MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

domingo, 30 de abril de 2017

José Manuel Vidal: Exito total del viaje arriesgado de un Papa valiente


José Manuel Vidal
e.e. a El Cairo

Se fue a Egipto, donde el Isis acababa de hacer estragos entre los cristianos coptos, sin chaleco antibalas ni coche blindado. A pecho descubierto, en un pequeño utilitario. Papa-Juan-sin-miedo.

Y, una vez más, Francisco convirtió un viaje histórico y arriesgado en un éxito hacia adentro y hacia afuera. Una muesca más que añadir a su ya larga hoja de servicios a la sociedad y a la Iglesia.

Está claro que Francisco tiene don de gentes. Y lo demuestra donde quiera que va. Con los suyos y con los demás. En El Cairo, he podido ser testigo directo de cómo se metió en el bolsillo a los imanes de la famosa Universidad-mezquita de Al-Azhar, centro espiritual e intelectual del Islam moderado, que había dado la espalda a Roma, tras el discurso de Ratisbona de Benedicto XVI.

"Este Papa se hace querer por todos, incluso por los musulmanes", dice el Padre Ángel, testigo tambien en El Cairo, del cariño que suscita Francisco entre toda la gente. Nadie habla mal de él y todos, sean de la religión que sean, le reconocen como "el Papa de la paz" y el "Papa de los pobres".

En El Cairo, tendió una mano al Islam moderado, al que se reivindica como una religión de paz, y estrechó lazos con los hermanos coptos y ortodoxos. Pedro-Francisco, Andrés-Bernabé y Marcos-Teodoro (los tres Papas cristianos) celebraron juntos las vísperas del ecumenismo de la vida y de la sangre. Apostando por la unidad en la diversidad. Por el mosaico. Por el poliedro. Por proponer el diálogo, sin renunciar a la propia identidad de cada cual.


Tras tender la mano a los musulmanes y abrazar a los coptos y a los ortodoxos, Francisco propuso a los suyos, a los católicos, la misión de sembrar, en "la tierra del sol", el "extremismo de la caridad". El último día, tanto en la misa como en el encuentro con monjas, curas, frailes y seminaristas, les pidió adoptar la misión del "pequeño rebaño", de la levadura en la masa.

El Papa quiere que sus cuadros sean los escuadrones de la revolución de la ternura, que los soldados de su primavera sean "luz y sal de esta sociedad" mayoritariamente musulmana. Y como, para corroborarlo, se escucha el canto del muecín de la mezquita cercana al seminario católico cairota, donde el Papa está pronunciando su discurso en el encuentro con el clero.

No quiere a sus curas, monjas y frailes como "profetas de calamidades", sino "locomotoras del tren de la paz", "sembradores de esperanza" y "constructores de puentes". Imágenes evocadoras y positivas potentes, con el envés de las siete tentaciones, contra las que les puso en guardia.

Entre ellas, la de "lamentarse continuamente" o la "tentación del faraonismo", que encajaba perfectamente con el contexto y que significa mirar a los demás por encima del hombro y, por consiguiente, convertirse en príncipes. Servidores los quiere Dios y el Papa, siguiendo la estela de los Santos Padres del desierto egipcio, fundadores de la vida monástica, ejemplo perfecto de encarnación y de mística.

Está claro que, tras su visita, Francisco deja en Egipto una Iglesia católica más evangélica y servidora, un ecumenismo que hace camino al andar y un diálogo con el Islam, que, tras más de 10 años de ruptura, recomienza el proceso de acercamiento. 'Al Salamo Alaikum', como repitió Francisco en varias ocasiones.


sábado, 29 de abril de 2017

Fray Marcos: VIVIR LO QUE VIVIÓ JESÚS ES LA PASCUA

 
Fray Marcos
Lc 24, 13-35
 
Por tercer domingo consecutivo se nos propone un relato enmarcado en el “primer día de la semana”. Estos dos discípulos pasan, de creer en un Jesús profeta pero condenado a una muerte destructora, a descubrirlo vivo y dándoles Vida. De la desesperanza, pasan a vivir la presencia de Jesús. Se alejaban de Jerusalén tristes y decepcionados; vuelven a toda prisa, contentos e ilusionados. El pesimismo les hace abandonar el grupo, el optimismo les obliga a volver para contar la gran noticia.
 
El relato de los discípulos de Emaús, es un prodigio de teología narrativa. En ella podemos descubrir el verdadero sentido de los relatos de apariciones. El objetivo de todos ellos es llevarnos a participar de la experiencia pascual que los primeros cristianos tuvieron. En ningún caso intentan dar noticias de acontecimientos históricos. Los dos discípulos de Emaús no son personas concretas, sino personajes. No quiere informarnos de lo que pasó una vez, sino de lo que está pasando cada día, a los seguidores de Jesús.
 
Es Jesús quien toma la iniciativa, como siempre. Los dos discípulos se alejaban de Jerusalén. Solo querían apartar de su cabeza aquella pesadilla. Pero a pesar del desengaño sufrido por su muerte y muy a pesar suyo, van hablando de Jesús. Lo primero que hace Jesús es invitarles a desahogarse, les pide que manifiesten toda la amargura que acumulaban. La utopía que les había arrastrado a seguirlo, había dado paso a la más absoluta desesperanza. Pero su corazón todavía estaba con él, a pesar de su muerte.
 
En este sutil matiz, podemos descubrir una pista para explicar lo que sucedió a los primeros seguidores de Jesús. La muerte les destrozó, y pensaron que todo había terminado; pero a nivel subconsciente, permaneció un rescoldo que terminó siendo más fuerte que las evidencias tangibles. En el relato de la conversión de Pablo, podemos descubrir algo parecido. Perseguía con ahínco a los cristianos, pero sin darse cuenta, estaba subyugado por la figura de Jesús y en un momento determinado, cayó del burro.
 
La manera de reconocerlo (después de haber caminado y discutido durante tres kms.) y la instantánea desaparición, nos indican claramente que la presencia de Jesús, después de su muerte, no es la de una persona normal. Algo ha cambiado tan profundamente, que los sentidos ya no sirven para reconocer a Jesús. Estos detalles nos vacunan contra la manera física de interpretar los relatos que nos hablan de Jesús después de su muerte.
 
Nosotros esperábamos… Esperaban que se cumplieran sus expectativas. No podían sospechar que aquello que esperaban, se había cumplido. Fijaros bien, como refleja esa frase nuestra propia decepción. Esperamos que la Iglesia... Esperamos que el Obispo... esperamos que el concilio... Esperamos que el Papa... Esperamos lo que nadie puede darnos y surge la desilusión. Lo que Dios puede darnos ya lo tenemos. El desengaño es fruto de una falsa esperanza. Por no esperar lo que Jesús da, la desilusión está asegurada.
 
No es Jesús el que cambia para que le reconozcan, son los ojos de los discípulos los que se abren y se capacitan para reconocerle. No se trata de ver algo nuevo, sino de ver con ojos nuevos lo que tenían delante. No es la realidad la que debe cambiar para que nosotros la aceptemos. Somos nosotros los que tenemos que descubrir la realidad de Jesús Vivo, que tenemos delante de los ojos, pero que no vemos. Hay momentos y lugaresdonde se hace presente Jesús de manara especial, si de verdad sabemos mirar.
 
1) En el camino de la vida. Después de su muerte, Jesús va siempre con nosotros en nuestro caminar. Pero el episodio nos advierte que es posible caminar junto a él y no reconocerlo. Habrá que estar mucho más atento si, de verdad, queremos entrar en contacto con él. Es una crítica a nuestra religiosidad demasiado apoyada en lo externo. A Jesús ya no lo vamos a encontrar en el templo ni en los rezos sino en la vida real, en el contacto con los demás. Si no lo encontramos ahí, cualquier otra presencia será engañosa.
 
