MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

jueves, 29 de septiembre de 2011

LA PREPARACIÓN RELIGIOSA DE LOS HERALDOS DEL EVANGELIO


Hemos leído y escuchado las críticas que se han hecho a los sacerdotes diocesanos del Vicariato de San Miguel de Sucumbíos de no estar preparados, de cometer errores teológicos, etc. Cabe ahora preguntarnos qué formación tienen los “ultra ortodoxos” Heraldos y los de la Renovación Carismática de Sucumbíos. Ellos/as tan poseedores de la verdad, tan dispensadores/as de ortodoxia, tan fieles seguidores de Plinio Correa y su sucesor Joao Clá Dias.  En 2005 fueron ordenados en gajo y a la maldita sea por un obispo brasilero, recogiendo las mejores joyas de la corona de Tradición, Familia y Propiedad. Sin duda el aguantar las neurosis escatológicas y anti liberadoras de Plinio Correa suplía con creces el pasar  varios años en un seminario o en una facultad de teología.  Ahí también se ordenó el P. Rafael Ibarguren, uno de los más breves administradores apostólicos de la historia y al que tuvimos la desgracia de tener que aguantar por un “lapsus brutus” del nuncio Mons. Otonello.


En años sucesivos han seguido la misma práctica y han ordenado sacerdotes sin formación ni base teológica ignorando lo que dice el Concilio de Trento (al que ellos son tan fieles) sobre la formación de los sacerdotes. A algunos de los que llegaron a Sucumbíos se les vio mirando los rituales de la eucaristía y de los otros sacramentos con la misma concentración de quien ve un OVNI y no sabe qué mismo es.

No hay duda que en el seminario de Plinio y Joao se les enseñó bien a:

·         Saber cómo conseguir plata
·     Mentir sin importar la calumnia, difamación o el juicio temerario (parece que el 8º mandamiento de la Ley de Dios no va con ellos)
·         Manipular las conciencias
·     Entregar sacramentos como quien reparte rosquillas a cambio de dinero (eso se llama simonía, por si no lo saben)
·     Tocar trompetas y cantar en latín (la duda es si entenderán lo que cantan o se limitan a repetir como loros)
·     Tratar de ejercer el poder (que no autoridad moral) a golpe de ordeno y mando
·     Deshacer lo que en el Vicariato de Sucumbíos se había hecho de obra social

En su blog dicen que no les interesa hablar del pasado de Plinio Correa de Oliveira, Joao Clá o Rafael Ibarguren, será porque en él hay mucho que esconder y ocultar. Pero lo cierto es que más allá de su turbio pasado su presente no puede ser peor. Representan un erial, que no puede ser ocultado por la parafernalia y los oropeles con los que se disfrazan cual templarios redivivos. Gracias a Dios que estas “preciosuras medievales” ya no están entre nosotros. 



Pero nos han dejado (sublime consuelo) a sus hijos/as espirituales que les siguen con una devoción digna de mejor causa. Nos referimos a la gente de la renovación carismática de Sucumbíos. No los ponemos con mayúsculas porque, sinceramente, no creemos que estas personas representen lo que reconocemos como positivo en otras zonas del país y en otros grupos de la Renovación Carismática. Las personas de Nueva Loja que mantienen su terca lucha contra la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos ciertamente han traicionado a la Iglesia y a sus pastores naturales, cegados por las histerias y fobias heraldistas. ¿Sabrán lo tontos desechables que son para quienes les alientan en “su lucha” sin sentido y sin futuro?

¡Que el Espíritu Santo les ilumine, para que finalmente comprendan el mal que se están haciendo!    ¡Amén!

viernes, 23 de septiembre de 2011

Hablando claro: ¿QUE ES IGLESIA SOCIAL?


Queremos aclarar este termino, usado ya por muchos medios para definir a la Igelsia católica de ISAMIS, en virtud de que nuestros hermanos Heraldistas, al igual que todas las cosa que tocan, también han tratado de desvirtuarla para llevarlas a sus oscuros dominios.

