Andrés Torres Queiruga |
"Teología latinoamericana y
teología europea: interpelaciones mutuas”. Este fue el tema de la Conferencia
pronunciada por el profesor. Andrés Torres Queiruga, de la Universidad de
Santiago de Compostela, en el anfiteatro Padre Werner, durante el cuarto día
del Congreso Continental de Teología, celebrada en Unisinos, con la
participación de más de 700 personas.
Según el profesor, cada vez más
la sociedad vive en el marco una cultura global. "Los medios de
comunicación, libros etc. están produciendo un contexto cada vez más universal.
En este sentido, manifestó que es necesario construir una teología integral",
evalúa al precisar que "tenemos que darnos cuenta que una teología será
auténtica cuando todo el cuerpo eclesial sea auténtico”.
Para Torres Queiruga, toda la
sociedad tiene el derecho de hacer teología. "Y sólo habrá una teología
cristiana cuando esta sea de a toda la comunidad", explica. Según el
profesor, deberíamos pensar en énfasis, en maneras específicas de tratar de
vivir la teología que todos queremos hacer. "En este sentido, una
teología, como la europea o la latinoamericana, pueden ayudarse mutuamente”.
"Jon Sobrino”, continúa, "decía
que debemos ver la teología como más pensada con la revolución social, o sea,
desde la realización de todo aquello que es nuestra fe y actitud de Iglesia.
Nuestra fe puede caracterizar una teología más empeñada y más comprometida en
asumir los desafíos de la modernidad.
Teología
de la Liberación
La Teología de la Liberación,
según Queiruga se preocupó por los pobres, "pero no sólo a nivel
económico, también, por la realización de la vida humana, principalmente
atendiendo a los que más sufren". Para él, hay dos absolutos: Dios y el
hambre. Y es verdad que si hay hambre, esto se convertirá para la persona en
una necesidad humana ineludible. "Es como decir: en primer lugar vivir,
después filosofar".
Según el conferencista, la
Teología de la Liberación marcó en la historia, que no se puede hacer teología
sin ver que al lado, hay pobres y
personas sufriendo. "Creo que todos nosotros sentimos un peso en la
conciencia al ver la pobreza. Pero, la mayoría de nosotros no es capaz de grandes
heroísmos. La contribución de la Teología de la Liberación fue mostrarnos esto”,
afirmó.
"Si miramos lo que el
Concilio Vaticano II intentó hacer, que fue poner la Iglesia al día, veremos
que realmente se alcanzó. Y fue la TL, que acogió la praxis de la fe; que vio
que una fe sin obras es una fe muerta", puntualiza. Y añade: "La
Teología de la Liberación lucha contra la pobreza y busca una mayor dignidad
entre las personas. Es una aventura en el ámbito histórico, no se apagará jamás
en la historia. Y este es su mayor mérito”.
El
Cambio
Para Queiruga, la Iglesia debe
comenzar desde abajo. "Hacer una lectura popular de la Biblia, que
movilice a las personas”, continúa. Y dice: "este mismo hecho de comenzar desde abajo, de motivar a las
personas a participar en la vida social, hace a la religión más cercana. Esto
podemos percibirlo desde Europa”.
El artículo es de Thamiris
Magalhães. Foto de Natalia Scholz
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Traducción: ricazuga51@yahoo.com