvenes pobres, de las grandes periferias, sin espacios de ocio y de cultura, penalizados por servicios públicos ausentes o muy malos, como salud, educación, infraestructura sanitaria, transporte, ocio y seguridad. Ven televisión cuyas propagandas los seducen para un consumo que nunca van poder realizar. Saben manejar computadores y entrar en las redes sociales para articular encuentros. Sería ridículo pedirles que analicen teóricamente su insatisfacción. Pero sienten en la piel cuan malvada es nuestra sociedad porque excluye, desprecia y mantiene a los hijos e hijas de la pobreza en una invisibilidad forzada.

¿Qué se esconde detrás de su irrupción? El hecho de no ser incluidos en el contrato social. De poco vale que tengamos una constitución ciudadana, que en este aspecto es solamente retórica, pues ha implementado muy poco de lo que prometió con vistas a la inclusión social. Ellos están fuera, no cuentan, ni siquiera sirven de carbón para el consumo de nuestra fábrica social (Darcy Ribeiro). Estar incluido en el contrato social significa tener garantizados los servicios básicos: salud, educación, vivienda, transporte, cultura, ocio y seguridad. Casi nada de esto funciona en las periferias. Lo que están diciendo con su penetración en los bunkers del consumo es: “míranos de cerca”, “no estamos parados” “estamos aquí para incomodar”. Con su comportamiento están rompiendo las barreras del apartheid social. Es una denuncia de un país altamente injusto (éticamente), de los más desiguales del mundo (socialmente), organizado sobre un grave pecado social pues contradice el proyecto de Dios (teológicamente). Nuestra sociedad es conservadora y nuestras élites extremadamente insensibles a la pasión de sus semejantes y por eso cínicas. Continuamos siendo Brasilindia: una Bélgica rica dentro de una India pobre. Todo eso denuncian los rolezinhos, más con actos que con palabras.

En segundo lugar, ellos denuncian nuestra mayor llaga: la desigualdad social cuyo verdadero nombre es injusticia histórica y social. Es relevante constatar que con las políticas sociales del gobierno del PT la desigualdad disminuyó, pues según el IPEA el 10% más pobre tuvo entre 2001-2011 un crecimiento de renta acumulado de 91,2% mientras que la parte más rica creció un 16,6%. Pero esta diferencia no atacó la raíz del problema, pues lo que supera la desigualdad es una infraestructura social de salud, escuela, transporte, cultura y ocio que funcione accesible a todos. No es suficiente transferir renta; hay que crear oportunidades y ofrecer servicios, cosa que no ha sido el objetivo principal del Ministerio de Desarrollo Social. El “Atlas de la Exclusión Social” de Márcio Poschmann (Cortez 2004) nos muestra que hay cerca de 60 millones de familias, de las cuales cinco mil familias extensas detentan el 45% de la riqueza nacional. Democracia sin igualdad, que es su presupuesto, es farsa y retórica. Los rolezinhos denuncian esa contradicción. Ellos entran en el “paraíso de las mercancías” vistas virtualmente en la TV para verlas realmente y sentirlas en las manos. Este es el sacrilegio insoportable para los dueños de los shoppings. Estos no saben dialogar, llaman a la policía para que los reprima y cierran las puertas a esos bárbaros. Sí, bien lo vio T. Todorov en su libro “Los nuevos bárbaros”: los marginalizados del mundo entero están saliendo del margen y yendo hacia el centro para suscitar la mala conciencia de los “consumidores felices” y decirles: este orden es orden en el desorden. Los hace frustrados e infelices, llenos de miedo, miedo de sus semejantes que somos nosotros.

miércoles, 29 de enero de 2014

85 ricos contra 3.500 millones de pobres


Pedro Pierre
pedro.pierre@telegrafo.com.ec

Es el informe que acaba de publicar Oxfam, una organización internacional que busca soluciones contra la pobreza y la injusticia. “Las 85 personas más ricas del mundo tienen tanto dinero como 3.500 millones de los más pobres del planeta, la mitad de la población de la Tierra”. Este informe confirma lo que denunciaban hace un año los ‘Indignados’ españoles: “Los banqueros y las multinacionales y sus accionistas son el 1% y nosotros el 99%”.

El documento de Oxfam se concentra en la dimensión de la desigualdad económica global causada por la creciente riqueza de los más ricos que plantea la amenaza al progreso humano.

Pero, ¿tenemos todavía la capacidad de indignarnos y rebelarnos?

Cuánta indiferencia y, por lo mismo, cuánta complicidad nuestra y de nuestro alrededor. Por todo esto unido hemos llegado a esta desgracia.

Ojalá el papa Francisco logre despertar en algo a los católicos por una parte para que nos demos cuenta de este ‘pecado mortal’ que es el sistema neoliberal, porque mata de verdad. Los gestos, las intervenciones y la exhortación dirigida a los propios católicos son suficientemente claros y contundentes para reorientar la misión de todos los bautizados hacia la conversión personal y las transformaciones sociales.

El mismo papa Francisco acaba de mandar una carta a los participantes del Club Mundial de los más ricos en Davos, Suiza. Denuncia que “los objetivos logrados -aunque hayan reducido la pobreza de un gran número de personas- a menudo han llevado aparejada una amplia exclusión social… Es intolerable que todavía miles de personas mueran cada día de hambre, a pesar de las grandes cantidades de alimentos disponibles…”.

Invita a los participantes a reflexionar sobre “las causas de la crisis económica que sacude al mundo…”. El Papa aboga por la promoción de un enfoque inclusivo que tenga en cuenta la dignidad de toda persona humana y el bien común. Insiste en la necesidad de “decisiones, mecanismos y procesos encaminados a una mejor distribución de la riqueza, la creación de fuentes de empleo y la promoción integral del pobre, que va más allá de una simple mentalidad de asistencia”.

Estos acentos papales nos recuerdan lo que escribía el apóstol Santiago a su comunidad de Jerusalén: “Ahora les toca a los ricos: lloren y laméntense porque les han venido encima desgracias… Han conocido solo lujo y placeres en este mundo, y lo pasaron muy bien, mientras otros eran asesinados. Condenaron y mataron al inocente”.

martes, 28 de enero de 2014

Rafael Correa insta a los médicos a no dejarse manipular con el tema de la mala práctica médica.


