MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

viernes, 30 de noviembre de 2012

La Teología de la Liberación 40 años después

La Teología de la Liberación, que surgió en América Latina en la década de los sesenta, recurrió a la mediación de las ciencias sociales para conocer la realidad. A este efecto, asumió teorías de la “dependencia”, desechando teorías “desarrollistas”. Estas postulaban que los países subdesarrollados debían seguir la suerte de los desarrollados, alineándose con sus modelos de desarrollo. Las teorías de la dependencia, por el contrario, sostenían que el subdesarrollo era consecuencia directa de la injusticia de los países ricos hacia los pobres. De estos países había que “liberarse”.
¿Dónde está hoy la Teología de la Liberación en esta materia?

En 40 años han ocurrido cambios mundiales enormes. Cambios en todas las direcciones. La mayoría de los cientistas sociales concuerda en que el nombre de la nueva época es el de la globalización, aunque entre ellos haya divergencia en el modo de concebirla. Asistimos, a ojos vista, a una revolución impresionante. Los fenómenos son más o menos estos:

  • La globalización es gobernada por el capital internacional; por las grandes corporaciones productivas y financieras internacionales. Estas sobrepasan los controles estatales.
  • La tierra se concentra en pocas manos. Los millonarios compran pedazos o países enteros.
  • Internet replica la realidad, la trasparenta y la pone en juego a velocidad de tiempo real.
  • El tráfico de estupefacientes sortea los controles policiales. La droga destruye personas, familias y barrios.
  • Las relaciones humanas se “licuan”: mucho contacto y poco vínculo.
  • La delincuencia y la violencia hacen presa de sectores completos de ciudades latinoamericanas.
  • Crece la conciencia de la opresión de la mujer.
  • Crece la conciencia del despojo y la exclusión de los pueblos originarios.
  • Crece la conciencia ecológica.
  • Se descubre el valor inalienable de los derechos humanos.
  • Se amplían las formas de ejercicio de la sexualidad.
  • Se exacerba la angustia por consumir y el resentimiento de no poder hacerlo.
  • Surge el analfabetismo cibernético en los pobres y en los adultos.
  • Los ancianos aumentan. Aumenta también su abandono.
  • La economía y la política desplazan su eje de EE.UU. a China y a los Brics.
  • La biología descubre el Genoma humano y se apresta a clonar seres humanos.
  • Las jerarquías eclesiásticas pierden el control sobre sus fieles. La religiosidad muta.
  • Se afirma la valoración de la democracia. Se aborrecen las dictaduras.
  • La pobreza tradicional no desaparece: sueldos miserables, cesantía, mala salud, mala educación, falta de viviendas, carencia de servicios básicos.
  • Se descubre que la desigualdad es una injusticia independiente de la pobreza.
  • Surge el delito informático.
  • Probablemente la máquina de la guerra, en silencio, esté desarrollando quién sabe que instrumentos para vendernos la paz.

En 40 años la Teología de la Liberación, lo que queda de ella, no puede concentrarse meramente en la necesidad de una liberación socio-económica. Hoy hay víctimas de muchos tipos de opresión. Cuesta, por lo demás, determinar quiénes son los responsables/culpables de las múltiples esclavitudes. Por una parte, el “enemigo” se ha invisibilizado. Por otra, los tiempos están más para el “profetismo” (la crítica utópica) que para el “mesianismo” (la construcción ideológica de un mundo más justo).

En 40 años de Teología de la Liberación, con todo, ante el despliegue arrollador del neoliberalismo y tras el fracaso de los modelos socialistas-estatistas, revalora el desarrollo como modelo de comprensión y de modificación de la realidad social. No ya en los términos de los años ’50. Pero sí en la perspectiva del PNUD. Politólogos convencidos de la opción de Dios por los pobres como Daniel García Delgado (FLACSO, Argentina), por ejemplo, oponen el modelo del desarrollo integral al neoliberal del mero crecimiento económico.

En 50 años, América Latina asumió el modelo de Cuba, lo sustituyó luego por el modelo de Chile y actualmente busca un modelo intermedio.

En 40 años la Teología de la Liberación, además de quedar descolocada por una realidad económica, social, política y cultural que terminó cambiando sin ella, ha debido soportar el triunfo arrollador del neoliberalismo, de la prensa conservadora y del control eclesial.  Esto no obstante, ha logrado asegurar en la conciencia teológica de la Iglesia y de buena parte de los latinoamericanos la convicción de la “opción por los pobres”. Esta constituye una lupa con la cual los cristianos pueden ver en los mismos fenómenos que observan los cientistas sociales la acción histórica de Dios, en orden a tomar partido por quienes la globalización margina y desintegra. Por esto, mientras la exclusión no termine, aunque mute, la Teología de la Liberación continúa teniendo plena vigencia.

