MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

jueves, 7 de enero de 2016

Cuatro, cuarenta y cien

 
Padre Pedro Pierre

Con un altercado positivo y aleccionador comenzó el año nuevo. Para preparar la quema de los años viejos se le ocurrió a la directiva nada más que ¡cortar árboles del parque!, árboles y plantas descuidadas pero regadas por algunos vecinos. “¡Eso no puede ser!, dijo una familia de cuatro personas. A la medianoche se acercaron las familias -unas cuarenta personas- para quemar ‘su viejo’ sin más pensar. “¡Aquí no, no por favor! No destruyamos la naturaleza que cuida de nosotros”, dijo el cuarteto.

Discusiones. Insultos. Pero firmeza de los cuatro. ¿Y los cien? Mirando desde su ventana, indiferentes, sonriendo y riendo. Finalmente, los viejos se quemaron en un lugar baldío; y vinieron los abrazos y el compartir de frutas y licor… aunque faltara corazón a la fiesta.

Lecciones. Primero: nos hace falta ser muchas personas para hacer respetar los derechos de las personas y de la naturaleza. Segundo: Siempre encontraremos un número significativo de gentes que no le importan ni los derechos ni su propia dignidad ni el uso de medios violentos para destruir la convivencia y el entorno natural. Tercero: Siempre habrá una mayoría que, como borregos, se queda de mirona para ver cómo actuar o no en beneficio propio, sin criterios, sin valentía, subiéndose a la ‘camioneta’ de quienes gritan más fuerte.

¿No será este altercado un símbolo de lo que pasa en Ecuador? Las y los que buscan y luchan por un Ecuador más justo, más inclusivo, más pluricultural serán -seremos- siempre una minoría: la búsqueda del bien común es una lucha permanente que atrae muchos altercados, insultos, golpes y sufrimientos. Por otra parte, los ricachones de siempre y los que lo quieren ser no descansan para mantener y aumentar sus privilegios a costa de los demás, de la verdad, de la convivencia nacional y de la naturaleza. En fin, está la mayoría que sigue la última moda impuesta, la superficialidad del momento, la complicidad destructora, la indiferencia perversa.

¿Qué será en 2016? Será lo que lo haremos y lo que lo dejaremos hacer a los demás. Ecuador es lo que somos, lo que vivimos, lo que dejamos de hacer, lo que permitimos hacer a los demás. Lastimosamente no se sigue generalmente a la minoría constructora de una vida mejor y de un país más digno… porque cuesta: cuesta tiempo, dificultades, problemas. ¿Dónde nos ubicaremos? No digamos que seremos del grupos de los cuatro, porque de vez en cuando nos cambiamos de bando: pasamos al grupo de los aprovechadores de siempre para defender y aumentar nuestros pequeños y ridículos privilegios, como también pasamos al grupo de los pasivos, indiferentes y cobardes… por vivir como personas de segunda y tercera categoría. ¡Qué pena! ¿Cuándo empezaremos a ser más humanos, es decir, más dignos, más verdaderos, más solidarios y más valientes? Un año nuevo es una nueva oportunidad: no faltarán ocasiones si queremos verlas y asumirlas. Así decía Jesús a los enfermos y también a algunos muertos: “Levántate y anda”. Curémonos de enfermedades que nos paralizan y resucitemos de una vida más muerta que viva.