MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

lunes, 31 de agosto de 2015

El diálogo, según monseñor Proaño


Gustavo Pérez Ramírez
Secretario Academia Nacional de Historia

Mañana, 31 de agosto, se cumplirán 27 años de la muerte de monseñor Leonidas Proaño (1919-1988), de su ‘resurrección’ desde una visión de fe. La comunidad de Pucahuaco, en la parroquia San Antonio de Ibarra, donde están sepultados sus restos mortales, ha organizado en su homenaje la Expo Compartir 2015.

El legado fundamental de quien fuera el ‘Obispo de los indios’ es la opción por los pobres y sus enseñanzas. Especialmente pertinentes en nuestros días son las reflexiones que hizo sobre el diálogo, que dejó consignadas en su libro Concientización, evangelización y política.

Sostenía monseñor Proaño que “los hombres sienten la necesidad de dialogar, pero que no han encontrado ni la actitud dialogal ni los caminos del diálogo”. Quizás hoy, pasados varios lustros, él pondría el énfasis en los contenidos, abierto al diálogo nacional que se lleva a cabo por la equidad y la justicia, “intensos, profundos y democráticos”, según el Ministro del Trabajo y cuya evaluación se anuncia para mediados de septiembre.

Ojalá indígenas y Gobierno tengan en cuenta a monseñor Proaño, en particular sobre lo que él denominaba antidiálogo, o sea “el silencio como expresión de indiferencia y la actitud de dominación, cuando cada quien quiere imponer su punto de vista, su criterio, su capricho”. “No es una escucha atenta de los razonamientos del otro”. Y añadía: “Lo que se llama diálogo entonces es más bien una lucha: tiene posibilidades de salir triunfante el que habla más, el que grita más, el que se encapricha más, pero las relaciones se vuelven más tensas y las posibilidades de comprensión desaparecen”; y concluye que “la actitud impositiva y conquistadora destruye los más sanos caminos del diálogo, como destruye la vida cualquier arma bélica”.

Monseñor Proaño enumera siete condiciones para el diálogo que resumo: 1. Uno y otro deben aspirar a ser más y a ayudarse, por medio del diálogo. 2. Se requiere de una actitud de apertura, para ir descubriendo a ese tercero en el pensamiento expuesto por el otro. 3. El diálogo es una invitación al ejercicio de las facultades superiores del hombre. El que es límpido, rectilíneo, no busca por medios subterráneos la conquista de un objetivo también subterráneo, a través de manifestaciones mentirosas: la doblez engendra desconfianza y resistencia: impide el diálogo. 4. ¿Cómo puedo dialogar, si veo siempre ignorancia en el otro, nunca en mí? 5. Fe en el hombre. Se trata de una disposición previa a creer en el hombre antes aun de hacer cualquier experiencia. 6. Así como el hombre debe amar al hombre, aunque en nivel diferente, el hombre debe amar al mundo como punto de cita para el encuentro, como lugar adecuado para la tarea común, como instrumento pedagógico para el crecimiento mutuo. 7. No hay diálogo, tampoco, sin esperanza. La esperanza está en la raíz de la inconclusión del hombre, hacia la cual se mueve en permanente búsqueda del ser más. Sabias reflexiones para construir diálogo de parte y parte, a sabiendas de que la violencia no hace avanzar causas.

domingo, 30 de agosto de 2015

CUMPLIR LA NORMA NO GARANTIZA SALVACIÓN HUMANA



Fray Marcos Rodríguez

(Dt 4,1-8) Estos mandatos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia...
(Sant 1,17-27) Llevad a la práctica la palabra y no os limitéis a escucharla.
(Mc 7,1-23) Lo que sale de dentro es lo que hace al hombre impuro.

Cumplir la norma no garantiza salvación humana. Solo descubriendo y viviendo lo que encuentre en el fondo de mi ser, podré desplegar mi humanidad.

Terminado el paréntesis de los cinco domingos que hemos dedicado al c. 6 del evangelio de Jn, retomamos el de Mc. Después de la multiplicación de los panes. Jesús se encuentra en los alrededores del lago de Genesaret, en la parte más alejada de Jerusalén, donde eran mucho menos estrictos a la hora de vigilar el cumplimiento de las normas de purificación. No se trata de una trasgresión esporádica de los discípulos de Jesús. El problema lo suscitan los fariseos, llegados de Jerusalén, que venían precisamente a inspeccionar.

Hoy no se requiere mayores explicaciones. El texto contrapone la práctica de los discípulos con la enseñanza de los letrados y fariseos. Jesús se pone da parte de los discípulos, pero va mucho más lejos y nos advierte de que toda norma religiosa, escrita o no, tiene siempre un valor relativo. Cuando dice que nada que entra de fuera puede hacer al hombre impuro, está dejando muy claro que La voluntad de Dios no viene de fuera. Solo se puede descubrir en el interior y está más allá de toda Ley.

