En mis 37 años de
servicio sacerdotal he tenido que atender a muchos pacientes en “la lucha
contra el cáncer”. La mayoría de ellos con solo saberlo, entran en una gran
“depresión” que los desincorpora de sus tareas habituales, ya sea por el
“dolor” tanto físico como anímico, o por ese “estado de ánimo” que es peor que
el mismo cáncer. He tenido ejemplos concretos como el caso de una amiga de mi
tía que todos los fines de semana salía con ella y con su esposo a restaurantes
y fiestas con gran entusiasmo y el día que se enteró que tenía cáncer, se
encerró en un cuarto y no salió mas, se echó a morir “antes del tiempo” (ya
tenía unos cuantos meses con el cáncer pero no lo habían descubierto). Lo mismo
una señora de 30 años con dos hijos y un excelente esposo que desde que se
enteró de su “cáncer terminal”, hizo lo mismo; yo recuerdo que me la llevaron
para que hablara conmigo y al oírla le dije: ¿Por qué Ud. tiene miedo morirse y
abandonar a su esposo y a sus hijos si ya Ud. está muerta? Hacía meses que los
tenía abandonado. Ella gracias a Dios reaccionó y le dije: “Viva intensamente
cada día, disfrute de su esposo y de sus hijos y déle gracias a Dios cada ves
que se levante con vida y póngase en sus manos y déjele el “cáncer” a EL. A los
dos años la volví a ver y no se había muerto todavía. Lamentablemente en los
otros casos se “murieron” antes de tiempo y no siguieron viviendo desde que lo
supieron.
En ésta “lucha
contra el cáncer” hay un paladín; un testimonio ejemplar. Me refiero al caso de
nuestro Presidente Hugo Rafael Chávez Frías quien va a someterse a su quinta
operación y nunca ha bajado la guardia y desde que se enteró la primera vez, en
vez de “tirar la toalla” como hace la mayoría, empezó a vivir con mayor
intensidad sabiendo que el SEÑOR le había llamado para cumplir una Misión muy
importante. Se aferró a EL y a las oraciones de su pueblo y se entregó con
mayor eficacia y profundidad que nos sorprendió a todos; tanto fue así que sus
enemigos pensaban que él no tenía nada porque lucía mas sano que antes. La
fuerza espiritual y el coraje de un hermano que ha luchado sin tregua y no se
ha rendido ni a los dolores ni a las adversidades. El tenía suficiente excusa
para retirarse y dejarle el “coroto” a otro pero siguió adelante al frente de
una campaña brutal para lograr “reelegirse” de nuevo como Presidente de la República a pesar de su
enfermedad. Ni el “cáncer” pudo parar la nobleza, la entrega y el “espíritu de
sacrificio” de éste noble hermano que ha asumido su “cruz” y ha seguido
cumpliendo con la Misión
que el SEÑOR JESÚS y su Pueblo les han confiado.
Así se lucha
“contra el cáncer”, con fidelidad al compromiso por encima de toda adversidad
hasta que ya no tenga fuerzas como lo hizo el Nazareno con la cruz hasta el
calvario. Adelante hermano que tu ejemplo y testimonio nos edifica para seguir
adelante a pesar de las dificultades que se nos presenten por el camino. Nos
recuerdas el compromiso de los Profetas que muchas veces tuvieron que cargar
sobre ellos el yugo y las enfermedades e infidelidades de su pueblo para
hacerlos despertar con su propio testimonio. Siempre lo he dicho y hoy lo
repito. YO CREO EN TI no por lo que
dices sino por lo que haces. Hasta la victoria siempre y que dios te tenga
con nosotros hasta que hayas cumplido con tu Misión que solo Dios lo sabe.
Nosotros seguiremos adelante ya que tu ejemplo ha despertado a un pueblo que
estaba dormido y que jamás volverá hacia atrás el cual se mantiene alerta y
vigilante para defender lo conquistado. Pedimos a Dios que te recuperes rápido
pues creo que aún te necesitamos un poco más. Que se haga siempre su voluntad
ya que hace tiempo te has “consagrado”
a el. Amén
Nota: He oído decir “cáncer maldito”; es
“maldito” para aquellos que se dejan vencer por él; es “bendito” para aquellos
que se hacen gigantes a costa de el.
PBRO. Pablo Urquiaga. Caricuao. 10/12/2012