Padre Pedro Pierre
“¿Por qué los católicos no participamos para nada en política? ¿Qué nos pasa?”. Así consta en la portada de la revista de un movimiento de laicos católicos de hace unos meses. Es cierto que muchos católicos piensan que no participan en política y que otros muchos creen que la política es algo muy sucio…
Primero diría que todos participamos en política por el mero hecho de ir a votar. Por otra parte, hacemos política cuando opinamos sobre lo que pasa en nuestro país, cuando aprobamos o criticamos acciones del Gobierno. Las declaraciones de la Conferencia Episcopal, de obispos y sacerdotes sobre las elecciones tienen su dimensión política y a veces su opción nivelada a favor de ciertos candidatos. También es evidente que muchos católicos participan tanto en movimientos y partidos políticos como en las listas de candidatos para las elecciones, y en otros espacios políticos que están al servicio del bien común.
Este compromiso siempre ha sido impulsado en los documentos de la Iglesia católica al nivel universal como también continental y nacional. Ya en 1927 decía el papa Pío 10°: “La política es la mayor expresión de la caridad”. Esto ha sido claramente confirmado, tanto por el papa Francisco como por el papa Juan Pablo 2° en su carta: “La Iglesia está vivamente comprometida en esta causa (de la solidaridad con los trabajadores), porque la considera como su misión, su servicio, como verificación de su fidelidad a Cristo, para poder ser verdaderamente Iglesia de los Pobres” (encíclica sobre el Trabajo Humano).
Por ejemplo, las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) de Guayaquil comenzaron a hacer efectiva la dimensión política de su fe cristiana al caminar por las calles de la ciudad un 1 de mayo del principio de los 80. Luego participaron en fechas nacionales para recordar tanto las cruces sobre el agua cada 15 de noviembre, por los varios de miles de trabajadoras y trabajadores muertos a tiros en Guayaquil en 1932, como los asesinatos por la Policía de los indígenas Lázaro Condo y Cristóbal Pajuña que reclamaban sus tierras en los años 50 en Chimborazo, igualmente las celebraciones por la muerte de Tránsito Amaguaña, líder indígena de Cayambe…
En Guayaquil, varios grupos católicos siempre analizan las campañas electorales desde el retorno hace 40 años a la democracia, y ciertos de su miembros, en particular de las CEB, participaron en partidos políticos y en contiendas electorales. En la campaña del referéndum por la Constituyente, hicieron campaña por el Sí… Miembros de las CEB de El Oro han conformado un partido político desde varios años; lo mismo intentaron las CEB de Sucumbíos…
Sí, hay católicos que participamos en política, y en política partidista, con mucho orgullo cristiano… Que este 1 de mayo marque el comienzo de nuevos compromisos de católicos en política y que nuestra solidaridad con la causa de las y los trabajadores sea una verificación de nuestra fidelidad a Cristo, para poder ser verdaderamente Iglesia de los Pobres. Nos vemos el próximo 1 de mayo.