La concepción dualista que tenemos del mundo y de Dios nos impide descubrirle. Con la idea de un Dios creador que se queda fuera del mundo, no hay manera de verle en la realidad material. Pero Dios no es lo contrario del mundo, ni el Espíritu es lo contrario de la materia. La realidad es una y única, pero en la misma realidad podemos distinguir dos aspectos. Desde el deísmo que considera a Dios como un ser separado y paralelo de los otros seres, será imposible descubrir en las criaturas la presencia de la divinidad.
 
2) En la Escritura. Si queremos encontrarnos con el Jesús que da Vida, tenemos en las Escrituras un eficaz instrumento. Pero el mensaje de la Escritura no está en la letra sino en la vivencia espiritual que hizo posible el relato. La letra, los conceptos no son más que el soporte, en el que se ha querido expresar la experiencia de Dios. Dios habla únicamente desde el interior de cada persona, porque el único Dios que existe, es el que fundamenta cada ser. Dios solo habla desde lo hondo del ser. Esa experiencia, expresada, es palabra humana, pero volverá a ser palabra de Dios si nos lleva a la vivencia.
 
3) Al partir el pan: No se trata de una eucaristía, sino de una manera muy personal de partir y repartir el pan. Referencia a tantas comidas en común, a la multiplicación de los panes, etc. Sin duda el gesto narrado hace también referencia a la eucaristía. Cuando se escribió este relato ya había una larga tradición de su celebración. Los cristianos tenían ya ese sacramento como el rito fundamental de la fe. Al ver los signos, se les abren los ojos y le reconocen. Fijaos, un gesto es más eficaz que toda una perorata sobre la Escritura.
 
4) En la comunidad reunida. Cristo resucitado solo se hace presente en la experiencia de cada uno. Al compartir con los demás esa experiencia, él se hace presente en la comunidad. La comunidad (aunque sea de dos) es imprescindible para provocar la vivencia. La experiencia de uno compartida, empuja al otro en la misma dirección. El ser humano solo desarrolla sus posibilidades de ser, en la relación con los demás. Jesús hizo presente a Dios amando, es decir, dándose a los demás. Esto es imposible si el ser humano se encuentra aislado y sin contacto alguno con el otro.
 
El mayor obstáculo para encontrar a Cristo hoy, es creer que ya lo tenemos. Los discípulos creían haber conocido a Jesús cuando vivieron con él; pero aquel Jesús que creían ver, no era el auténtico. Solo cuando el falso Jesús desaparece, se ven obligados a buscar al verdadero. A nosotros nos pasa lo mismo. Conocemos a Jesús desde la primera comunión, por eso no necesitamos buscarle. El verdadero Jesús es nuestro compañero de viaje, aunque es muy difícil reconocerlo en todo aquel que se cruza en nuestro camino.
 
 
Meditación
 
Caminó con ellos, discutió con ellos, pero no lo conocieron.
Ni teologías ni exégesis racionales te llevarán al verdadero Jesús.
El único camino para encontrarlo es el que conduce al “corazón”.
Tenemos que abrir los ojos, pero no los del cuerpo.
 
Si los ojos de nuestro corazón están bien abiertos,
lo descubriremos presente en todos y en todo.
A Dios no podemos encontrarlo en un lugar.
En cualquier lugar, en cualquier momento lo puedes encontrar.

viernes, 28 de abril de 2017

Padre Pedro Pierre: El 1 de mayo y los católicos



Padre Pedro Pierre

“¿Por qué los católicos no participamos para nada en política? ¿Qué nos pasa?”. Así consta en la portada de la revista de un movimiento de laicos católicos de hace unos meses. Es cierto que muchos católicos piensan que no participan en política y que otros muchos creen que la política es algo muy sucio…

Primero diría que todos participamos en política por el mero hecho de ir a votar. Por otra parte, hacemos política cuando opinamos sobre lo que pasa en nuestro país, cuando aprobamos o criticamos acciones del Gobierno. Las declaraciones de la Conferencia Episcopal, de obispos y sacerdotes sobre las elecciones tienen su dimensión política y a veces su opción nivelada a favor de ciertos candidatos. También es evidente que muchos católicos participan tanto en movimientos y partidos políticos como en las listas de candidatos para las elecciones, y en otros espacios políticos que están al servicio del bien común.

Este compromiso siempre ha sido impulsado en los documentos de la Iglesia católica al nivel universal como también continental y nacional. Ya en 1927 decía el papa Pío 10°: “La política es la mayor expresión de la caridad”. Esto ha sido claramente confirmado, tanto por el papa Francisco como por el papa Juan Pablo 2° en su carta: “La Iglesia está vivamente comprometida en esta causa (de la solidaridad con los trabajadores), porque la considera como su misión, su servicio, como verificación de su fidelidad a Cristo, para poder ser verdaderamente Iglesia de los Pobres” (encíclica sobre el Trabajo Humano).

Por ejemplo, las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) de Guayaquil comenzaron a hacer efectiva la dimensión política de su fe cristiana al caminar por las calles de la ciudad un 1 de mayo del principio de los 80. Luego participaron en fechas nacionales para recordar tanto las cruces sobre el agua cada 15 de noviembre, por los varios de miles de trabajadoras y trabajadores muertos a tiros en Guayaquil en 1932, como los asesinatos por la Policía de los indígenas Lázaro Condo y Cristóbal Pajuña que reclamaban sus tierras en los años 50 en Chimborazo, igualmente las celebraciones por la muerte de Tránsito Amaguaña, líder indígena de Cayambe…

En Guayaquil, varios grupos católicos siempre analizan las campañas electorales desde el retorno hace 40 años a la democracia, y ciertos de su miembros, en particular de las CEB, participaron en partidos políticos y en contiendas electorales. En la campaña del referéndum por la Constituyente, hicieron campaña por el Sí… Miembros de las CEB de El Oro han conformado un partido político desde varios años; lo mismo intentaron las CEB de Sucumbíos…

Sí, hay católicos que participamos en política, y en política partidista, con mucho orgullo cristiano… Que este 1 de mayo marque el comienzo de nuevos compromisos de católicos en política y que nuestra solidaridad con la causa de las y los trabajadores sea una verificación de nuestra fidelidad a Cristo, para poder ser verdaderamente Iglesia de los Pobres. Nos vemos el próximo 1 de mayo.

jueves, 27 de abril de 2017

Eric Nepomuceno: Hasta el Papa Francisco le dice ‘no’ a Temer


Eric Nepomuceno

CD.- En su insistente –e inútil– búsqueda por revestir su gobierno de legitimidad, Michel Temer, presidente gracias al golpe institucional del año pasado, decidió invitar al papa Francisco a realizar un viaje oficial a Brasil. Logró oír un delicado pero rotundo ‘no’.

Ignorando las buenas reglas de la diplomacia, pese al altísimo nivel del cuadro de diplomáticos de que dispone a sus órdenes, Temer decidió, sin el protocolar sondeo previo, anunciar que había invitado formalmente al papa Francisco. Algunos de sus asesores deben de haberlo convencido que recibir al pontífice en el país que se jacta de ser la mayor nación católica del mundo sería un baño insuperable de legitimidad.

Bueno: como respuesta, recibió una carta, igualmente formal, aduciendo cuestiones de agenda para no aceptar la invitación.

