MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

lunes, 31 de marzo de 2014

Creo en el Dios del Papa Francisco

Y qué decir de esa oposición silenciosa que,
no sólo en Roma, trabaja tras bambalinas
para desactivar tanta misericordia con los…
 Marco Antonio Velásquez Uribe

La jerarquía de la Iglesia lleva en sus espaldas la gigantesca y necesaria tarea de mediar entre el cielo y la tierra para traer a Dios a los hombres y mujeres, así como llevarlos a Dios. Una tarea que se ha complejizado en medio de un cambio de época que sorprende al clero con seguidores menos fieles, más exigentes, más instruidos y más estrictos con la propia libertad.

Consecuentemente, mientras la cultura galopa a ritmo desenfrenado, la iglesia institucional multiplica temores y resistencias que acentúan la brecha de incomprensión con el mundo, abriendo un abismo de grandes proporciones. Ello configura la crisis de la iglesia y de otras iglesias, y explica el avance de la increencia, el abandono de la fe materna y la privatización de la fe. Paradojalmente, la sed y hambre de Dios crecen como nunca.

En medio de un panorama tan desolador como el descrito, y ante los ojos del universo entero, el mundo católico vive una primavera sin igual, gracias al ejemplo cautivador de papa Francisco, que con un testimonio genuinamente cristiano se ha convertido en un verdadero fenómeno mediático. Francisco, con su estilo de vida y con su paternidad, ha dejado al descubierto la catolicidad de la sencillez del Evangelio, donde la bondad, la misericordia, la acogida y la predilección por los pobres consiguen mostrar la universalidad de lo simple, lo sencillo y del servicio. Paralelamente, y sin buscarlo, desentraña por contraste el absurdo de la ostentación, del poder, de la severidad, de los privilegios, de la acumulación y de otras vanidades, que vistos en la vida de los pastores provocan la nausea del Pueblo de Dios.

Curiosamente el empeño histórico de la Iglesia ha sido la sacralización de la jerarquía, mientras el testimonio de papa Francisco revela que la humanización de los pastores es lo que conmueve al Pueblo Santo. Mientras lo primero es una cripto-herejía; lo segundo evidencia la confianza de Dios en la potencialidad transformadora de la acción humana de todos los hombres y mujeres.

Quienes quieran ver en los frutos de la acción de papa Francisco una reversión de la profundidad de la crisis eclesial equivocan sus anhelos. El testimonio del papa hoy muestra un camino, y las esperanzas que despierta son eso, esperanzas.

El mundo y las comunidades eclesiales observan con preocupación la soledad del papa en su afán transformador de la Iglesia. En muchas iglesias locales persiste la exhibición escandalosa de las vanidades de cierto clero, y qué decir de algunos obispos y cardenales, que rodeados de potestades medievales continúan haciendo uso de un poder, en algunos casos despótico, que se vuelca contra los pecadores y pecadoras empedernidos, así como también con inusitada inmisericordia contra su propio clero.

Y qué decir de esa oposición silenciosa que, no sólo en Roma, trabaja tras bambalinas para desactivar tanta misericordia con los "pobres, viudas y huérfanos" desamparados de la Iglesia. Son los “planes del soberbio corazón” (Lc 1, 51b) que se reagrupan a la espera de un nuevo cónclave; mientas papa Francisco sigue multiplicando esperanza y consuelo por el mundo.

Mientras tanto, yo creo en el Dios de papa Francisco y reniego de ese dios mezquino y castigador que muestran aquellos otros.

domingo, 30 de marzo de 2014

Lo humano y lo divino quedan identificados


(1 Sm 16,6-13) “el hombre mira las apariencias, pero el Señor mira el corazón”.
(Ef. 5,8-14) En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor”.
(Jn 9,1-41) “¿Crees tú en el Hijo de hombre?”.

Lo humano y lo divino quedan identificados. La trampa de la religión ha sido hacer creer que se puede uno acercarse a Dios olvidándose del hombre.

Otro texto de Jn que nos pone en contacto con Jesús que trae luz-vida. Como en el caso de la samaritana, la iniciativa la toma Jesús, pero el interesado debe responder personalmente. Se trata de indicar a los catecúmenos el camino que tienen que recorrer antes del bautismo. Todos somos ciegos hasta que hemos aceptado la luz. Si después del recorrido, confiesas a Jesús como el Señor, están en condiciones de ser bautizados.

Todo el relato es simbólico. Con él se está proponiendo un proceso catecumenal que lleva al hombre de las tinieblas a la luz; de la opresión a la libertad; de no ser nada a ser plenamente hombre. Jesús acaba de decir: “Yo soy la luz del mundo”. Lo repite y lo va a demostrar con hechos, dando la vista al ciego. Jesús no le consulta antes, pero no suprime su libertad, le ofrece la oportunidad, pero la decisión queda en sus manos. Tendrá que ir a lavarse a la piscina, para llegar a ser él mismo. Los demás personajes siguen en su ceguera: fariseos, apóstoles, paisanos, padres.

