Padre Pedro Pierre
¡Cuántos sueños proclamados en este comienzo de año! Porque muchas ilusiones se están perdiendo con el pasar de los meses. Soñemos, sí, pero organizadamente, para que algunos de estos sueños se transformen en realidad.
Sueños de las mujeres organizadas… porque las que pasan mucho tiempo delante de la TV terminan pensando como ella, es decir que no piensan. “Ni una menos”: tal es la meta, porque si nos cruzamos de brazos y solo lamentamos, nos hacemos cómplices del próximo femicidio.
Sueños de los jóvenes organizados… ¿Será que están organizados las y los que pasan mucho tiempo en la tableta o el celular?... Dicen que el futuro está en las redes sociales… ¿Nos empoderamos de las redes sociales o nos dejamos manipular por ellas? Una frase en alguna pared de América Latina decía: “Mi esperanza es que los jóvenes vuelvan a las calles a hacer historia”.
Sueños de los cristianos organizados… porque los cristianos sin comunidades no son cristianos. ¿Quién más que el papa Francisco no apremia por la solidaridad organizada, a fin de que sea efectiva y no mera caridad que humilla y hunde un poco más.
Sueños de los sectores populares organizados… aunque muchísimo se hace para que sigan desorganizados. Las dos terceras partes de los que van a los malls y centros comerciales compran lo que le publicita la TV. El poder popular lastimosamente no entra en las encuestas porque muchos estamos bien dormidos.
¿Estaremos mejores en 2018? En gran parte, el año será lo que lo hacemos cada una y cada uno, pero organizadamente, desde la familia, el barrio, el trabajo. Ser humano es ser organizado. En el Apocalipsis se nos asegura, con la imagen de una mujer y de un dragón, la victoria de la humanidad sobre todos los imperios de la muerte. Esa es nuestra lucha y nuestra dignidad: Dios luchando con nosotras y nosotros, porque los que no luchan, ya están derrotados. Feliz año 2018, de sueños colectivos y de lucha organizada contra todas las bestias que nos atropellan la vida.