El libro de Gustavo Gutiérrez Teología de la liberación. Perspectivas, publicado en 1972, hace 40 años, ya no sirve tal cual. Pero es indispensable escribirlo de nuevo.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Cuando las cabezas de las mujeres se juntan. Por Viviana Liptzis


Dice Florence Thomas: “Soy feminista para mover ideas y poner a circular conceptos; para reconstruir viejos discursos y narrativas, para desmontar mitos y estereotipos, derrumbar roles prescritos e imaginarios prestados”*

Entre esas narrativas, tal vez las más poderosas son aquellas que nos “regalaron” las religiones monoteístas y sus prescripciones patriarcales: historias de mujeres contadas por hombres y no por sí mismas, carentes de palabras propias, devenidas Marías o Evas según sea el caso.

En este contexto, el nacimiento y desarrollo de una teología feminista, de una exégesis feminista, de una liturgia feminista, tiene una importancia fundante: nos estamos metiendo en el corazón del poder masculino histórico, el ámbito del “no se toca”, desacralizando una mirada que contempla sólo a la mitad de la humanidad mientras oculta a la otra cuando la desempodera.

En el judaísmo, donde esta reflexión teológica no ha sido preponderante, las mujeres asumimos ese espacio y nos apropiamos de la búsqueda de una divinidad inclusiva que nos abra las puertas para hacer realidad la “imagen y semejanza”. Y también nos apropiamos de las palabras desarrollando interpretaciones alternativas a las tradicionales, leyendo entre líneas, sospechando y “haciendo conscientes los mecanismos y las implicancias de los modelos opresivos de producción de conocimientos”**

Dice Anita Diamant: “El judaísmo del siglo XXI comienza en un lugar radicalmente diferente. Es la primera vez en la historia del judaísmo que las voces de las mujeres (no sólo personajes extraordinarios sino un coro de lo más variado) se ha sumado al discurso público sobre todos los temas: Dios, la ley, el gobierno de sinagogas y comunidades, el casamiento, la educación, el dinero, etc.

Esta participación sin precedentes de las mujeres, es el resultado de la pasión de casi dos generaciones de adultas judías que entendieron que el feminismo no es nada más ni nada menos que una de las expresiones más profundas de la misión del judaísmo: el mandato de la Torá relacionado con la justicia y la santificación de la vida.

Como judías, hemos buscado en nuestras fuentes, prototipos que permitan enraizar nuestros cambios en esas tradiciones. Citamos textos para unirnos al pasado y legitimar nuestras innovaciones. Nombramos a Miriam, la profetiza, como sustento de nuestros roles actuales de liderazgo. Nombramos a Hanah, que en su búsqueda espiritual, inventó las plegarias personales que incluimos en nuestra devoción comunitaria y privada. Usamos a Ruth y Esther como ejemplos de mujeres corajudas.

Pero hay algo más: sólo en este tiempo, nuestro tiempo, gracias al desarrollo del judaísmo feminista (que es lo mismo que decir un judaísmo inclusivo), es posible imaginar y ver en una comunidad entera, sin importar su género, o su edad, o su orientación, a una nación de aprendices y maestras/os. Esto supone una democratización absoluta del aprendizaje.

Ahora que hemos logrado este nivel de conocimientos y posibilidades, es hora de aceptar el hecho de que no vamos a encontrar textos que prueben todas nuestras reflexiones e invenciones. Es hora de ser honestas respecto de que estamos creando la Miriam que necesitamos y le damos un lugar en la cena de Pesaj. Igual que a otras mujeres.

Esto ya se hizo antes, lo hicieron otros antes que nosotras. Es la parte jugosa de nuestro árbol de la vida, el que nos mantiene apartadas de la atrofia y la muerte.

Debemos hacernos cargo del hecho de que estamos santificando aquello que no era visto como sagrado en el pasado: las historias de nuestras vidas, el poder y la sabiduría de nuestras matriarcas, el sacrificio y el triunfo de estas contra-tradiciones, contra-narrativas, contra-teologías. Estamos transformando lo marginal en lo normativo”***

Las cabezas de las mujeres nos seguiremos juntando. Para hacer realidad para todas, y no sólo para algunas privilegiadas, la posibilidad de ser protagonistas también en estos ámbitos.