Quito, 27 ene (Andes).- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, instó a los profesionales de la salud a no dejarse manipular por las tergiversaciones del artículo del 146 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) que tratan de generar una crisis en el sector médico.

“Médicos de mi patria no se dejen manipular", expresó el presidente ecuatoriano ante cientos de simpatizantes que se dieron cita en la Plaza Grande y manifestaron su acuerdo con la sanción ante la mala práctica médica incluida en el COIP.

"Nuevamente se tensa el país por una falacia, por mentiras, por manipulación”, agregó Correa en relación a los médicos que se oponen a la aprobación del COIP, porque han “recibido una mal información”.

“Varios grupos de médicos no se han dado cuenta de lo que este gobierno ha hecho en el sector de salud (…) Después de algunos años reconocerán lo bueno que será este código", agregó Correa.


Por su parte, la Ministra de Salud, Carina Vance expresó que "lo que se quiere con el COIP es proteger a la ciudadanía". Además, explicó a los asistentes a la Plaza Grande el artículo 146 y las condiciones en las que sanciona la mala práctica que serán en las acciones innecesarias, peligrosas e ilegítimas que sean recurrentes.

Asimismo expresó su rechazo contra varios medios de comunicación que tergiversan el contenido del COIP como el artículo Muerte por mala práctica médica, de Diario HOY. Miembros de asociaciones contra la mala práctica y ciudadanos llegaron a la plaza a manifestarse en favor del COIP, que “no dejará en la impunidad delitos cometidos por mala práctica médica”, dijo Elicene Cartagena, miembro de la Asociación contra la mala práctica médica y familiar de víctima que falleció por mala práctica médica.

Por su parte, el presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, Alberto Narváez, se contradijo en su discurso ante cerca de 1500 estudiantes de medicina y decenas de médicos, que se movilizaron este lunes hacia el Ministerio de Salud Pública como medida de protesta al artículo 146 del Código Orgánico Integral Penal.

En primera instancia, el galeno dijo a la audiencia reunida en las inmediaciones del Ministerio de Salud que se sumarían a la paralización del martes de la próxima semana, propuesta por la Federación de Médicos Privados, quienes no atenderán en Consulta Externa.

"Nadie va a paralizar los servicios, los privados (lo van a hacer). Nosotros no vamos a detener los servicios, porque no se puede, no estamos planteando jamás eso. Nosotros no vamos a atentar contra el pueblo no nos vamos a poner hacerle juego al presidente. Eso jamás", dijo después, increpado por la inconstitucionalidad de una posible paralización.

El grupo se movilizó por las calles de la capital ecuatoriana en medida de protesta contra la aprobación del artículo 146 del Código Orgánico Integral Penal.


"El otro martes los médicos privados propusieron hacer una protesta de brazos caídos y nosotros nos sumamos a esa protesta (...) eso tenemos que escaladamente como los médicos privados, un día, dos días, una semana hasta derrotar esta postura", dijo en primera instancia.

"Rechazo, rechazo, al Código Penal", fue la principal consigna de los manifestantes que se movilizaron desde el hospital Carlos Andrade Marín en el centro capitalino hasta el Ministerio de Salud, donde permanecieron.

Fuente. http://www.andes.info.ec/es/noticias/rafael-correa-insta-medicos-no-dejarse-manipular-tema-mala-practica-medica.html

lunes, 27 de enero de 2014

La petrolera rusa Gazprom gana el Premio de la Vergüenza en paralelo a Davos

 

Sergio Ferrari, desde Suiza

En la otra vereda del Foro Mundial de Davos
La petrolera rusa Gazprom gana el Premio de la Vergüenza
La GAP se alza con el premio del Jurado Internacional
Con más de 85 mil votos en contra la empresa rusa Gazprom obtuvo este jueves 23 de enero el “Premio de la Vergüenza” otorgado por el público (People’s Award). El mismo es otorgado por el “Ojo Público” (mirar ciudadano), en el marco de las actividades paralelas al Foro Económico Mundial que se reúne entre el 22 y el 26 de enero.

Más de 280 mil votantes se pronunciaron así entre varias empresas trasnacionales que son cuestionadas por la opinión pública internacional por su responsabilidad en la violación de derechos humanos o ambientales. Nombres como el de GlencoreXstrata, Marine Harvest, Syngenta, Bayer, BASF, la sudafricana Eskom y la financiera HSBC se encontraban entre las candidatas a ese premio que desde 2000 señala a la peor empresa del año.

Hecho anecdótico del 2014: la Federación Internacional del Futbol Asociado (FIFA) también fue incluida en la lista. Los promotores sostienen que “la organización de la Copa del Mundo del 2014 trae efectos negativos para Brasil, en particular para la gente que vive en la proximidad inmediata de los estadios”.

El premio –sanción a la Gazprom se fundamenta en que es la primera compañía que construyó una plataforma de perforación en el Ártico, específicamente en el mar ruso de Pechora. Su proyecto ha sido criticado por importantes actores de la opinión pública mundial debido a las consecuencias ambientales que conlleva ese proyecto. Gazprom, hasta el momento, se opone abiertamente a hacer público el plan de urgencia contra la polución provocada por el petróleo.

El Jurado Internacional convocado por el “Ojo Público sobre Davos” concedió, por su parte, el Premio a la infamia a la trasnacional de origen norteamericano GAP, una de las principales importadoras de vestidos elaborados en Bangladesh. GAP rechazó de firmar un acuerdo con los sindicatos de ese país para mejorar las condiciones laborales luego del derrumbe de la fábrica Rana Plaza en ese país en abril del 2013 y que costara la vida a 1’100 personas.

El Jurado estuvo integrado por numerosas personalidades internacionales, entre ellas Cécile Bühlmann, ex – diputada nacional y presidenta del Consejo de Fundación de Greenpeace en Suiza; Kumi Naido, antiguo secretario general del Llamado Global contra la Pobreza (GCAP) y director ejecutivo de Greenpeace Internacional; la doctora india Vandana Shiva, una de las referencias del movimiento anti-globalización. También los profesores de filosofía práctica Klaus Peter Rippe, de ética Ulrich Thielmann y de economía Guido Palazzo. Así como Yoke Ling Chee, directora de la Third World Network. También el filósofo Andreas Cassee y el economista Andreas Missbach, quienes representan en el Jurado a “La Declaración de Berna”, organización que junto con Greenpeace Suiza promueven el “Premio Ojo Público”, conocido anteriormente como “Ojo Público sobre Davos”.

