MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

jueves, 21 de enero de 2016

Busquen primero el bien común

 
Pedro Pierre

Cuando escuchamos o decimos que estamos en una época de crisis, ¿cómo nos ubicamos? Las posturas son múltiples y las salidas no muy claras. Tal vez deberíamos hablar de cambios más que de crisis. ¿No vendría la crisis porque no sabemos cambiar, o sea, adaptarnos a la nueva era en la que estamos entrando? Un mundo se acaba, un mundo que nos daba seguridad. Es en estos decenios que hemos descubierto la globalidad, o sea, la conciencia de que el planeta Tierra ha pasado a ser una gran aldea que podemos conocer, visitar, sopesar. Esta novedad nos está trayendo muchas sorpresas. Arriesguémonos a presentar una de estas realidades universales que nos pueden ayudar a salir de la crisis de pérdida de valores y sentido. Quiero hablar del ‘bien común’: trabajar por el bien común, el bien común global que comienza donde vivimos y trabajamos.

Si somos una sola humanidad, tenemos muchas cosas en común, tenemos muchos bienes comunes. El ‘Bien Común’ no es más que la suma de todos los bienes que nos son comunes. Estos bienes comunes son a la vez materiales e inmateriales. Materiales como el aire, el agua, las carreteras, la naturaleza, el mismo territorio, sus materias primas… Son también inmateriales, como la educación, la historia del país, la herencia de grandes personajes, las religiones, el idioma, los derechos, la literatura… Al mismo tiempo descubrimos que varios de estos bienes comunes han sido privatizados: nos han despojado o nos hemos dejado desposeer de lo que nos es común y que ahora no podemos disfrutar como fuera debido.

Hemos perdido el sentido común; hemos perdido el sentido de la comunidad; nos hemos vuelto individualistas, es decir ‘propietarios privados’ de lo que pertenece a todos, imitando a las grandes corporaciones, transnacionales, multinacionales que acaparan cada vez más y más bienes, sobre todo bienes comunes para aumentar ilimitadamente su poder y su riqueza. Los Estados, influenciados por el capitalismo, han vendido o cedido a particulares muchos bienes comunes, muchos bienes llamados ‘nacionales’, es decir, de la nación, del conjunto de los ciudadanos. En nuestros tiempos, ¿qué es lo que queda de nuestros bienes materiales e inmateriales? Muchas veces bien pocas cosas…

Debe ser en gran parte por eso que hemos perdido valores y sentido de las cosas y de la misma vida. Nuestro mundo global se reduce a nuestros medios personales… cada vez menos personales. Si no hay bienes comunes, ¿qué valdrán los bienes personales? “En cosas que se mueren puse el corazón,/ con cosas que se mueren me voy muriendo yo”. ¿No será que retomando el camino de los bienes comunes vamos a encontrar nuevos valores, nuevos sentidos, nueva fe y nueva vida? Estoy seguro de que nos estaremos haciendo una nueva humanidad. El papa Francisco acaba de invitar a los jóvenes a “caminar contra corriente… aprender a ser valiente en el amor concreto y desinteresado… Apostad por los grandes ideales, por las cosas grandes… Poned en juego vuestra vida por grandes ideales… para poder construir un mundo más justo y fraterno”.