Dice el Talmud: “Unite a grupos para estudiar la Torá, dado que el conocimiento de la Torá sólo puede ser adquirido en asociación con otros” (Berajot, 63b). Y pienso que es en esto donde radica una parte de la enorme sabiduría de las mujeres: reunirnos para pensar, aprender, entender, reflexionar, asombrarnos.


http://sermujerhoy.com/2012/05/02/soy-feminista-florence-thomas-y-yo-tambien/
** Elizabeth Schüssler Fiorenza: Wisdom ways
*** Anita Diamant: New Jewish Feminism

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Gonzalo López Marañón - LA ENTREGA DE UN HOMBRE DE FRONTERA

ANTECEDENTES
 
El 26 de junio de 1970, Monseñor Gonzalo López Marañón fue nombrado Prefecto de la Prefectura Apostólica de Sucumbíos haciendo su entrada el 14 de diciembre del mismo año. Actualmente es el Vicariato San Miguel de Sucumbíos y Mons. Gonzalo ha sido su Obispo hasta el 30 de octubre pasado.
La llegada del nuevo Prefecto coincidía con el comienzo de profundos cambios en esta provincia del Ecuador:
  • Había comenzado la era petrolera: en 1967 Texaco había anunciado la existencia de petróleo en el pozo Lago Agrio 1.
  • Se iniciaba la construcción de la población de Lago Agrio (1969) con personas de la Precooperativa Nueva Loja, que finalmente daría nombre a la Capital de la provincia de Sucumbíos, mientras que el Cantón conservaría el nombre de Lago Agrio.
  • Se producía la llegada de numerosas personas provenientes de las distintas provincias y regiones de la patria que llegaban a colonizar, al abrigo de la exploración y explotación petrolera, las amplias zonas de selva habitadas hasta entonces por pequeños grupos indígenas Kichwas, Cofanes, Sionas y Secoyas.
  • Los grupos indígenas veían amenazado su aislamiento y modo de vida tradicional, sus territorios invadidos por compañías y personas extrañas.
No había nada hecho, todo estaba por hacer y el Estado Ecuatoriano estaba más preocupado por la promesa de los posibles recursos petroleros que por la vida de los/as ecuatorianos/as que llegaban o habitaban estas regiones. No había autoridades, ni servicios públicos. Era una tierra de frontera, casi sin ley y sin una sociedad estructurada.
Mons. Gonzalo llegaba a Sucumbíos con toda la ilusión de renovación eclesial originada en el Concilio Vaticano II y de la opción por los pobres declarada en la Conferencia de los Obispos Latinoamericanos de Medellín (1968).
 
El nuevo prefecto con los ánimos de su juventud (apenas 37 años) se comprometió con el pueblo y una de sus primeras decisiones fue el traslado del centro de la Misión desde El Carmelo (Carchi) a Lago Agrio.
 
1. IMPULSOR DE LA SOCIEDAD CIVIL DE SUCUMBIOS
 
Monseñor Gonzalo continúa el trabajo que los Carmelitas venían realizando en la frontera con Colombia desde 1929. Los misioneros carmelitas acompañaron a los primeros colonizadores del Pun (ahora Carmelo), El Playón de San Francisco, Santa Bárbara, La Bonita, Puerto Libre. Junto con ellos abrieron carreteras, crearon escuelas, colegios, dispensarios médicos…Y en Puerto el Carmen de Putumayo animando el paso del pueblo de la isla al emplazamiento actual y constituyendo un eje de la nueva población con la creación del Colegio San Miguel y el pequeño hospital. Construyendo autenticas fronteras vivas, cuando llegaron los misioneros en los años 50 en la zona únicamente se usaba el peso colombiano, y toda la vida se hacía con Colombia. El Colegio San Miguel (el único colegio de la frontera durante muchos años) se constituye así en eje de la vida de toda la frontera con Colombia.
 
Ya henos dicho que en la actual provincia de Sucumbíos no había autoridades ni una sociedad civil articulada. Las personas que llegaban estaban motivadas por la esperanza de lograr una tierra y una vida nueva para ellas y sus familias, pero el paraíso prometido no era tal. Las comunidades indígenas, por su parte, sentían el temor y la amenaza que suponían los recién llegados.
 