El problema es que el Papa no se quedó en esa excusa: agregó su tristeza y preocupación por lo que ocurre en Brasil. Mencionó expresamente la actual crisis, en la que son los más pobres los que pagan el precio más amargo para que se llegue a soluciones fáciles y superficiales. Más adelante, en la misma carta, dice el papa Francisco que la inestabilidad vivida por Brasil no es de solución sencilla, ya que tiene raíces socio-político-económicas.

Hace poco, la CNBB (Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, por la sigla en portugués) divulgó un durísimo comunicado criticando medidas incluidas en las llamadas reformas de Temer, tan de agrado del empresariado y la banca. Cualquier amenaza merece inmediato repudio, dijo la CNBB con relación a derechos sociales que están, desde el golpe que destituyó a Dilma Rousseff e instaló a Michel Temer y compañía en el gobierno, bajo permanente amenaza.

Ha sido un golpe más sufrido por el presidente que, en vano, busca legitimarse. También por esos días se revelaron los resultados de los sondeos más recientes de opinión pública, y la aprobación de Michel Temer se desmoronó apenas 5 por ciento.

Y, al mismo tiempo, sondeos realizados por diferentes institutos indican que, pese a toda la masacre y persecución que enfrenta tanto del judiciario como principalmente de los medios hegemónicos de comunicación, el ex presidente Lula da Silva sigue, a millas marítimas de distancia de los demás eventuales postulantes, como el favorito absoluto para las presidenciales de 2018.

Mientras, crece en Brasil el ya violentísimo impacto de las denuncias de corrupción que ahora alcanzan no solamente al PT de Lula y Dilma, sino a todo el sistema político de por lo menos las últimas tres décadas. “Nunca hubo una campaña electoral sin ‘caja 2’, nadie jamás ha sido electo sin eso”, aseguró Emilio Odebrecht, patriarca de la mayor empresa constructora de América Latina. Por caja 2 debe entenderse dinero no declarado formalmente a la Justicia Electoral.

En la muy extensa y detallada serie de delaciones premiadas, cuando los imputados cuentan lo que saben a cambio de reducción en sus eventuales condenas, hubo mucho más. Los 78 altos ejecutivos de la Odebrecht que recurrieron al recurso de la delación premiada listaron, con detalles, las cantidades pagadas a ministros, diputados y senadores para que el gobierno enviase y el Congreso aprobase iniciativas en beneficio de las gigantes de la construcción. Miles de millones. De dólares, claro.

Importantes juristas critican el método de la delación premiada, argumentando que se trata de una clara medida de tortura sicológica: alguien es mantenido en la cárcel sin culpa comprobada (pese a las toneladas de indicios y acusaciones) por largo tiempo, sin ser conducido al juez para declarar, hasta que se decida a prestar colaboración.

Claro que toda la delación premiada exige pruebas, o el acusador tendrá su condena, en lugar de disminuida, aumentada. Y mientras, los denunciados son entregados a la furia de los medios de comunicación y de la opinión pública. Además, se mezclan historias: la caja 2 era conocida de todos, y no es considerada crimen, pero si acto ilícito sometido a la Justicia Electoral. Otra cosa, bien distinta, es la vieja, pura y clásica corrupción.

Y es en este segundo caso que se encuentran denunciados no sólo 30 por ciento del Congreso y otro tanto del ministerio de Michel Temer, pero de manera muy especial el senador Aécio Neves, candidato derrotado por Dilma Rousseff en 2014 y principal articulador, al lado del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, del golpe institucional que la destituyó.

Curiosamente, hasta ahora ni Lula da Silva y Dilma Rousseff aparecen denunciados por corrupción personal.

Por estos días el ex presidente Cardoso insinuó lo que desde la caída de Dilma es ventilado a los cuatro vientos por Lula y los partidos de izquierda en Brasil: frente a semejante caos, y considerando la ilegitimidad de Michel Temer para imponer reformas que no hacen más que retroceder conquistas y derechos mientras profundiza la inestabilidad política de un país al borde del caos, la única salida sería convocar elecciones generales.

Hasta las niñas bonitas de Oaxaca saben que es una declaración oportunista, por demorada, e inútil, por el cuadro político actual.

Si hubiese elección presidencial, Lula da Silva ganaría. Y, al fin y al cabo, todo lo que ocurre fue llevado a cabo precisamente para impedir que eso ocurriese.

Por lo visto, hasta el papa Francisco sabe de todo eso.

(Tomado de Rebelión)

miércoles, 26 de abril de 2017

Padre Pedro Pierre: Tejedores de la esperanza


Pedro Pierre
 
ALAI.- Tal vez sea la violencia la gran característica de nuestra época. Se pensaba que las 2 grandes guerras mundiales del siglo pasado iban a ser el punto final de las agresiones con millones de muertos en los diversos países enfrentados. Más bien parece que los países beligerantes se unieron para despojar al resto del planeta. Ahora nos preguntamos cuándo van a terminar las guerras del Medio y Extremo Oriente, el control sobre los gobiernos de África para saquear sus materias primas y esta “3ª guerra mundial por pedazos”, como dijo el papa Francisco.

Se ve que la ONU (Organización de las Naciones Unidas) es incapaz tanto de impedir las guerras como de detenerlas. Por otra parte las religiones se muestran poco eficaces para, por una parte, mediar en los conflictos y, por otra, impedir los fanatismos de sus mismos miembros. Como ciudadanos de a pie, a lo mejor hemos pensado, erróneamente, que necesitamos de salvadores para ponernos individual y colectivamente en el buen camino, camino de leyes, normas y cultos obligatorios. Si todos estos caminos, políticos y religiosos, son caminos equivocados o insuficientes, tenemos que buscar otros o meternos en los nuevos que nos trazan una humanidad diferente en los personal y comunitario, en lo civil y lo religioso.

1. Una autonomía hecha de dignidad y apertura

Con el siglo pasado, hemos dejado atrás las nociones intocables hasta aquí de jerarquía, autoridad, obediencia, verdades reveladas… para avanzar hacia una autonomía absoluta de cada persona. El fin del patriarcalismo, a lo menos en las declaraciones, nos ha regalado una libertad casi sin límite exterior ni control personal. Nos creemos dueños incondicionales de nuestro destino y de lo que decidimos de nosotros en la soledad de nuestra conciencia. Lastimosamente el resultado es el individualismo destructor de la misma persona y generador de la más terrible violencia sobre los demás y la naturaleza.

Hay que decir “libertad, sí, pero…” con dignidad personal y apertura a los otros. Ese parece ser el camino complementario de la autonomía personal. Todos venimos de un pasado que nos marca un camino. En nombre de los errores y las falsedades que hemos heredado de este pasado no podemos cerrarle la puerta sin descubrir las perlas que esconde al interior de un carapacho de estructuras inadecuadas para la actual realidad.

El pensamiento filosófico y religioso de los siglos pasados nos habla de dignidad de la persona humana. Puede ser que las grandes ideologías y creencias hayan hecho pensar que la obediencia a sus normas era la solución para la felicidad de las personas cuando no es así. Nuestra dignidad es irreductible a cualquier encadenamiento; pero como personas tenemos que asumir lo que nos dictan la protección y el crecimiento de nuestra dignidad. De alguna manera todas las generaciones han buscado esta meta, sino que a cada generación le toca encontrar la manera más adecuada de conseguir su desarrollo. Los tiempos cambian y exigen nuevos modos de crecer en dignidad. Siguen los peligros de la autonomía absoluto que termina destruyéndonos y de la obediencia ciega a nuevos tiranos. La apertura a los demás nos ayudará a corregir estos excesos para crecer individualmente de una manera que nos haga feliz sin perjudicarnos ni perjudicar a los demás.