Podemos seguir manteniendo la Ley y la tradición como norma, pero no debemos olvidar que Jesús desbarató el sentido absoluto que le daban los fariseos. Hoy sabemos que Dios no ha dado directamente ninguna norma. Dios no tiene una voluntad que pueda comunicarnos por medio del lenguaje, porque no tiene nada que decir ni nada que dar. La Escritura es una experiencia personal cristalizada por la aceptación de un pueblo. Las experiencias del Éxodo las vivió el pueblo en el s. XIII a. de C., pero se pusieron por escrito a partir del VIII. Los evangelios se escribieron 50 años después de morir Jesús.

Todas las normas que podemos meter en conceptos, son preceptos humanos; no pueden tener valor absoluto. Un precepto que puede ser adecuado para una época, puede perder su sentido en otra. Es más, las normas morales tienen que estar cambiando siempre, porque el hombre va conociendo mejor su propio ser y la realidad en la que vive. El número de realidades que nos afectan está creciendo cada día. Las normas antiguas no sirven para las situaciones nuevas que van apareciendo. Algunas cosas que eran importantes para el ser humano en el pasado, han perdido ahora todo interés en orden a dar plenitud humana.

En todas las religiones las normas y preceptos se dan en nombre de Dios. Esto puede tener consecuencias desastrosas si no se entiende bien. Todas las leyes son humanas. Cuando esas normas surgen de una experiencia auténtica y profunda de lo que debe ser un ser humano y nos ayudan a conseguir nuestra plenitud, podemos llamarlas divinas. En realidad, la verdadera voluntad de Dios no es más que nuestro propio ser en cuanto perfeccionable. Eso que puedo llegar a ser y aun no soy, es la voluntad de Dios. Dios no tiene voluntad. Dios es un ser tan simple que no tiene partes. Todo lo que tiene lo es, todo lo que hace lo es. No existe nada fuera de Él y nada puede darnos que no sea Él.

El precepto de lavarse las manos antes de comer, no era más que una norma elemental de higiene, para que las enfermedades infecciosas no hicieran estragos entre aquella población que vivía en contacto con la tierra y los animales. Si la prohibición no se hacía en nombre de Dios, nadie hubiera hecho puñetero caso. Esto no deja de tener su sentido. Si comer carne de cerdo producía la triquinosis, y por lo tanto la muerte, Dios no podía querer que comieras esa carne, y además si lo comías, te castigaba con la muerte.


Lo que critica Jesús, no es la Ley como tal, sino la interpretación que hacían de ella. En nombre de esa Ley, oprimían a la gente y le imponían verdaderas torturas con la promesa o la amenaza de que solo así, Dios estaría de su parte. Daban a la Ley valor absoluto. Todas las normas tenían la misma importancia, porque su único valor era que estaban dadas por Dios. Esto es lo que Jesús no puede aceptar. Toda norma, tanto al ser formulada como al ser cumplida, tiene que tener como fin primero el bien del hombre. Ni siquiera podemos poner por delante a Dios, porque el único bien de Dios es el del hombre. La base de todo fundamentalismo está en proponer el bien de Dios, incluso en contra del bien del hombre.

Lo que llamamos mandamientos de las religiones, son normas en las que se recoge lo mejor de la experiencia humana conocida, que busca lo que es bueno y lo que es malo para el hombre. Los diez mandamientos intentan posibilitar la convivencia de una serie de tribus dispersas y con muy poca capacidad de hacer grupo. En aquella época, cada país, cada grupo, cada familia tenía su dios. Para hacer un pueblo unido, era imprescindible un dios único. De ahí los mandamientos de la primera tabla. Los otros van encaminados a respetar la vida y hacienda de los demás y hacer posible una convivencia, sin destruirse unos a otros.


La segunda enseñanza es consecuencia de esta: No hay una esfera sagrada en la que Dios se mueve, y otra profana de la que Dios está ausente. En la realidad creada no existe nada impuro. Tampoco tiene sentido la distinción entre hombre puro y hombre impuro, a partir de situaciones ajenas a su voluntad. Por eso la pureza nunca puede ser consecuencia de prácticas rituales ni sacramentales. La única impureza que existe la pone el hombre cuando busca su propio interés a costa de los demás.

Las tradiciones son la principal riqueza de un colectivo, hay que valorarlas y respetarlas en grado sumo. La tradición es la cristalización de las experiencias ancestrales de los que nos han precedido. Sin esa experiencia acumulada, ninguno de nosotros podríamos alcanzar el nivel de humanidad que desplegamos. Siendo cierto todo esto, no podemos dar valor absoluto a ese bagaje, porque lo convertiremos en un lastre que nos impide avanzar hacia mayor humanidad. En el instante en que una tradición se convierta en un lastre que nos impida ser más humanos, debemos abandonarla. Es lo que quiere decir Jesús: dejáis a un lado la voluntad de Dios por aferraros a las tradiciones de los hombres.

