MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

miércoles, 9 de octubre de 2013

El imperio dio marcha atrás

 
Pedro Pierre
pedro.pierre@telegrafo.com.ec

Después de las invasiones y destrucciones de Iraq, Afganistán y Libia, se logró detener la de Siria, encabezada por Estados Unidos y Francia. El imperialismo capitalista está agonizando, pero es una agonía lenta y mortífera, tal como pasa en el texto bíblico del Apocalipsis, que describe cómo el “Monstruo” barre con todo lo que encuentra a su alcance.
 
La invasión de Siria no se dio, a pesar de las presiones de Israel, por varias razones. La más contundente fue la del presidente ruso Vladimir Putin. En definitiva, se trata del control sobre el petróleo y el gas de la región que tanto hacen falta a Estados Unidos y Europa, es decir, el control sobre los gobiernos árabes. Para esto no dudan en apoyar a Al Qaeda contra el gobierno sirio.
 
Rusia tuvo el apoyo firme de China, que tiene derecho de veto en la ONU por ser parte de los países fundadores de dicha institución. También se unieron contra la invasión los países latinoamericanos de la UNASUR (Unión de las Naciones del Sur), en particular Brasil y Ecuador. El Papa también dio un fuerte empujón: condenó con fuerza toda solución violenta y convocó a todos los católicos para un día de ayuno y oración para el efecto. Yo mismo estuve presente en dicha vigilia en Roma.
 
Además, por todas partes se están alzando numerosos grupos de indignados, especialmente en Estados Unidos y Europa, para exigir otro orden mundial, otra ONU, otras organizaciones internacionales del comercio, de las finanzas y del desarrollo; otros rumbos para el respeto de la naturaleza. Una nueva conciencia mundial está gestando otra manera de vivir, más sana, más solidaria, más equitativa, más acorde al medio ambiente. En nuestro continente tenemos la dicha de poder visualizar estos caminos gracias a TVSur, “la televisión de América Latina”, diseñada desde los sectores populares.
 
El libro del Apocalipsis nos habla de victoria de la Mujer sobre el Monstruo que quería destruir el hijo al que iba a dar a luz. Hoy, la Mujer embarazada representa a la Humanidad y al Pueblo de los Pobres que alzan su voz y protagonizan una nueva sociedad. El Monstruo es el sistema neoliberal que se empeña en destruir esta nueva Humanidad naciente. La Palabra de Dios nos dice que no solo no lo logrará, sino que será derribado.
 
Asumamos que ningún esfuerzo ni ninguna acción, por pequeños que sean, son vanos e ineficaces: sabemos que “una sola gota de agua cambia el nivel del mar”. Seamos esta diminuta gota de agua para una vida mejor para nosotros mismos y para todas y todos.