Tomado de www.buzoncatolico.es

.....  Jesús es, ante todo, un hombre semejante a los demás, que podía ser identificado socialmente a partir de su familia, de su profesión, de su aldea: es el "hijo de José" (Lc 4, 22), "el hijo de María y el hermano de Santiago, José, Judas y Simón" (Mc 6,3), "el carpintero" (Mc 6,3), "hijo del carpintero" (Mt 13,55), originario de Nazareth en Galilea. Pero ¿cómo podrá lograr este hombre, semejante a los demás hombres, que reconozcan en él a Dios mismo que nos viene a visitar? ¿Qué signos y qué palabras podrán acreditarlo como "el que debe venir", es decir, como el que va a realizar las promesas hechas por Dios? La respuesta a esta pregunta es simple, de una simplicidad tan desconcertante que algunos no comprenderán. Sin duda alguna, ellos esperaban algo mejor, algo más grandioso, incluso más elevado espiritualmente. Cuando Juan Bautista envía sus discípulos a informarse para saber si Jesús es el que debe venir o han de esperar a otro, Jesús presenta esencialmente como pruebas los hechos que él realiza para poner en pie a las víctimas, a los golpeados de la vida, a los oprimidos de su tiempo: "Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres". (Mt 11,5)

La Buena Noticia consiste en estos actos, los mismos actos que María celebra en el Magnificat: "El baja de su trono a los poderosos, y eleva a los humildes. Llena de bienes a los hambrientos, y a los ricos los despide vacíos". (Lc 1,52-53) Es exactamente la misma señal que Jesús da al comienzo de su ministerio en la sinagoga de Nazaret para indicar cuál es su misión: "El Espíritu del Señor está sobre mí. El me ha ungido para traer la Buena Nueva a los pobres, para anunciar a los cautivos su libertad y a los ciegos que pronto van a ver. A despedir libres a los oprimidos y a proclamar el año de la gracia del Señor" (Lc 4,18-19, que cita a Isaías 58, 6).

Así pues, la venida de Dios a su pueblo, la inauguración de su Reino en medio de nosotros, se han hecho visibles en estos actos que tienen que ver con los enfermos, con los hambrientos, con los oprimidos, con los cautivos. Liberando a estos hombres mortificados en sus cuerpos, Jesús manifiesta sobre todo la ternura de Dios. La liberación del pobre no es algo exterior al reino de Dios: ella realiza su presencia entre nosotros.

+++
A lo largo de su vida pública, vemos que Jesús hace suya la defensa de los marginados, de los pequeños, de los pobres. Es un comportamiento constante de su parte, que frecuentemente lo pone en conflicto con otras personas u otros poderes: desde las numerosas curaciones que realiza a favor de los enfermos y de los lisiados, hasta las enseñanzas a favor de los pequeños a los que Dios hace comprender sus secretos. Jesús está siempre al lado de los marginados, tanto si la causa de su marginación es social como si es religiosa. El salva la vida de aquella mujer a la que los hombres quieren excluir de la sociedad humana porque ha cometido adulterio; él elogia a otra mujer, una pobre viuda que a pesar de estar en la miseria da la limosna, por contraposición a los ricos que dan de lo que les sobra. A quien hace una fiesta le aconseja no invitar a sus vecinos ricos, sino "a los pobres, los lisiados, los cojos, los ciegos" (Lc 14,12).

Enojándose con aquellos que iban a tomar parte "del banquete del Reino de Dios" después de la defección de los invitados, Jesús llama a "los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos", sin otro criterio de elección (Lc 14,21). Por una oveja perdida el pastor deja las otras noventa y nueve; de igual modo, por el hijo perdido y desprotegido el amo mata el ternero gordo, y no por aquel que había permanecido fielmente en casa (Lc 15,3-6 y 11-32). Es la historia del propietario que da al obrero que no ha trabajado más que una hora —porque nadie lo había contratado antes— un salario igual al del obrero que ha trabajado todo el día porque había sido contratado desde la primera hora (Mt 20,1-16). Es la situación que, después de la muerte de los dos protagonistas, se invierte en provecho del pobre Lázaro y en detrimento del rico, sin que Lázaro haya hecho otra cosa que no fuese ser un pobre "que habría deseado llenarse de lo que caía de la mesa del rico", y sin que el rico hubiese hecho otra cosa que comportarse como rico "haciendo cada día ostentosos festines" (Lc 16, 19-30).

