Esta Carta de apoyo al Papa Francisco nació en el II Congreso CONTINENTAL de Teología, celebrado del 26 al 30 10 2015 en Belo Horizonte-MG, que tuvo como tema fundamental: "La Iglesia camina con el Espíritu de los pobres." Había cerca de 300 participantes de todo el continente y representantes de Europa, Canadá y Estados Unidos.
Carta de apoyo a la Francisco
Estimado Francisco,
Somos muchos en América Latina, el Caribe y otras partes del mundo que seguimos con preocupación de la oposición y los ataques que hacen minoría conservadora pero de gran alcance dentro y fuera de la Iglesia. Perplejos, hemos visto algo inusual en los últimos siglos: un documento de oposición de algunos cardenales en contra de su forma de hacer el Sínodo y, sobre todo, la Iglesia universal.
Una carta estrictamente personal de un grupo de Cardenales, dirigida al Usted, se filtró a la prensa, como había sucedido con su encíclica Laudato Si ', en clara violación de los principios del periodismo ético.
Tales grupos conservadores postulan una vuelta al modelo de Iglesia del pasado, concebido más como una fortaleza cerrada que como "un hospital de campaña con las puertas siempre abiertas para recibir a los llaman"; Iglesia debe "buscar y seguir la humanidad hoy en día no con las puertas cerradas, que traicionan a sí mismo y su misión y que en lugar de ser un puente, se convertiran en una barrera." Estas fueron sus valientes palabras.
Las actitudes pastorales del tipo de Iglesia propuesto en sus discursos y en sus gestos simbólicos se caracterizan por el amor cálido, el encuentro vivo entre las personas y con Cristo presente entre nosotros, por la misericordia sin límites, la "revolución de la ternura" y por la conversión pastoral. Esto implica que el pastor tiene "olor a ovejas", porque vive con ellas y les acompaña a lo largo de todo el camino.
Lamentablemente estos grupos conservadores, lo único que hacen es decir no. Recordamos estos nuestros hermanos las cosas más obvias del mensaje de Jesús. Él no vino decir que no. En su lugar, llegó a decir que sí. San Pablo, en la segunda epístola a los Corintios nos recuerda que "en el Hijo de Dios todo ha sido sí, porque todas las promesas de Dios son sí en Jesús" (2 Corintios 1:20).
En el Evangelio de San Juan, Jesús dice explícitamente: "Si alguno viene a mí yo no lo rechazaré nunca" (Juan 6,37). Podría ser una prostituta, un leproso, un teólogo temeroso como Nicodemo, a todos dio la bienvenida con amor y misericordia.
La característica fundamental del Dios de Jesús, "Abba" es su misericordia sin límites (Lucas 6:36) y su amor preferencial por los pobres, los enfermos y los pecadores (Lc 5,32; 6,21). Más que fundar una nueva religión con fieles piadosos, Jesús vino a enseñarnos a vivir y llevar a cabo el mensaje central del Reino de Dios, cuyos principios son: el amor, la compasión, el perdón, la solidaridad, el hambre y la sed de justicia y la alegría de todos y el hacernos sentir hijos e hijas amados de Dios.
Los intentos de deslegitimar su modo de ser obispo de Roma y Papa de la Iglesia universal, que se guía más por el amor que por el derecho canónico, más por la colegialidad y la cooperación, que el ejercicio solitario de poder, serán en vanos, porque nada se resiste a Dios y la ternura de la que Usted nos da un ejemplo espléndido. De la historia sabemos que, cuando prevalece el poder, el amor desaparece y se extingue la misericordia, valores fundamentales su predicación y de la de Jesús.
En este contexto, nosotros cristianos abiertos a los desafíos del mundo actual, ante la nueva fase planetaria de la historia y las amenazas que pesan sobre el sistema - vida y el sistema – Tierra, valientemente señaladas en su encíclica Laudato Si' sobre "el cuidado de la casa común", queremos cerramos filas en torno a Usted y mostrarle todo nuestro apoyo para su persona y su ministerio, a su visión pastoral y abierta de la Iglesia y a la forma carismática en la que de nuevo nos hace sentir a la Iglesia como un hogar espiritual. Y hay tanta gente de otras iglesias y religiones y el mundo secular que lo apoyan y lo admiran por su forma de hablar y de actuar.
No carece de importancia el hecho de que la mayoría de los católicos viven en las Américas, África y Asia, en donde se constata una gran vitalidad y creatividad al momento de diálogar con las distintas culturas, mostrando múltiples rostros de la Iglesia de Cristo. La Iglesia católica es ahora una Iglesia del Tercer Mundo, pues sólo el 25% de los católicos viven en Europa. El futuro de la Iglesia se decide en las regiones en que el Espíritu sopla con fuerza.
La Iglesia Católica no puede permanecer como rehén de la cultura occidental, que es una cultura regional, por grandes que sean los méritos que ha acumulado. Es necesario que se des occidentalice, la apertura del proceso de globalización favorecerá el encuentro de las culturas y de los caminos espirituales.
Querido Francisco: Usted participa del destino del Maestro y de los apóstoles que también fueron mal entendidos, calumniados y perseguidos.
Pero estamos tranquilos porque sabemos que Usted asume tales tribulaciones según el espíritu de las bienaventuranzas. Las soporta con humildad. Pide perdón por los pecados de la iglesia y sigue los pasos del Nazareno.
Queremos estar a tu lado, apoyándole en su visión evangélica y liberadora de la Iglesia, dándole coraje y fuerza interior para que siga refrescándonos, con palabras y gestos, con la tradición de Jesús hecha de amor, misericordia, compasión, de intimidad con Dios y solidaria con la humanidad que sufre.
En fin, querido Papa Francisco, siga mostrándonos a todos que el evangelio es una buena propuesta para toda la humanidad, que el mensaje cristiano es una fuerza inspiradora en el "cuidado de la Casa Común" y generadora de una pequeña anticipación de una Tierra reconciliada consigo misma, con todos los seres humanos, con la naturaleza y en especial con el Padre que mostró tener características de Madre de infinita bondad y ternura. Al final, todos juntos podremos decir, "todo es muy bueno" (Génesis 1:31).
Los apoyos pueden ser enviados a <valecarusi@gmail.com> de la Embajada Argentina ante la Santa Sede.