Las compañías petroleras eran un mundo aparte, al margen, y el ejército ecuatoriano tenía como misión fundamental, además de proteger la frontera, resguardar las actividades petroleras.
 
Mons Gonzalo se empeñó en crear sociedad civil como parte de su compromiso evangélico tratando que los grupos de gentes heterogéneos llegados de todos los rincones de la patria formaran una sociedad unida, basada en el respeto, la justicia y la equidad.
 
Fue iniciativa de Mons. Gonzalo la convocatoria al PRIMER ENCUENTRO DE CIUDADANOS DEL NORORIENTE, realizado en Lago Agrio 1971 /72
 
Apoyó con todas sus fuerzas la estructuración de la sociedad. Su oposición y la de la iglesia fueron claves para evitar que la población de la ciudad de Nueva Loja fuera trasladada y desplazada del lugar actual a la otra rivera del Río Aguarico, donde querían mandarla la presión de las compañías petroleras.
 
Ha intervenido en todos los procesos de creación de poblaciones, en su diseño, en la gestión para alcanzar su reconocimiento como parroquias, cantones y en la constitución de la provincia de Sucumbíos (1989). El mismo fue el que propuso que la nueva provincia llevara el nombre de Sucumbíos[1] en recuerdo de los pueblos indígenas que la habitaban antes de la llegada de la Colonia y del Río San Miguel que marca la frontera norte con la vecina república de Colombia. Las primeras reuniones para iniciar el proceso de la creación de la Provincia se realizaron en la propia iglesia de Lago Agrio, una de las razones por las que el equipo municipal anterior creó la ordenanza que declara la catedral como patrimonio cultural de la provincia.
 
Se debe a Gonzalo el impulso para la creación de la ASCIS (Asamblea de la Sociedad Civil de Sucumbíos) que lideró durante varios años la lucha popular para conseguir del gobierno el pago de la deuda social que tiene con la provincia. Y también la Asamblea Biprovincial, donde se uniría a la ciudad de Orellana en esta reivindicación.
 
Siendo ecuatoriano por nacionalización, su autoridad moral y su ubicación por encima de las pugnas políticas partidistas ha ayudado a superar diferencias que en muchas ocasiones parecían irreconciliables.
 
Su horizonte y guía siempre ha sido y es el servicio, el bien común de las personas y la justicia social. Ha compartido junto a sus agentes de pastoral las luchas del pueblo de Sucumbíos
 
Por su prestigio personal en numerosas ocasiones ha sido elegido como presidente de la Asamblea Provincial por petición popular de los más amplios sectores sociales de Sucumbíos, prefiriéndolo a las autoridades gubernamentales o locales.
 
En los últimos años, siendo consciente de los problemas que podía crear el Plan Colombia, ayudó a fortalecer el tejido social para evitar que el conflicto del país vecino causara un deterioro aún mayor de las relaciones sociales. Es cierto que la situación de violencia y los problemas que trágicamente sufre nuestro vecino país nos ha afectado gravemente, pero gracias a la acción y prevención de Gonzalo y a los lazos de solidaridad que se han creado la situación no se ha vuelto insostenible.
 
2. SERVIDOR DE LA POBLACION
 
Gracias a los Convenios que regularmente el Estado ha suscrito con las misiones, éstas pudieron crear servicios sociales donde no había nada.
En el campo de la educación:
  • La Unidad educativa Pacífico Cembranos, durante muchos años el mejor colegio técnico de la provincia y uno de los mejores a nivel nacional. Cuenta con internado para los/as jóvenes de las comunidades más alejadas
  • La Unidad educativa de Puerto El Carmen de Putumayo, igualmente el único colegio de la frontera con Colombia hasta mediados de los años 90.
  • El Colegio Intercuiltural Bilingüe Abya Yala. Igualmente con internado.
  • El Centro de formación profesional Doña Godina.
  • El primer instituto tecnológico de Sucumbíos con entrega de títulos universitarios.
Pero Gonzalo siempre ha sido consciente que no era lo importante que la educación estuviera en manos de la iglesia, que sólo debe jugar un rol subsidiario, sino que ha apoyado la llegada y el mejoramiento de la educación fiscal. Desde la primera escuela fiscal Lago Agrio hasta los nuevos colegios y centros de educación superior que hay actualmente en la provincia.
 
Con su esfuerzo y el apoyo de los padres de familia estableció y mantuvo durante muchos años pequeñas escuelas en los lugares y comunidades más remotos de la selva.
 