2. La prioridad de lo comunitario

Los pueblos originarios de Abya Yala (o sea, de las Américas del Norte, Centro y Sur) nos enseñan la prioridad de la comunidad sobre la persona, entendiendo que la comunidad está al servicio de las persona. Para una persona de mentalidad europea, donde la persona y los derechos individuales son primerísimos, nos cuesta entrar en este modo de pensar y actuar.

Si los pueblos indígenas han podido resistir más de cinco siglos de colonización, saqueo y aculturación, es por la fuerza de dieron y siguen dando a la comunidad. Es también por la fuerza que dan a los criterios comunitarios que hoy en día pueden proponer a la humanidad otro camino de organización en sociedad, de armonía con la naturaleza y de espiritualidad unificadora.

El individualismo es mortal: mortal para los individuos y mortal para la organización social. Nadie es el criterio único de su moral o manera de vivir. Con los progresos de la ciencia y de la conciencia nos damos cuenta que el universo es una sola unidad y todo y todos estamos interconectados e interdependientes. El mito de Robinson Crusoe solo y feliz en su isla es una falsedad devastadora: nadie puede vivir sólo y feliz. Las propuestas del Bien Vivir de los pueblos indígenas de las Américas son caminos que nos abren un futuro mejor de convivencia armoniosa al nivel mundial que puede resumirse: “primero el bien común y el bien común al servicio de todos”.

He aquí los criterios principales del Bien vivir: “Ofrecemos al mundo la cultura de la Vida, o sea, el camino de la vida en plenitud”, proclaman orgullosos los Pueblos Indígenas.

  • El trabajo es para la felicidad de todos. El “desarrollo occidental” se ha limitado el bienestar individual a costa de los demás y de la naturaleza. Trabajar es aprender a crecer y crecer juntos.

  • La identidad es más importante que la dignidad. No hay dignidad donde no hay identidad, porque se ha perdido la brújula de la memoria y la herencia del pasado. La verdadera dignidad surge del camino heredado del pasado y conservado en la comunidad.

  • Una vida armoniosa trae justicia social. El bienestar de unos pocos genera la injusticia para la mayoría excluida. Además esta justicia social occidental no incluye el respeto a la naturaleza. Con el Bien Vivir se busca alcanzar varios equilibrios: en la comunidad, entre las personas y de las personas con la naturaleza, eliminando así la exclusión y la discriminación.

  • El consenso supera la democracia. Con el Bien Vivir se busca la “soberanía colectiva”, es decir, el acuerdo entre todos. El medio para lograr esta soberanía es la búsqueda del consenso, incluyendo los aportes y las oposiciones de cada uno. El Bien vivir es el “gobierno de todas y todos”: la verdadera democracia.

  • La complementariedad vale más que la libertad. El bienestar individual justifica la libertad del robo, del saqueo, de la corrupción, de la violencia, de las guerras... En el Bien Vivir, se fomenta prioritariamente la complementariedad, porque todos somos hermanos: los deberes vienen antes que los derechos.
 
  • La armonía con la naturaleza es la fuente de salud. Han pasado más de 500 años de saqueo. La consecuencia es la destrucción de la salud: la salud personal (corporal, mental y espiritual), la salud social, la salud de la naturaleza. La tierra es nuestra casa común y nuestro único hogar: es la fuente de toda nuestra alimentación y salud.

  • La educación es la madre de la sabiduría. La educación es comunicación, comunión y responsabilidad al interior de la comunidad: Todas y todos nos enseñamos mutuamente. La educación es sobre todo aprendizaje a vivir en comunidad.

3. Una comunidad de vida con la naturaleza

Nos damos cuenta que vamos al suicidio colectivo porque una sociedad que destruye la naturaleza no tiene futuro. No sólo el cosmos es una sola unidad de vida; es una unidad de destino: no estamos solamente interrelacionados, estamos interdependientes. Nuestra vida es la misma vida de la naturaleza y del cosmos: todos dependemos de todos y de todo. La naturaleza es fuente de alimentos, de salud, de energía. O colaboramos a nuestra salvación común o nos destruimos todos.

Todos y cada uno tenemos que aportar nuestro granito de arena o más bien nuestra gota de agua, porque “una sola gota de agua cambia el nivel del mar”. Tenemos que reconectarnos con los 4 elementos originarios e indispensables para nuestra existencia y felicidad: el aire, el agua, la tierra y el fuego. Son las bases indispensables a nuestro crecimiento individual, colectivo y cósmico. Defender y promover la naturaleza es protegernos y cuidar de nosotros. Cultivemos plantas, flores, legumbres y árboles frutales para ser parte viva, activa y feliz del gran desarrollo de la vida, la belleza y la felicidad.

3. Una espiritualidad liberadora

Dios no está fuera de nosotros ni en otro mundo. Es la energía vital y amorosa que nos habita y habita el universo. Tampoco lo sagrado no está fuera de nosotros y del mundo: todo es sagrado; todos somos sagrados porque todo es y todos somos una parcela, una chispa de Dios. Todo y todos somos la encarnación de Dios. No digamos ‘Dios está en nosotros’, porque más bien nosotros estamos en Dios.

Nuestra espiritualidad debe tener 4 dimensiones:

  • Estar enraizada en Jesucristo. Jesús se ha hecho compañero de la humanidad en particular de los más marginados, ayer como hoy. Creer en su resurrección no es más que reconocer su presencia entre nosotros y con nosotros: si somos servidores los unos de los otros, sentimos su presencia con nosotros, compañía que nos llena y nos lleva más allá del sufrimiento y de la muerte
 
  • Vivir en comunidades. Nadie es una isla; nadie está sólo en ninguna parte. La comunidad es nuestra manera de existir. Si nos aislamos y creemos que sólitos vamos a salir adelante, no somos más que muertos en vida. La humanidad tiene que ser la gran comunidad nacida de la unión de las distintas y múltiples comunidades humanas. Esa es nuestra gran tarea: ser comunidad y formar comunidades.
 
  • Lograr un desarrollo integral. Somos cuerpo, espíritu y alma. Desarrollemos conjuntamente estas 3 dimensiones. Cuidemos nuestra salud, la belleza y la fuerza corporal, pero no nos quedemos allí. Cultivemos nuestras capacidades intelectuales, artísticas, poéticas. Despertemos la mística que nos habita y que es la misma energía de Dios. Si desarrollamos nuestra dignidad personal, la fraternidad de los unos con los otros, la armonía con la naturaleza, la comunión íntima con Dios, nos invadirá la felicidad.

  • Trabajar por la liberación tanto en la Iglesia como en la sociedad. Tantas cosas nos limitan y nos destruyen; tanta indiferencia y complicidad nos ahogan; tanta maldad a veces nos habita… y habita nuestras Iglesia y nuestro mundo. El papa Francisco promueve un gran movimiento de liberación en nuestra Iglesia, en las religiones y en el mundo mismo. Los tiempos nuevos necesitan hombres nuevos y mujeres dignas, pueblos fraternales y continentes hermanados. Las Iglesias y las religiones deben ser los artífices de la liberación universal junto con todos los que trabajan en esta línea. Esa debe ser la misión y la pasión que nos habita y nos anima.

