MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

martes, 9 de abril de 2013

¡Enhorabuena, fray Carballo!




El primero en la frente. Dedicado a los que decían que los gestos del Papa Francisco eran pura cosmética escenográfica y que su verdadero valor se iba a ver en la toma de decisiones. Y llegó la primera importante decisión: el primer nombramiento curial del nuevo Papa. Y para hacerlo fue a buscar al hasta ahora ministro general de los Franciscanos, el ourensano Fray José Rodríguez Carballo. Y lo convirtió en secretario del dicasterio para la Vida Religiosa, que regula a los más de 900.000 frailes y monjas de todo el mundo. El ejército de los ángeles de los pobres. Un nombramiento que se convierte en toda una declaración de intenciones.

Significa, en primer lugar, una apuesta por la Vida Religiosa, que está de vuelta a las altas esferas del servicio eclesial. De donde nunca tuvo que haber salido. Sus órdenes y congregaciones están decantadas por el paso del tiempo. Huelen a Historia y a profunda entrega a la Iglesia con sus tres votos de pobreza, castidad y obediencia. Recogen lo mejor de la espiritualidad creyente y sus frailes, monjas y monjes siempre han estado en las fronteras intelectuales, espirituales, sociales y morales. Toda una garantía para el papado de los pobres y para el Papa que sueña con "una Iglesia pobre y para los pobres". 

El nombramiebnto de Fray Carballo significa, asimismo, un espaldarazo a su orden. La orden de cuyo fundador el papa eligió su nombre. Francisco, rodeado de franciscanos en la sala de mandos de la Iglesia. Rodeado de frailes humildes, sencillos, que no buscan el poder ni la carrera, que bendicen y nunca maldicen, que viven con el santo y seña del "Paz y bien". Buenos, pero aguerridos. 


Y, por supuesto, el nombramiento de Fray Carballo es un reconocimiento a su valía personal. Pobre e hijo de pobres. Sus padres, campesinos, tuvieron que emigrar a Alemania. Nunca ha olvidado sus raíces ourensanas y a Lodosedo regresa todos los veranos y siempre que puede. La tira la tierriña. 

El fraile gallego es políglota, bien formado, con dotes de gobierno (no en vano lleva al frente de los Franciscanos desde el 2003) y, sobre todo, buena persona. Es de los que, como el Papa, transmite, seduce. Un testigo, que conecta por su testimonio vital con la gente de hoy.

Anteayer, Jesús Bastante le entrevistaba en exclusiva para RD. Y, entre otras cosas, decía que "el Papa Francisco quiere reformar la Curia romana". Estaba en lo cierto. La reforma comenzó con su nombramiento. Un nombramiento que indica por donde van a ir los tiros de la ansiada renovación de la sala de máquinas de la Iglesia.

Para hacerla, el papa cuenta con todo el apoyo del pueblo de Dios y con el aval casi plebiscitario del colegio cardenalicio. Y, con la oración del Papa emérito. No son pocos apoyos. Los necesitará todos. Las maquinarias organizativas llevan en su adn el perpetuarse y el crecer y engordar sin parar. Lo difícil no será tanto suprimir algunos Consejos Pontificios o, incluso, algunos dicasterios y recolocar a sus presidentes, cuanto redimensionar y limpiar los segundos, terceros y cuartos niveles, copados casi en su totalidad por los nuevos movimientos.

Nuevos movimientos que, siempre camaleónicos, ya están virando hacia Francisco. Ahora resulta que éste es el Papa de los nuevos movimientos. Todos lo quieren y lo adoran. Rivalizan en rendirle pleitesía pública, pero sus bases murmuran y lanzan todo tipo de insinuaciones contra el Pontífice: que si no respeta la liturgia, que si no sabe Teología, que si se exhibe ante los medios...

Limpieza, Santidad. Coja la escoba que le dejó su antecesor y conviértase también usted en el nuevo "barrendero de Dios".

José Manuel Vidal