Es el Reino declarado inaccesible a los que poseen riquezas, aunque Dios —y sólo El— puede vencer esta imposibilidad radical (Mt 19,23-26). Ese comportamiento con el que está desnudo, hambriento, preso y desprotegido indica la realidad de nuestro comportamiento para con Dios, es decir, la realidad de la acogida o rechazo que a El le damos (Mt 25,35-40). Jesús invita a los que quieren seguirlo a no poner su corazón en las riquezas. Estos bienes perecederos que acaparan al hombre, ahogan la buena semilla de la Palabra (Mt 13, 22), cierran el corazón a la miseria del otro (Lc 16,19-22) y conducen a una conducta idolátrica (Lc 16,23). El invita a vender los bienes y a darlos a los pobres (Lc 14,33; 18, 22). ¿No era El mismo aquel que no tenía donde reposar la cabeza? Desde su nacimiento fue rechazado de "la sala común" porque no había lugar para él y sus padres (Lc 2,7). El escogió estar del lado de las víctimas, por lo que terminará rechazado de la sociedad, clavado en el cadalso de la vergüenza.....

++++

El profeta Isaías, más de 500 años antes del nacimiento de Jesús, señalaba con claridad por donde sopla este viento del Espíritu, cuando hay que preparar el camino de la conversión hacia una Iglesia Social.

"¿Cómo debe ser el layuno que me gusta, o el día en que el hombre se humilla? ¿Acaso se trata nada más que de doblar la cabeza como un junco o de acostarse sobre sacos y ceniza? ¿A eso llamas ayuno y día agradable a Yavé?

¿No saben cuál es el ayuno que me agrada? Romper las cadenas injustas, desatar las amarras del yugo, dejar libres a los oprimidos y romper toda clase de yugo.

Compartirás tu pan con el hambriento, los pobres sin techo entrarán a tu casa, vestirás al que veas desnudo y no volverás la espalda a tu hermano.

Entonces tu luz surgirá como la aurora y tus heridas sanaran rápidamente. Tu recto obrar marchará delante de tí y la Gloria de Yavé te seguirá por detrás. Entonces, si llamas Yavé, responderá. Cuando lo llames, dirá: Aquí estoy.

Si en tu casa no hay más gente explotada, si apartas el gesto amenzante y las palabras perversas; si das al hambriento lo que deseas para ti, brillará tu luz en las tinieblas, y tu oscuridad se volverá como la claridad del mediodía".

Is. 58, 1-10

¿SE APROXIMA SIQUIERA A LOS LINDOS RITOS DE LOS "SANTOS HERALDOS DEL ANTIEVANGELIO" POR LOS QUE LLORAN LOS RESENTIDOS HERALDITAS?

lunes, 19 de septiembre de 2011

MAS CIEGOS QUE NUNCA, continúa llorando y tratando de engañar

Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo. Génesis 4:7
 Una vez concluida la Movilización en Sucumbíos, como era de esperarse, la secta heraldista llamaba a sus seguidores para marchar en la noche .... (cri, cri, cri,) solo los grillos respondían, como no consiguieron convocar a la gente, que ya no se deja convencer porque luego de las infamias divulgadas en el pasquín en donde se difama a sacerdotes, monjas, clérigos y sobre todo a nuestra amada Iglesia Católica con una sarta de metiras y conceptos forjados,  no los apoyaron, al verse perdidos empezaron hacer bulla con juegos pirotécnicos y no se que otros  tantos inventos, pero a la final nada. 

Lo único que les quedó es continuar con las mentiras y difamaciones en sus blogs, minimizando la gran movilización de la que fueron testigos , ahora lo bueno es que  la gente les lee, gracias a Dios, para darse cuenta de la clase de personas que son ya, que a más de ciegos son mentirosos.

