Seminarios, semanas teológicas y congresos en América
Latina conmemoran, en 2012, los 50 años del Concilio Vaticano II y las cuatro
décadas de la publicación del libro Teología
y Liberación. Perspectivas, de Gustavo Gutiérrez. En los últimos meses,
Brasil viene siendo escenario de varios eventos con esta temática, tales como la II
Semana Teológica
Padre José Comblin, realizada en septiembre pasado en João Pessoa, Paraíba,
y el Congreso Continental de Teología,
ocurrido entre los días 7 y 11 de octubre en São Leopoldo, Río Grande do Sul.
João Facundo, estudiante de teología de la Facultad Católica
de Fortaleza, estuvo presente en los dos eventos y evaluó positivamente las
discusiones y los debates presentados en las actividades. Se destacaron las
reflexiones de los jóvenes teólogos ya formados o que se están formando.
De acuerdo con él, el Congreso
Continental de Teología, realizado la semana pasada en São Leopoldo, llamó
la atención sobre la necesidad de continuar discutiendo la Teología de Liberación y
de convocar a las personas para que asuman el "compromiso con Dios y con los
pobres”. "Los primeros pensadores señalaron que ya cumplieron el papel [de dar
el impulso inicial]. Ahora la pelota la tienen los nuevos teólogos”, comenta.
Para Facundo, es necesario que los jóvenes perciban la
importancia del impulso inicial dado a partir del Concilio Vaticano II y del
libro de Gustavo Gutiérrez, pero es preciso ir más allá. "Los jóvenes no pueden
dejar de lado ese impulso inicial, pero no podemos quedarnos en ese primer
impulso”, destaca.
A causa de ello, el joven afirma que los nuevos teólogos
deben continuar estudiando y apropiándose de los pensamientos de liberación ya
presentados, pero que también deben estar atentos a las "señales de los
tiempos”. "El desafío es pensar la
liberación en todos los aspectos: económico, de género, de etnia...”, enumera,
recordando que la intención es seguir pensando y actuando de acuerdo con
Gutiérrez: primero observar la realidad para después actuar, teniendo siempre
el pensamiento en Dios.
El estudiante también comenta que los nuevos teólogos
deben pensar la Iglesia a partir de dos perspectivas: cómo mira la Iglesia
hacia dentro de sí, y cómo se comporta la Iglesia ante los diversos desafíos de
la sociedad. "Es preciso observar que la fe cristiana en Jesús de Nazaret es un
cristianismo vinculado con las cuestiones humanitarias y que es preciso pensar
el discurso de Dios a partir de las minorías, mostrar que, incluso donde parece
que sólo hay desesperanza, el rayo de luz puede brillar”, resalta.
Para él, la "nueva generación” de teólogos necesita
relacionar el discurso inicial de la Teología de Liberación con los nuevos aspectos de
la sociedad, siendo siempre fiel al evangelio y estando al lado de los pobres y
de las minorías. "La Teología
de la Liberación
asume la dimensión teológica de ser una iglesia de Dios y el desafío es
intentar establecer un discurso y una práctica de una iglesia al lado de las
minorías explotadas y de los pobres”, comenta, agregando que los jóvenes "no
pueden tener miedo de asumir la fidelidad al evangelio, de decir de qué punto
parten y cuál es el objetivo que tienen”.
Encuentro de Jóvenes Teólogos del Nordeste
La nueva generación de teólogos no fue tema de reflexión
sólo en el Congreso Continental de
Teología. El movimiento de jóvenes también se destacó en la II
Semana Teológica
Padre José Comblin, realizada el mes anterior en Paraíba. En la ocasión,
cerca de 50 personas participaron en el Encuentro
de Jóvenes Teólogos del Nordeste.
De acuerdo con João Facundo, estudiante de teología, el
encuentro fue una reunión de presentación: quiénes son los nuevos teólogos del
Nordeste, qué están haciendo, cuáles son sus producciones, entre otros puntos.
De la misma manera, los participantes, según Facundo, acordaron agendas comunes
para los próximos dos años y la realización de actividades en varias ciudades
de la región.