MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

viernes, 27 de julio de 2018

Padre Pedro Pierre MÉXICO, SÍMBOLO DE RESISTENCIA


Padre Pedro Pierre

A contracorriente de muchos países de América Latina, los mexicanos han elegido un presidente de izquierda: situación que no deja de llamar la atención. México es un país de unos 120 millones de habitantes, con una superficie de casi 2 millones de kilómetros cuadrados. El narcotráfico ha penetrado todos los espacios de poder tanto locales como nacionales. En el primer trimestre de este año por la violencia generalizada murieron más de 7,600 personas, que serán 30,000 al fin del año…

Con las elecciones presidenciales, los mexicanos dijeron no a la violencia, la corrupción, el narcotráfico, la impunidad, los partidos de derecha y el tradicional partido ‘revolucionario’. Mientras muchos países latinoamericanos elegían gentes de derecha, México marca un pare y un camino de resistencia. En los países donde gobiernan estas derechas, vuelven a triunfar la violencia, la corrupción, la explotación laboral, la venalidad de la justicia, las manipulaciones en los medios de comunicación. Es el caso de Honduras, Paraguay, Argentina, Brasil, Colombia y Ecuador. Al mismo tiempo no paran las manifestaciones, como ocurrió en nuestro país hace unos días. Más que resistencia es insurrección democrática y pacífica.

Además lo común que notamos es el apoyo del gobierno incondicional y financiero de Estados Unidos. Esto significa que ha vuelto la colonización imperial con la complicidad de las oligarquías y los gobiernos nacionales. Estados Unidos quiere seguir saqueando el continente y los banqueros locales beneficiarse de más privilegios y mayor enriquecimiento. Los sectores pobres y las clases medias son las víctimas de esta violencia estructural; por eso las protestas y las propuestas para asentar un cambio que devuelva la dignidad a los explotados.

Dice una pinta: “¡El cambio soy yo!” Esto significa que tenemos que vivir individual y colectivamente lo que exigimos a otros y al gobierno, porque si no, este nuestro país no cambiará nunca. “El árbol se reconoce a sus frutos” y un pueblo a sus actuaciones.