Todo el que pretenda daros leyes en nombre de Dios, os está engañando. La voluntad de Dios, o la encuentras dentro de ti, o no la encontrarás nunca. Lo que Dios quiere de ti, está inscrito en tu mismo ser, y en él tienes que descubrirla. Es muy difícil entrar dentro de uno mismo y descubrir las exigencias de mi verdadero ser. Por eso hacemos muy bien en aprovechar la experiencia de otros seres humanos que se distinguieron por su vivencia y nos han trasmitido lo que descubrieron. Gracias a esos pioneros del Espíritu, la humanidad va avanzando en el camino de una mayor dedicación a los demás, superando el egoísmo.

Todo lo que nos enseñó Jesús, es la manifestación de su experiencia de Dios, que quiere decir experiencia de su ser más profundo. “Todo lo que he oído a mi Padre, os lo he dado a conocer”. Esa experiencia completamente original, hizo que muchas normas de su religión se tambaleasen. La Ley hay que cumplirla porque (y cuando) me lleva a la plenitud humana. Para los fariseos, el precepto hay que cumplirlo por ser precepto no porque ayude a ser más humano. El tema no puede ser más actual. En la medida que hoy seguimos en esta postura “farisaica”, nos estamos apartando del evangelio.

El obrar sigue al ser, decían los escolásticos. Lo que haya dentro de ti, es lo que se manifestará en tus obras. Es lo que sale de dentro lo que determina la calidad de una persona. Yo diría: lo que hay dentro de ti, aunque no salga, porque lo que sale puede ser una pura programación. Lo que comas te puede sentar bien o hacerte daño, pero no afecta a tu actitud espiritual. La trampa está en confiar más en la práctica externa de una norma, que en la actitud interna que depende solo de mí. Las prácticas religiosas son, con frecuencia, una coartada para dispensarnos de la conversión del corazón.

sábado, 29 de agosto de 2015

El papa sigue con "viva preocupación" el "éxodo bíblico" de los inmigrantes

 
El papa Francisco sigue "con viva preocupación" el problema de la crisis migratoria y "el éxodo bíblico" que afecta a miles de personas y sus familias que buscan en Europa un futuro mejor, informó hoy Radio Vaticana.
 
"El papa Francisco sigue con viva preocupación el drama que afecta a miles de personas que huyen de sus tierras. Se trata de un éxodo bíblico que obliga a familias enteras a arriesgar su vida en busca de un futuro lejos de la guerra, del hambre y de cualquier tipo de violencia", indicó el portal de noticias vaticano.
 
Recordó además el mensaje publicado hoy en el perfil oficial del papa Francisco en Twitter, en el que pide a Dios ayuda "para ser más generosos y siempre más cercanos a las familias pobres".
 
La Central Operativa de la Guardia Costera en Italia informó del rescate de 1.430 inmigrantes y de la recuperación de dos cadáveres en diversas operaciones desplegadas en las últimas horas en el Mediterráneo. (RD/Agencias)
 
 

viernes, 28 de agosto de 2015

Guerra sucia contra los pueblos del maíz



Silvia Ribeiro es investigadora del grupo

Silvia Ribeiro
Investigadora Grupo ETC

(ALAINET).- El 19 de agosto 2015, el juez Francisco Peñaloza Heras, del Juzgado XII de Distrito en Materia Civil, canceló la medida precautoria que desde hace dos años mantiene suspendida la siembra de maíz transgénico en México en respuesta a una demanda colectiva por los daños que estos granos causan a la biodiversidad y la salud. Sin embargo, la suspensión sigue vigente, ya que su decisión fue inmediatamente apelada por Colectivas AC, representantes legales de la colectividad de 53 ciudadanos y 20 organizaciones que presentaron la demanda en 2013.

La forma en que el juez Peñaloza tomó la decisión, ignorando los argumentos de los demandantes y científicos independientes, pero basándose en los dichos de Monsanto y otras empresas, es otro escalón en la guerra sucia contra el maíz campesino y los pueblos del maíz.

En sincronía con su decisión, las trasnacionales de transgénicos desataron un aluvión de comentarios a la prensa asegurando que estaba liberada la siembra. Como denunció René Sánchez Galindo, abogado de la colectividad demandante, “Monsanto inició una nueva campaña de mentiras, ya que es falso que la siembra de maíz transgénico estuviera liberada”.

Las mentiras de la empresas de transgénicos no se limitan solo a los aspectos legales de la demanda. Dedican mucho tiempo y recursos a falsear datos ­para ocultar lo que realmente pasa con los transgénicos en los países donde su siembra es masiva, como Estados Unidos, país sede de Monsanto.