Al mezclar la tierra con su saliva está simbolizando la creación del hombre nuevo, compuesto por la tierra-carne y la saliva-Espíritu. De ahí la frase que sigue: le untó su barro en los ojos. El barro, modelado por el Espíritu, es el proyecto de Dios realizado ya en Jesús, y con posibilidad de realizarse en todos los seres humanos. Jn usa dos verbos para indicar la aplicación del barro en los ojos: aquí untar-ungir, en relación con el apelativo de Jesús "Mesías". Más adelante dirá sencillamente aplicar.

Aquí está la clave de todo el relato. El ciego es ahora un “ungido”, como Jesús. El hombre carnal ha sido transformado por el Espíritu. La duda de la gente sobre la identidad del ciego, refleja la novedad que produce el Espíritu. Siendo el mismo, es otro. Hay gran diferencia entre el hombre sin iniciativa ni libertad y el hombre libre. De ahí que el ciego utilice las mismas palabras que tantas veces, en Jn, utiliza Jesús para identificarse: "Soy yo". Esta fórmula refleja la identidad del hombre transformado por el Espíritu. Descubre la transformación que se ha operado en su persona y quiere que los demás la vean.

El ciego, que era solo carne, se dejó transformar por el Espíritu. Jn no da ninguna importancia al hecho de la curación física. Lo despacha con media línea. Lo que de verdad importa es que este hombre estaba limitado y carecía de toda libertad antes de encontrarse con Jesús. Su vida, anodina y dependiente, está ahora llena de sentido. Pierde el miedo y comienza a ser él mismo, no solo en su interior sino ante los demás.

La piscina de Siloé estaba fuera de los muros de la ciudad. Recogía el agua de la fuente de Guijón que llegaba a ella conducida por un canal-túnel (de ahí el nombre arameo de "siloah"=emisión-envío, agua emitida- enviada). Jn aplica el nombre a Jesús, el enviado. La doble mención de untar-ungir y la de la piscina, término que era utilizado para designar la fuente bautismal, nos muestra que se está construyendo este relato a partir de los ritos de iniciación (bautismo) de la primera comunidad.

No se había mencionado que el ciego era mendigo. Estaba inmóvil, impotente, dependiendo de los demás. Este punto de partida es clave para resaltar el punto de llegada. Jesús le va a dar la movilidad y la independencia. Le hace hombre cabal. Tampoco se menciona que era sábado hasta mediada la narración. Jesús no tiene en cuente esa circunstancia a la hora de hacer bien al hombre. Amasar barro estaba explícitamente prohibido por la interpretación farisaica de la Ley. El amasar el barro el día séptimo, prolonga el día sexto de la creación. Jesús termina la creación del hombre.

Para los fariseos no tiene importancia que un hombre haya sido curado. No se alegran del bien del hombre. Solo les interesa la Ley y creen que a Dios tampoco le importa el hombre. Acuden a los padres para desvirtuar el hecho que no pueden negar. Los padres son gente sometida, en tinieblas. La pregunta es triple: ¿Es vuestro hijo? ¿Nació ciego? ¿Cómo recobró la vista? Los padres responden a las dos primeras preguntas, pero a la tercera, la más importante, no se atreven a responder. El miedo les impide aceptar cualquier complicidad con el hecho. Tiene miedo de ser expulsados de la institución.

Al fallarles la argucia empleada con los padres, intentan confundir al ciego. Quieren, por todos los medios, conseguir la lealtad del ciego aún en contra de la evidencia. Condenan a Jesús en nombre de la moral oficial y pretenden que le condene también el que ha sido curado. Ellos lo tienen claro, Dios no puede estar de parte del que no cumple la Ley. Dios no puede actuar contra el precepto ni siquiera en benefició del hombre. Quieren hacerle ver que la vista de que ahora goza es contraria a la voluntad de Dios.

Al contrario que los padres, el ciego no tiene miedo. Expresa lo que piensa ante los jefes. A las teorías teológicas, opone los hechos. Puede que se haya quebrantado la Ley, pero lo que ha sucedido es tan positivo para él, que se tiene que hacer la pregunta: ¿No estará Jesús por encima del Sábado? Ha experimentado el amor gratuito y liberador. Él sabe ahora lo que es ser un hombre y, gracias a eso, sabe también lo que es Dios. Él ahora ve, los maestros están ciegos. Descubre que en Jesús, está presente Dios. El hombre utiliza una teología admitida por todos. Dios no puede estar de parte de un pecador.

Los fariseos están tan seguros de su Ley, que no dudan en negar la misma realidad. Pero al ciego le es imposible negar lo que personalmente ha vivido. Por no negar su propia experiencia ni renunciar al bien que ha recibido, lo expulsan. Con su mentira han querido apagar la luz-vida. Al no conseguirlo, el hombre no puede permanecer dentro del ámbito de la muerte-tiniebla que es la sinagoga. Lo mismo que Jesús tuvo que salir del templo, el ciego que ha recibido la luz, tiene que salir de la institución judía.

