Carol Delgado Arria
Embajadora de Venezuela en Ecuador
El pasado martes 06 de mayo, el diario El Comercio replicó un artículo del recalcitrante Grupo Diarios de América (GDA) titulado ‘Venezuela: la salud en crisis’, siguiendo la línea de ataque sistemático de las grandes empresas de comunicación del mundo contra mi país.
Dicha prensa busca fortalecer la imagen de una Venezuela en condiciones similares a las de un país en guerra, tal y como lo señala una fuente de Human Rights Watch, cuya credibilidad ha sido cuestionada por su política de trasvase (o intercambio) de funcionarios con instituciones no neutrales o vinculadas a violaciones sistemáticas de los DD.HH, como la OTAN y el Departamento de Estado, situación inadmisible en un organismo de su tipo.
Esta imagen falsa creada desde los medios apunta al descrédito general del gobierno bolivariano, acentuando en este caso una presunta incompetencia en el manejo de la economía del país que estaría colocando la salud de los venezolanos ‘en crisis’.
Nada más alejado de la verdad. Se intenta ocultar la realidad de la guerra económica, posicionándola como una creación retórica del presidente Maduro. Sin embargo, nada se dice del desabastecimiento programado de artículos de primera necesidad, diseñado para generar malestar en la población y ejecutado por un sistema de comercialización y distribución, controlado en más de un 70 % por la empresa privada.
¿Cómo se explica que no se encuentre leche pero sí todos sus derivados? ¿Cómo es que el papel de baño escasea pero no las servilletas de cocina? Infortunadamente, el mismo esquema aplica para el caso de las medicinas.
En lo relativo a medicamentos, insumos y equipos médicos, Venezuela depende de empresas privadas que importan las medicinas y el gobierno suministra suficientes divisas para ello. No obstante, dichos productos subsidiados son acaparados o sacados fuera del territorio nacional, en un complejo entramado de ataque al sector económico y a la psique del pueblo.
No es casual que sean los bienes más sensibles los que desaparezcan de los anaqueles; precisamente porque su carencia genera una inequívoca sensación de descontento y este es el objetivo de los sectores de derecha que lo impulsan. Se trata de una estrategia de perturbación, orientada a manipular a los ciudadanos a que se rebelen y/o voten en contra de sus intereses.
En la Venezuela Bolivariana la gente ya no muere frente a los hospitales por falta de atención. La salud es un derecho universalmente garantizado. En Revolución, han sido atendidas más de 30 millones de personas, de las cuales más del 80% lo hizo en el sistema de salud público y gratuito.
Durante los últimos 15 años, se ha registrado un aumento de más del 1.500% de inversión en salud. Se han construido casi 14 mil centros de salud públicos. Nada de esto es reportado por los medios.
Las farmacias del Seguro Social distribuyen medicamentos de alto costo totalmente gratuitos para enfermedades como cáncer, HIV/Sida, esclerosis múltiple, hepatitis virales, artritis reumatoidea, insuficiencia crónica terminal, entre muchas otras. Este es un programa que ha atendido a 891.785 pacientes (al 2014); con una inversión de 1.300 millones de dólares. Además, nuestro país cumplió la meta del Milenio de universalización del acceso a tratamientos retrovirales para pacientes con VIH/SIDA, según la OMS. ¿Puede un país con estas cifras de éxito considerarse con un sistema de salud en crisis?