En el campo de la salud:
  • La creación del Subcentro San Francisco, durante muchos años el mejor centro de salud de la provincia.
  • Otros subcentros en poblaciones como Pacayacu, Aguas Negras.
  • El apoyo a la Maternidad Intercultural Sucumbíos (Centro Materno Infantil Intercultural).
Igualmente ha luchado permanentemente y logrado que el Hospital de Lago Agrio y los otros centros públicos de salud del Estado brinden una atención digna y eficaz para la población.
 
Los servicios de salud y educación del Vicariato de Sucumbíos se han distinguido siempre por su calidad, como referente para los servicios públicos, y bajo costo
 
En el campo de la Comunicación: la Radio Sucumbíos, durante gran parte de los años 90 la única con llegada a casi todos los rincones de la provincia.
 
Igualmente con sus agentes de pastoral ha apoyado la vialidad, el agua segura y otros servicios públicos.
 
3. LAS ORGANIZACIONES POPULARES
 
Gonzalo siempre fue consciente que para crear una auténtica sociedad hay que generar estructuras y cultura organizativa.
 
Para ello a inicios de los años 80 apoyó la creación de organizaciones:
  • Campesinas: Unión de Organizaciones Campesinas del Nororiente[2](UCANO), FOCAN (Federación de Organizaciones Campesinas de Aguas Negras), etc.
  • Indígenas: la Jatun Comuna Aguarico, hoy FONAKISE (Federación de la Nacionalidad Kichwa de Sucumbíos Ecuador), FEINCE (Federación Indígena de Nacionalidad Cofán del Ecuador) y la de las comunidades Shuar.
  • Afroecuatorianas.
  • De Padres de Familia: APAFANO (Asociación de Padres de Familia del Nororiente.
  • De Mujeres: Federación de Mujeres y, más adelante, el Frente de Mujeres de sucumbíos.
  • Asociación de Barrios de Lago Agrio.
  • De derechos Humanos: CEDHNO: Comisión de Derechos Humanos del Nororiente.
  • Frente de defensa de la Amazonía.
La creación de estas y otras organizaciones menores se sustenta en que sólo una sociedad organizada es capaz de luchar y defender sus derechos.

Tras el terremoto del Reventador del año 1987, cuando la provincia estuvo aislada por largos meses, organizó un sistema de comercio solidario y una red de tiendas comunitarias que pudiera servir a la población en los productos vitales y a precios cómodos (PROCOMER, que funcionó hasta mediados de la década de los años 90´).

4. LA CONFIANZA EN LAS CAPACIDADES LOCALES 
 
Otra de las características de Mons. Gonzalo ha sido la confianza irrestricta en las personas de Sucumbíos, a través de los establecimientos educativos, cursos de formación y acciones de concientización se empeñó en ayudar a la creación de líderes/as locales que asumieran tareas de responsabilidad a nivel de dirigentes/as y de autoridades locales.

Siempre ha confiado en la capacidad de las personas de Sucumbíos para asumir con responsabilidad y valores éticos los retos del propio desarrollo. Muchas de las acciones de la propia iglesia han estado encomendadas a laicos/as nacidos o surgidos en Sucumbíos.

Es por ello que muchas de las autoridades de ámbito nacional o local han visto y tenido en él un consejero que, libre de cualquier ideología partidista, les asesoraba con generosidad y total apertura. 
 
5. DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS
 
 Además de lo ya señalado en la conformación de la CEDHNO, Gonzalo se ha distinguido en los siguientes momentos cruciales:

ü En la defensa de los derechos de los campesinos, cuando en 1985 (gobierno de Febres Cordero) se quiso entregar gran parte de las tierras de los cantones de Lago Agrio y Shushufindi a compañías palmicultoras extranjeras.

ü A mediados de los años 90, cuando hubo la pretensión de expulsar a todos/as los/as ciudadanos colombianos/as de Sucumbíos.

ü En el caso llamado de “Los 11 del Putumayo”, cuando se acusó injustamente a familias de una comunidad indígena de ser “guerrilleros de finca”. Afortunadamente se logró su liberación y resarcimiento.

ü En la lucha por los derechos y equidad de género, acompañando a las organizaciones de mujeres. Con su apoyo se logró la Comisaría de la Mujer en Sucumbíos en 1998.

ü La creación del Frente de defensa de Amazonía junto a otras instituciones y el apoyo en el inicio del juicio a la Texaco por los abusos y daños culturales, sociales, económicos y ambientales causados por la compañía en su etapa de explotación petrolera (hasta 1992). 
 
