Dr. Francisco Herrera Aráuz
Director de Ecuadorinmediato.com
Ecuamex: Agencia productora de contenidos editoriales para Ecuadorinmediato.
Fue altamente significativo para el panorama electoral que este jueves 15 de diciembre, a 64 días de las elecciones presidenciales en Ecuador, que se haya proyectado en una sola noticia los resultados parciales de las tres más importantes encuestadoras del país. Los números y cifras presentadas dieron a entender en una sola mirada como están las preferencias electorales en la nación, pero, algo más, sacaron a flote las reacciones que han provocado en la clase política estos estudios de opinión, con la consiguiente división de quienes "leen" las encuestas y actúan en base a ellas, y otros que las "entienden" a su manera y forma con un comportamiento reflejo ante la masa electoral. Una sutil diferencia que puede marcar los próximos comicios.
Las encuestas son y serán siempre motivo de controversia, aquí y cualquier parte del mundo donde se dispute el poder con votos. Por ello, en estos instantes en que cada cual quería o tenía a su haber una versión de ¿Quién va a ganar para presidente en febrero de 2017? había que dar información. Entonces, el mérito de la noticia hay que darla a quien partió con la misma, es decir a Teleamazonas, que juntó a las tres encuestadoras en una sola emisión y saltó a titulares regando en todos los medios de difusión lo que le ha dado hasta estos momentos la debida validez a las mediciones de preferencia electoral presidencial presentadas en Ecuador.
Se podrá decir lo que quiera, pero en política y sobre todo en los tiempos actuales, son las encuestas el único método válido para medir las tendencias de la opinión pública por tal o cual nombre, partido, propuesta o candidato. Todo lo demás queda relegado a una mera especulación que no es válida para una estrategia en campaña electoral que busque el voto. Por supuesto que todo depende de la seriedad de las encuestas a las que se les mide en la precisión de sus resultados, en la metodología aplicada y el tamaño de la muestra recogida para ofrecer un estudio interesante y valioso.
De los datos presentados como las últimas mediciones recogidas el pasado 4 de diciembre tanto Perfiles de Opinión como Cedatos han sostenido a lo largo de este 2016 una serie de estudios secuenciales, que marcan una base seria de análisis para estos números. Es decir, son constantes y pueden ser comparados. Market en cambio los ha hecho públicos solo desde hace dos meses atrás.
Estos son datos recogidos para cada caso entre Quito, Guayaquil, Cuenca, como los principales puntos de referencia en números variables de 700 a 1600 consultados en estas ciudades, con un margen de error entre +/- 5%.
PERFILES DE OPINIÓN: Lenín Moreno (37%), Voto Nulo (15%) Guillermo Lasso (15%), Cynthia Viteri (12%), Blanco (12%) Paco Moncayo (5%) / Indecisos 39%
CEDATOS: Lenín Moreno (36,2%), Guillermo Lasso (22%), Cynthia Viteri (9,7%), Paco Moncayo (7,3%), Abdalá Bucaram Pulley (3%) /Indecisos 51%
MARKET: Lenín Moreno (31,3%), Cynthia Viteri (17,4%), Guillermo Lasso (17,1%), Paco Moncayo (13,8), Abdalá Bucaram (3,5%) / Indecisos 50.5%
Buscando factores comunes esto da como resultado un primer lugar certero al binomio Moreno-Glas con una variable del 32 al 37%, consolidado. Sin embargo, el detalle de que se podría haber parado esa intención a la baja es de interpretación, ya que antes de la definición de la papeleta los primeros datos le daban más del 40% fijado como meta para ir en una sola vuelta.
Es comparable en los tres estudios ese descenso de la candidatura de AP que se habría detenido ya que el mes anterior Market le daba un 28% y hoy sube al 32; Cedatos va del 33 al 36% y, para el caso de Informe Confidencial que ha sido permanente en revisar esta tendencia sube un margen mínimo del 36 al 37%. Esos son los números, lea usted.
Al parecer, al revisar el impacto que habría tenido con los sucesos que han girado en torno a las críticas y denuncias contra el gobierno no hay una mayor mella y, no se sabe si el público no quiere relacionar a los candidatos oficialistas con los hechos, o establece diferencias sin culpas. Pero, es evidente que la distancia mantenida con la presencia de Moreno-Glas en sus respectivos escenarios parecería lograr que no se los mezcle hasta ahora en eso.