La realidad, basada en estadísticas oficiales de ese país durante casi dos décadas (no en estudios puntuales financiados por las empresas que toman datos parciales) muestra que los transgénicos son más caros que los híbridos que ya existían, que en promedio su rendimiento es menor y que han provocado un aumento exponencial del uso de agrotóxicos, con efectos devastadores en suelos, agua, y surgimiento de más de 20 “supermalezas” resistentes al glifosato. La industria afirma que el maíz manipulado con la toxina Bt disminuyó el uso de agrotóxicos, pero omite explicar que las plagas se han ido haciendo resistentes al Bt, y que luego de una inicial disminución, el uso de agrotóxicos ha ido aumentado cada año. Por ello, las empresas están abandonando la venta de semillas de maíz Bt, para vender maíces transgénicos con rasgos apilados, o sea junto a Bt, tolerantes a uno o más herbicidas de alta toxicidad, como glifosato, glufosinato, dicamba y hasta 2,4-d, con lo cual el aumento del uso de tóxicos se multiplica vertiginosamente.

Las empresas aseguran también que es posible la “coexistencia” de maíz transgénico con el maíz campesino. Existen múltiples estudios científicos y estadísticas en muchos países que demuestran lo contrario: donde hay cultivos transgénicos, siempre habrá contaminación, sea por el polen llevado por viento e insectos (a distancias mucho mayores de las “previstas” por las leyes) o por el trasiego en transportes, almacenamiento, puntos de venta, donde no hay segregación de transgénicos y otras semillas. Muchos estudios en México, incluidos los de la propia secretaría de medio ambiente (Semarnat), muestran cientos de casos de contaminación transgénica de maíces campesinos, aún cuando su siembra es ilegal. Legalizar la siembra aumentaría brutalmente esa contaminación que amenaza directamente la biodiversidad y el patrimonio genético agrícola más importante de México, legado por los millones de campesinos e indígenas que lo crearon y lo siguen manteniendo.

En Estados Unidos la contaminación transgénica es omnipresente. Monsanto hizo de ello un negocio: demanda a las víctimas de contaminación transgénica por uso de sus genes patentados, lo cual le ha redituado cientos de millones de dólares en juicios o acuerdos fuera de juicio. Recientemente Monsanto declaró que no va demandar a agricultores en México. Sería absurdo creerlo. Por supuesto lo harán, cuando tengan las condiciones para ello. Ya desde 2004, Monsanto publicaba en periódicos de Chiapas avisos que advertían que el que usara "ilegalmente" sus genes patentados en "importación, siembra, guarda, comercialización o exportación" podría sufrir cárcel y multas mayores. Además instigaban a que si usted "conoce alguna situación irregular", se contactara con Monsanto, para evitar ser acusado de "cómplice". Si no siguió adelante fue porque no tenía el marco legal para ello, tema que ahora presionan por corregir.

Las trasnacionales mienten cuando afirman que los transgénicos son inocuos a la salud. De partida, los cultivos transgénicos tienen un nivel hasta 200 veces más alto de residuos de glifosato, herbicida que la OMS declaró cancerígeno en marzo 2015. Y casi cada mes se publican nuevos artículos con evidencia de daños de los transgénicos a la salud o al medioambiente.

Por ejemplo, el 14 de julio 2015, la revista científica arbitrada Agricultural Sciences, publicó una investigación del Dr. Shiva Ayyadurai, que muestra que la soya transgénica acumula formaldehído, sustancia cancerígena, junto a una disminución drástica de glutatión, antioxidante esencial para la desintoxicación celular. El estudio analizó 6497 experimentos de 184 instituciones científicas en 23 países. El estudio pone de manifiesto la invalidez del principio de “equivalencia sustancial” que se aplica para evaluar transgénicos, alegando falsamente que son “equivalentes” a los convencionales. Existe gran desconocimiento de cómo la transgenia afecta la biología del maíz y qué impacto tiene en la biodiversidad y en la salud de la población de México, donde el maíz se consume más que en ningún otro país.

La guerra recrudece, pero también crecen las muchas resistencias, como la “moratoria popular” de no permitir transgénicos en nuestros campos y mesas, y eso, no va a terminar.

jueves, 27 de agosto de 2015

Mons. Leonidas Proaño y el papa Francisco


Pedro Pierre

El próximo 31 de agosto, los que nos identificamos con la Iglesia de los Pobres, vamos a celebrar el 27° aniversario de la pascua de monseñor Leonidas Proaño. En Guayaquil, será en la Casita de las Comunidades Eclesiales de Base, la Casa de la Utopía.

Es cierto que en su visita a Ecuador el papa Francisco no nombró a monseñor Proaño -el presidente Rafael Correa, sí-: ha de ser por discreción, ya que los puntos de semejanza entre los dos son bastante evidentes. Bien sabía el papa Francisco que venía a la patria de monseñor Proaño, bien conocía su título de ‘Obispo de los Indios’ y su papel profético al nivel de Ecuador y América Latina. Quienes hemos tenido la gracia de conocer a monseñor y beneficiarse de su amistad sabemos que los ejes centrales de los mensajes del papa Francisco están en la continuidad de los de monseñor Proaño.