"Fue a buscarlo". El (euron) griego no significa un encuentro fortuito, sino el fruto de una actividad con la intención de encontrar algo o a alguien. El contraste salta a la vista. Los fariseos lo expulsan, Jesús lo busca. No le dice, como al inválido de la piscina, que no vuelva a dejarse someter, porque ya había superado la prueba manteniéndose firme ante los fariseos. Con su pregunta va a acabar la obra de iluminación que había comenzado. La acción de Jesús había hecho descubrir al ciego una nueva manera de ser hombre, cuyo modelo era Jesús, "el Hombre". Jesús quiere que tome conciencia de esta realidad.

El relato termina con la plena aceptación de Jesús. "Se postró" prosekinesen) es el mismo verbo con que se designa la adoración debida a Dios en 4,20-24. El gesto de postrarse para adorar a Jesús no es infrecuente en los sinópticos, sobre todo en Mt, pero éste es el único pasaje de Jn en que aparece. Jesús, el Hombre, es el nuevo santuario donde se verifica la presencia de Dios. El ciego, expulsado, encuentra el verdadero santuario, Jesús, donde se rinde el culto en espíritu y verdad, anunciado a la Samaritana. Este culto no se puede dar a Dios más que en el hombre, porque consiste en la práctica del amor.

Termina el relato con una proclamación solemne de Jesús: “para un juicio he venido yo a este mundo: para que los que no ven, vean y los que creen ver se queden ciegos”. Estas no son palabras de Jesús sino de los cristianos de finales del s. I. clara alusión a los fariseos que se revuelven contra Jesús: ¿También nosotros estamos ciegos? Para ellos, los conocedores y cumplidores de la Ley, que tenían por ciegos a los demás, era inconcebible que alguien pudiera tenerles por ciegos. Pero la respuesta de Jesús deja muy clara la realidad sangrante: Los que más cerca se creen de Dios, son los que menos le conocen.

sábado, 29 de marzo de 2014

Nuestro lugar en el conjunto de los seres

Leonardo Boff

La ética de la sociedad dominante en el mundo es utilitarista y antropocéntrica. Es decir: considera ilusoriamente que los seres de la naturaleza solamente tienen razón de existir en la medida en que sirven al ser humano y que este puede disponer de ellos a su gusto. Él se presenta como rey y reina de la creación.

La tradición judeocristiana reforzó esta idea con su “someted la Tierra y dominad sobre todo lo que vive y se mueve sobre ella” (Gn 1,28).

Mal sabemos que, nosotros los humanos, fuimos uno de los últimos seres a entrar en el teatro de la creación. Cuando el 99,98% de todo estaba ya hecho, surgimos nosotros. El universo, la Tierra y los ecosistemas no necesitaron de nosotros para organizarse y ordenar su majestuosa complejidad y belleza.

Cada ser tiene un valor intrínseco, independiente del uso que hacemos de él. Representa una manifestación de aquella Energía de fondo, como dicen los cosmólogos, o de aquel Abismo generador de todos los seres. Tiene algo que revelar que solo él, hasta el menos adaptado, lo puede hacer y que enseguida, por la selección natural, desaparecerá para siempre. Pero a nosotros nos cabe escuchar y celebrar el mensaje que tiene para revelarnos.

Lo más grave, sin embargo, es la idea que toda la modernidad y gran parte de la comunidad científica actual proyecta del planeta Tierra y de la naturaleza. Las consideran simple “res extensa”, una cosa que puede ser medida, manipulada, según el rudo lenguaje de Francis Bacon, «torturada como lo hace el inquisidor con su víctima, hasta arrancarle todos los secretos». El método científico predominante mantiene, en gran parte, esa lógica agresiva y perversa.

René Descartes en su Discurso del Método dice algo de un clamoroso reduccionismo en la comprensión: «no entiendo por “naturaleza” ninguna diosa ni ningún otro tipo de poder imaginario; antes me sirvo de esa palabra para significar la materia». Considera el planeta como algo muerto, sin propósito, como si el ser humano no fuese parte de esa naturaleza”. 

El hecho es que nosotros entramos en el proceso evolutivo cuando éste alcanzó un altísimo nivel de complejidad. Entonces irrumpió la vida humana consciente y libre como un subcapítulo de la vida. Por nosotros el universo llegó a la conciencia de sí mismo. Y eso ocurrió en una minúscula parte del universo que es la Tierra. Por eso nosotros somos aquella porción de la Tierra que siente, ama, piensa, cuida y venera. Somos Tierra que anda, como dice el cantautor indígena argentino Atahualpa Yupanqui.

Nuestra misión específica, nuestro lugar en el conjunto de los seres, es el de ser aquellos que pueden apreciar la grandeur del universo, escuchar los mensajes que enuncia cada ser y celebrar la diversidad de los seres y de la vida.