A la final nos pudimos dar cuenta de que existe una crisis en los heraldistas, su cúpula se desmorona por la falta de convocatoria, como todos querían tener el poder y no lo han conseguido, aparecen nuevos seudo-líderes que ingenuamente, quieren continuar su inventada guerra, esperemos que entren en razón y de una vez por todas, quiera Dios, luchen por la reunificación de la provincia, que de esta manera incluso podrían optar a futuro por una candidatura política.

sábado, 17 de septiembre de 2011

"Concilio traicionado, concilio perdido"

Recuperado 10/09/2011 en

"Concilio traicionado, concilio perdido"
Giovanni Franzoni, ex abad de San Pablo Extramuros y participante con 36 años en el Vaticano II, relata ante el congreso de la Juan XXIII cómo y cuándo se inició la traición conciliar.
JUAN G. BEDOYA - Madrid - 09/09/2011

"Concilio traicionado, concilio perdido". Así tituló su conferencia el teólogo Giovanni Franzoni, ex abad del monasterio benedictino de San Pablo Extra Muros, en Roma. "Tenéis delante de vosotros a una persona anciana (nacida en el 1928), que cuando era joven tuvo la suerte de participar en el Concilio Vaticano II. En ese evento tomaron parte unos dos mil quinientos padres, mas a cincuenta años de distancia casi todos han muerto. Yo soy uno de los poquísimos padres sobrevivientes (junto, en Italia, a mi amigo Monseñor Luigi Betazzi, obispo emérito de Ivrea); por tanto tenéis delante a vosotros un testigo directo".

El teólogo Franzoni fue este viernes la figura estelar del 31 congreso de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, que reúne este fin de semana en Madrid a casi un millar de pensadores de varias confesiones, en su mayoría mujeres. El ex abad franciscano subrayó este carácter de superviviente conciliar porque han sido frecuentes en estos últimos años congresos dedicados al Vaticano II donde teólogos o historiadores, que en los años sesenta del siglo pasado eran chiquillos o ni siquiera habían nacido, reflexionaban sobre aquel evento, diciendo incluso cosas profundas e importantes, pero normalmente sin sentir la necesidad de escuchar a algunos de los padres conciliares aún vivos. "No es que nosotros, viejos y a menudo enfermos, poseamos la verdad o seamos indispensables, mas algo interesante podremos decir como testigos del contexto (humores, esperanzas, temores, desilusiones, indignaciones) en que se discutieron y redactaron documentos", advierte Franzoni. En su opinión, "ningún discurso o crónica, y menos aun los mismos documentos, pueden presentar mejor el contexto de aquel acontecimiento que cambió el catolicismo moderno durante décadas, metido en conserva más tarde por los últimos papas.

Franzoni fue elegido en 1964 abad de San Pablo Extra Muros y, a pesar de no ser obispo, como abad de San Pablo - una abadía nullius - tenía el derecho de participar en el concilio, como sancionado en el Derecho canónico, junto a los otros abades con la misma condición jurídica. En calidad de tal fue uno de los más jóvenes padres conciliares, con apenas 36 años.

Recuerda ahora: "Yo había entrado en el Vaticano II como un moderado, pero para muchos, italianos en gran parte, era progresista y en ese camino fui despertado por la presencia e intervenciones de cardenales como el belga Leo Suenens, arzobispo de Malinas-Bruselas, o de Giacomo Lercaro, arzobispo de Bolonia, o de patriarcas como el griego melquita Maximos IV".
Franzoni argumenta "cómo, por qué y con qué razones el Concilio ha sido desatendido, vaciado de contenido y quizás traicionado, empezando precisamente por los papas. Según el ex abad franciscano, todo empezó ya con Pablo VI, sucesor del Papa que convocó el Vaticano II, el gran Juan XXIII. Dijo: "En muchas partes, incluso en nuestros ambientes, se afirma hoy que fueron Juan Pablo II y después el cardenal Joseph Ratzinger - a partir del 2005 Benedicto XVI - los que pusieron un freno a los fermentos post-conciliares, imponiendo una interpretación minimalista y restrictiva del Vaticano II. Sin embargo, fue el mismo Pablo VI quien puso las premisas para que el Concilio pudiera ser, al menos en parte, domesticado y el post-concilio enfriado.