ü La organización de albergues y asistencia junto con ACNUR y otras instituciones para la cogida de refugiados/as colombianos/as y desplazados/as ecuatorianos/as de la zona de frontera.
 
ü La denuncia permanente de los daños causados por las fumigaciones del Plan Colombia, la situación de violencia y los abusos contra los derechos humanos desde el año 2000, que en alianza con otros actores hicieron que entraran en la conciencia nacional. 
 
Los comités provincial y cantorales de derechos humanos monitorean y defienden de forma constante lo relacionado con los derechos humanos, los económicos y sociales, los especiales de mujeres y niños/as y adolescentes. La CEDHNO y sus comités locales son la única instancia de defensa de los derechos humanos en la provincia.
 
6. DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS.
 
Para Gonzalo la nueva sociedad de Sucumbíos no podía lograrse sin que se reconocieran los derechos ancestrales de los pueblos indígenas que ancestralmente han poblado la Amazonía.
 
Junto a Mons. Alejandro Labaka (Obispo Vicario de Aguarico –Coca- muerto en 1987 en su entrada hacia los Tagaeri) siempre hizo sentir su voz en defensa de los derechos de los pueblos indígenas.
 
Apoyo, como ya hemos señalado, la organización de estos pueblos, pero su tarea se ha dirigido también hacia:
  • El apoyo para la legalización de sus territorios ancestrales.
  • El apoyo a la educación bilingüe en coordinación con la Dirección de Educación Bilingüe de Sucumbíos y ,especialmente, de los pueblos minoritarios como Cofanes, Sionas y Secoyas.
  • La conservación y valoración de su cultura.
  • La creación del Colegio Abya Yala pretende ofrecer a los indígenas un centro educativo de primera calidad, que ayude en la recuperación de la cultura de los pueblos indígenas de Sucumbíos y les prepare para establecer un diálogo con la cultura occidental pero en plan de igualdad.
7. OTRAS ACCIONES SOCIALES
 
A lo largo de sus 40 años de presencia en Sucumbíos Gonzalo ha impulsado y ejecutado una enorme cantidad de proyectos sociales con ayuda de la cooperación internacional.
Estos proyectos han sido un instrumento para impulsar procesos de largo aliento.
 
8. DEFENSA DE LA FRONTERA DEL ECUADOR
 
Es evidente que no es tarea de la iglesia el defender las fronteras de igual forma que los militares, pero si la ecuatorianidad se resguarda gracias a las “fronteras vivas” los equipos misioneros han estado siempre presentes en los lugares más alejados, especialmente en el Río San Miguel y en Puerto El Carmen de Putumayo.
 
Los/as misioneros/as conocen las comunidades que incluso el propio ejército nunca había visitado o conocido. El mismo Gonzalo ha visitado repetidamente los lugares más lejanos y recónditos de la selva sin importar las horas de caminata por la selva o en canoa.
 
En todos estos lugares y comunidades los/as agentes de pastoral y el propio Gonzalo han promovido una cultura de fraternidad, solidaridad, justicia y de amor por la propia tierra.
 
9. SEMBLANZA PERSONAL
 
Gonzalo ha cumplido los 77 años, a los 75 presentó la renuncia al Santo Padre Benedicto XVI y le ha llegado el momento de retirarse a descansar de sus arduas labores, después de 38 años de trabajo sacrificado y muchas veces agotador.
 
Si algo llama en él la atención, es su rostro: la sonrisa siempre franca y la mirada que se mantiene clara, a pesar de todo el dolor y sufrimiento que han contemplado a lo largo de tantos años. Sonrisa y mirada que nos muestran a un hombre que vive con esperanza, que sueña con un mundo más justo, equitativo y fraterno, que sabe que siempre se puede seguir construyendo y mejorando, que nos interroga fuertemente sobre nuestra capacidad de compromiso, entrega y amor.
 
En Gonzalo se reconoce a un líder que ha hecho del servicio su causa que sabe que el poder del amor es capaz de transformar al Ecuador y al mundo entero, que es capaz de motivar a otros/as a seguir la misma senda.
 
Un hombre sencillo, sin afán de figurar, que gusta que otros asuman responsabilidades y tareas, especialmente los/as ecuatorianos/as. No quiere dejar tras de sí ni reconocimientos, ni alabanzas. Su mejor premio es poder decir: “Siervos inútiles somos, hemos hecho lo que debíamos hacer”.
 
