La desesperación ante el mensaje liberador de Francisco ha hecho que últimamente los "fascistas, misóginos, vagos y parásitos" conocidos e identificados, uno por uno, por los que andamos de a pie, de los cuales sabemos hasta donde llega su bolsillo (QUE ES DONDE TIENEN SUS "CORAZONISMOS") y para no caer en sus falacias, mentiras y esquizofrenias, no tiene sentido contestarles.
Simplemente gocemos con el mensaje fresco y bueno de nuestro hermano de Roma, que los tiene revolucionados y sin piso, y pidamos al Padre Bueno,que les ayude y RÁPIDO, en sus incurables males.