"Cuando, en noviembre de 1964, el Concilio finalmente se preparaba para aprobar solemnemente la Constitución sobre la Iglesia, el papa Montini obligó a añadir al texto una llamada Nota explicativa previa al tercer capítulo de la Lumen gentium, precisamente aquel que afrontaba el tema de la colegialidad, o sea la relación entre el primado papal y el poder del colegio episcopal. La Nota reitera en modo exasperado el poder papal, dándole una interpretación que en perspectiva vaciaba de contenido la colegialidad episcopal que era afirmada en la Lumen gentium (para ser preciso recuerdo que el texto conciliar no usa nunca el sustantivo Colegialidad sino que habla del Colegio de los obispos). Esa repite cien veces que tal colegio no puede nada "sin su jefe", o sea, sin el Sumo Pontífice. Salvo excepciones, la Curia romana sostuvo siempre que la Nota previa era un acto del Concilio. Pero no es así, es un acto papal, responsabilidad plena de Pablo VI. El Concilio simplemente ha tomado nota, pero formalmente sin hacer propio el texto".

Franzoni también demuestra cómo fue Pablo VI quien enfrió e, incluso, evitó el debate sobre el celibato sacerdotal. Dice: "Cuando con el decreto Presbyterorum ordinis, en la cuarta sesión nos preparamos para discutir sobre el ministerio y la vida sacerdotal, se debía afrontar el problema del celibato obligatorio para los sacerdotes de la Iglesia latina. Surgieron intervenciones completamente favorables a mantener la ley en vigor, pero también alguna intervención que preveía la hipótesis de aquellos que más tarde serían llamados en latín viri probati, o sea hombres maduros, con una vida profesional hecha y padres de familia, que podrían ser ordenados sacerdotes. Estas intervenciones progresistas", si bien raras, turbaron al papa que entonces escribió una carta al cardenal Eugenio Tisserant, primus inter pares del Consejo de presidencia del Concilio, pidiendo que informara a la asamblea que el pontífice se reservaba para sí la cuestión del celibato sacerdotal; así fue como la discusión del Vaticano II en el mérito fue truncada. Más tarde, en 1967, el papa Montini publicaba la encíclica Sacerdotalis caelibatus en la que rechazaba toda hipótesis de cambio de la ley en vigor. Pero todos saben que desde entonces y durante todos estos cincuenta años, la cuestión del celibato ha provocado infinitos debates, mucho malestar, mucho sufrimiento".

"Cuando nos enteramos de la decisión del papa de reservarse la decisión sobre el celibato sacerdotal, un padre conciliar colombiano que estaba muy cerca de mi me dijo en italiano: "padre abad, yo tengo solamente ocho sacerdotes diocesanos, todos concubinos, ¿qué debo hacer, echarlos todos a la calle y quedarme sin sacerdotes? Yo vine al Concilio sólo por este motivo." Yo, moderado, intenté calmarlo diciéndole que esperaba que el Santo Padre hiciera su parte... Si el papa hubiera dejado plena libertad al Concilio, quizás se habría abierto la brecha hacia una reforma. Pero el papa decidió, y los padres conciliares no tuvieron el coraje de insistir para mantener la libertad de discutir sobre aquel espinoso tema.

También sobre Gaudium et spes el Papa hizo una intervención autoritaria que tuvo graves consecuencias. Cuando se discutió sobre los métodos moralmente legítimos para controlar la natalidad, numerosos padres - Suenens y Maximos IV entre otros - sostuvieron que a los cónyuges se les debía otorgar libertad de conciencia; tesis contradicha por padres menos numerosos pero más combativos. Decididos a reafirmar la Casti connubii, la encíclica con la que en 1930 Pio XI declaraba ser culpa grave impedir el normal proceso de procreación de un único acto conyugal, los padres "conservadores" se opusieron con todos los medios a las anunciadas aperturas y novedades. Los "progresistas" confirmaron - se había descubierto "la píldora" poco tiempo antes - que no era sabio oponerse a la ciencia, y emitir sentencias en campos tan opinables. Pareció claro que la gran mayoría del Concilio era favorable a la tesis "abierta". Intervino, entonces, Pablo VI reservándose la determinación de los medios moralmente lícitos para regular la natalidad. Lo hizo con la encíclica Humanae vital".