En las bases del “premio”-sanción los promotores señalan su “mirada crítica al Foro Económico Mundial”. En nuestra mira, subrayan, las multinacionales miembros de ese evento. “Más que escuchar los discursos gentiles pronunciados en el Foro Económico Mundial por los líderes de la economía mundial, nosotros denunciamos el comportamiento irresponsable de las empresas”.

domingo, 26 de enero de 2014

El ámbito de lo divino no es nuestro hábitat.


(Is 9,14) "El pueblo que caminaba en tinieblas, vio una luz grande."
(I Cor 1,10-17) "Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Pedro..."
(Mt 4,12-23) "Convertíos, porque esta cerca el Reinado de los Cielos."

A pesar del anuncio de Jesús, no nos mueve el Espíritu sino nuestros intereses egoístas.

Desde el punto de vista teológico, es muy importante para Mt dejar claro que Jesús comienza su actividad lejos de Judea, de Jerusalén, del templo, de las autoridades religiosas. Quiere desligar la actividad de Jesús de toda posible conexión con la institución. Quiere dejar claro que la predicación de Jesús es continuación de la de Juan. También queda reflejada otra obsesión de Mt. Estamos al comienzo del evangelio y ya ha repetido seis veces: “Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura”.

No hemos tenido suficientemente claro que Jesús nunca se predicó a sí mismo, sino que el centro de su mensaje fue siempre el “Reinado de Dios”. Es verdad que él se identificó totalmente con ese Reino, pero es muy conveniente tratar de ver la diferencia. La predicación de Jesús es fruto de una profunda experiencia humana. La importancia de Jesús estriba en que fue la más fiel manifestación del Reino que es Dios.

Mt habla de "el Reino de los Cielos", los demás evangelis­tas y también alguna vez Mt, hablan de "el Reino de Dios"; con las dos formulas se quiere expresar la misma realidad. A los judíos les resultaba violento emplear la palabra Dios, por eso empleaban circunloquios para evitarla. Uno de ellos era esta expresión “los Cielos”. Sería el ámbito de lo divino, la divinidad. En los escritos más tardíos del NT se habla del Reino de Cristo. Esa expresión es muy peligrosa porque nos puede hacer pensar que Jesús es la meta y olvidarnos de Dios, como acabamos de señalar.

Hoy poder asegurar, que el núcleo de la predicación de Jesús, fue "El Reinado de Dios". Es curioso que Mt pone en boca de Jesús, al iniciar su predicación, exactamente la misma frase que había puesto en boca de Juan Bautista: “Arrepentíos, está cerca el Reino de los Cielos”. Esto no quiere decir que la predicación de Juan y de Jesús sea idéntica. Juan entiende la frase desde la perspectiva del AT. Jesús le da una significación nueva. Juan pone el énfasis en el arrepentimiento. Jesús acentúa la presencia liberadora de Dios. Lo contrario del Reino de Dios no es el reino de Herodes sino el “ego-ismo”.

La primera palabra de esa frase es ya una dificultad. El primer significado de “metanoeo”, (de donde viene “metanoya”) significa originariamente cambiar de opinión, y también rectificar y de ahí, cambiar de mentalidad, cambiar de rumbo. Al traducirlo por arrepentirse, damos por supuesto que la actitud anterior era pecaminosa. Pero también se puede cambiar de una opinión buena a otra mejor. Por no tener esto en cuenta, damos por supuesto que sólo se tiene que convertir el “pecador”. Este error nos ha llevado a una concepción completamente maniquea de la vida espiritual.

Convertirse es rectificar la dirección que llevo, cuando me he dado cuenta de que la meta no está en la dirección que mantengo sino en otra. El esfuerzo debe orientarse a descubrir lo que me hace más humano, que es la meta. Debemos tener en cuenta que muchas veces no es posible descubrir que una senda es equivocada, hasta que no la hemos recorrido. Por eso el rectificar es de sabios como decían los antiguos.

Es muy difícil concretar lo que entendió Jesús por Reino de Dios. Nunca se explica su significado en los evangelios. Seguramente ese significado se irá desvelando a través de toda su vida. Es muy probable que partiera del significado que tenía para los judíos de su tiempo y que fuera enriqueciendo la idea con su experiencia. También es muy probable que pensara en una llegada inmediata de ese Reino. La palabra griega “basileya” se refiere en primer lugar, al poder ejercido por el soberano, no al territorio ni a los súbditos. Sería más acertado traducirlo por “Reinado de Dios”.

Es imposible entender esta expresión si no salimos de la idea de un dios soberano, todopoderoso que desde su trono del cielo gobierna el universo entero. Mientras no superemos ese dios arcaico, no habrá manera de entender el mensaje de Jesús. Dios es Espíritu. Cuando decimos: “Reina la paz”, “reina la oscuridad” o “reina el amor”, no pensamos en entes que están dominando alguna parte de la realidad sino en un ambiente, en un medio inmaterial en el que se desarrolla la realidad. Esta idea es una pista para comprender la frase y escapar del peligro de materializar a Dios.

Reinado de Dios, quiere decir que el ser humano debe desarrollarse por lo que tiene de espiritual, que el ámbito de lo divino está presente en lo humano y constituye su atmósfera y su fundamento propio. El Reino es una atmósfera en que las relaciones verdaderamente humanas conmigo mismo, con los demás, con las cosas son posibles. Juan Dijo: “Él bautizará con Espíritu Santo”. Siempre que el hombre se deja mover por el Espíritu y actúa desde él, está haciendo presente lo divino.

No se trata de que Dios en un momento determinado de la historia haya decidido establecer una relación nueva con los hombres. Con la venida de Jesús no ha cambiado nada por parte de Dios. Él ha estado siempre inundándolo todo. Lo que ha cambiado es la toma de conciencia de esa realidad y la actitud de los hombres ante ella. Entrar en el Reino es tomar conciencia de esa realidad de Dios en mí e inmediatamente actuar en consecuencia. La dinámica del Reino se despliega de dentro a fuera.