En Bolivia, el papa Francisco, en una improvisación de su discurso, pidió perdón por los atropellos que la Iglesia causó a los indígenas. Unos pocos momentos antes de morir, monseñor Proaño afirmó: “Siento un enorme peso… Es el de la gran responsabilidad que tiene la Iglesia en la marginación secular de los indígenas”. Tal vez de esta manera el papa Francisco respondía a la carta que una niña indígena le entregó personalmente en la iglesia de san Francisco en donde los grandes ausentes fueron los indígenas -estos reclamaban por esta marginación.

En su visita a Ecuador, Bolivia y Paraguay, los ejes principales de sus discursos van en dos direcciones complementarias. Por un lado, el Papa insistió en que la Iglesia “salga a la calle” y se preocupara por los más necesitados. En ese sentido, ¿hay en Ecuador algún ejemplo mayor al de monseñor Proaño? Por otro lado, el papa Francisco nos precisó claramente nuestro compromiso por “la opción por los pobres”. En sus reuniones latinoamericanas, nuestros obispos nos habían dicho que dicha opción consiste en “hacer nuestras las causas de los pobres, porque son las causas de Jesucristo”. En su discurso a las organizaciones populares internacionales reunidas en Bolivia, el papa Francisco declaró que ellos eran los que mayoritariamente estaban cambiando el actual sistema capitalista perverso e invitó a los cristianos a apoyar estas organizaciones populares. Como el primero, el Papa afirmó: “Yo los acompaño”. También fueron estos dos ejes las opciones de monseñor Proaño: una Iglesia pobre al servicio de los pobres mediante la construcción, con y desde ellos, del Reino de Dios.

Ahora que la Iglesia de los Pobres latinoamericana aparece, gracias al papa Francisco, como la protagonista de un cambio en la Iglesia y en la sociedad, la figura de monseñor Proaño luce más clara y ejemplar. En este nuevo aniversario, los cristianos estamos llamados por el papa Francisco y por monseñor Proaño a ser esta Iglesia de los Pobres que ellos han promovido y promueven, es decir, una Iglesia pobre al servicio del Reino con las organizaciones populares para construir un mundo más justo y fraterno.

miércoles, 26 de agosto de 2015

"SE PREGUNTA EL PUEBLO VENEZOLANO: ¿ANTI-COLOMBIANO YO?"


Yldefonso Finol

I

Lo primero que convendría precisar es el significado de “colombiano”. Aunque en la actualidad se sobrentiende que es el gentilicio de la ciudadanía de la República de Colombia y cualquier cosa proveniente de ese país, como el café colombiano o la papa colombiana, el contenido histórico de la palabra Colombia expresa un proceso mucho más amplio en el tiempo y más extenso en lo territorial.

Colombia es un nombre que se debe a dos venezolanos universales: Francisco de Miranda y Simón Bolívar. El primero la soñó y planteó para toda la América Hispana, el segundo la propuso para la unión de las nacientes naciones independientes.Bolívar lo escribió por primera vez en 1815 en su famosa Carta de Jamaica, donde le daba por capital a Maracaibo o una nueva ciudad caribeña que homenajeara a fray Bartolomé de Las Casas.

En términos históricos, lo “colombiano” tiene que ver con Ecuador, Panamá, Venezuela con su franja guayanesa incluida, y la Nueva Granada, la actual Colombia.

Vista la relación previa, ningún bolivariano será nunca “anticolombiano”.

Anticolombianos fueron Páez y Santander.

II

En el Magdalena el 6 de diciembre de 1928, las fuerzas armadas de Colombia abrieron fuego contra un número indeterminado de obreros que mantenían una huelga a la UnitedFruitCompany: colombianos armados por el Estado matando a otros colombianos indefensos, para complacer intereses de Estados Unidos.

Esto es el “santanderismo”, una sub-doctrina de la Doctrina Monroe, según la cual, la América es para los gringos, y esto es “un alivio para Colombia, que mucho ganará acercándose a un socio tan poderoso”.

El Santanderismo tiene dos contenidos esenciales: en lo interno, opresión del pueblo para mayor explotación feudal-capitalista, y en lo internacional, sujeción a los intereses del imperialismo yanqui.

Por eso la oligarquía dominante ha hollado el sagrado nombre de Colombia, apoyando las intervenciones gringas en Nuestra América y las absurdas guerras imperialistas contra Corea y Vietnam; se anotaron en la farsa para que los yanquis ocuparan y destrozaran Irak, Afganistán, Libia y Siria.

Desvergonzadamente le dieron la espalda a Argentina para adherirse a la embestida inglesa en las Malvinas.