Y por ser portadores de sensibilidad y de inteligencia tenemos una misión ética: cuidar de la creación y ser sus guardianes para que continúe con vitalidad e integridad y con condiciones para seguir evolucionando como lo viene haciendo desde hace 4,4 mil millones de años. Gracias a Dios que el autor bíblico, como corrigiendo el texto que citamos antes, dice en el segundo capítulo del Génesis: “El Señor tomó al ser humano y lo puso en el jardín del Edén (Tierra originaria) para que lo cultivara y lo guardara” (2,15).

Lamentablemente estamos cumpliendo mal esta misión nuestra, pues al decir del biólogo E. Wilson «la humanidad es la primera especie de la historia de la vida en volverse una fuerza geofísica; el ser humano, ese ser bípedo, tan cabeza-de-viento, ha alterado ya la atmósfera y el clima del planeta, desviándolos mucho de las normas usuales; ha esparcido ya miles de sustancias químicas tóxicas por el mundo entero y estamos cerca de agotar el agua potable” (A Criação: como salvar a vida na Terra, 2008, 38). Pesaroso ante un cuadro como este y bajo la amenaza de un apocalipsis nuclear, el gran filósofo italiano del derecho y de la democracia, Norberto Bobbio, se preguntaba: «¿La humanidad merece ser salvada?» (Il Foglion. 409, 2014, 3).

Si no queremos ser expulsados de la Tierra por la propia Tierra, como los enemigos de la vida, cumple cambiar nuestro comportamiento hacia la naturaleza, pero principalmente acoger a la Tierra como aceptó la ONU en abril de 2009, como Madre Tierra, cuidarla como tal, y reconocer y respetar la historia de cada ser, vivo o inerte. Existieron antes de nosotros y durante millones y millones de años sin nosotros. Por esta razón deben ser respetados como lo hacemos con las personas de más edad, a las que tratamos con respeto y amor. Más que nosotros, ellos tienen derecho al presente y al futuro junto con nosotros. En caso contrario no hay tecnología ni promesas de progreso ilimitado que puedan salvarnos.

viernes, 28 de marzo de 2014

Medios locales y extranjeros, aliados del plan de comunicación de Chevron

En 15 años, la compañía estadounidense ha destinado $ 700 millones para contratar empresas de lobby, publicidad y abogados.

Blogs, videos, noticias y avisos evidencian cómo se pusieron en práctica las directrices que ideó el experto Sam Singer. Entre las empresas que destacan aspectos de la petrolera constan H&K Media Group, CRC Public Relations, The Wall Street Journal, The Economist, La Nación y varias privadas de Ecuador.



EL TELEGRAFO.- El 18 de octubre de 2008, el experto estadounidense en comunicación corporativa y relaciones públicas Sam Singer entregó a Kent Robertson, alto directivo de Chevron, el informe ‘Ecuador Comunications Strategy’ (Estrategia de Comunicación Ecuador), en el cual se delineó una campaña mediática difamatoria contra el país, sus autoridades, la justicia, los afectados y sus abogados.

Una de las estrategias que Singer propuso a la petrolera fue asignar tareas específicas a las empresas H&K Media Group (por su conocimiento de prensa nacional e internacional desde su sede en Nueva York) y CRC Public Relations (vinculada con medios de Washington y con conexiones políticas).

H&K Media Group es una empresa estadounidense especializada en producción de televisión, asesoramiento a celebridades, posicionamiento en el mercado y desarrollo de negocios, marketing-patrocinio y consultoría. CRC Public Relations se dedica a las relaciones públicas y tiene como clientes a grandes corporaciones como Visa, Chevron Corporation y Microsoft.

El famoso estratega, denominado por el diario estadounidense San José Mercury News como ‘The Fixer’ (quien arregla), propuso en el informe crear más boletines de prensa y producir mayor material escrito, para que fueran emitidos a través de Chevron o sus sitios web. Además de la configuración de blogs.

Eso se puede comprobar en páginas como Amazon Post (theamazonpost.com) -en inglés y español- y Juicio Crudo (juiciocrudo.com) en español, donde se produce información sobre el litigio entre Chevron y los 30 mil amazónicos afectados.

En estas páginas se califica a los afectados y a sus abogados como conspiradores, parte de una supuesta red ilegal que busca a través de la extorsión, fraude y corrupción perjudicar a la petrolera.

Allí constan supuestas ‘pruebas’ con las que se trata de demostrar que los afectados y sus abogados, supuestamente, adulteraron reportes, extorsionaron a jueces y falsificaron documentos para hacer creer que hubo contaminación y afectación a la salud de 30 mil amazónicos.

Los blogs ‘no oficiales’ recogen también noticias de prensa a favor de la petrolera estadounidense, entre ellas de: Reuters, The Wall Street Journal, Bloomberg, The Economist y La Nación, de Argentina; entre la prensa nacional están: El Comercio, El Universo, La Hora, Vistazo y Expreso, entre otros (ver gráfico).

Otra de las maniobras es “dedicar tiempo para desarrollar relaciones con periodistas/editores, grupos de apoyo empresarial, asociaciones de comercio, think tanks, representantes electos y funcionarios regulatorios para presentar nuestro lado de la historia de Ecuador”.

