Padre Pedro Pierre
Se aproxima la segunda vuelta electoral donde vamos a elegir entre dos binomios presidenciales con proyectos opuestos. Un documento que acabo de recibir aclara a mi parecer muy correctamente las actuales dos opciones electorales. Se trata de una frase que habría pronunciado monseñor Fausto Trávez, actual arzobispo de Quito.
Sin decir el documento dónde ni cuándo fue pronunciada, a monseñor Trávez le parece “lamentable que ciertos dirigentes” apoyen “una línea capitalista y” abandonen “la humanista”, haciendo referencia a “la lucha de monseñor Leonidas Proaño” y sabemos que sus luchas fueron eminentemente humanistas. En este mismo correo venía también la siguiente afirmación de Rodrigo Borja, fundador de la Izquierda Democrática que postuló a Paco Moncayo, el cual termina apoyando a Guillermo Lasso para la segunda vuelta: “Estoy profundamente decepcionado al ver cómo miembros de la Izquierda Democrática se pasan a la derecha para apoyar al traidor A. Páez y a su amigo banquero”.
Sin entrar en un análisis detallado, vamos a detenernos en dos palabras: la línea ‘capitalista’ y la ‘humanista’. Personalmente aplico la línea capitalista al binomio Lasso-Páez y la línea humanista al de Lenín Moreno y Jorge Glas. Ahora, al momento de votar, o nos inclinaremos por la línea capitalista si sufragamos por Guillermo Lasso y promovemos un gobierno de los ricos al servicio de los ricos que siempre, ya conocemos de sobra, se han enriquecido a costa del empobrecimiento creciente de los pobres, tal como lo vemos actualmente en Argentina y en Brasil. O nos inclinaremos hacia una línea humanista al votar por Lenín Moreno y Jorge Glas, promoviendo un gobierno que ha roto con la dominación de las derechas ferozmente capitalistas y se propone profundizar y mejorar un proceso que beneficia a la gran mayoría de la población ecuatoriana, tal como se lo ha demostrado a lo largo de 10 años.
El presidente Rafael Correa ha decidido no volver a postularse a la Presidencia y el exvicepresidente Lenín Moreno ha demostrado su capacidad de trabajar eficazmente, presentándose como una persona sensata, tranquila, eficaz, transparente, privilegiando a las grandes mayorías y queriendo dar un rumbo más adecuado a las situaciones que no han sido atendidas o mal atendidas.
Si para confirmarnos miramos al papa Francisco, sus denuncias frontales del sistema capitalista con sus consecuencias mortales, iremos dando nuestro apoyo a la línea humanista, no solo el 2 de abril sino a lo largo de los 4 años venideros. Si somos cristianos y seguimos la opción de Jesús por los pobres, no podemos ‘traicionarlos’.
La Biblia, en el libro del Deuteronomio, nos advierte por dónde tienen que ir nuestras opciones y nuestras luchas: “Te puse delante la vida o la muerte, la bendición o la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas tú y tu descendencia”. El capitalismo es un camino de muerte, muerte de las personas, muerte de la naturaleza, muerte de los sueños, muerte de Dios. El mismo Jesús lo proclamó: “No puedes seguir a Dios y al dinero”.