Esa burguesía “colombiana” asesinó al líder popular Jorge Eliecer Gaitán, provocando el terrible “Bogotazo” donde murieron centenares de personas, y desatando la violencia conservadora contra toda brizna de justicia social.

Gaitán había desenmascarado a los autores intelectuales y materiales de la Masacre de las Bananeras.

Desde entonces viene el conflicto cuyo fin se negocia hoy en La Habana.

Esas mentes obtusas fueron las que hicieron emigrar al genio literario de Gabriel García Márquez, que murió refugiado en México. Esas mismas manos opresoras que mataron al humorista Jaime Garzón, a los candidatos presidenciales Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossas.

Manos y mentes “colombianas” que entregaron su país al dinero fácil pero criminal del narcotráfico, y que han lanzado miles de chicas a la tragedia de la trata de personas. Los mismos que para sostener su podrido poder crearon al paramilitarismo como forma depravada de terrorismo de Estado.

Resultado: genocidio de la Unión Patriótica, nueve millones de expatriados, casi cinco millones de desplazados internos, cuatro mil ejecuciones viles de jóvenes inocentes o “fasos positivos”, descuartizamientos con motosierras, hornos crematorios clandestinos, fosas comunes, violencia sexual de género como arma de guerra.

Los patrones gringos pusieron el Plan Colombia y unos centavitos de los robados al mismo pueblo colombiano, desde tiempos del Canal de Panamá.

¿Quién es el anti-colombiano?

III

¿Cómo se ha manifestado esta situación de Colombia en Venezuela?

Desde la década del setenta han llegado a territorio venezolano más de cinco millones de personas colombianas. Son los pobres, los perseguidos, los que llegaron sin nada que no fuera esperanzas: la ilusión de lograr una nueva vida.

Por los dos mil doscientos diecinueve kilómetros de límite terrestre ha venido a pasar la droga colombiana con sus nefastas secuelas sociales y morales. Por esas inmensas trochas se fueron ochenta mil autos robados en Venezuela, allá les “legitimaron” un mercado de aguantadores, aquí quedaron las familias afectadas y enlutadas por el despojo violento que en muchos casos representó la muerte del despojado.

Por esas fronteras penetró la violencia armada en Cararabo y Abdobadú. Por allí entraron los “paraquitos” de la hacienda Daktari, la práctica del sicariato, miles de delincuentes comunes, depredadores ambientales de nuestra Sierra de Perijá, mineros ilegales que saquean el oro en Amazonas y el sur del estado Bolívar, lavadores de divisas del narcotráfico.

Por el mar entró la fragata Caldas a azuzar enemistades.

Es que en la cruda realidad del siglo XX y lo que va del XXI, Colombia ha sido un problema para Venezuela.

Muy al contrario, nuestro país, nuestro pueblo, ha sido un crisol de solidaridad y soluciones para Colombia.

IV

Históricamente Venezuela ha significado para Colombia su nombre y su Independencia. Las primeras instituciones de la Colombia original, la ayudaron a consolidar patriotas venezolanos que se sentían profundamente colombianos. Por mencionar uno que fue en extremo útil a la Emancipación, que viviera -y se alzara- en Bogotá al momento de los hechos del 20 de julio de 1810, y que fue el último Presidente de aquella Colombia, Rafael Urdaneta, leal bolivariano que sumó al Ejército Patriota a sus amigos Ricaurte y Giraldot durante la Campaña Admirable.

Por eso no exageramos a decir que nuestras sangres se fundieron en un solo pueblo libertario y fraterno, al calor de una épica venerable que tallamos juntos con los cinceles de la valentía y la dignidad.

En el devenir de los sistemas explotadores que nos impusieron al dividirnos, la pobreza azotó con más rigor al pueblo de allá, sojuzgado al imperio del Estado oligárquico pro-imperialista, el que masacra con furia a la clase trabajadora y campesina, pero se acobarda cuando le despojan Panamá.

De Venezuela no han salido conspiraciones contra Colombia, de aquí han salido millones de remesas a las familias empobrecidas; acá se han alfabetizado decenas de miles y graduado multitud de jóvenes en diversas profesiones; se han sanado enfermedades millones de pacientes, y todos han encontrado empleo, vivienda, servicios accesibles, electricidad, combustible, alimentos subsidiados.

Han obtenido ciudadanía y nacionalidad. Refugio. Alivio. Fraternidad.

Cuando a mediados del setenta el vallenato era aún un género musical regional del Cesar y sur de Guajira, cuando en Bogotá ni lo conocían y en Cali lo detestaban, Maracaibo lo acogió como cultura popular y de allí en adelante se internacionalizó. El día que asesinaron –para variar- a Rafael Orozco, el Zulia guardó un luto sólo superable por el que provocó la muerte accidental de Ricardo Aguirre.