En el evangelio de hoy está muy clara esta dinámica. Primero propone lo que Jesús decía, pero termina el relato diciendo que, eso que decía, lo practicaba. “Y recorría toda Galilea enseñando en la sinagogas y proclamando el Evangelio del Reino, curando todas las enfermedades y dolencias del pueblo”. Un cristianismo que no me empuje a darme a los demás, no tiene nada que ver con Jesús. El Reino se manifiesta en el que “cura”, no en el curado. Es Jesús el que hace presente a Dios, no el cojo o el ciego cuando dejan de serlo.

El Reinado de Dios, que Jesús predica y vive, significa la radical fidelidad y entrega de Dios al hombre. Por lo tanto la realidad primera de ese Reino la constituye Dios que se derrama y se funde con cada ser humano. No es una realidad que hace referencia en primer lugar al hombre, sino a Dios. El hombre debe descubrirla y vivirla. Dios no hace un favor al hombre, sino que responde a su ser, que es amor. Esto es un evangelio, es decir, “buena noticia”. Es ridículo creer que Dios nos ama por ser buenos.

El hombre, para ser fiel a Dios no tiene que renunciar a sí mismo, al contrario, la única manera de ser él mismo, es descubrir lo que Dios es en él. Por eso no puede haber otra perspectiva para el ser humano. En cuanto pone su fin fuera de Dios (fuera de si mismo), el hombre falla estrepitosamente a su verdadero ser. Ya no hay posibilidad de ser fiel ni a Dios ni a sí mismo, de una manera extrínseca, cumpliendo unas órdenes que vienen de fuera. Solamente si soy fiel a mí mismo puedo ser fiel a Dios.

El Reino de Dios no podemos identificarlo con ninguna organización social, política o religiosa. Recordemos que Dios es Espíritu y es imposible detectarlo directamente por los sentidos. Ahora bien, ese Reinado de Dios siempre se manifiesta en las relaciones entre los seres humanos. No debemos caer en la tentación de identificarlo con la Iglesia, entendida como organización. “Jesús predico el Reino de Dios pero nació la Iglesia”. Esta frase tan repetida debía hacernos pensar. El reinado de Dios se hace presente en todo ser humano que actúa como tal. Debemos comprender y aceptar que el cristianismo no tiene el monopolio de lo humano. Lo que importa es el hombre.

sábado, 25 de enero de 2014

Otra voz seria, pide la salida de Otonello


Esta vez se trata de Enrique Ayala Mora: historiador, catedrático, ex legislador y actual rector de la prestigiosa Universidad Andina Simón Bolívar.

EL COMERCIO.- 

Cambio eclesiástico

El "nuncio" es un dignatario eclesiástico que el Papa designa para que lo represente en un país. Cumple una doble función. Por una parte, es el "embajador" ante el respectivo Gobierno, por otra, es su vínculo con los católicos, especialmente con los obispos y religiosos locales.

Los nuncios suelen ser diplomáticos muy bien formados y conectados con las instancias vaticanas. Son conservadores, prudentes y hábiles. De un lado, manejan las relaciones internacionales y hasta las crisis políticas internas; de otro se mantienen en contacto con los eclesiásticos y los fieles; los orientan y aconsejan, incluso los consultan de vez en cuando.

En nuestro país ha habido nuncios destacados, pero en los últimos años hemos tenido mala pata. El arzobispo Otonello que se desempeña como nuncio en Quito por cerca de una década, ha dejado mucho que desear en el cumplimiento de ambas misiones. Su relación con los medios oficiales es deplorable. Y su contacto con los miembros de la Iglesia Católica ecuatoriana es lejana y ríspida.

Gonzalo Ortiz Crespo, en un artículo muy bien puesto del diario Hoy dijo: "Las relaciones del nuncio con los obispos del Ecuador no son solo malas sino pésimas. Otonello ha tenido constantes salidas de tono y ha protagonizado también roces con muchas autoridades civiles".

Por mi parte, me consta que los curas se quejan de que es déspota e intolerante. En una reunión en que pude charlar con un buen grupo de religiosas, la opinión fue unánime: el nuncio no quiere relacionarse con la vida eclesial del país ni con las personas que están comprometidas con ella. Es grosero y machista. No admite el diálogo. Quienes frecuentan los cocteles a los que concurre, le han oído frases de desprecio para nuestro país y su gente.

Fue pública y notoria la forma en que maltrató a monseñor López Marañón, un obispo misionero ejemplar a quien sacó virtualmente a empellones de su diócesis. El nuncio personalmente se había encargado que se aceptara en tiempo récord la renuncia del prelado, cuya obra se empeñó en desmantelar. Intentó remplazarlo con los "heraldos del Evangelio", una secta de fanáticos de extrema derecha que fueron rechazados por la gente.

De Otonello se quejan todos, hasta las monjitas rezadoras, los buenos cristianos y los obispos. Estas líneas recogen, pues, una realidad muy sentida entre los católicos ecuatorianos. Expresan la esperanza de que el papa Francisco tenga en nuestra patria un nuncio que lo represente genuinamente.

Que sea abierto y sencillo, que se acerque a la gente y no la aborrezca, que valore a este país y no lo desprecie.

Ojalá que los cambios que el Papa ha prometido lleguen aquí pronto y remplace a un prelado con aires de príncipe romano, por un pastor que represente de veras al "Siervo de los siervos de Dios".

viernes, 24 de enero de 2014

El tiempo de la Gran Transformación y de la Corrupción General


Normalmente las sociedades se asientan sobre el siguiente trípode: la economía, que garantiza la base material de la vida humana para que sea buena y decente; la política, por la cual se distribuye el poder y se organizan las instituciones que hacen funcionar la convivencia social; y la ética, que establece los valores y normas que rigen los comportamientos humanos para que haya justicia y paz y para que se resuelvan los conflictos sin recurrir a la violencia. Generalmente la ética viene acompañada de un aura espiritual que responde por el sentido último de la vida y del universo, exigencias siempre presentes en la agenda humana.

Estas instancias se entrelazan en una sociedad funcional, pero siempre en este orden: la economía obedece a la política y la política se somete a la ética.

