MIGUEL MATOS S.J
No se trata de crear un mito. No se puede crear algo que ya se impuso a la realidad. Y los que menos autoridad tienen para esforzarse en evitar que Chavez sea un mito, son aquellos que han pasado su vida alimentando y justificando su existencia y acción a partir de mitos mucho menos contundentes.
No se trata de alimentar un mito. De Chávez, como de cualquier ser humano, se podrán recordar errores, fragilidades, fallas. Pero hay algo innegable: en esa alma prevalecieron siempre los sentimientos de profundo amor, especialmente a los más despreciados de la sociedad. En esa alma prevaleció el perdón sobre la venganza. La alegría sobre el odio. Una inmensa nobleza sobre los sentimientos más pequeños de sus adversarios.
En una época como la nuestra tan vacía de seres referenciales, tan chata en idealismos y utopías, es un delito auspiciar el hecho de que nuestro universo de mediocridades se vea impactado por alguien excepcionalmente distinto y ejemplar en lo más cristiano y humano ?
Qué enanismo moral demuestran los que se rasgan las vestiduras ante ese espontaneo sentimiento de infinito amor y ternura que invade los corazones de los verdaderos venezolanos.
Qué enanismo moral demuestran los que se rasgan las vestiduras ante ese espontaneo sentimiento de infinito amor y ternura que invade los corazones de los verdaderos venezolanos.
Yo pienso que si la muerte del Comandante fue un fruto más de ese poder casi infinito del imperio norteamericano que dispone a su criterio de todas, sí, de todas nuestras vidas,incluso de la de sus incondicionales, yo creo que hasta esto les salió mal. Ese poder ante el que se arrodillan personas que en otro tiempo admiramos, ese poder no logró matar a Chávez, como no logró matar a Luther King ni a Romero. Ese poder torpe, ignorante y elemental sólo logró y logra arrancarnos muchas lágrimas. Pero también logro hacer crecer un gigante que cada día se engrandece más.
Los poderosos religiosos venezolanos invirtieron 14 años adversando ciega y torpemente “en nombre de su catolicismo”, al evangelizador y amante de Jesús de Nazareth más grande que ha tenido nuestra historia nacional. ¿ Quién volverá cada día a exaltar la hermosa figura de Jesús con el amor y coherencia como lo hizo durante toda su ejecutoría el paladín del socialismo cristiano Hugo Rafael Chávez Frías ?
Hugo Rafael, te confieso, que así como cada día me siento más enamorado apasionadamente de Jesús de Nazareth, cada dos o tres días lloro, sí, lloro con lágrimas en la soledad de mi habitación, lloro tu ausencia a la que no me acostumbro. Pero cada vez creo más que la causa del bien obtuvo una ganancia infinita con tu vida e incluso con tu misma muerte.
CHAVEZ VIVE, LA LUCHA SIGUE…!