Franzoni explicó más tarde el endurecimiento de la falible autoridad papal, castigando a cientos de teólogos y acabando sin miramiento con la teología de la liberación en favor de una Iglesia de los pobres. Él mismo fue una de las víctimas. Lo contó así: "Sobre todo en un punto los papas post-conciliares han olvidado el Concilio (con el repetido reconocimiento de la autonomía de las realidades terrenas y del Estado), o lo han interpretado en modo reductivo y, al final, desviante: me refiero a la relación entre normas éticas proclamadas por el magisterio católico y leyes de los Estados sobre "puntos sensibles" (o, sea los temas relacionados con la sexualidad, la familia, el fin de vida). En Italia, como sabréis, en mayo 1974 se programó un referéndum para decir sí o no a la abrogación de la ley sobre el divorcio. Se trataba por tanto de discutir sobre una ley civil, no sobre un sacramento. Pues bien, la Conferencia episcopal intentó imponer, moralmente, y no sólo a los católicos, sino a todos los ciudadanos, de votar SI a la abrogación. Yo - permitidme una referencia personal - me opuse públicamente a esta pretensión y, en un pequeño libro, sostuve la libertad de voto, de conciencia, de los católicos. ¡Y así fui suspendido a divinis!"

Los días 12 y 13 de mayo de 1974 aquella Italia - que según las estadísticas vaticanas era católica al 98% - votó NO, en un 60%, a la cancelación de la ley sobre el divorcio. Fue un gran golpe para Papa y obispos, pero no se rindieron ni entonces ni después. De hecho, en un referéndum de junio del 2005 sobre la procreación asistida, hicieron campaña pública para invitar a todos a no votar. Como no se alcanzo el quórum del 50%+1 de los votantes, el referéndum fue declarado inválido. Sostiene Franzoni que "las jerarquías eclesiásticas están convencidas de que sólo el magisterio católico pueda pronunciar palabras de verdad sobre ley natural y sobre temas sensibles; y por tanto urgen a los católicos a hacer que las leyes civiles recalquen el punto de vista de la doctrina católica oficial sobre cada tema. El concepto de laicidad es completamente extraño a las jerarquías: o, mejor, ellas la invocan, precisando, sin embargo, que la laicidad debe ser sana, o sea, que acoja las tesis vaticanas".

También esta tarde ha hablado el teólogo José Arregui, de la Universidad de Deusto y obligado el año pasado por el obispo de San Sebastián a abandonar la congregación de los Franciscanos para evitar males mayores a sus superiores. Analizó los fundamentalismos religiosos y sus antídotos en la religión y, entre los rasgos del fundamentalismo, destacó la búsqueda de un fundamento inamovible en un mundo más cambiante que nunca; la lectura literal de los textos sagrados; la pretensión de una verdad absoluta en reacción crispada contra la incertidumbre inherente a nuestra cultura; la dependencia de una autoridad indiscutible, como recurso contra la inseguridad creciente; la defensa de una moral inmutable, supuestamente fundada en los textos sagrados; y la fe en un Dios supuestamente conocido, que legitima las propias convicciones y opciones, y una visión maniquea del mundo, dividido entre buenos y malos.

"¿De quién es el futuro?", se preguntó finalmente Arregui. El futuro es "una religión crítico-liberadora, que exige un cambio radical de un paradigma milenario, la adopción de otro paradigma holístico (no dualista), ecológico (no antropocéntrico) y pluralista (no exclusivista)", dijo.