Pero a partir de la revolución industrial en el siglo XIX, más exactamente a partir de 1834en Inglaterra, la economía empezó a despegarse de la política y a soterrar a la ética. Surgió una economía de mercado de forma que todo el sistema económico fuese dirigido y controlado solamente por el mercado libre de cualquier control o de un límite ético.

La marca registrada de este mercado no es la cooperación sino la competición, que va más allá de la economía e impregna todas las relaciones humanas. Pero ahora se creó, al decir Karl Polanyi, «un nuevo credo totalmente materialista que creía que todos los problemas podrían resolverse con una cantidad ilimitada de bienes materiales» (La Gran Transformación, Campus 2000, p. 58). Este credo es asumido todavía hoy con fervor religioso por la mayoría de los economistas del sistema imperante y, en general, por las políticas públicas.

A partir de ese momento, la economía iba a funcionar como el único eje articulador de todas las instancias sociales. Todo iba a pasar por la economía, concretamente, por el PIB. Quien estudió en detalle este proceso fue el filósofo e historiador de la economía antes mencionado, Karl Polanyi (1866-1964), de ascendencia húngara y judía y más tarde convertido al cristianismo de vertiente calvinista. Nacido en Viena, desarrolló su actividad en Inglaterra y después, bajo la presión macarthista, entre Toronto en Canadá y la Universidad de Columbia en Estados Unidos. El demostró que «en vez de estar la economía embutida en las relaciones sociales, son las relaciones sociales las que están embutidas en el sistema económico» (p. 77). Entonces ocurrió lo que él llama La Gran Transformación: de una economía de mercado se pasó a una sociedad de mercado.

Como consecuencia nació un nuevo sistema social, nunca habido antes, donde no existe la sociedad, solo los individuos compitiendo entre sí, cosa que Reagan y Thatcher van a repetir hasta la saciedad. Todo cambió, pues todo, realmente todo, se vuelve mercancía. Cualquier bien será llevado al mercado para ser negociado con vistas al lucro individual: productos naturales, manufacturados, cosas sagradas ligadas directamente a la vida como el agua potable, las semillas, los suelos, los órganos humanos. Polanyi no deja de anotar que todo esto es «contrario a la sustancia humana y natural de las sociedades». Pero fue lo que triunfó, especialmente en la posguerra. El mercado es «un elemento útil, pero subordinado a una comunidad democrática» dice Polanyi. El pensador está en la base de la «democracia económica».

Aquí cabe recordar las palabras proféticas de Karl Marx en La miseria de la filosofía, 1847: «Llegó, en fin, un tiempo en que todo lo que los hombres habían considerado inalienable se volvió objeto de cambio, de tráfico y podía venderse. El tiempo en que las propias cosas que hasta entonces eran co-participadas pero jamás cambiadas; dadas, pero jamás vendidas; adquiridas pero jamás compradas –virtud, amor, opinión, ciencia, conciencia etc.– en que todo pasó al comercio. El tiempo de la corrupción general, de la venalidad universal, o para hablar en términos de economía política, el tiempo en que cualquier cosa, moral o física, una vez vuelta valor venal es llevada al mercado para recibir un precio, en su más justo valor».

Los efectos socioambientales desastrosos de esa mercantilización de todo, los estamos sintiendo hoy por el caos ecológico de la Tierra. Tenemos que repensar el lugar de la economía en el conjunto de la vida humana, especialmente frente a los límites de la Tierra. El individualismo más feroz, la acumulación obsesiva e ilimitada debilita aquellos valores sin los cuales ninguna sociedad puede considerarse humana: la cooperación, el cuidado de unos a otros, el amor y la veneración por la Madre Tierra y la escucha de la conciencia que nos incita para bien de todos.

Cuando una sociedad como la nuestra, entorpecida por culpa de su craso materialismo, se vuelve incapaz de sentir al otro como otro, solamente como eventual productor y consumidor, está cavando su propio abismo. Lo que dijo Chomsky hace días en Grecia (22/12/2013) vale como llamada de alerta: «quienes lideran la corrida hacia el precipicio son las sociedades más ricas y poderosas, con incomparables ventajas como Estados Unidos y Canadá. Esta es la loca racionalidad de la ‘democracia capitalista’ realmente existente.”

Ahora cabe aplicar el There is no Alternative (TINA): No hay alternativa: o mudamos o pereceremos porque nuestros bienes materiales no nos salvarán. Es el precio letal por haber entregado nuestro destino la dictadura de la economía transformada en un “dios salvador” de todos los problemas.

jueves, 23 de enero de 2014

85 ricos suman tanto dinero como 3.570 millones de pobres del mundo (Inf. Oxfam)

Mensaje del Papa al Foro de Davos:

Al Profesor Klaus Schwab

Presidente ejecutivo del Foro económico mundial

Le agradezco mucho su amable invitación para dirigirme a la reunión anual del Foro Económico Mundial, que, como de costumbre, se celebrará en Davos- Klosters, a final del mes. Confiando en que este encuentro brinde una oportunidad para una reflexión más profunda sobre las causas de la crisis económica que sacude al mundo en los últimos años, quisiera aportar algunas consideraciones con la esperanza de que puedan enriquecer los debates del Foro y dar una contribución útil a su importante labor.

La nuestra, es una época de grandes cambios y avances significativos en diversas áreas, y esto tiene consecuencias importantes para la vida humana. Efectivamente "son de alabar los avances que contribuyen al bienestar de la gente, como, por ejemplo, en el ámbito de la salud, de la educación y de la comunicación” (Evangelii Gaudium, 52), así como en muchos otros sectores de la actividad humana, y hay que reconocer el papel fundamental desempeñado por la economía moderna en estos cambios, a la hora de fomentar y desarrollar los recursos inmensos de la inteligencia humana. Sin embargo, los objetivos logrados -aunque hayan reducido la pobreza de un gran número de personas - a menudo han llevado aparejada una amplia exclusión social. De hecho, la mayor parte de los hombres y mujeres de nuestro tiempo siguen experimentando la inseguridad cotidiana, y no raramente con consecuencias trágicas.