Así son, así somos los tejedores de una sociedad nueva. La realidad no se detiene en el ayer. A veces nuestras manos se tiñen de sangre porque la tarea es muy dura. La verdad es nuestra meta y la verdad es un mundo fraterno reconciliado entre sí, con la naturaleza y con Dios. ¡Ánimo tejedores de todos los rincones del planeta: Ya somos millones en esta tarea!

martes, 25 de abril de 2017

Ilka Oliva Corado: El oficio de sirvienta



Ilka Oliva Corado

Últimamente los defensores de derechos humanos nos llaman asistentes domésticas, para aminorar el golpe, pero a las cosas por su nombre: somos sirvientas, nuestro oficio es servir. Partiendo de ahí, podemos desmenuzar la gama de abusos que vivimos quienes trabajamos en el servicio doméstico y en mantenimiento. No importa el país, la realidad de los sirvientes es la misma en todos lados. No nos vamos a dar baños de pureza y a señalar a Estados Unidos como el causante de todos nuestros males. En India existen las castas; en Latinoamérica, las mentes colonizadas; y así vamos por país y continente, cada uno con sus propios males.

No se trata del color, de la nacionalidad ni del idioma, se trata de quién tiene el poder; y quien tiene el poder abusa y discrimina, con propios y extraños. El oficio de niñera y empleada doméstica es el mismo, solo varía el nombre: en ambos el trabajo es servir. Y digo servir con todo el peso de la palabra: de día y de noche. Cuando los niños están en la escuela o en clases particulares, las niñeras nos encargamos de limpiar la casa, los cuartos de juego, cocinar, lavar la ropa: el oficio doméstico.

El de la empleada doméstica es igual y ambas son tratadas como muebles viejos. Porque una limpia pañales sucios y la otra baños sucios: ambas trabajan entre la mierda. Las niñeras somos las mamás emergentes, estamos ahí todo el tiempo porque las mamás están en sus clases de yoga, tomando el té con amigas o viajando por el mundo. Algunas, contadas, son las que trabajan. Entonces las niñeras, sin querer, como consecuencia de nuestro trabajo, damos abrazos, entendemos emociones, cuidamos enfermedades, contamos cuentos y nos desvelamos y damos apoyo moral a niños que aprendemos a querer como propios y que en el futuro, cuando se den cuenta de nuestro papel en su casa y en la sociedad, nos tratarán como muebles viejos desechables. Porque es el patrón, porque son parte del círculo de la cultura del capital. Las sirvientas conocemos la intimidad de las familias, hasta de lo que no quieren que nadie se entere, conocemos temperamentos, vicios, miedos, jactancias, vacíos y pretensiones.

Porque estamos ahí todo el tiempo, invisibles, muebles viejos que se mueven de un lugar a otro para que no estorben. Trabajamos en silencio, a manera de pasar desapercibidas porque, ¿qué tiene que contar una sirvienta? ¿En qué forma puede una sirvienta interactuar con sus empleadores? Máximo cuando ellos tienen cuna de oro y pergaminos, y se codean con la crema y nata de la sociedad. De ninguna, la sirvienta no siente, no piensa, no tiene emociones; está ahí para servir, jamás es vista como persona. No existe como ser humano.

Las sirvientas no nos cansamos, nunca tenemos derecho a enfermarnos, a estar deprimidas, a anhelar, a extrañar; no tenemos derecho tampoco a los beneficios laborales; las vacaciones son para otros, no para nosotras. No tenemos derecho a las emergencias porque entonces, ¿quién va a limpiar los cuartos, a lavar los platos, a planchar la camisa del patrón, a hacer el desayuno y a trapear? ¿Quién irá por el correo, por el pan y al supermercado? ¿Quién le cuidará la fiebre a los niños? ¿Quién limpiará el vómito del señor que llegó borracho en la madrugada?

Y si a pesar del abuso todo sobrepasa los extremos inconcebibles, las empleadas domésticas también somos abusadas sexualmente por el empleador, hijos de los empleadores, amigos de los empleadores y bajo la tutela de la empleadora que hace como que no ve. Porque al fin y al cabo los hombres son así, sedientos de placer todo el tiempo; y mejor que se cojan a la sirvienta que a una trabajadora sexual que les puede pegar enfermedades… Y en la mayoría de los casos esa empleada doméstica es una niña que no pasa de los 12 años. Las empleadas domésticas no tenemos derecho a los dolores menstruales, porque somos máquinas, y tampoco a angustiarnos cuando nuestros hijos están enfermos en casa o en la guardería donde los dejamos para ir a trabajar. No tenemos derecho a añorar a nuestros padres y hermanos que dejamos en el pueblo cuando nos fuimos a la capital o emigramos a otro país. Tenemos la obligación de estar íntegras para servir a nuestros empleadores, vivimos por ellos y para ellos, nuestras vidas no existen, no tienen derecho a existir. Tampoco los cumpleaños, ni las navidades ni los días festivos, nosotras estamos de planta todos los días del año, a todas horas.

Las empleadas domésticas guardamos secretos íntimos por los que cualquier amigo de nuestros empleadores daría el brazo derecho por saber. Nunca nos dicen gracias por nuestra ética, ¿qué puede conocer de ética una limpiabaños? ¿Qué puede saber de pintura, arte, lectura, de vinos, de quesos finos y comidas gourmet? Una cosa es que las cocinemos y sirvamos, y otra es interactuar. ¿Qué puede saber una sirvienta de ropa de marca, lociones caras y teléfonos inteligentes? Tal vez nada, pero es la que cuida lo más preciado de los empleadores: sus hijos. A una sirvienta jamás le darían sus autos para ir al supermercado, pero sí les confían a sus hijos todo el día y les dan las llaves de su casa. Un auto se lo pueden rayar y chocar, ¿pero qué valor tienen sus hijos para que los dejen con una extraña que no sabe ni el idioma ni marcar a un número de emergencia, y además indocumentada, si se trata de una migrante?

lunes, 24 de abril de 2017

Leonardo Boff: Un cura con olor a oveja: el padre Cicero Romão Batista


Leonardo Boff

Del 20 al 24 de marzo se realizó en Juazeiro del Norte, Ceará, el V Simposio Internacional Padre Cícero, con el tema “Reconciliación… ¿y ahora?”. Quedé sorprendido por el alto nivel de las exposiciones y discusiones con presencia de investigadores nacionales y extranjeros. Se trataba de la reconciliación de la Iglesia con el padre Cícero, que sufrió duras penas canónicas, hoy cuestionables, sin quejarse nunca, en un profundo respeto hacia las autoridades eclesiásticas y reconciliación con los miles de romeros que lo consideran un santo. 

Indiscutiblemente el padre Cícero Romão Batista (1844-1034), por sus múltiples facetas, es una figura polémica. Pero las críticas se van diluyendo cada vez más para dar lugar a lo que el papa Francisco a través del Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, en una carta al obispo local don Fernando Panico el 20 de octubre de 2015, dice expresamente: que en el contexto de la nueva evangelización y de la opción por las periferias existenciales la «actitud del padre Cícero acogiendo a todos, especialmente a los pobres y sufrientes, aconsejándolos y bendiciéndolos, constituye sin duda alguna una señal importante y actual».


El padre Cícero encarna el tipo de cura adecuado a la fe de nuestro pueblo, especialmente nordestino. Existe el cura de la institución parroquia, centrada clásicamente en el sacerdote, los sacramentos y la transmisión de la recta doctrina mediante la catequesis. Es un tipo de Iglesia que se autofinaliza, con escasa incidencia social en términos de justicia y defensa de los derechos humanos, especialmente de los pobres.

Entre nosotros surgió otro tipo de cura, como el padre Ibiapina (1806-1883), que fue magistrado y diputado federal y abandonó todo para ponerse como sacerdote al servicio de los pobres nordestinos, como el padre Cícero, fray Damián o el padre José Comblin entre otros. Ellos inauguraron otro tipo acción religiosa junto al pueblo. No niegan los sacramentos, sin embargo es más importante acompañar al pueblo, defender sus derechos, crear por todas partes escuelas y centros de caridad (de atención), aconsejarlos y reforzar su piedad popular. Ese es el tipo de padre adecuado a nuestra realidad que el pueblo aprecia y necesita.