Tarea nuestra será poder decir, parafraseando lo que se aplica a otro gran obispo ecuatoriano, Mons Leonidas Proaño: “Quedarán los árboles que sembraste”.
 
CONCLUSIÓN
 
El reconocimiento a Mons Gonzalo no es sólo ni fundamentalmente el reconocimiento a una persona que, como hemos visto, reviste en sí mismo una gran cantidad de méritos personales, es el reconocimiento a un grupo inmenso de gente (agentes de pastoral, laicos/as, comunidades campesinas, indígenas, afroecuatorianas, mujeres, etc.) que en la provincia de Sucumbíos han luchado y siguen luchando para construir un mundo mejor, sin odios y sin revanchas, con la confianza de que es posible vivir en verdad, justicia, amor y paz.
 
En Mons. Gonzalo están todas esas personas.
 
José Tonello.

[1] Según las primeras crónicas de la época de la Colonia acerca la zona los denominados “Sucumbíos” eran un grupo indígena perteneciente al gran tronco lingüístico “Tukano Occidental”, los actuales Sionas y Secoyas forman parte de este gran grupo; el río San Miguel se denominaba “San Miguel de los Sucumbíos”.
[2] Durante los años 80, cuando aún no existía la provincia de Sucumbíos, era común poner el nombre de Nororiente a la zona, ya que Lago Agrio sólo era un cantón de la provincia de Napo.
http://isamis.wordpress.com/gonzalo-lopez/

martes, 27 de noviembre de 2012

EN EL CENTENARIO DE NELA MARTÍNEZ



Por Pedro Martínez Pírez


Este sábado 24 de noviembre se cumplen cien años del nacimiento en la provincia ecuatoriana de Cañar de una revolucionaria ejemplar, Nela Martínez Espinosa, quien fue en 1944  la protagonista principal en la toma del Palacio de Gobierno y el derrocamiento del régimen de Carlos Alberto Arroyo del Río.

La Asamblea Nacional del Ecuador resolvió nombrar al hemiciclo del Pleno de la Sede Legislativa Salón Plenario “Nela Martínez Espinosa”, en reconocimiento a tan ilustre mujer en la historia de esa nación andina, porque además fue ella la primera mujer asambleísta al Congreso Constituyente de 1945.

A Nela Martínez, creadora de la primera organización femenina de Ecuador, los cubanos le agradeceremos siempre haber guardado durante más de quince años la bandera de Cuba, que ella conservó con respeto y amor desde la ruptura de relaciones hasta el restablecimiento de los vínculos durante el gobierno de Jaime Roldos, en 1979.

Gran defensora de los derechos de la mujer, de los indios, de los negros, de los niños,  la ecuatoriana Nela Martínez recibió distinciones de Cuba y otras naciones de Nuestra América, y falleció en La Habana a los 92 años de edad.

La entrevisté en varias ocasiones en su casa de Quito y la última vez en un hospital en La Habana, donde recibió atención médica hasta su fallecimiento el 30 de julio  de 2004. La mitad de sus cenizas fueron depositadas en el Mausoleo de los Héroes y Mártires de la Revolución en el Cementerio Cristóbal Colón de La Habana. En ese sitio se encuentran también los restos de los cubanos caídos en Angola y otras naciones, así como los restos del periodista ecuatoriano Carlos Bastidas Argüello, asesinado en La Habana el 13 de mayo de 1958 por la policía del régimen tiránico de Fulgencio Batista.

El próximo 13 de diciembre, en la sede de la Embajada de Ecuador en La Habana, será colocado un busto de Nela Martínez en homenaje a esta gran ecuatoriana. Allí estará cerca del busto del ex presidente de Ecuador  Eloy Alfaro, en esculturas realizadas por el artista cubano Andrés González González, también autor del monumento a José Martí que se encuentra en la Mitad del Mundo.

A Nela Martinez, en el centenario de su nacimiento, nuestro homenaje perpetuo desde Radio Habana Cuba.

lunes, 26 de noviembre de 2012

La recepción del Vaticano II en Brasil y en América Latina

Estamos celebrando los 50 años del Concilio Vaticano II (1962-1965). Él supuso una ruptura del rumbo que la Iglesia Católica venía siguiendo desde hacía siglos. Era una Iglesia, fortaleza sitiada, que estaba a la defensiva de todo lo que venía del mundo moderno, de la ciencia, de la técnica y de las conquistas civilizatorias como la democracia, los derechos humanos y la separación entre Iglesia y Estado. 