Con respecto a vuestra reunión, me gustaría hacer hincapié en la importancia que tienen los distintos sectores políticos y económicos en la promoción de un enfoque inclusivo que tenga en cuenta la dignidad de toda persona humana y el bien común. Me refiero a la atención que debería plasmar cualquier decisión política y económica, pero que, de momento, parece ser poco más que un replanteamiento. Los que trabajan en estos sectores tienen una responsabilidad precisa para con los demás, especialmente con los más frágiles, débiles y vulnerables.

Es intolerable que todavía miles de personas mueran cada día de hambre, a pesar de las grandes cantidades de alimentos disponibles y, a menudo, simplemente desperdiciados. Del mismo modo, no pueden dejar de impresionarnos los innumerables refugiados que buscando condiciones de vida con un mínimo de dignidad, no sólo no consiguen encontrar hospitalidad, sino que a menudo mueren trágicamente mientras se desplazan de un lugar a otro. Sé que estas son palabras fuertes, incluso dramáticas, pero al mismo tiempo quieren reafirmar y desafiar la capacidad de este Foro para marcar la diferencia. De hecho, los que han demostrado la capacidad para innovar y mejorar la vida de muchas personas a través de su creatividad y experiencia profesional, pueden ofrecer una contribución adicional poniendo sus capacidades al servicio de los que aún viven en medio de una terrible pobreza.

Hace falta, por lo tanto, un renovado, profundo y amplio sentido de responsabilidad por parte de todos. “La vocación de un empresario es una noble tarea, siempre que se deje interpelar por un sentido más amplio de la vida” (Evangelii Gaudium , 203). De este modo, los hombres y las mujeres pueden servir más eficazmente al bien común y hacer que los bienes del mundo sean más accesibles para todos. Sin embargo, el crecimiento de la igualdad requiere algo más que el crecimiento económico, aunque si lo presupone. Se requiere, en primer lugar, "una visión trascendente de la persona" (Benedicto XVI , Caritas in Veritate, 11 ), porque "sin la perspectiva de una vida eterna, el progreso humano en este mundo se queda sin aliento”. (Ibid) . Además, necesita decisiones, mecanismos y procesos encaminados a una mejor distribución de la riqueza, la creación de fuentes de empleo y la promoción integral del pobre, que va más allá de una simple mentalidad de asistencia.

Estoy convencido que una apertura tal a lo trascendente puede dar forma a una nueva mentalidad política y económica, capaz de reconducir toda la actividad económica y financiera dentro de un enfoque ético que sea verdaderamente humano. La comunidad económica internacional puede contar con muchos hombres y mujeres de gran honestidad e integridad personal, cuya labor se inspira y guía por nobles ideales de justicia, generosidad y atención por el auténtico desarrollo de la familia humana. Os exhorto a aprovechar estos grandes recursos humanos y morales, y a haceros cargo de este desafío con determinación y visión de futuro. Sin ignorar, por supuesto, los requisitos específicos, científicos y profesionales, de cada sector, os pido que os esforcéis para que la humanidad se sirva de la riqueza y no sea gobernada por ella.

Estimado Presidente, queridos amigos espero que podáis ver en estas breves palabras un signo de mi atención pastoral y una aportación constructiva para que vuestra actividad sea siempre más noble y fecunda. Renuevo mis mejores deseos para el éxito de la reunión e invoco la bendición divina sobre vosotros y los participantes del Foro, así como sobre vuestras familias y vuestro trabajo.

Vaticano, 17 de enero de 2014.

Francisco

miércoles, 22 de enero de 2014

El papa Francisco confirmó las CEB

Pedro Pierre 

Acaban de realizarse en Brasil dos encuentros continentales relacionados con las Comunidades Eclesiales de Base (CEB). Primero el 13° Encuentro Eclesial de CEB de Brasil, en donde estuvieron presentes más de 5.000 personas de 15 países, principalmente latinoamericanos. Participaron 72 obispos y 55 representantes de otras religiones. El tema era ‘Justicia y profecía al servicio de la vida’. Luego durante 4 días se dio la reunión de la Articulación Continental de las CEB, conformada por los asesores nacionales de las CEB de 18 países de América Latina.

Con ocasión del Encuentro de CEB, el papa Francisco envió a los organizadores y participantes una sentida carta de felicitación y apoyo. He aquí los extractos más significativos: “Queridos hermanos y hermanas, con mucha alegría dirijo este mensaje a todos los participantes del 13º Encuentro Intereclesial de las Comunidades Eclesiales de Base… Primeramente, quiero asegurarles mis oraciones… De hecho, el lema de este encuentro, ‘CEB, peregrinas del Reino, en el campo y en la ciudad’, debe sonar como una llamada para que asuman siempre más su importantísimo papel en la misión evangelizadora de la Iglesia. Como recordaba el Documento de Aparecida, las CEB son un instrumento que permite al pueblo llegar a un mayor conocimiento de la Palabra de Dios, al compromiso social en nombre del Evangelio, al surgimiento de nuevos servicios laicales y a la educación de la fe de los adultos (nº 178). Y recientemente, dirigiéndome a toda la Iglesia, escribía que las comunidades de base traen un nuevo ardor evangelizador y una capacidad de diálogo con el mundo que renuevan a la Iglesia, pero para eso es necesario que no pierdan el contacto con esta realidad muy rica de la parroquia local y que se integren de buen grado en la pastoral orgánica de la Iglesia particular…”. “Queridos amigos, la evangelización es un deber de toda la Iglesia, de todo el pueblo de Dios: todos debemos ser peregrinos… llevando la alegría del Evangelio a cada hombre y a cada mujer… Invito a todos a vivirlo (este acontecimiento) como un encuentro de fe y de misión, de discípulos misioneros que caminan con Jesús, anunciando y testimoniando con los pobres la profecía de los nuevos cielos y de la nueva Tierra, al concederles mi bendición apostólica”.

Las CEB con las y los que las acompañamos nos sentimos felices y confirmados en esta tarea eclesial bendecida por el Papa, augurando días más prometedores en nuestra Iglesia católica.

Respuesta del P. Juan Masiá (bioético jesuita) al cuestionario del Vaticano sobre la Familia.