Ese era también el método del padre Cícero, que lo desarrollaba de tres maneras: primero conviviendo directamente con el pueblo, saludando y abrazando a todos; luego visitando todas las casas de los lugares, bendiciendo a todos, la cría de los animales y las plantaciones; finalmente, orientando y aconsejando al pueblo en las predicaciones y novenas; al anochecer reunía a la gente delante de su casa, daba buenos consejos y orientaba al aprendizaje de todo tipo de oficios para que se hicieran independientes.

En este contexto el padre Cícero se anticipó a nuestro discurso ecológico con sus 10 mandamientos ambientales, válidos hasta el día de hoy (“no derribes ni un solo árbol” etc.).

El padre Comblin, eminente teólogo, devoto del padre Cícero, que quiso ser enterrado al lado del padre Ibiapina, escribió con acierto: «El padre Cícero adoptó amorosamente a los pobres e hizo suya la causa de los nordestinos oprimidos, dedicándoles incansablemente 62 años de vida. Y el pueblo pobre lo reconoció, lo defendió, lo consagró, y continuó expresándole su devoción, porque vio en él al Padre de los Pobres. Anticipó en muchos años las opciones de la Iglesia en América Latina. Es imposible negarle la sincera opción por los pobres, como dijo uno de ellos: «Mi padrino es padre santo/como él no hay otro igual/ pues todo lo que recibe/ todo en limosna lo da» (El Padre Cícero de Juazeiro, 2011, p. 43-44).


Curiosamente, si recogemos los numerosos pronunciamientos del papa Francisco sobre el tipo de cura que proyecta y quiere, veremos que el padre Cícero se ajusta de maravilla al modelo papal. No hay espacio aquí para presentar la abundante documentación que se encuentra en mi blog ( www.leonardoboff.wordpress.com ) y recoge mi intervención en Juazeiro: “El Padre Cícero a la luz del Papa Francisco”.

El Papa Francisco ha dicho repetidas veces que el sacerdote «debe tener olor a oveja», es decir, debe ser alguien que está en medio de su “rebaño” y camina con él. Cito solo dos textos emblemáticos, uno dirigido al episcopado italiano el 16 de mayo de 2016 donde dice: «el sacerdote no puede ser un burócrata sino alguien capaz de salir de sí mismo caminando con el corazón y el ritmo de los pobres». El otro, a los obispos recién consagrados el día 18 de septiembre de 2016: «el pastor debe ser capaz de escuchar y de encantar, y atraer a las personas con amor y ternura».

Estas y otras cualidades fueron vividas profundamente por el padre. Cícero, considerado el Gran Patriarca del Nordeste, el Padrino Universal, el Intercesor ante Dios en todos los problemas de la vida, el Santo cuya intercesión nunca falla. Los romeros y devotos saben de eso. Y nosotros secundamos esa convicción. 

 

domingo, 23 de abril de 2017

Luis Miguel Modino: La Iglesia de São Félix do Araguaia muestra su indignación ante el asesinato de campesinos brasileños


Luis Miguel Modino
Corresponsal en Brasil

Religión Digital.- La Iglesia de São Félix do Araguaia, con su obispo Monseñor Adriano Ciocca Vasino y el obispo emérito Monseñor Pedro Casaldáliga, han denunciado con vehemencia el asesinato de al menos diez campesinos, inclusive niños, perpetrado este último jueves, 20 de abril, en el municipio de Colniza, estado de Mato Grosso, el mismo donde ha vivido durante casi cincuenta años el obispo Casaldáliga, quien nunca dudó en asumir las causas de los más pobres, principalmente indígenas y campesinos sin tierra.

Se trata de un nuevo episodio de violencia contra los más pobres en un país en el que el Gobierno Temer ha decidido asumir "una posición de guerra contra los pobres", lo que ha hecho que se viva en un "clima de Tierra sin ley, una verdadera guerra civil en nuestro país".

La situación por la que pasa Brasil es cada vez más preocupante y las voces contra ese clima en el que el país vive resuenan cada vez con más fuerza, especialmente por parte de la Iglesia Católica. Cada día se repiten episodios que sólo pretenden masacrar a los más pobres y establecer un clima de impunidad que permita acabar con quien todavía luchan por la defensa de los derechos humanos.

La región de Mato Grosso ha sido una zona que tradicionalmente se ha visto sacudida por conflictos en el campo, lo que por el momento no parece tener una solución a corto plazo ante la impunidad existente, "fruto de la omisión de los órganos públicos".

En la nota, los agentes de la Prelatura de São Félix, claman "justicia y que los autores de esos crímenes sean procesados y castigados". Al mismo tiempo quieren continuar creyendo en que nada "robará los sueños y esperanzas del pueblo. Y jamás callará la voz de las comunidades que luchan".


En Mato Grosso del campo brota sangre

La Prelatura de São Félix do Araguaia, en reunión con sus agentes de pastoral, su obispo Monseñor Adriano Ciocca Vasino y el obispo emérito Monseñor Pedro Casaldáliga, en la ciudad de São Félix do Araguaia - MT, manifiesta su dolor, indignación y solidaridad con las familias asesinadas en la Gleba Taraquaruçu, municipio de Colniza - MT, el día 20 de abril. 

Esta masacre tiene lugar en un momento histórico de usurpación del poder político a través de un golpe de estado institucional, con graves avances en la pérdida de derechos fundamentales para el pueblo brasileño que pone el gobierno del actual presidente Temer en una posición de guerra contra los pobres, lo que se refleja de forma concreta en los proyectos, como las Medidas Provisorias 215 y 759, que violan derechos de los pueblos del campo y comunidades tradicionales, como también en el aumento irritante del escenario de violaciones contra las/os defensores de los derechos humanos. Diversos políticos exponen abiertamente sus discursos de odio e incitación a la violencia contra las comunidades que luchan por sus derechos. Vivimos en un clima de "Tierra sin ley", una verdadera guerra civil en nuestro país.

Como consecuencia, el año 2016 fue el más violento de los últimos 13 años, apuntando para una perspectiva desoladora en el campo. Y esta situación de Colniza, donde asesinaron inclusive niños, nos pone delante de los objetivos de los ruralistas que no tienen ningún temor para conseguir las tierras que buscan.

Las familias de los agricultores de la Gleba Taraquaruçu vienen sufriendo con la violencia desde el año 2004. En este periodo, en decisión judicial, la Cooperativa Agrícola de Producción Roosevelt consiguió la reintegración de la propiedad concedida por el Juez de Derecho de la comarca de Colniza, como fue anunciado en la Nota de la Comisión Pastoral de la Tierra, del 20 de abril de este año. En 2007, al menos 10 trabajadores fueron víctimas de torturas y cárcel privada y, en este mismo año, tres agricultores fueron asesinados.

¿Como están, en este momento, las familias que viven en Colniza? El municipio ya fue considerado el más violento del país. Sabemos que en la región existen otros conflictos de extrema gravedad, como el de la hacienda Magali, desde el año 2000, y el conflicto en la Gleba Terra Roxa, desde el año 2004. La población teme que otras masacres puedan tener lugar.

Clamamos justicia y que los autores de esos crímenes sean procesados y castigados. La consecuente impunidad en el campo, fruto de la omisión de los órganos públicos, perpetúa la violencia.

