MONS. GONZALO LOPEZ M.

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lunes, 11 de abril de 2016

¿Boicot: respuesta a los 'Papeles de Panamá'?


Juan Carlos Morales
Escritor y periodista ecuatoriano

Las recientes revelaciones de los ‘Papeles de Panamá’ no terminan de sorprendernos, para el caso ecuatoriano: 59 grupos que hacen negocios en el país, al parecer, no confían en ellos. Estos 59 grupos obtuvieron ingresos mayores a los $ 28.000 millones. Pagaron, en cambio, un impuesto a la renta de $ 609 millones, es decir una contribución del impuesto a la renta del 2,15%.

¿Qué debemos pensar como sociedad? Siempre viene a la memoria la mentalidad de los Gran Cacao cuando sus fortunas se dilapidaban en los cabarets de París mientras en sus haciendas -dos familias dueñas de un territorio de la actual provincia de Los Ríos- nunca construyeron una fábrica de chocolate, pero sí una réplica de la torre Eiffel, en Vinces. O más cercano, los bananeros que tienen como contribución a su Reina del Banano.

¿Qué debemos hacer como sociedad? En la crisis bancaria, una marca de cervezas vinculada a ese atraco sacó un producto. Vivía entonces en Baños e insistí al dependiente que no podía consumir esa botella porque no se compadecía con los miles de compatriotas que esa crisis -con suicidios incluidos- había expulsado. Después, un empresario -que de vez en cuando nos da sus recetas- cerró algunas fábricas para trasladarse a Perú, para evitar pagar impuestos. Bien, dejé de comprar sus camisetas. El boicot contra las empresas es una vía.

Es una de las formas de resistencia de una sociedad que les envía un mensaje bajo el amparo de la ética. Con impuestos -muchos en paraísos fiscales- también se construyen escuelas y no solo engordan a un funcionario público, como algunos creen.

Podrá resultar descabellado, pero ha sucedido en Europa. Cuando un gran conglomerado chocolatero colocó publicidad racista, los consumidores iniciaron una campaña para no comprar esa marca, hasta que desistieron.

¿Qué nos van a decir esos empresarios que todos los días venden sus productos a unos ecuatorianos en los cuales les niegan su futuro? El libro No Logo, de Naomi Klein, dice: “A medida que los militantes se han unido por encima de las fronteras, ha aparecido un programa distinto, que sigue integrando la globalización, pero que quiere arrancarla de manos de las multinacionales. Los inversores éticos, los piratas culturales, los defensores de los espacios públicos, los gremialistas de McDonald’s, los hacktivistas de los derechos humanos, los militantes universitarios y los vigías anticorporativos de internet constituyen los primeros capítulos de la lucha para que exista una alternativa ciudadana al imperio internacional de las marcas. Esa exigencia, que en algunas partes del mundo se sigue susurrando apenas, como para evitar el mal de ojo, consiste en construir un movimiento de resistencia a la vez popular y altamente técnico; un movimiento tan global y capaz de una acción coordinada como las multinacionales que intentan subvertir”.

Y, claro, los 59 grupos representan marcas, sea de camisetas o de supermercados. Hasta ahora no han dicho nada. Tienen su oportunidad…