MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

jueves, 23 de julio de 2015

Tiempo favorable

 
Pedro Pierre

Hoy ha terminado la visita del papa Francisco. Han sido 3 días de grandes emociones, alegrías simples y profundas, cercanía con un hombre de intensa presencia. Muchos mensajes hemos escuchado despertadores de esperanza y de ánimo. Cuánta alegría hemos sentido por su sonrisa, su cercanía, su sencillez, su valentía. Pero, ahora que se va, ¿qué quedará de estos días deslumbrantes? ¿Qué lecciones vamos a sacar del paso del hermano y pastor mayor en nuestra tierra? He aquí una clave de lectura para recordar lo más relevante de su visita.

Primero, el papa Francisco nos ha enseñado a ver la realidad en la que nos encontramos. Más allá de la felicidad que hemos podido experimentar, el Papa nos confronta con nuestra realidad ecuatoriana: entre nosotros hay todavía demasiada pobreza, demasiadas desigualdades, demasiado racismo, demasiada desconfianza, demasiada destrucción de la naturaleza… También nos ha ayudado a descubrir las causas de estas situaciones deshumanizadoras y destructoras. No se ha limitado a las causas individuales y espirituales, sino que denuncia una cultura de la indiferencia y todo un sistema de muerte que nos envuelve. Preguntémonos cuál de estos puntos nos parece mayor, cuál de estas causas es la más grande y cómo estamos: responsables, cómplices o encubridores de sus consecuencias.

Luego, el papa Francisco nos ha ayudado a iluminar esta realidad contraria al plan de Dios mediante la Palabra de Dios, principalmente. Nos ha recordado su última carta encíclica sobre ‘el cuidado de nuestra casa común’, donde la naturaleza y los pobres son los más perjudicados. Nos ha invitado a testimoniar de la ‘Alegría del Evangelio’, según su exhortación publicada el año pasado. Ha agradecido los aportes hechos para el éxito del próximo Sínodo de los obispos en Roma sobre el tema de la familia. Nos ha invitado a participar activamente del Jubileo de la Misericordia que va a envolver a toda la Iglesia durante el próximo año. Muchas luces hay para nuestro caminar. ¿Cuál de ellas es la más iluminadora para enfrentar los retos que se nos presentan? Finalmente, el papa Francisco nos ha sugerido caminos que confirmar y emprender: caminos de mayor confianza en nosotros y nosotras, caminos de apego a la Palabra de Dios, caminos de protección y comunión con la naturaleza, caminos de renovación familiar, caminos -sobre todo- de misericordia... a fin de formar comunidades fraternas en su interior y solidarias con los demás, a fin de ser más verdaderamente “una Iglesia pobre y para los pobres”, a fin de conformarnos en un pueblo más digno y valiente para hacer realidad el Reino inaugurado por Jesús, a fin de ser personas comprometidas en la construcción de un Ecuador más equitativo, más multicultural y plurinacional. ¿Cuál de estos caminos vamos a recorrer para que las palabras del papa Francisco no se las lleve el viento, para que sus gestos y actitudes no se queden solo en recuerdos maravillosos y pronto olvidados…?
Ecuador es y será lo que estamos haciendo, con más ánimo ahora.