J. B./Agencias
RD.- Iglesia y Gobierno salvadoreños se han unido en la petición al Papa Francisco para que visite el país para canonizar a monseñor Óscar Romero. Una vez que se ha enviado a Roma el informe sobre el milagro que podría elevar a los altares al arzobispo mártir, el presidente del país, Salvador Sánchez Cerén, escribirá al Papa uniéndose a los obispos del país.
"Tengo el compromiso también de unirme a esa delegación a través de una carta dirigida al papa, en la cual quiero rescatar ese amor del pueblo salvadoreño a monseñor Romero", señaló Cerén, después de que la Conferencia Episcopal de El Salvador apuntara que a finales de este mes, con motivo de la visita Ad Limina, solicitarán a Bergoglio la pronta canonización de Romero.
En la semana del 20 al 25 de marzo, los obispos de las ocho diócesis y del ordinariato militar tienen previsto viajar a Roma para realizar la visita Ad limina Apostolorum que cada diez años realizan para informar de la labor pastoral que se realiza en cada diócesis.
"Creo que ese escenario de su canonización generaría una nueva situación al país y que se encaminaría bajo todas las enseñanzas de monseñor Romero", sostuvo Sánchez Cerén. Las declaraciones del mandatario fueron brindadas después de participar en una celebración eucarística que se llevó a cabo en la Catedral Metropolitana con motivo del cuarto aniversario del pontificado del papa Francisco.
El pasado 28 de febrero, la iglesia católica salvadoreña envió al Vaticano la investigación sobre una "presunta curación" atribuida a monseñor Óscar Arnulfo Romero y que abre la puerta a su canonización en caso de ser ratificada.
Los documentos enviados incluyen una copia del expediente clínico de la feligrés Cecilia Maribel Flores, beneficiaria del presunto milagro del arzobispo asesinado en 1980, extendido por el Instituto Salvadoreño del Seguro Social.
En otro orden de cosas, miles de fieles conmemoraron ayer el 40 aniversario de la muerte del padre Rutilio Grande, asesinado por el Ejército a las puertas de la guerra civil (1980-1992) y quien fue amigo del beato monseñor Óscar Arnulfo Romero.
Los salvadoreños realizaron una peregrinación que llegó hasta el lugar en donde fue asesinado en 1977 el padre Grande, conocido como Las Tres Cruces y ubicado en El Paisnal, donde desarrollaron un acto ecuménico en memoria del sacerdote.
Durante la actividad, los participantes recordaron el legado de Grande y su incansable lucha por acabar con las desigualdades que llevaron al país a un conflicto bélico que dejó 8.000 personas desaparecidas y 75.000 muertos.
Rutilio Grande nació el 5 de julio de 1928 en El Paisnal, fue asesinado en 1977 por los escuadrones de la muerte del Ejército salvadoreño y su causa de beatificación está abierta.
El papa Francisco aseguró en octubre de 2015 que Grande y Romero, beatificado el 23 de mayo de ese año, "son un tesoro y una fundada esperanza para la Iglesia y para la sociedad salvadoreña" y cómo "el impacto de su entrega se percibe todavía en nuestros días".