En este sentido, el 28 de septiembre de 2013, el presidente Rafael Correa denunció en el enlace ciudadano Nº 344, que el semanario inglés The Economist, en un artículo titulado ‘It’s hard to be green’ (Es difícil ser verde), dijo que la contaminación en el pozo Aguarico 4 -donde Correa demostró que la contaminación sigue latente- era responsabilidad de Petroecuador, a pesar de que solo Texaco operó ahí hasta 1992.

Además, en ese artículo se expresó que “en un intento de desviar la ira de los ambientalistas en una vuelta en U, el Sr. Correa, este mes, disparó contra Chevron”. A esto, el Mandatario respondió que algunos de los accionistas más fuertes de la multinacional también han invertido en el grupo The Economist.

Correa, vía Twitter, invitó a The Economist a constatar in situ la contaminación, pero su corresponsal en Ecuador, Stephan Kuffner, no aceptó la invitación que la Secretaría de Comunicación formuló el 8 de octubre de 2013 a 39 analistas, editorialistas y comunicadores.

De igual forma, en el informe de Singer consta que la publicidad es un factor importante: “colocar anuncios en línea que direccionen a las personas a sitios web que nosotros preferimos”.

En los últimos 15 años, Chevron ha destinado $ 700 millones en abogados y empresas especializadas en lobby y ha contratado el servicio de publicidad en el motor de búsquedas Google, que promociona el negocio AdWords y Adsense, para “publicar sus anuncios solo pagando si los usuarios hacen clic en sus avisos”. Con ese servicio, en la web del diario quiteño El Comercio y el medio español marca.com se publicita juiciocrudo.com, a favor de Chevron.

Según Christian Espinosa, periodista especializado en gestión de redes sociales, los editores online a veces no se dan cuenta de qué se está promocionando en su sitio web; sin embargo, sí se puede filtrar la información para que no se visualice cierta publicidad, aunque eso recortaría los ingresos económicos.

En esa línea se enmarcaría la asesoría que brindó a Texaco la empresa BO Asociados Quantum, cuyo accionista principal es Benjamín Ortiz, exdirector de diario Hoy y excanciller de Jamil Mahuad.

En 2011, poco después de emitirse el fallo de la Corte de Sucumbíos, Quantum ofreció un desayuno con diplomáticos, empresarios, militares y represantantes de ONG para deslegitimar la sentencia. En 2012 Chevron le pagó alrededor de 311.000 dólares, según lo recogió EL TELÉGRAFO en septiembre pasado.

Datos

El presidente Rafael Correa, durante un conversatorio con los medios ayer en Guayaquil, reiteró que existe la campaña mediática de Chevron contra Ecuador tras una publicación del periódico británico The Guardian sobre la estrategia de la transnacional para desacreditar al país.

Afirmó que como Chevron no pudo someter ni influenciar las cortes ecuatorianas, hizo un estudio sobre Ecuador y determino que se debía decir que el sistema judicial ecuatoriano era corrupto. Sostuvo que como la petrolera sabía que era culpable, posicionó esa estrategia en medios nacionales e internacionales.

jueves, 27 de marzo de 2014

UNA LECTURA LUCIDA Y VALIENTE SOBRE EL ESPIRITU REVOLUCIONARIO DEL PAPA FRANCISCO: "La Espada de Bolívar Llega al Vaticano".

Juan Grabois

La tristeza nos embargaba. Hugo Chávez, último gran héroe del panteón de la Patria Grande, había pasado a la inmortalidad, tras dejar girones de su vida en esa última campaña que, ominosamente, cerró bajo la torrencial lluvia caraqueña rodeado del amor de su pueblo bolivariano. El poder económico alzaba las copas y brindaba “¡viva el cáncer!”, igual que cuando murió nuestra Evita, igual que cada vez que uno de los nuestros se va. Comenzaba marzo, terminaba el verano, el otoño parecía llegar implacable a ocultar el sol de la esperanza para los pobres de nuestra América.

Pocos días después, bien lejos nuestro, en una ciudad amurallada como reliquia de otros tiempos, encerrados bajo el más hermético secretismo, se desarrollaba silenciosa una lucha indescifrable, donde poco más de un centenar de hombres, demasiado humanos, elegían al pastor de 1.200 millones de católicos. Tal vez, como se dijo, Chávez ayudó desde el cielo. Tal vez los cardenales del tercer mundo actuaron con firmeza en pos de un cambio en la Iglesia. Lo cierto es que se produjo un verdadero milagro: contra todas las posibilidades, a pesar de las alevosas operaciones del Imperio, un latinoamericano, jesuita, amigo de los pobres, de ideas revolucionarias, de conducta intachable, enorme coraje y humildad ejemplar, llegaba al trono de San Pedro. Un compañero era electo Papa.
 