Juan Masiá, 18 de enero de 2014 a las 10:45
(Este artículo de Juan Masiá, bioético jesuita, me parece un planteamiento muy serio para ayudar en la reflexión sobre algunos de los temas más conflictivos y discutidos sobre la Familia. Justo en este momento en que la Iglesia se prepara para el Sínodo sobre la Familia).

En  vez de responder directamente a las preguntas enviadas por el secretariado del Sínodo (que parecen formuladas para inducir y condicionar la respuesta), es preferible expresar para conocimiento de los obispos sinodales una opinión sobre cada uno de los nueve temas indicados en el título de cada bloque de preguntas. En el marco de una reunión con profesionales y matrimonios católicos que asisten a cursos de formación permanente en teología, redacto mi propia opinión incorporando las aportaciones recibidas por los participantes.

1. Sobre Biblia y magisterio eclesiástico acerca de la familia.
En vez de preguntar si se difunden y cómo se aceptan las enseñanzas de la Iglesia sobre matrimonio, familia y sexualidad, hay que plantear la revisión radical del modo de leer, interpretar y aplicar los textos bíblicos, tal como se los usa en Humanae vitae de Pablo VI, en Familiaris consortio de Juan Pablo II y en el Catecismo de 1992.
2. Sobre matrimonio y ley natural.
En vez de preguntar por el matrimonio según la ley natural, hay que revisar y corregir la manera estrecha de entender la llamada ley natural y la pretension de que la Iglesia se arrogue el monopolio de su interpretación. Es necesario clarificar el modo de entender la enseñanza de la Iglesia en el campo moral. Se refiere más a una enseñanza parenética o exhortativa, que pretende ayudar  a las personas a evitar el mal y hacer el bien. El papel de la Iglesia, como explicaba el cardenal Martini, no es el de multiplicar definiciones y condenaciones, sino el de ayudar a las personas a vivir más humanamente y con esperanza. La confusión entre estas exhortaciones y la doctrina moral es dañosa, porque provoca el malentendido de considerar herético lo que es meramente un disentir responsable con relación a una determinada recomendación que no tiene por qué ser considerada como una afirmación doctrinal.

3. Sobre pastoral familiar y evangelización.
*No es sólo cuestión de flexibilizar la práctica pastoral sin tocar la enseñanza sobre la supuesta "doctrina" de la Iglesia. De hecho, hace décadas que muchas personas creyentes y obispos y sacerdotes que están en el seno de la iglesia se sienten con toda libertad para disentir de las exageraciones de la llamada "doctrina de la Iglesia". Pero esta no cambia abierta y oficialmente y hay una brecha abierta de separación entre esta práctica pastoral evangélica y las posturas oficales de la Iglesia, con las que pierde credibilidad dentro y fuera de ella. Por ejemplo, hay creyentes que piensan que usar un preservativo está prohibido, y hay no creyentes que piensan que el uso del preservativo está condenado. Pero en el consultorio y en clase de teología moral decimos claramente, con frase del Cardenal Martini, que "ni le corresponde a la iglesia condenarlo ni es su misión recomendarlo". Sin embargo las jerarquías eclesiásticas no se han atrevido a decir esto y por eso han perdido tanta credibilidad durante los tres últimos pontificados.
*Tanto en la práctica de la pastoral familiar como en los documentos y exhortaciones de la Iglesia sobre matrimonio y familia hay que corregir tres fallos graves :
1) Hay que evitar la falta de distinción entre las enseñanzas principales (que son pocas y muy básicas, p. e., la paternidad responsable) y las cuestiones secundarias y discutibles (que pueden ser muy variadas, p.e., las recomendaciones que hicieron los Papas Pablo VI y Juan Pablo II acerca de los anticonceptivos.
2) Hay que evitar que se junte el olvido de las enseñanzas principales con el empeño en convertir en señal de identidad católica el asentimiento ciego a esas otras recomendaciones secundarias.
3) Hay que evitar que personas creyentes poco formadas como adultas en su fe crean equivocadamente que no se puede disentir de la iglesia en estas cuestiones secundarias y confundan la discrepancia razonable y responsable con la disidencia e infidelidad (Por ejemplo, disentir de la Humanae vitae no es cuestión de pecado, ni de obediencia, ni de fe. Esto hay que enseñarlo claramente y no sólo decirlo en voz baja en el consultorio o en el confesionario).



4. Sobre la actitud pastoral ante las situaciones difíciles de parejas y matrimonios.
*Hay que revisar el criterio acerca de las relaciones sexuales fuera del marco jurídicamenrte formalizado como matrimonio. Una buena referencia es el triple criterio propuesto por el episcopado japonés en su Carta sobre la Vida (1983): Criterio de fidelidad consigo mismo: ¿Cómo actuar en el terreno de la sexualidad y el amor, de modo que se respete uno a sí mismo? Criterio de sinceridad y autenticidad para con la pareja: ¿Cómo actuar en el terreno de la sexualidad y el amor de modo que se respete a la pareja? Criterio de responsabilidad social. ¿Cómo actuar de modo que se tome en serio la responsabilidad para con la vida que nace como fruto del amor?
*Hay que revisar la opinión expresada en los documentos oficiales de los tres últimos pontificados acerca de la inseparabilidad de lo unitivo y lo procreativo en la relación sexual y en cada uno de sus actos.
*La propuesta de una ética de máximos como ideal, por ejemplo, acerca del matrimonio indisoluble, debe hacerse compatible con la aceptación y apoyo pastoral y sacramental de las personas tras la ruptura de una relación matrimonial, y en el proceso de rehacer la vida con o sin otra nueva relación.