La pregunta lógica es ¿Cómo mantienen esa tendencia si desde el binomio de Alianza PAIS no hay una campaña electoral visible? Se nota que en lo que pueda ser definido como un exceso de confianza no hay mayor movilización del oficialismo a las calles, o no se les ve que están juntos entre los dos candidatos, y la presencia física de Moreno siempre está en apariciones preparadas. Entonces, da a pensar que AP está soportándolo todo en su voto duro, con su militancia activa, que se mueve con sus propias bases y que le ha dado el triunfo electoral en los últimos diez años.
Será estrategia o no pero, si se toma en cuenta que no hay una medición de Manabí y es justo en ese campo donde el vicepresidente Jorge Glas parece operar. Por eso podría dar la impresión que la cifra en los actuales porcentajes puede trepar en favor de AP, si es del caso, ya que se evidencia un trabajo silencioso de una parte del binomio separado pero efectivo que les beneficiaria. Como no está medido solo se puede especular al respecto pero, en los próximos días de agitación electoralista el alzar la cifra hasta el ansiado 40% parece que pondría a esta provincia costera en el plano de definirlo todo en primera vuelta. ¿Han prestado atención a este detalle los otros candidatos que le negaron el apoyo en la asamblea para la ley que daba fondos a la reconstrucción de las zonas devastadas por el terremoto?, ¿Será que hay recelos y cargos de conciencia política escondidos por esto?
Al dirigir la mirada a un segundo pelotón, a los números menos del 25% hacia abajo, es encontrarse con una lucha enconada en la cual todos parecieran disputarse en forma decepcionante el “segundo lugar” confiados en que habrá una segunda vuelta, cuya expectativa nadie sabe de dónde la sacan porque no asoman los respaldos.
Es ese segundo lugar un escenario que por ahora tiene enfrentados -en las tres encuestadoras- a un Guillermo Lasso con promedios del 22 al 15% que siguen siendo bajos, y se mantienen desesperantemente inamovibles. Es más, una baja de las últimas semanas podía ser interpretada como resultado de la elección de un binomio como el de Andrés Páez, el cual aumentó la controversia de su entorno al ser señalado por una de las encuestadoras, concretamente por Informe Perfiles de Opinión, con un 70% de resistencia a su nombre. La Alianza de CREO-Suma y Compromiso Ecuador no tiene un factor descollante pese a los años de campaña y no lo muestra en tendencia de ascenso pese a la presencia electoral fuerte y marcada en los medios de comunicación donde el señor Lasso insiste en su discurso crítico a Correa que ya no está de candidato y da a pensar que no llega a afectar a Moreno o Glas.
Para el caso del hombre de CREO, más allá de la controversia por el manejo bancario, son los hechos de los últimos días los que le enfrentan a sí mismo, ya que sus palabras que amenazan con destruir la SENESCYT extienden el temor a un presunta eliminación del programa de banco de ideas que ha resultado ganador en estos días. Eso no le ayuda, y mucho menos aquello de que las becas al exterior se terminarían con la presencia del gobierno de la gente Compromiso Ecuador en el poder. Eso hace una tendencia deteriorante que no es enfrentada por esas filas y no se ha emitido alguna declaración o propuesta para contraponer la mala imagen que trae.
Lo que se aprecia alrededor de esta tendencia de la derecha es que hay una bronca conflictiva con la otra figura, la de Cynthia Viteri, quien tiene los niveles más desequilibrantes entre las tres encuestadoras ya que el empate técnico en un 17% con Lasso que le otorga Market difiere seriamente con los valores entre el 9 al 12% que le dan Cedatos o Perfiles de Opinión. Lo incierto de ese empate y esa cifra es que no se ha registrado en las encuestas desde hace meses, por lo que no se sabe de donde pudo haber sacado esos presuntos votos la candidata del PSC, en menos de 30 días, sin que tenga una gran concentración de masas alrededor. Sin embargo, puede ser evidente que el crecimiento del conflicto de división le ayuda a la abogada Viteri Jiménez, al punto que el incidente creado con la petición de su renuncia por parte de un extraño vocero del lado de CREO solo dio la impresión de separarlos más, para entrar en un torpe cruce de acusaciones que son difíciles de explicar y menos de entender, otorgándole el favor de la acusación violenta y el derecho de “última palabra” a la socialcristiana. Lasso no ha podido tampoco con este tema.