El congreso de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII continúa este sábado con las intervenciones de Ndeye Andújar, directora de WebIslam; las teólogas feministas Kochurani Abraham (Universidad india de Madras) y Geraldina Céspedes (universidad Rafael Landívar, de Guatemala), y, a última hora, con el homenaje a José María Díez-Alegría, Enrique Miret Magdalena y Julio Lois, presidentes de la Juan XXIII ya fallecidos. Serán evocados por Pedro Miguel Lamet, Andrés Tornos y Paca Sauquillo. La clausura es el domingo con la celebración de la eucaristía en el paraninfo del sindicato Comisiones Obreras, una colecta solidaria y la emisión de una declaración final. Antes, el secretario general de la Juan XXIII, Juan José Tamayo pronunciará la lección de clausura sobre "El diálogo interreligiosos, alternativa a los fundamentalismos".

viernes, 16 de septiembre de 2011

LOS HERALDOS DEL EVANGELIO, LA HERENCIA MALDITA DE PLINIO CORREA DE OLIVEIRA

Ahora que los  “mansos” y “pobrecitos” Heraldos del Evangelio tan maltratados ellos por la gente de ISAMIS y el pueblo de Sucumbíos se han vuelto a desenmascarar una vez más con el panfleto calumnioso que están distribuyendo por todas partes. No podemos menos de sentir  indignación por los medios repugnantes que utiliza esta secta, su cinismo, su hipocresía y la carencia total de la más mínima decencia.

Para ellos no hay ética, todo medio es posible: la violencia, la mentira, la calumnia y las manipulaciones más groseras. No hay duda que son dignos hijos del maldito Plinio Correa de Oliveira, fundador de Tradición Familia y Propiedad (TFP) y de su discípulo Joao Scognamiglio Clá Dias, el autor del reciclaje (no hay duda que de reciclaje mismo de  basura mismo se trata) de los “Esclavos” de TFP, convertidos ahora en los “¿buenísimos?” Heraldos.

En internet he encontrado esta hermosa caricatura que es bueno reproducir y analizar, ya que una imagen vale más que mil palabras.


En el centro con las siglas de su nombre aparece el Dr. Plinio Correa de Oliveira (P.C.O) muerto y con la leyenda: “Se pueden Matar por mi dinero a mí ya no me importa”. Obviamente, aunque sus seguidores valoran en mucho la herencia espiritual del DR. Plinio,  las peleas se dieron por la cuantiosa herencia material, representada aquí por un cofre del tesoro al mejor estilo de los piratas.

Es una pena que el caricaturista no haya puesto al finado Plinio con el hábito con el que fue enterrado, que es el mismo que aparece en la siguiente fotografía y que “casualmente” es extrañamente parecido al de los Heraldos. ¿Qué casualidad, no?

Las personas que rodean el féretro se están relamiendo y frotándose las manos por la jugosa parte de las riquezas de Plinio que esperan heredar. En el centro de la caricatura, junto al féretro del extinto, aparece llorosa la exuberante sobrina del finado y a la derecha de la misma los Heraldos dirigidos por  Joao Clá Dias (JDC en siglas) con cuernos de macho cabrío. Al otro lado están los provectos que mantienen la línea propia de TFP y que ciertamente no estiman demasiado al hoy fundador de los Heraldos Joao Clá.

Aunque por un tiempo parecía que Joao Clá renegaba de su pasado de TFP recientemente en su tesis doctoral de teología ha reivindicado la figura de su ex maestro.  La tesis se titula “El don de sabiduría en la mente, vida y obra de Plinio Corrêa de Oliveira”. Ya sólo faltaba que nos propongan a esta joya de la ultraderecha  como “modelo de vida” y santo. Y es que, como señala el dicho popular, la cabra siempre tira al monte y, como decía nuestro Señor, “por sus frutos los conoceréis”.

Ciertamente no tiene desperdicio. Las personas que quieran conocer  los testimonios de personas que ha escapado de las  nefandas garras de los Heraldos puede ver el blog:
  http://evangelizacionenargentina.blogspot.com.
Les aseguro que si entran saldrán bien informadas/os.