MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

sábado, 24 de noviembre de 2018

Leonardo Boff: “Quien odia al hermano es un asesino”


Leonardo Boff 

Reina mucha violencia, rabia y odio en nuestro país a causa de la segunda vuelta de las elecciones. Lo que nos escandaliza y va contra la Constitución que afirma ser un Estado laico (no oficializa ninguna religión ni estas pueden ser usadas partidariamente), son las iglesias neo-pentecostales y algunas evangélicas, concretamente la Universal y su líder, que se han transformado en centros de fake news, verdadera máquina de producción de calumnias y falsedades contra el candidato Haddad, hasta afirmar que, de modo semejante al estado totalitario comunista, “el niño después de 5 años pasa a no pertenecer ya a los padres sino al Estado”. ¿Quién puede imaginar semejante absurdo de una persona que vive en armonía con su familia? Además de ser mentiras y calumnias, suscitan el odio.

Aquí no vale otro argumento que el de la Biblia, que por lo menos reconocen, aunque traicionen sus preceptos.

El gran mensaje de Jesús es el amor incondicional hasta al enemigo, pues incluso “ama a los ingratos y malos” (Lc 6,35). Quien está fuera del amor, está lejos de Dios y traiciona el legado de Jesús.

Más explícita aún es la primera carta de San Juan: “Si alguien dice: ‘amo a Dios‘ pero odia a su hermano es un mentiroso” (1Juan 4,20).

En otro lugar es aún más perentorio: “Quien odia al hermano es un asesino. Y sabéis que ningún asesino tiene la vida eterna” (1Juan 3,15). Pues estamos llenos de asesinos en nuestro país y sabemos especialmente de dónde vienen, aunque no exclusivamente: de un candidato que es claramente homófobo, misógino, enemigo declarado de los LGBTI, de indígenas y de quilombolas. Predica la violencia contra ellos, cosa que ya está siendo practicada en anticipación a su eventual victoria (que los cielos nos libren) en varios lugares del país por parte de sus seguidores, llegando incluso al asesinato del gran maestro de capoeira en Salvador, maestro del cantante Gilberto Gil y de Caetano Veloso, y a la violencia contra una joven de Porto Alegre a la que con una navaja le grabaron en la pierna la esvástica nazi.

Esta actitud va contra toda la base religiosa cultural cristiana de nuestro país. Son verdaderos enemigos de la patria, además de enemigos de los mencionados arriba. En el lenguaje del Nuevo Testamento son asesinos.

Pero lo que más nos falta –y éste fue el legado de Betinho, nuestro Gandhi de los trópicos– es la sensibilidad. Supo identificar la crisis central de la humanidad actual en la línea del Papa Francisco hoy. De su boca oímos y de su ejemplo aprendimos que “la crisis central no está en la nueva economía política de la exclusión, ni en la corrupción de la política, ni en la derrota moral de la humanidad. La crisis fundamental reside en la falta de sensibilidad de los humanos hacia otros seres humanos”.

Después de siglos de racionalismo y de dictadura del proyecto de la tecno-ciencia, hemos quedado todos con una especie de lobotomía que nos impide sentir al otro como otro, que incapacita nuestro corazón para sentir el pulsar de otro corazón y nos hace crueles y sin piedad ante el sufrimiento humano y la devastación de la biosfera.

No es el logos griego, ni la ratio cartesiana, sino el pathos (el sentimiento profundo), y el cuidado (cura en latín) quienes organizan las estructuras básicas de la existencia humana en el mundo junto con los demás.

Esta es la gran lección humanitaria, ética y espiritual que Betinho nos ha dejado como legado inmortal. Esta lección todavía hoy habla a lo profundo de cada ser humano, donde vive el mundo de las excelencias como el amor, la solidaridad, la compasión y la verdadera hermandad entre todos.

Esta lección, en el contexto actual de Brasil, atravesado por odios y rabias viscerales, posee inmensa actualidad. Sería la única cura verdaderamente eficaz.

¡Qué falta nos hace Betinho en estos días!

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Padre Pedro Pierre: NO HAY MIGRANTE ILEGAL


Padre Pedro Pierre

Ese es el lema a favor de los migrantes frente a las calificaciones de indocumentados, ilegales, extranjeros, refugiados: “¡Ningún migrante es ilegal!” Pues la tierra y sus bienes son de todos. Desde que nuestros primeros antepasados salieron de África, todos somos el resultado de migraciones que nunca han parado a lo largo de la historia de nuestro planeta. Estados Unidos es el ejemplo más recién: el territorio de lo que es hoy América del Norte ha sido invadido hace apenas 250 años por migrantes europeos -a veces de la peor calaña- que eliminaron a físicamente sus ocupantes milenarios.

Ahora se nos habla de 4 caravanas de migrantes centroamericanos que viajan a Norte América huyendo del hambre, la miseria, la violencia, los asesinatos estatales, la falta de seguridad, de empleo, de condiciones mínimas de vida digna… situación provocada por los mismos Estados Unidos, por gobiernos apoyados por ellos, por un sistema capitalista impuestos por el imperio norteamericano. Estos migrantes van a buscar en Estados Unidos lo que se les robó, en definitiva lo que es de ellos… En las Américas en particular, las fronteras han sido inventadas para separar los pueblos, oponerlos los unos a los otros, asegurar la dominación de unos pocos sobre los demás, organizar la explotación por parte de las multinacionales e instituciones internacionales como el FMI (Fondo Monetario Internacional), OMC (Organización Mundial del Comercio), BM (Banco Mundial), BID (Banco Internacional de Desarrollo), etc.