La parte crítica de estas encuestas le corresponde al general Paco Moncayo y el Acuerdo Nacional por el Cambio (ANC). Con un despegue apreciable que le salió a la arena entre 4 al 8% impactante, daba para pensar que podía crecer mucho más Sin embargo, el que ahora registre cifras bajas que van del 7 al 5% coincidentes entre Cedatos y Perfiles de Opinión, apuntan a una realidad que podría tener una presunta tendencia nacional, y que le aleja de una certeza a la medición de Market en un 13% en solo Quito o Guayaquil, considerados puntos fuertes de su candidatura.
Sí, no hay crecimiento. La candidatura de la ID y ANC no termina de despegar y en su imagen pública pareciera que le están afectando las presiones del entorno que rodea al general. A los encuestadores les da la impresión de validez la versión que la baja podría obedecer al impacto que tiene en la comunidad toda la carga que ha tenido en estos tiempos el “discurso del odio” con el que los sectores de la extrema izquierda han manejado los diez años, la amenaza del retorno al manejo conflictivo y nefasto de las universidades por un partido político, o retomar el control de la educación. Esas son amenazas latentes a la candidatura del glorioso militar que en muchos sectores se tiene un mal recuerdo de esos años de la mediocridad en la instrucción en el país. Es un fantasma con el que el general Moncayo Gallegos debe luchar, y no da señales de haber superado ese debate.
El tercer pelotón, el de “los demás”, es parte de las cifras extremadamente bajas y ellos no han logrado fijarse en la mente del votante, al punto que sus justificativos de ser posibles outsiders o, sus expresiones de convertirse en una “verdadera” alternativa, no calan ni siquiera en la memoria del votante que no los identifica ni en sus nombres peor en sus intenciones. Será por eso que les asigna todo un dispar 5% del posible voto. La oposición no puede confiar en ellos como “posibles” siquiera, tanto que no hay un seguimiento apropiado a sus propuestas como a la actividad que despliegan, misma que es marginal en los medios de comunicación.
Los últimos números que cuestan entender en estas mediciones van entre el 15% del voto nulo o el 12% del voto en blanco, como cifras severas que aumentan la incertidumbre. Peor se pone el debate en el campo de la indefinición del voto que apunta a los ya decantados 51, o 50% de Market y Cedatos, frente a una baja sensible de Perfiles de Opinión que expone un 29% que mejora las perspectivas democráticas de una participación ciudadana en pro del voto definido. Sin embargo, como señalé en análisis anteriores hay una sensible distancia entre el electorado y el discurso electoral de la oposición, ya que no se dan cercanías, definiciones favorables a ellos, y quizás algo peor, que el repudio que siente el electorado por esa forma de hacer política está pesando en el votante nacional.
La gran ventaja de haber exhibido estas tendencias y a estas encuestadoras es que, al menos por ahora, se dejó de atacar a las mismas y el gran público se dedicó a leer o entender los números. Con lo revelado por las 3 firmas hay ya una especie de fotografía del momento con la cual se puede contar a la hora de responder a esa pregunta: ¿Quién gana las próximas elecciones?, que en buena medida racionaliza el debate y elimina a los “posibles supuestos” que abundan en estas horas. Lo que si debe obligar a repensar y entender mejor a la clase política ecuatoriana es que este es, al menos por hoy, el fiel reflejo del criterio de opinión pública que deberá luchar para cambiarlo a su favor.
Hay quienes comparan a las encuestas con el examen clínico de laboratorio de un paciente. Todo depende del médico que lee los resultados, los interpreta y da el tratamiento adecuado. Para ello aplica el saber y su ciencia a fin de sanar al enfermo. ¿Podrá leer y entender la clase política nacional estas encuestas y, desde ahí proyectar su saber? Quién sabe. (FHA)