5. Sobre las relaciones de pareja homosexuales.
No basta afirmar con el catecismo que las personas con una orientación homosexualno deberían ser discriminadas ni en la sociedad ni en la Iglesia (Catecismo de la Iglesia católica, n. 2358). No basta afirmar que la orientación homosexual en sí misma no es un mal moral (Véase la Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la fe, Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre el cuidado pastoral de personas homosexuales, 1986, n. 3).
No basta explicar que algunos textos de la Escritura en que se alude a prácticas homosexuales deben ser leídos en el contexto de denuncia de las costumbres sociales de la época; no deberían ser utilizados nunca para emitir un juicio de culpabilidad contra quienes sufren a causa de su orientación sexual (Véase la Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la fe, Persona humana, 1975, n. 8). Hay que dar un paso más y, en vez de concentrarse en cuestionar la relación sexual, la Iglesia debería confrontar el problema inherente a las reacciones negativas, tanto religiosas como sociales, con que se confronta este tema en la Iglesia y en la sociedad. Y dar también el paso de la acogida comunitaria, sacramental y pastoral de estas parejas y de la educación de su prole.
6. Sobre la educación de los hijos-as de parejas "no formalizadas" según el llamado "modelo tradicional" de familia.
Sin renunciar a lo ideal, hay que ser realista. Sin dejar de recomendar el ideal de la indisolubilidad, hay que asumir el hecho inevitable de las rupturas y la necesidad de sanación humana, espiritual y sacramental. Como escribe el epsicopado japonés en su Carta del Milenio, "Reconocemos que muchos hombres y mujeres no son capaces de cumplir la promesa de amor que hicieron al casarse... Hay situaciones en las que por diversas razones la ruptura es inevitable... Estas personas necesitan consuelo y ánimo. Lamentamos que la Iglesia haya sido a menudo un juez para ellas... Cuando el vínculo matrimonial, lamentablemente, se ha roto, la Iglesia debería mostrar una comprensión cálida hacia esas personas, tratarlas como Cristo las trataría y ayudarlas en los pasos que están dando para rehacer su vida... Esperamos que quienes han pasado por el trance penoso del divorcio y han encontrado a otra persona como compañera en el camino de la vida serán apoyados por la Iglesia con un amor materno y acogedor".

7. Sobre la acogida de la vida naciente.
*No ha de extrañar que una gran mayoría de esposos católicos apoyados por el ministerio pastoral vengan disintiendo de las orientaciones eclesiásticas sobre la regulación de la natalidad. No es un problema de moral, sino de eclesialogía mal entendida. No es problema de desobediencia, sino de responsabilidad.
*La violación es un acto que, con su violencia hiere la dignidad de la persona en su mismo centro. Es evidente que el embarazo no debe ser el resultado de una violencia. Esto se aplica no solamente a los casos de violación en el sentido más estricto de la palabra, sino también a otros casos de violencia más o menos disimulada. Hay que responder que, en muchos casos, interrumpir ese proceso en sus primeros estadios constitutivos no es solamente lícito, sino hasta obligatorio. De lo contrario, la persona correría el riesgo de verse ante el dilema de asumir irresponsablemente la maternidad o recurrir a la interrupción del embarazo en el sentido estricto y moralmente negativo de la palabra aborto. La prevención de la implantación ayudaría a evitar ese dilema; la "intercepción" (que se lleva a cabo durante las dos primeras semanas) sería la alternativa razonable y responsable frente al dilema entre contracepción y aborto.
*Al defender la vida nascitura hay que evitar los malentendidos a que da lugar la definición del concebir como un momento,en vez de como un proceso; también evitar la confusión entre las interrupciones excepcionales de la gestación antes de la constitución del feto y la terminación abortiva injusta de la vida naciente.
Optamos por la acogida responsable del proceso de vida emergente y nascente, que implica la exigencia de que, si y cuando se plantee su interrupción excepcional sea de modo responsable, justo, justificado, y en conciencia. Por tanto, deberíamos presuponer, ante todo, una actitud básica de respetar el proceso de concebir iniciado en la fecundación; acoger la vida naciente desde el comienzo del proceso; favorecer el desarrollo saludable del proceso de gestación de cara al nacimiento; y protegerlo, haciendo todo lo posible para que no se malogre y para que no se interrumpa el proceso, ni accidentadamente, ni intencionadamente de modo injustificado.
Esta acogida y protección debe llevarse a cabo de modo responsable. Pero esta postura en favor de la acogida de la vida no significa que esa vida sea absolutamente intocable.La acogida ha de ser responsable y podrán presentarse casos conflictivos que justifiquen moralmente la interrupción de ese proceso. Si no se va a poder asumir la responsabilidad de acoger, dar a luz y criar esa nueva vida, hay que prevenirlo a tiempo mediante los oportunos recursos anticonceptivos (antes del inicio de la fertilización) o interceptivos (antes de la implantación).
Habrá casos límite en los que pueda darse incluso la obligación (no el derecho) de interrumpir en sus primeras fases el proceso embrional de constitución de una nueva individualidad antes de que sea demasiado tarde. Ejemplos de estos casos de conflicto de valores serían: cuando la continuación de ese proceso entra en serio y grave conflicto con la salud de la madre o el bien mismo de la futura criatura, todavía no constituída.
En estos conflictos, a la hora de sopesar los valores en juego y jerarquizarlos, el criterio del reconocimiento y respeto a la persona deberá presidir la deliberación. Cuando, como consecuencia de esta deliberación, se haya de tomar la decisión de interrumpir el proceso, esta decisión corresponderá a la gestante y deberá realizarse, no arbitrariamente, sino responsablemente y en conciencia.
Finalmente, estas decisiones de interrupción del proceso deberían tener en cuenta el momento de evolución en que se encuentra esa vida en esas fases anteriores al nacimiento. Esa vida sería menos intocable en las primerísimas fases y el umbral de intocabilidad, en principio, no debería estar más allá del paso de embrión a feto en torno a la novena semana. Pasado este umbral, si se presentan razones serias que obliguen a una interrupción del proceso, no debería llevarse a cabo como un pretendido derecho de la gestante, sino por razón de una justificación grave a causa de los conflictos de valores que plantearía la continuación del proceso hacia el nacimiento. Cuanto más avanzado fuera el estado de ese proceso, se exigirían razones más serias para que fuera responsable moralmente la decisión de interrumpirlo.

8. Sobre la dignidad de la persona en la familia.

El respeto a la dignidad de las personas en la familia es más importante que la defensa de la supuesta indisolubilidad incondicional del vínculo matrimonial. Hay que evitar laviolencia doméstica mediante el rrespeto mutuo de los esposos, el respeto de la autonomñia de los hijos-as, sin impedir posesivamente su crecimiento, y el respeto a los progenitores y cuidado en ancianidad deberían preocupar a la pastoral familiar, más que las discusiones sobre la procreación médicamente asistida o el recurso a los anticonceptivos.