RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA
PRONUNCIAMIENTO OFICIAL
Frente a los hechos suscitados en el Vicariato Apostólico de Sucumbíos en relación al nombramiento del Administrador Apostólico, el Consejo Nacional de la Renovación Carismática Católica emite el siguiente pronunciamiento oficial.
1. Como es conocido la Renovación Carismática Católica es una "corriente de gracia" que Dios ha suscitado en la Iglesia para vivir la experiencia de Pentecostés y es considerada oficialmente por la Autoridad de la Iglesia como un Movimiento Eclesial con el fin de lograr este objetivo. Por lo tanto nuestro Movimiento desde sus inicios ha orientado a sus miembros, tanto hombres y mujeres, a abrirse a la experiencia del Espíritu Santo, que nos conduce a ser portadores de valores cristianos y es ajena a tomar posiciones que atenten contra la unidad y la caridad.
2. Es de conocimiento público que el nombramiento del Sr. Administrador Apostólico del Vicariato San Miguel de Sucumbíos ha generado reacciones que consideramos no se ajusten al espíritu evangélico y al respeto que se debe a los Pastores de la Iglesia. En los actuales momentos comprendemos, por 'ser de carne', los sufrimientos de tantos hermanos que se sienten heridos por la forma de cómo se han dado estos hechos y, en este sentido, nos solidarizamos con ellos. Sin embargo no podemos olvidar que en la Renovación Carismática Católica todos los miembros debemos animarnos mutuamente a seguir en toda circunstancia un camino de santidad conforme al Evangelio. Este camino pide cumplir con el mandato del Señor que nunca puede ser de protesta o desobediencia, porque la fidelidad a Jesús y a su Cuerpo que es la Iglesia a veces exige renunciar a nuestros criterios humanos, incluso aceptando situaciones que pueden desagradarnos.
También los miembros de la R.C.C. somos miembros del pueblo, amamos y trabajamos por toda forma de progreso y bienestar, respetamos como don de Dios el camino de otros Movimientos y organizaciones eclesiales. Sin embargo lo que no podemos aceptar es la ruptura de la unidad y toda forma de violencia o de discordia. Consideramos que es nuestra tarea ayudar a la vivencia de un verdadero cristiano en la práctica del amor, como ministros de reconciliación, unidad y obedientes a los legítimos Pastores que Dios ha puesto.
En el caso de Sucumbíos, que nos ha llevado a emitir el presente pronunciamiento, consideramos que todos los católicos tenemos la obligación de acatar las decisiones del Vicario de Cristo y tenemos la responsabilidad de trabajar en la edificación de una Iglesia santa y unida manteniendo el respeto por el sano pluralismo de formas y métodos pastorales.
3. Por lo anteriormente expuesto, el Consejo Nacional de la Renovación Carismática Católica exhorta a todos los que sienten dificultad en aceptar las decisiones de la suprema Autoridad de la Iglesia a que, en espíritu de humildad, de fe y obediencia, mediten que el ejemplo de Cristo y de sus discípulos es la aceptación de la cruz, salvaguardando también en este caso la unidad en la caridad. Sostenemos que toda actitud, de un lado u otro, aunque sea considerada profética o carismática, deba estar siempre sujeta al discernimiento de los legítimos Pastores.
4. Nuestro sincero propósito, unido a la intercesión al Espíritu Santo es de seguir luchando por el Reino, en comunión con todas las fuerzas vivas de la Iglesia, en el respeto de los carismas de todos, deseosos de enriquecernos mutuamente, permaneciendo siempre en obediencia filial respecto a quienes han sido puestos por Dios para guiarnos en el camino de la fe en nuestra amada Iglesia.
Cuenca, 8 de junio de 2011
EL CONSEJO NACIONAL DE LA RENOVACION CARISMATICA CATÓLICA
