MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Papa: "La tierra ya no es un valle de lágrimas, sino el lugar donde Dios puso su tienda"

El Papa pasa ante el árbol de Navidad
"Jesús tomó partido por el hombre de una vez por todas"
 
(José M. Vidal).- A las 9,30 comenzó el Papa Francisco su jornada laboral de todos los miércoles. Dedicando más de una hora a recorrer la plaza de San Pedro y abrazar y besar a niños, enfermos y fieles. Una Plaza que siempre está llena. Lo que antes era extraordinario, ahora es habitual. Los pobres quieren y protegen al Papa. Y el Papa les devuelve el cariño con creces.
 
En un momento del recorrido, una paloma se posó encima del papamóvil y Francisco la señaló a la gente, como diciendo. "Dios nos bendice con su paz".
 
Rodeado de manos, siente que incluso el papamóvil le separa de la gente y, en otro momento, manda detenerlo y se baja para saudar, abrazar y acariciar a un grupo de niños. De vuelta al coche, sigue besando niños y estrechando manos. Entre los vítores de la gente que le desea larga vida. Ayer fue su 77 cumpleaños y, en la Plaza resuenan todavía los ecos de esa efemérides tan especial.
 
El Papa se baja de nuevo ante un grupo de curas supongo que argentinos, porque le ofrecen mate, que el Papa comparte con total tranquuilidad. De nuevo, en el papamóvil, saluda y saluda y coge al vuelo bufnadas. La gente quiere que el Papa se abrigue y se cuide.
 
Francisco, en medio de la multitud consigue, incluso, una comunicación directa y de tú a tu. Con sus gestos, con sus miradas y, a veces, manda detener el papamóvil y habla con algunas personas y siempre termina con su clásica frase: "Recen por mí". Más adelante, recoge al vuelo una enorme chapela, quizás lanzada por algún vasco. Y, a continuación, bendice un cuadro de la Virgen.
 
Tras recorrer todas las avenidas de la Plaza, el Papa desciende del papamóvil y se dirige a la sede, saludando de camino a los ceremonieros y speakers.
 
En el núcleo de la catequesis de hoy, la Navidad y su sentido profundo.
 
"Dios está con nosotros y Dios confía todavía en nosotros. Es generoso nuestro Padre Dios"
 
"Dios viene a habitar con los hombres. Elige la tierra como su morada"
 
"La tierra ya no es un valle de lágrimas, sino el lugar donde Dios puso su tienda, el lugar de la solidaridad de Dios con el hombre"
 
"Hay algo todavía más sorprendente: Su presencia no sucedió en un mundo ideal, sino en un mundo real, lleno de guerras y prepotencias...Decidió habitar en nuestra historia tal y como es"
 
"Jesús es Dios con nosotros. ¿Lo creéis?"
 
"Hagamos esta confesión: "Jesús es Dios con nosotors". Otra vez. Así, bien, gracias"
 
"Está siempre con nosotros en los sufrimientos y dolores de la Historia"
 
"Jesús tomó partido por el hombre de una vez por todas, para salvarnos"
 
"Y nos trae la energía que calienta el corazón"
 
"Somo amados inmensamento por Dios y este amor nos lo da y nos lo comunica"
 
Dos consideraciones: "En Navidad, Dios se revela como aquel que se abaja, desciende a la tierra pequeño y pobre"
 
"Para ser como Él, nosotros no podemos ponernos por encima de los demás, sino hacernos pequeños con los pequeños y con los pobres"
 
"Qué feo cuando un cristiano no quiere abajarse y servir, un cristiano que se pavonea no es cristiano es un pagano. El cristiano sirve y se abaja".
 
Segunda consecuencia: "Cualquier cosa que le hacemos a un hermano o a una hermana se la hacemos a Él"
 
"Confiémonos a Maria...para que bos ayude a reconocer en el rostro de nuestro prójimo, especialmente de los más pobres, la imagen del hijo de Dios hecho hombre. Gracias".
 
En sus palabras en español, el Papa saluda especialmente al equipo de sus amores, el San Lorenzo de Almagro, "que ha ganado el título y ha venido a traerlo aquí".
 
Palabras del Papa en español
 
Queridos hermanos y hermanas:
 
Cercanos ya a la Navidad, les propongo hoy una reflexión sobre el nacimiento de Jesús como expresión de la confianza de Dios en el hombre y fundamento de la esperanza del hombre en Dios.
 
El Verbo no se ha encarnado en un mundo ideal, sino que ha querido compartir nuestras alegrías y sufrimientos, y demostrarnos así que Dios se ha puesto de parte de los hombres, con su amor real y concreto. Y nos «regala» una energía espiritual que nos sostiene en medio de las luchas y fatigas de cada día.
 
La Navidad nos puede ayudar a pensar dos cosas:
 
La primera es que, en su natividad, Dios se abaja, se hace pequeño y pobre. Por eso, si queremos ser como Él, no podemos situarnos por encima de los demás, sino que hemos de ponernos a su servicio, ser solidarios, especialmente con los más débiles y marginados, haciéndoles sentir así la cercanía de Dios mismo.La segunda: ya que Jesús, en su encarnación, se ha comprometido con los hombres hasta el punto de hacerse uno de nosotros, el trato que damos a nuestros hermanos o hermanas se lo estamos dando al mismo Jesús. Recuerden que «quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve» (1 Jn 4,20).
 
***
 
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México, Argentina y otros países latinoamericanos.
 
Confío a todos ustedes a la protección maternal de María, Madre de Dios y Madre nuestra. Que ella los cuide y los llene de alegría y de paz. Muchas gracias.