Shushufindi, 19 nov (Andes).- El cantautor español Luis Eduardo Aute, intérprete de temas como Sin tu latido, Mojándolo todo y Alevosía; dijo esta mañana, luego de hundir la mano en el fango de crudo y agua tóxica de una zona de la Amazonía ecuatoriana que el desastre, atribuido a la negligencia de Chevron-Texaco "es un atentado a la dignidad humana" y se solidarizó con 30.000 afectados que vencieron un juicio a la petrolera por 9.500 millones de dólares.
Esas declaraciones las hizo el artista tras su arribo al pozo Aguarico 4, en Sucumbíos, donde comprobó el daño ocasionado por la transnacional petrolera. Junto a él llegaron el periodista brasilero Carlos Alberto Almeida, la activista española Montserrat Ponsa, y el académico y sociólogo brasilero Emir Sader, quienes se sumaron a la campaña La Mano Sucia de Chevron.
Al llegar los activistas observaron los depósitos petroleros e introdujeron sus manos en el lago de crudo. “Salgo de aquí con bastante indignación por ver la realidad del destrozo, resulta indignante que Chevron diga que esto es una farsa. Esto es una bestia viva, al meter la mano en el pozo de crudo me dio la sensación de que era un animal monstruoso y mal oliente”, señaló Aute.
Asimismo, aseguró que esta catástrofe no puede quedar impune. “Por mi parte informaré sobre este desastre. Hoy tengo la convicción de que todo lo que se pueda hacer para que no quede impune este crimen, tendremos que hacerlo”, acotó.
Por su parte Emir Sader recalcó que lo mínimo que merece Ecuador es un reconocimiento moral. “Los vándalos causantes de la contaminación no tienen la hombría de pedir disculpas, es necesario que por lo menos la comunidad internacional sepa la verdad de los hechos”, dijo.
Sader enfatizó en la dignidad del pueblo ecuatoriano al denunciar a la petrolera. De igual forma criticó a los gobiernos anteriores del país suramericano que no defendieron los intereses de su pueblo. “Aquí se ve que la explotación imperialista tiene un olor y un color muy feo. Ecuador es un ejemplo internacional, ellos quieren callar y esconder algo que no se puede”, sostuvo.
El periodista brasilero Carlos Alberto Almeida resaltó la postura y valentía del Gobierno ecuatoriano al denunciar la verdad de esta problemática. Asimismo sentenció a Chevron como una multinacional acostumbrada a hacer daño, provocar desastres y eludir sus responsabilidades.
“En Brasil tuvimos amarga experiencia, Chevron contaminó el litoral de Rio de Janeiro por los mismos criterios de no utilización de técnicas seguras. En mi tierra perjudicó comunidades de pescadores, el turismo, el medio ambiente y se negó a pagar por su desastre”, manifestó.
Durante 26 años, entre 1964 y 1990, la petrolera estadounidense Chevron-Texaco explotó el crudo ecuatoriano, en lo que hoy son las provincias de Sucumbíos y Orellana. Tras su salida del país, la empresa dejó en aquella zona pasivos ambientales contabilizados en más de 18 millones de galones de desechos tóxicos vertidos en ríos y riachuelos.
En el fallo de última instancia en Ecuador, la petrolera estadounidense fue condenada a pagar USD 9.511 millones. La sentencia ratifica el fallo emitido por la Corte de Sucumbíos aunque redujo el monto a pagar por parte de la petrolera a los ciudadanos afectados por la contaminación ambiental que, según peritos internacionales, Chevron dejó en la Amazonia del país suramericano.
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