Pero vino una bocanada de aire fresco de la mano un papa anciano del que no se esperaba nada: Juan XXIII (+1963). Él abrió las puertas y las ventanas de la Iglesia. Dijo: ella no puede ser un museo respetable, tiene que ser la casa de todos, aireada y agradable para vivir.

Ante todo, el Concilio representó, en expresión acuñada por el mismo Juan XXIII, un aggionamento, es decir, una actualización y una reconstrucción de la manera de entenderse a sí misma y su forma de presencia en el mundo.

Más que enumerar los principales elementos introducidos por el Concilio, nos interesa ver cómo ese aggiornamento fue recogido y traducido por la Iglesia latinoamericana y por Brasil. A este proceso se le llama recepción y consiste una relectura y una aplicación de las intuiciones conciliares en el contexto latinoamericano, muy diferente del europeo en el cual se elaboraron todos los documentos. Señalaremos solamente algunos puntos esenciales. 

El primero fue sin duda el gran cambio de la atmósfera eclesial: antes del Concilio predominaba la «gran disciplina», la uniformización romana y el aire sombrío y anticuado de la vida eclesial. Las Iglesias de América Latina, de África y de Asia eran Iglesias-espejo de la romana. Y de pronto empezaron a sentirse Iglesias-fuente. Podían inculturizarse y crear lenguajes nuevos. Se irradiaba entusiasmo y ánimo para crear. 

En segundo lugar, en América Latina se dio una redefinición del lugar social de la Iglesia. El Vaticano II fue un Concilio universal, pero según la perspectiva de los países centrales y ricos. Ahí se definió la Iglesia dentro del mundo moderno. Pero existía un sub-mundo de pobreza y de opresión que fue captado por la Iglesia latinoamericana. Ésta debía desplazarse del centro humano hacia las periferias sub-humanas. Si en ellas hay opresión, su misión debía ser de liberación. La inspiración vino de las palabras del Papa Juan XXIII: “la Iglesia es de todos pero quiere ser principalmente Iglesia de los pobres”.

Este cambio se tradujo en las distintas conferencias episcopales latinoamericanas desde Medellín (1968) hasta Aparecida (2007) por la opción solidaria y preferencial por los pobres, contra la pobreza. Opción que se transformó en la marca registrada de la Iglesia latinoamericana y de la teología de la liberación.

En tercer lugar está la concretización de la Iglesia como Pueblo de Dios. El Vaticano II colocó esta categoría por delante de la de la Jerarquía. Para la Iglesia latinoamericana Pueblo de Dios no es una metáfora; la gran mayoría del pueblo es cristiana y católica, por tanto es Pueblo de Dios, gimiendo bajo la opresión como antiguamente en Egipto. De ahí nace la dimensión de liberación que la Iglesia asume oficialmente en todos los documentos desde Medellín (1968) hasta Aparecida (2007). Esta visión de la Iglesia-pueblo-de-Dios hizo posible el surgimiento de las Comunidades Eclesiales de Base y de las pastorales sociales.

En cuarto lugar, el Concilio entendió la Palabra de Dios contenida en la Biblia como el alma de la vida eclesial. Esto se tradujo en la lectura popular de la Biblia y en los miles y miles de círculos bíblicos. En ellos los cristianos comparan la página de la vida con la página de la Biblia y sacan conclusiones prácticas en una línea de comunión, de participación y de liberación. 

En quinto lugar, el Concilio se abrió a los derechos humanos. En América Latina fueron traducidos como derechos a partir de los pobres y por eso, en primer lugar, derecho a la vida, al trabajo, a la salud y a la educación. A partir de aquí se entienden los demás derechos, el de movilidad, entre otros.
En sexto lugar, el Concilio acogió el ecumenismo entre las Iglesias cristianas. En América Latina el ecumenismo no se enfoca tanto a la convergencia en las doctrinas sino a la convergencia en las prácticas: todas las Iglesias juntas se empeñan en la liberación de los oprimidos. Es un ecumenismo de misión.

Por último, estableció el diálogo con las religiones viendo en ellas la presencia del Espíritu que llega antes que el misionero, debiendo por eso ser respetadas con sus valores.

Finalmente, hay que reconocer que América Latina fue el continente donde más en serio se tomó el Vaticano II y donde produjo mayores transformaciones, proyectando la Iglesia de los pobres como desafío para la Iglesia universal y para todas las conciencias humanitarias.

Leonardo Boff