Si no me creen, pregúntenle al “Pollo Isrra”, que todavía reside en la Tierra del Sol Amada. También se lloró la tétrica represalia contra el futbolista colombiano Andrés Escobar a manos de criminales colombianos.

En Venezuela no se celebran los dolores y derrotas de un pueblo hermano.

V

En Colombia está asilado el dictador Pedro Carmona. Allá se entrenó en la Escuela de Guerra el terrorista Lorent Gómez Saleh junto a su compinche Gabriel Valles. Allá está la elite petrolera que paralizó PDVSA. Allá se conspira a diario contra Venezuela. Allá se fraguó el martirio de Robert Serra. Allá atentaron contra El Libertador. Allá, después de tantos servicios y entrega, persiguieron a Urdaneta y a todos los bolivarianos. Allá establecieron siete bases militares imperialistas para atentar contra la unidad y la paz en el continente. De allá viene la droga que se incauta por toneladas anualmente. De allá vienen los derrames petroleros que matan al Maracaibo a través del Catatumbo, envenenado por los agroquímicos, glifosato y cloacas del Norte de Santander. De por allá trajeron el C4 que destrozó a Danilo Anderson.

Aquí se ha trabajado duro por la paz de Colombia. Aquí se ha alimentado a la pobreza de Colombia, migración de parias, condenados a la mengua. Por eso siendo millones no tienen un club como otras nacionalidades menores con poder adquisitivo. Aquí muchos saltaron a estatus económicos confortables. El boom petrolero les regaló unos barrilitos. Los más se lo ganaron con sus laboriosas y creativas manos. En mi primera juventud defendí de malos patrones a peones de haciendas que madrugaban a ordeñar y largaban la vida en extenuantes jornadas rurales. Era ese campesinado que se venía a pie por los caminos verdes del Alto Guasare, de Perijá, del Catatumbo. Aquí podían ahorrar unos pesitos para enviarles a sus familias. La pobreza de allá les resultaba más hostil que los capataces de acá. Desde esos días me hermané con esos pobres, mis hermanos.

VI

Nadie puede acusarnos de anti-colombianos.

Un grupo importante de mis mejores amigos son de allá. El difunto Alfredito López, barranquillero allá, mojanero aquí, graduado médico en La Universidad del Zulia, como otros que vinieron por esos años setenteros. Buena gente, comunista, militante de la Liga Socialista, recio entrenador de futbol; junto a su hermano Jairo nos enseñaron ese deporte.

Luís Darío Bernal Pinilla, poeta, colombo-venezolano intenso, un día en Caracas, un día en Bogotá, en su andar trashumante ambas ciudades son barrios de una zona metropolitana. Revolucionario amoroso de enseñar a la infancia el deleite de leer.

Mi compadre Eliecer Jiménez, periodista incisivo, imagen en vivo del ser solidario, exiliado de los destructores de Colombia. En Valledupar nos agarró la tarde horrible del sicariato contra Miguel Ángel Vargas Zapata. Le pegaron tres tiros al salir de clases. Era el presidente de la Asociación de Profesores y luchaba por los derechos de sus agremiados. Luís Mendoza, el segundo del Migue, le dieron el doble de plomazos luego que la nostalgia lo convenció de volver a su hogar, tras unos meses refugiado por mí en Maracaibo. Con ellos se fueron muchas tertulias, enseñanzas, sones, vallenatos, abrazos. Y mis ganas de volver a aquélla tierra hermosa y amada.

Una larga lista que al leer este texto –comenzando por Carlitos Molinares- dirán “mira este veneco no me nombró en su artículo”, me llamarán para reclamarme, y aprovecharán para brindarme un arroz volado con ajiaco.

VII

Yo siempre creí en la sinceridad del amor que el Comandante Chávez expresaba hacia Colombia, el mismo que hoy reitera el Presidente Nicolás Maduro, lo sé porque lo comparto con ellos y con todos los bolivarianos en esta parte del mundo.

De este amor les dejo dos poemas que dedico a Colombia y mis hermanos refugiados. Y la pregunta que ronda estas líneas ¿Quién es el anti colombiano?

Colombia
El país más lejano de todos
El que queda después de este mundo
El que siembra sus gentes de olvido
El que sueña lo poco, el insomne
El país de la helada sonrisa
De las fosas de toda la historia
De las hachas en las pesadillas
El país del hermano perdido
Del encuentro perenne imposible
Es la tumba del Padre insepulto
Es la casa que espera los hijos
Que suelta los genios al volar los globos
Que nunca se haya al regreso asido
El país de las noches brechas
entre el mar y el viento cauto y lar cautivo
y las horas largas de esperar la vida
y el azar andante cual brioso cuchillo
El país más cercano al mío.
Conjugado en nuestro.
El más parecido a un espejo roto.
La mitad de su alma viene por el río
Por allí el veneno es como el sigilo
Y las hermosuras manjar de un martirio
¿No habrá punto de vuelta del último abismo?
¿No se irá la noche de una vez al cosmos, para abrir el día del cálido alivio?
¿No será posible Zué, que el hombre jaguar calme sus colmillos?
El país en filo. La sed fraticida. El país en vilo.
(La Patria de rodillas con un tiro desgraciado en la esperanza)
Y esa lluvia de noticias hecha un obituario.
Y esa distancia ajena con muertes y miedos.
Y esta terca caricia que te busca a tientas
Entre las sombras, siempre viva.