El estupor se apoderó del mundo cuando, en sus primeras palabras, después de inclinarse ante el pueblo reunido en la Plaza de San Pedro con sus zapatos viejos y su cruz de hierro, Francisco clamó por una Iglesia pobre para los pobres. El Cardenal Bergoglio era poco conocido en el exterior e incomprendido en su propio país, pese a su contundente trabajo pastoral y vigoroso aporte al pensamiento social cristiano. El poder económico, sin embargo, seguía con preocupación su creciente influencia en la Iglesia a punto tal que comenzaron a urdir una fuerte campaña de difamación en su contra financiada principalmente por la Fundación Ford, el National Endowment for Democracy y el British Council.

Como siempre, la propaganda estaba bien segmentada y apuntaba en forma diferenciada al público progresista y al conservador. Comunista y reaccionario, delator y subversivo, oscurantista y herético, los medios corporativos intentaron debilitar su imagen en todos los frentes sin reparar en contradicciones y fabulaciones. Obtuvieron cierto éxito en su tarea, a punto tal que muchos compañeros aunaron sus voces con los sectores más recalcitrantes en un repudio prejuicioso contra el nuevo Papa.

Las mentiras, empero, se derrumbaron como castillo de naipes frente al concluyente testimonio de miles de trabajadores, campesinos, militantes y sacerdotes tercermundistas que salieron a mostrarle al mundo quién era Bergoglio. Francisco, con sus primeros actos y palabras, confirmaba que no había dejado sus convicciones en la puerta del Vaticano y despertaba una arrolladora ola de simpatía popular. El poder tomó nota del clima social y cambiando de estrategia, comenzó a reinterpretarlo, mostrándolo como un cura bueno, simpático y campechano... moderado e inofensivo. En los próximos meses, Francisco demostraría que las mieles de la fama y el poder no lo domesticaban.

Con los pobres de la tierra, combatiendo al Capital

Durante la ceremonia de asunción de Francisco, en primera fila, muy por delante de los poderosos del planeta, un hombre robusto, de tez curtida por el sol y el esfuerzo, con su uniforme de trabajo y lucha, desentonaba entre centenares de dignatarios protocolarmente emperifollados. Era Sergio Sánchez, cartonero, villero y militante del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE-Argentina). La presencia de Sergio no fue casual, anunciaba la orientación popular del nuevo pontífice, su firme opción por los pobres y un sólido apoyo a los movimientos sociales.

Ya como obispo, Bergoglio había desarrollado una incesante aunque discreta labor de acompañamiento a los trabajadores y sus organizaciones. Las anécdotas son innumerables: solidaridad con militantes perseguidos, apoyo a las organizaciones campesinas, protección a los vendedores ambulantes, promoción de los “curas villeros”, acompañamiento de las fábricas recuperadas y una actitud frontal de lucha contra la explotación, la exclusión, la trata de personas, el narcotráfico y la cultura consumista. Todo ello sumado a su austeridad proverbial y su simplicidad en la conducta, su interpelación constante al estilo de vida satisfecho del pequeñoburgués, al hedonismo consumista posmoderno y al progresismo light, lo convertían en una figura incómoda no sólo para la derecha reaccionaria sino también para la centroizquierda liberal.

Todos los años, junto a diversas organizaciones populares, celebraba una misa bajo la consigna “por una sociedad sin esclavos ni excluidos” en la que se permitía a los trabajadores tomar la palabra y expresar crudamente sus reclamos y reivindicaciones. Sus homilías son una clara muestra del ideario franciscano, vale la pena leerlas[1].

El pensamiento social de Francisco está claramente esbozado en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium. Sus críticas al capitalismo, en particular bajo su forma neoliberal, son frontales, explícitas y estructurales. Nótese que no son descripciones de la miseria. Francisco va a fondo, ataca la propia matriz del Capital, su esencia: la maximización de la ganancia que lapidariamente describe como un “culto idolátrico al dios Dinero”.

Para mayor claridad, el documento expresa: “esta economía mata”. Califica de “burda e ingenua” la esperanza de que el mercado y quienes detentan el poder económico “derramen” equidad e inclusión social. Denuncia las terribles desigualdades y plantea abiertamente que su origen se encuentra en el mercado capitalista y la especulación financiera. Repudia las soluciones represivas contra los excluidos y la dominación solapada de los que “pretenden encontrar la solución en una «educación» que los tranquilice y los convierta en seres domesticados e inofensivos”.

Este trascendente documento plantea un programa revolucionario. No tiene tapujos en repudiar la tiranía de la propiedad privada y reivindicar el destino común de todos los bienes: “No compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos”. Nos exhorta a “crear una nueva mentalidad que piense en términos de comunidad, de prioridad de la vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos” y advierte que “mientras no se resuelvan radicalmente [!!] los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema. La inequidad es raíz de los males sociales”.

Denuncia el carácter destructivo de la cultura consumista, individualista, alienada que promueve el capital y nos alerta que “el gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada”.