En la semana en que lamentamos la masacre de Eldorado dos Carajás, ocurrido el 17 de abril de 1997, que mató 19 luchadoras y luchadores del pueblo, somos sorprendidos por otra masacre en el campo, que quiere amedrentar, callar las voces y someter la dignidad del pueblo brasileño.

Estamos seguros que la masacre ocurrida jamás robará los sueños y esperanzas del pueblo. Y jamás callará la voz de las comunidades que luchan.

¡La sangre de los mártires será siempre semilla de JUSTICIA y VIDA!

São Félix do Araguaia, 21 de abril de 2017


sábado, 22 de abril de 2017

Fray Marcos: SOLO EN LA COMUNIDAD SE PUEDE DESCUBRIR A JESÚS VIVO

 
Fray Marcos
Jn 20,19-31
 
Es esclarecedor que en los relatos pascuales Jesús solo se aparece a los miembros de la comunidad. O como es el caso de la lectura de hoy, a la comunidad reunida. No hace falta mucha perspicacia para comprender que están elaborados cuando las comunidades estaban ya constituidas. No tiene mucho sentido pensar, como sugieren los textos, que el domingo a primera hora de la mañana o por la tarde ya había una comunidad perfectamente establecida. Los exegetas han descubierto algo muy distinto.
 
“Todos lo abandonaron y huyeron”. Eso fue lo más lógico, desde el punto de vista histórico y teológico. La muerte de Jesús en la cruz perseguía precisamente ese efecto demoledor para sus seguidores. Seguramente lo dieron todo por perdido y escaparon para no correr la misma suerte. La mayoría de ellos eran galileos, y se fueron a su tierra a toda prisa. Seguro que el domingo por la mañana, aún no habían dejado de correr.
 
Hoy tenemos claro que en el origen del cristianismo, existieron dos comunidades, una en Judea (Jerusalén) y otra en Galilea. La de Jerusalén, parece ser que sustentada por sus familiares más cercanos y la de Galilea por sus discípulos que se volvieron a su tierra, decepcionados por la muerte de su maestro. Las dos siguieron trayectorias distintas y tenían muy diversas maneras de interpretar a Jesús. Más tarde surgieron otras, las de Pablo, que no procedían de ninguna de las dos y que se desarrollaron en la diáspora.
 
Cómo se fueron estructurando esas primeras comunidades, es una incógnita. Ese proceso de maduración de los seguidores de Jesús no ha quedado reflejado en ninguna tradición. Los relatos pascuales nos hablan ya de la convicción absoluta de que Jesús está vivo. Es una falta de perspectiva exegética el creer que la fe de los discípulos se basó en las apariciones. Los evangelios nos dicen más bien, que para “ver” a Jesús después de su muerte, hay que tener fe. El sepulcro vacío, sin fe, solo lleva a la conclusión de que alguien se lo ha llevado y las apariciones, a pensar en un fantasma.
 
Esa experiencia de que seguía vivo, y además les estaba comunicando a ellos mismos Vida, no era fácil de comunicar. Antes de hablar de resurrección, en las comunidades primitivas, se habló de exaltación y glorificación, del juez escatoló­gico, del Jesús taumaturgo, de Jesús como Sabiduría. Estas maneras de entender a Jesús después de su muerte, fueron condensándose en la cristología pascual, que encontró en la idea de resurrección el marco más adecuado par explicar la vivencia de los seguidores de Jesús. En ninguna parte de los escritos canónicos del NT se narra el hecho de la resurrección. La resurrección no puede ser un fenómeno constata­ble empíricamente.
 
La experiencia pascual sí fue un hecho histórico. Cómo llegaron los primeros cristianos a esa experiencia no lo sabemos. En los relatos se manifiesta el intento de comunicar a los demás esa vivencia, que está fuera del tiempo y el espacio. Fueron elaborando unos relatos que intentan provocar en los demás de lo que ellos estaban viviendo. Para ello no tuvieron más remedio que encuadrarlos en el tiempo y el espacio que por sí no tenía.
 
Reunidos el primer día de la semana. Jesús comienza la nueva creación el primer día de una nueva semana. Esta práctica se hizo común muy pronto entre los cristianos. Los que seguían a Jesús, todos judíos, empezaron a reunirse después de terminar la celebración del Sábado. Al reunirse en la noche, era ya para ellos el domingo. El texto se ve que en las comunidades, estaba ya consolidado el ritmo de las reuniones litúrgicas.
 
Se hizo presente en medio sin recorrer ningún espacio. Jesús había dicho: “Donde dos o más estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Él es para la comunicad fuente de vida, referencia y factor de unidad. La comunidad cristiana está centrada en Jesús y solamente en él. Jesús se manifiesta, se pone en medio y les saluda. No son ellos los que buscan la experiencia sino que se les impone.
 
Los signos de su amor (las manos y el costado) evidencian que es el mismo que murió en la cruz. No hay lugar para el miedo a la muerte. La verdadera vida nadie puedo quitársela a Jesús ni se la quitará a ellos. La permanencia de las señales, indica la permanencia de su amor. La comunidad tiene la experiencia de que Jesús comunica vida.
 
“Sopló" es el verbo usado por los LXX en Gn 2,7. Con aquel soplo se convirtió el hombre barro en ser viviente. Ahora Jesús les comunica el Espíritu que da verdadera Vida. Termina así la creación del hombre. "Del Espíritu nace espíritu" 3,6. Esto significa nacer de Dios. Se ha hecho realidad la capacidad para ser hijos de Dios. La condición de hombre-carne queda transformada en hombre-espíritu.
 
La aclaración de que Tomás no estaba con ellos, prepara una lección para todos los cristianos. Separado de la comunidad no tiene la experiencia de Jesús vivo; está en peligro de perderse. Solo cuando se está unido a la comunidad se puede ver a Jesús.
 
Cuando los otros le decían que habían visto al Señor, le están comunicando la experiencia de la presencia de Jesús, que les ha trasformado. Les sigue comunicando la Vida, de la que tantas veces les ha hablado. Les ha comunicado el Espíritu y les ha colmado del amor que ahora brilla en la comunidad. Jesús no es un recuerdo del pasado, sino que está vivo y activo entre los suyos. Pero los testimonios no pueden suplir la experiencia personal.
 
A los ocho días, -es decir, en la siguiente ocasión en que la comunidad se vuelve a reunir- Jesús se hace presente en cada celebración comunitaria. El día octavo es el día primero de la creación definitiva. La creación que Jesús ha realizado durante su vida, el día sexto, y que tiene su máxima expresión en la cruz, llega a su plenitud en la Pascua. Tomás se ha reintegrado a la comunidad, allí puede experimentar la presencia de Jesús y el Amor.
 
¡Señor mío y Dios mío! La respuesta de Tomás es tan extrema como su incredulidad. Se negó a creer si no tocaba sus manos traspasadas. Ahora renuncia a la certeza física y va mucho más allá de lo que ve. Al llamarle “Señor y Dios” reconoce la grandeza, y al decir “mío”, reconoce el amor de Jesús y lo acepta dándole su adhesión.
 
Dichosos los que crean sin haber visto. Todos tienen que creer sin haber visto. El Jesús le reprocha la negativa a creer el testimonio de la comunidad. Tomás quería tener un contacto con Jesús como el que tenía antes de su muerte. Eso ya no es posible. Solo el marco de la comunidad hace posible la experiencia de Jesús vivo.
 
 
Meditación
 
Sin experiencia pascual, no hay cristiano posible.
 si no vivimos lo que vivió Jesús no le conocemos.
 Es necesario un proceso de interiorización de lo aprendido sobre Jesús
 .........................
 