Acaba de darse en México el 8° Foro Social Mundial de las Migraciones frente al actual desastre humanitario de dimensiones nunca vistas antes. Su lema era: "Migrar, resistir, construir y transformar". Dentro de un mes la ONU (Organización de las Naciones Unidas) está convocando a los países del planeta para lograr un ‘Pacto Mundial’ que promueva una migración “segura, ordenada y regular”. Al Foro Social de las Migraciones, el papa Francisco ha enviado un mensaje particularmente frontal. Advierte el papa que no nos podemos limitar a denunciar las injusticias y sus responsables sin promover medidas que las van contrarrestando y superando: todos somos cómplices, directa o indirectamente, de estas migraciones que hoy se vuelven inmensas caravanas de decenas de miles de gentes y familias enteras. Hace notar el papa que "migrantes, refugiados y desplazados son ignorados, explotados, violados y abusados en el silencio culpable de muchos… La 'cultura del descarte' se ha vuelto una enfermedad 'pandémica' del mundo contemporáneo… Hay maldades que extirpar, injusticias que arrasar, discriminaciones que destruir, privilegios que derrocar, dignidades que reconstruir y valores que plantar”. Recuerda el papa que las organizaciones de la sociedad civil y los movimientos populares, están invitados "a comprometerse para promover una repartición de responsabilidades más equitativa en la asistencia de los solicitantes de asilo y refugiados".

En este tiempo en que ya los grandes almacenes nos manipulan para hacer una Navidad de derroche, ¿qué vamos a hacer, individual y organizadamente, para que nos solidaricemos tanto con migrantes como con las y los que son demasiados pobres para migrar…?

miércoles, 14 de noviembre de 2018

El Papa reitera : "El obispo es un servidor y no un príncipe"


Vatican News

Humilde, templado y no príncipe. Así es como el Papa Francisco describe como debe ser el perfil de un obispo, al comentar la Carta de San Pablo Apóstol a Tito en su homilía en la Casa Santa Marta de hoy.

Es la Carta del Apóstol San Pablo a Tito la que ha dirigido la reflexión del Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina en Casa Santa Marta y en la que el Papa ha diseñado con mínimo detalle un boceto de la figura del obispo; una definición de los criterios para poner orden en la Iglesia.

La Iglesia no nació completamente ordenada

Fervor y desorden son las dos palabras que el Papa usa para contar cómo nació la Iglesia, recordando incluso las "cosas admirables" realizadas. "Siempre hay confusión - afirma - la fuerza del Espíritu, desorden y no debemos asustarnos" porque "es un buen signo".

"Nunca la Iglesia ha nacido completamente ordenada, todo en orden, sin problemas, sin confusión, nunca. Siempre ha nacido así. Y esa confusión, ese desorden, debe ser arreglado. Es verdad, porque las cosas deben ponerse en orden; pensemos, por ejemplo, al primer Concilio de Jerusalén: había una lucha entre los judaizantes y los no judaizantes ... Pensemos bien: hacen el Concilio y arreglan las cosas".

Obispo, administrador de Dios y no de bienes

Por eso - subraya el Papa - Pablo deja a Tito en Creta para poner orden, recordándole que "lo primero es la fe". Al mismo tiempo, da los criterios y las instrucciones sobre la figura del obispo "como administrador de Dios".

"La definición que da del obispo es ‘administrador de Dios', no de bienes, de poder, de las cordadas, no: de Dios. Siempre tiene que corregirse a sí mismo y preguntarse: ‘¿Yo soy un administrador de Dios o soy un hombre de negocios?'. El obispo es administrador de Dios. Debe ser irreprensible: esta palabra es la misma que Dios le ha pedido a Abraham: ‘Camina en mi presencia y sé irreprensible'. Es una palabra fundadora, de un líder".


El perfil para la elección del obispo

Francisco también recuerda como no debe ser un obispo. En la definición, explica que el obispo no debe ser arrogante, ni soberbio, ni enojado ni adicto al vino - uno de los vicios más comunes en la época de Pablo - ni tampoco un hombre de negocios apegado al dinero.

Sería "una calamidad para la Iglesia - dice - un obispo como ese", incluso si solo tuviera uno de estos defectos. Por el contrario, el Papa señala que debe ser capaz de "dar hospitalidad", debe ser "amante del bien", "sensible, justo, santo, amo de sí mismo, fiel a la Palabra digna de fe que le ha sido enseñada": estas son las peculiaridades del servidor de Dios.

"Así es el obispo. Este es el perfil del obispo. Y cuando se investiga para la elección de los obispos, ¿sería bueno hacer estas preguntas al principio? Para saber si se puede ir adelante con otras investigaciones. Pero sobre todo, vemos que el obispo debe ser humilde, manso, siervo, no príncipe. Esta es la Palabra de Dios. "Ah, sí, padre, esto es cierto, esto después del Concilio Vaticano II debe hacerse ..." - "¡No, después de Pablo!". No es una novedad postconciliar esta. Esto es desde el principio, cuando la Iglesia se dio cuenta de que tenía que poner orden con tales obispos".

"En la Iglesia - concluye el Papa - no se puede poner orden sin esta actitud de los obispos". Lo que cuenta ante Dios no es ser simpáticos, predicar bien, sino la humildad y el servicio. Recordando la memoria de San Josafat, obispo y mártir, Francisco pide rezar por los obispos para que "sean así, seamos así, como Pablo nos pide ser".