El repudio al imperialismo, fundamentalmente en su variante militarista, también ha sido objeto de palabras y acciones de Francisco. Su trascendente aporte para evitar el bombardeo a Siria no deja lugar a dudas sobre su tenaz enfrentamiento con el Imperio del Dinero. Al denunciar la mano sucia del complejo militar-industrial detrás de las aventuras bélicas, al señalar la utilización miserable de los derechos humanos para justificar actos de violencia, Francisco se coloca claramente en el campo antiimperialista. Asimismo, en reiteradas oportunidades reivindicó el concepto de Patria Grande y las figuras de San Martín y Bolívar, un apoyo explícito a la unidad de nuestros pueblos.

Atacar las causas estructurales de la pobreza, avanzar en soluciones radicales, enfrentar al Imperio del Dinero, reivindicar la Patria Grande, repudiar el individualismo consumista, construir una mentalidad comunitaria y proyectar una sociedad de hermanos es la orientación estratégica del pensamiento franciscano y es, sin duda, una propuesta revolucionaria.

Francisco y los movimientos populares

Como se dijo anteriormente, el especial vínculo de Francisco con los sectores populares no se limita a la crítica contra sus verdugos y opresores. Tampoco al acompañamiento a pobres y excluidos. Francisco también promueve a sus organizaciones y militantes. Reivindica la organización popular, la lucha social, la militancia comprometida, el ejercicio de la política orientada a la justicia, una opción preferencial, irrenunciable, casi excluyente, por los pobres.

Ya como Papa, en diciembre del año pasado, a través de la Academia Pontificia, Francisco convocó un coloquio, en el cual el autor de este artículo y João Pedro Stédile del Movimiento de los Sin Tierra pudimos, por vez primera, exponer la posición de los movimientos populares sobre el fenómeno de la exclusión[2]. Se presentó en ese marco el documento “Capitalismo de exclusión, periferias sociales y movimientos populares”,[3] luego oficialmente publicado[4]. Se va abriendo, de esta forma, un nuevo frente de acumulación para el campo popular que tenemos la obligación de aprovechar.

Las oportunidades de coordinación y colaboración entre esta Iglesia renovada y nuestras organizaciones se potencia al infinito, sin duda contamos con un firme apoyo para nuestras luchas por la justicia social, por la tierra, por el trabajo, por la dignidad, por la naturaleza y por una democracia comunitaria y protagónica que supere la pseudodemocracia burguesa decadente y el capitalismo de exclusión de los banqueros y las trasnacionales. Este nuevo encuentro entre organizaciones e Iglesia puede resultar un coctel explosivo para el Imperio y, por eso, los think thanks del establishment económico mundial -el Financial Times, el Tea Party, la CNN, etc.- han profundizado su campaña contra Francisco.

Dicho esto, creo sin embargo que el aporte más importante de Francisco a los Pueblos va más allá de la coyuntura. No radica exclusivamente en las posibilidades de cooperación, en su apoyo a tal o cual lucha. Francisco puede funcionar como un viento que esparce semillas de solidaridad y lucha en la conciencia de millones de hombres y mujeres a lo largo del globo. Francisco reivindica ante el mundo la primacía del hombre por sobre el Capital, la de los valores humanos frente a los valores del mercado. Las derivaciones de esto son impredecibles, incontrolables, pero sin duda contribuyen a crear las condiciones para un aluvión militante entre los cristianos del mundo.

Es nuestra tarea cuidar, como los compañeros campesinos, esas semillas esparcidas, regarlas para que crezcan y se multipliquen, y recoger su fruto revolucionario al servicio de nuestros pueblos.


Contradicciones inducidas o unidad del campo popular

Desde algunas organizaciones sociales se han planteado cuestionamientos. El pensamiento liberal ha intentado ocultar el rol de millares de sacerdotes católicos en las luchas populares de ayer y hoy, distorsionando la imagen de la Iglesia y reduciéndola a un refugio medieval de inquisidores, parásitos, reaccionarios y pedófilos (que los hay, y muchos). Los mártires, los que dejaron su vida al lado de los pueblos y los muchos que acompañan las luchas son olvidados y minimizados. Como dijo Chomsky, en el plano mediático y militar, "EE.UU. lanzó una guerra amarga, brutal y violenta contra la Iglesia[5]".

Escarbando en la historia real de nuestras organizaciones, de las luchas de nuestro pueblos, de la búsqueda de soberanía política, independencia económica y justicia social, de la resistencia contra la penetración imperialista y la cultura del vacío consumista, vemos a cada paso la presencia de millares de hijos de la Iglesia, desde laicos hasta obispos, que luchan y lucharon hermanados con las organizaciones del Pueblo, muchas veces incluso aportando a su nacimiento. Ellos fueron silenciados, con Francisco recuperan su voz. ¡Las nuevas generaciones deben conocer esta historia! ¡Que no nos vengan a contar los liberales ilustrados del primer mundo la historia de Nuestramérica!

