Padre Pedro Pierre
Los palestinos árabes y cristianos y los judíos pertenecen a la misma raza y al mismo origen religioso por Abraham y Sara. En Jerusalén están sus principales centros religiosos. Jesús era judío y tenía la visión bíblica de Dios padre y madre con un proyecto de sociedad libre, equitativa y abierta a la trascendencia. Dedicó su vida a crear un movimiento al servicio del Reino de Dios, o sea, una manera de vivir más digna, más fraterna y solidaria, respetuosa de la naturaleza y en comunión con Dios: de allí nació el cristianismo. Unos 6 siglos más tarde, Mahoma, un árabe nacido en la vecina Arabia Saudita, inició la religión musulmana inspirándose en el cristianismo.
Por la destrucción de Jerusalén y la dispersión de sus habitantes por los romanos en 130 d.C., esta ciudad dejó de ser un centro importante. Los judíos formaron comunidades religiosas en los países donde emigraron y los cristianos eligieron Roma como el centro de la cristiandad. Luego unos palestinos judíos y cristianos pasaron a formar parte de la religión musulmana. Como todos los pueblos, pasaron por momentos de enfrentamientos, pero lograron convivir en el mismo territorio de Palestina.
Y pasaron los siglos hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la ONU (Organización de las Naciones Unidas), recién creada por unos pocos Estados, apoyó a judíos europeos, principalmente para establecerse en Palestina y conformar al Estado israelita, sin consultar a los palestinos cristianos y árabes que allí vivían.
Por una parte, los países europeos, habiendo dejado de colonizar esta región, querían tener un espacio de influencia en todo este Medio Oriente y, por otra, los judíos sionistas con su ideología de conquista y de corte fascista querían tener un territorio para existir como nación y extenderse del Nilo de Egipto hacia el Éufrates de Irán… Por lograr su expansión, Israel emprendió guerras contra los palestinos, Egipto, Jordania, Siria y Líbano. Y estas guerras de invasión siguen todavía, en particular en Palestina y en Jerusalén, donde acaparan cada vez más espacios expulsando más y más a los palestinos.
Los palestinos se resisten a esta invasión armada y descarada desde 70 años, a veces violentamente, en respuesta a las agresiones constantes por parte de los israelitas. Israel no respeta las resoluciones de la ONU que limitan su espacio nacional y tampoco quiere firmar un entendimiento con los palestinos.
El papa Francisco invitó a Roma a los jefes de Estado de las dos naciones para avanzar hacia la paz; sembraron en el Vaticano un árbol de la paz, que debe haberse vuelto un sauce llorón… por las muertes que continúan en los enfrentamientos provocados por Israel.
Muchos grupos civiles y religiosos, cristianos, judíos y musulmanes, tanto en Israel y Palestina como al nivel internacional, buscan presionar a Israel para que, por fin, deje de matar a palestinos y usar la violencia para lograr propósitos inhumanos e ilegítimos. Unámonos a estos grupos para hacer avanzar la paz, que se dice en hebreo: shalom, salem, Jerusalén (‘ciudad de la paz’).