El difícil paso que dieron los discípulos de Jesús,
 del conocimiento externo y sensorial a la experiencia viva,
 es el paso que tengo que dar yo, del conocimiento teórico de Jesús,
 a la vivencia interna de que me está comunicando su misma VIDA.

viernes, 21 de abril de 2017

Frei Betto: "Francisco es amado por muchos, pero no por los conservadores"


Frei Betto

La oposición intraeclesial al papa Francisco es cada vez más enconada. El cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación del Culto Divino, responsable de la vida litúrgica de la Iglesia Católica, atacó abiertamente el año pasado el rito de la misa adoptado por el Concilio Vaticano II.

En carta enviada a un encuentro litúrgico que defiende la restauración de la misa tridentina (rezada en latín y con el celebrante de espaldas a los fieles), el prefecto del Culto Divino criticó el ritual vigente de la misa: "No podemos cerrar los ojos a los desastres, las devastaciones y las guerras que han causado los promotores modernos de una liturgia viva al remodelar la liturgia de la Iglesia de acuerdo con sus ideas."

El cardenal africano no se da cuenta de que las tradiciones oriundas del Concilio de Trento (1545-1563) también representaron en su época innovaciones en la liturgia católica, muchas de las cuales se apartaban de los ritos iniciales de la Iglesia.

De modo nada sutil, el cardenal Sarah ataca al papa Francisco al expresar en la carta que "muchos creen y declaran en alto y a toda voz que el Concilio Vaticano II produjo una real primavera en la Iglesia (...). En realidad, un número cada vez mayor de líderes eclesiales consideran que esa ‘primavera' es un rechazo, una renuncia a su herencia milenaria". Según él, existe una "tendencia sacrílega" en la Iglesia después de Vaticano II. El empleo de la expresión "primavera" no fue casual. Ha sido utilizada para definir el clima en la Iglesia después de la elección de Francisco.

El actual pontífice es amado por muchos, pero no por todos, principalmente los conservadores, que actúan a fin de debilitar la autoridad papal. El hecho más mediático ocurrió en Roma, en febrero último, cuando en calles próximas al Vaticano aparecieron carteles apócrifos con críticas a Francisco.

En los carteles aparecía una foto del papa con expresión seria, y textos referentes a actitudes que ha tenido en relación con quienes se oponen a su modo de dirigir la Iglesia: "Francisco, destituyó a jefes de congregaciones, relevó a sacerdotes, decapitó la Orden de Malta, la de los Franciscanos de la Inmaculada e ignoró a cardenales. ¿Dónde está su misericordia?", decía el texto, cubierto horas después por la prefectura de Roma con la inscripción "publicidad ilegal".

En esa misma época, algunos cardenales de Roma recibieron una versión apócrifa de L'Osservatore Romano, el periódico del Vaticano. En la primera plana aparecía una lista de preguntas al papa hechas por cardenales conservadores, y la respuesta era siempre sic et non (sí y no).


Francisco incomoda. Electo en marzo de 2013, tras una serie escándalos que afectaron la imagen de la Iglesia e indujeron al papa Benedicto XVI a renunciar, el nuevo papa adoptó medidas drásticas como realizar una auditoría de las finanzas vaticanas, sancionar a los corruptos de la Curia Romana y a los pedófilos, producir una apertura en lo relativo a las cuestiones de género y sexualidad, criticar el capitalismo, etc.

A los tradicionalistas supuestamente puritanos les resulta inaceptable que el papa admita que los divorciados que se vuelven a casar puedan recibir los sacramentos, y los homosexuales ser acogidos en el seno de la Iglesia.

"El papa es el vicario de Cristo en la Tierra, pero no es Cristo. Puede errar, pecar y hasta ser corregido. No concuerdo con su modo de gobernar. La Iglesia está hoy inmersa en la confusión y la desorientación: los fieles necesitan certezas, pero no logran encontrarlas. Corremos el riesgo de una escisión", afirma Roberto de Mattei, presidente de la Fundación Lepanto, que aboga por "la defensa de los principios y las instituciones de la civilización cristiana".

Se sospecha que los seguidores de de Mattei fueron quienes divulgaron los carteles ofensivos sobre Francisco. Él se defiende: "No sé quiénes son los autores [de los carteles], pero no fuimos nosotros. En Roma se percibe un clima de miedo típico de los regímenes totalitarios. Estamos en presencia de una monarquía absoluta que emplea la colaboración de cardenales y obispos, pero les da poca autonomía. Al papa le encanta nombrar comisionados especiales para muchos asuntos y así poder siempre ser él quien decide al final", declaró de Mattei.

El historiador Massimo Faggioli, profesor de Teología de Villanova University (EE. UU.), opina que es posible identificar tres tipos de oposición al papa: teológica, institucional y política. "La teológica parte de algunos sectores de la Iglesia que creen que el papa es demasiado moderno en cuestiones como el matrimonio y la familia. Es una oposición pequeña, que procede de forma respetuosa", afirma el profesor.

En esa trinchera se destacan cuatro cardenales ultraconservadores: Walter Brandmüller y Joachim Meisner, de Alemania; Carlo Cafarra, de Italia; y Raymond Burke, de los Estados Unidos. En septiembre de 2016 solicitaron, en una carta abierta, que el papa corrigiera "errores doctrinarios" de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia (Alegría del Amor), una guía para la vida en familia que predica la aceptación por parte de la Iglesia de comportamientos propios de la sociedad contemporánea.


En la oposición institucional se encuentran quienes insisten en mantener el status quo. "Algunos cardenales tienen miedo a perder privilegios o a un cambio en los mecanismos para el nombramiento de los obispos", dice Faggioli.

El historiador considera que la mayor oposición a Francisco tiene que ver con sus actitudes políticas: "El papa habla sobre vivir juntos, construir puentes en vez de muros. Son cuestiones ‘inconvenientes' para la política global actual, pues contrastan con las ideas de la derecha francesa, italiana y norteamericana. Se las tiene por una amenaza. El papa puede lidiar con las dos primeras oposiciones, pero la política es la más difícil", afirma.

La reacción contra el papa no se concentra solo en Italia y Europa. El periodista italiano Nello Scavo, autor del libro Los enemigos de Francisco, dice que hay grupos en los Estados Unidos empeñados en debilitar el liderazgo papal: "Hay grupos financieros, fabricantes de armas y multinacionales que quieren que el papa pierda poder. Su retórica es muy anti-establishment. Ha afirmado que nuestra economía mata, condenó el capitalismo y se ha hecho oír sobre cuestiones ecológicas", dice Scavo citando críticas a Francisco realizadas por el centro de estudios conservador American Enterprise Institute (AEI).

El AEI cuenta entre sus dirigentes con varios antiguos integrantes del gobierno de George W. Bush, entre ellos el exvicepresidente Dick Cheney. "Cheney forma parte de AEI, fue miembro del consejo de Lockheed Martin, el principal fabricante de sistemas de defensa del mundo, y uno de los principales financiadores de AEI es Halliburton", afirma el periodista, refiriéndose a la multinacional de servicios para la exploración de petróleo.

Matteo Ciofi, periodista de la emisora católica canadiense Salt and Light, dice que la oposición teológica es, en realidad, la que menos debe preocupar al papa. "No es posible que un cardenal africano y uno europeo tengan la misma visión sobre la familia. Forma parte de las diferencias culturales, es normal que haya críticas. El problema dentro de la Iglesia se concentra en quienes no quieren perder sus privilegios", dice.

Al papa Francisco se aplica lo que le dice a María el viejo Simeón refiriéndose a Jesús: "[este es] señal que será contradicha" (Lucas 2, 34).

Frei Betto es autor, entre otros libros, de Um homem chamado Jesus (Rocco).