Más allá de los prejuicios inducidos o el ocultamiento de la historia social, existen hoy cuestionamientos hacia la posición de la Iglesia en temas de plena vigencia como el aborto, la despenalización de las drogas o el matrimonio entre personas del mismo sexo. No es este el espacio para discutir a fondo ninguno de estas cuestiones, que no son tan obvias ni sencillas ni tienen lecturas unívocas ni están exentas de promotores en los centros de poder. Sí es importante entender que estas contradicciones no deben ser obstáculos para la unidad del campo popular en esta etapa y esa unidad, claro está, incluye a los católicos comprometidos.

Nuestra misión como movimientos populares es, creo, ver más allá de estas contradicciones inducidas, apuntar al tema de fondo y unir todas las fuerzas para trastocar la estructura de poder económico, social, cultural y político. Como dice Stédile: el capital tiene el dinero, el imperio tiene las armas, los pueblos tenemos el número. Si nos dividen con estas cosas, no podremos derrotar a nuestro poderoso enemigo que sigue amasando ganancias a costa del sufrimiento y la exclusión de nuestros compañeros.

Basta de falsos antagonismos, reagrupemos globalmente las fuerzas populares para derrotar al capitalismo y construir una sociedad de hermanos, la cooperación entre los militantes revolucionarios y la Iglesia Católica franciscana es una tarea estratégica. Tenemos un gran aliado y hay que aprovechar el momento. ¡Unidad, unidad, unidad debe ser nuestra divisa! ¡Arriba los pobres del mundo!

Juan Grabois, abogado argentino, es docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), militante del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y miembro de la coordinación nacional de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). En el marco de las luchas sociales argentinas desarrolló una estrecha relación con el entonces cardenal Jorge Bergoglio. Actualmente, colabora con Francisco en la promoción de las organizaciones populares de base y la lucha contra la exclusión social. 

___________________________________________
[1] http://cartoneando.org.ar/content/homil%C3%ADas-de-francisco-i-desde-2008-2013-en-la-misas-por-los-cartoneros-y-contra-la-trata-lab

[2] http://alainet.org/active/69869
[3] http://www.casinapioiv.va/content/dam/accademia/pdf/sv123/sv123-grabois.pdf [4]Ver el debate completo en este link: http://www.casinapioiv.va/content/accademia/en/publications/scriptavaria/excluded.html
[5] http://actualidad.rt.com/actualidad/view/114192-chomsky-eeuu-asesinar-evangelio-america-latina 

Publicado en América Latina en Movimiento, No. 492: http://alainet.org/publica/492.phtml

miércoles, 26 de marzo de 2014

Apostar por la organización popular

Pedro Pierre

Los humanos estamos hechos para vivir en comunidades. Nadie es una isla ni nadie puede vivir sin los demás. Crecemos gracias a la cohesión y participación familiares, nos capacitamos en la comunidad educativa, nos desarrollamos gracias a asociaciones, clubes, comités, redes, relaciones estables…

Lastimosamente en nosotros anida el egoísmo, el deseo de dominación, el afán de tener siempre más, la agresividad: no hemos eliminado la violencia que impera en el mundo animal de donde venimos ni el individualismo del mundo vegetal, nuestro más antiguo ancestro. Lastimosamente también nos hemos organizado o hemos dejado que nos organicen según el modelo capitalista en que lo material prima sobre lo humano, la competición sobre el compartir, la violencia sobre el perdón, el consumismo sobre el respeto a la naturaleza.

Esto contribuye a la gran crisis actual. En un mundo globalizado, el 1% capitalista se impone al 99% del resto de la población y nos obliga a sacrificarlo todo sobre el altar sagrado del mercado y de la ganancia… de ellos. Los más débiles pagan el precio alto: los empobrecidos, las mujeres, los jóvenes, las personas especiales y mayores.

La organización es el camino de solución de nuestros problemas. Siempre ha sido así pero nos cuesta creerlo, nos cuesta superar nuestro orgullo, nos cuesta ser hermanas y hermanos de verdad. Grandes figuras mundiales nos muestran el camino y son parte de los mejores símbolos de una humanidad reconciliada: Gandhi, Mandela, Chico Méndez, Fidel Castro, Hugo Chávez, monseñor Leonidas Proaño, con su lucha por y con los pueblos indígenas de Ecuador y América Latina… Todos han optado por los pobres y su organización, a fin de que logren ser los actores de su propia liberación.

Es el desafío del actual Gobierno, porque los ecuatorianos esperamos más que dádivas y beneficios materiales. Necesitamos ser un pueblo, es decir una nación, una unión ecuatoriana que construye su identidad y su futuro a partir de la fraternidad activa y creativa. Necesitamos autoridades locales, provinciales y nacionales humanistas que fomenten la organización de todos, particularmente de los más golpeados por las dificultades de la vida.

El papa Francisco acaba de invitar a las organizaciones populares a construir una sociedad y un mundo distinto y mejor en su reciente reunión con Juan Grabois, dirigente popular argentino y fundador del Movimiento de Trabajadores Excluidos, organización cartonera conocida a nivel mundial. Entonces, ¡manos a la obra!