Himnos
Amanezco con el Sol de la Patria
Enamorado de victorias con sabor a glorias
Tengo en mis manos el cuatro afinado y la espada de Bolívar
Tengo en mi pecho el vibrar del Arauca entrando en Machu Pichu
Altura de Bolivia bajura celeste del Caribe

Conjuraremos con tabacos y cocas la traición en Honduras
Y pagará La Malinche con su llanto de sangre eternamente
Mi amor y yo haremos erupción en el cielo Mapuche
Habrá lluvia de estrellas para las copas de la poesía
Tendrán la tierra los hijos agradecidos que le cantan

Amanezco con siembras de futuro y panes de esperanza
Amanezco con furia de soldado de causas que engrandecen lo humano
Amanezco marchando al lado del Amauta y del Che gardeliano
Amanezco cantando esos himnos que me salvan el alma

Gloria al bravo pueblo, Gloria Inmarcesible
Que el yugo lanzó, júbilo inmortal
Tembló de pavor el vil egoísmo
Cesó la horrible noche, el bien germina ya.

martes, 25 de agosto de 2015

Somos feas pero estamos aquí: "nou lèd, nou la"


Leonardo Boff

Una de las historias más conmovedoras que he leído últimamente es de una escritora haitiana, nacida en 1969, que vive desde hace muchos años en Estados Unidos: Edwidge Danticat (ver en perterjose604@yahoo.com.br). Fundamentalmente cuenta las historias que oyó a su abuela negra, en las largas noches de los apagones habituales del Haití pobre.

En una de aquellas noches, la abuela, entre otras muchas historias, contó también aquella que ha permanecido en la memoria del pueblo hasta el día de hoy: el trágico destino de Anacaona. Era reina, poeta, pintora y danzarina. Gobernaba la parte oeste de la isla, llamada Ayiti, que en la lengua indígena original significaba “tierra de grandeza”, por la exuberancia de su paisaje verde.

Todos vivían tranquilos en aquella parte hasta que llegaron por mar los españoles, sedientos de oro y riqueza. Saqueaban y mataban en función de su provecho. Así que pronto prendieron a la reina Anacaona, la violaron y la mataron. Toda la aldea fue saqueada y destruida. En el siglo XVI con la presencia de los españoles, todos los indígenas murieron a causa de las enfermedades de los blancos o fueron simplemente asesinados. Para sustituirlos trajeron como esclavos a miles de africanos. Así y todo, muchas niñas negras reciben hasta hoy el nombre de Anacaona en recuerdo tanto del esplendor del pasado como de la continuada agonía del presente.

Pero con la esclavización de los africanos se sentaron las bases del empobrecimiento de esta hermosa isla, hoy la más pobre de América Latina. A pesar de eso, los haitianos nunca se resignaron, resistieron y, mediante una revuelta de esclavos, fueron los primeros en erradicar la esclavitud en 1794. Después en 1804 crearon una nación independiente. No les valió de mucho, porque después vinieron los franceses y los norteamericanos, que ocuparon la isla, explotaron sus riquezas y en seguida impusieron sangrientas dictaduras que generaron una gran miseria que perdura hasta el día de hoy. Como si eso no bastase, el 12 de enero de 2010 fue asolada por un terremoto de proporciones catastróficas, dejando cerca de 200 mil muertos y tres millones de personas sin hogar, drama con consecuencias desastrosas, todavía no sanadas por falta de solidaridad internacional.

Edwidge Danticat narra lo que oyó a su abuela sobre los padecimientos de los esclavos, pero también de su resistencia y de su fe. Los esclavizados creían que cuando muriesen sus espíritus volverían a África, a una tierra pacífica de nombre Ginen, habitada por dioses y diosas bienhechores. Así daban un sentido mayor a su deshumanización y abrían la puerta a una vida de libertad y bienaventuranza.

Curiosamente, en medio de las mayores adversidades, desarrollaron una visión encantada de la vida. De acuerdo con esta visión, según ellos, lo que cuenta de verdad en la vida es estar vivo y sobrevivir. Fue lo que más impresionó a la autora. La abuela contaba que las mujeres como ella, cuando se encontraban en los caminos, o volvían cansadas y llenas de polvo del trabajo en el campo, se saludaban con esta expresión: nou lèd, nou la, que quiere decir: “somos feas pero estamos aquí”.

Comenta Edwidge: “Tal vez este dicho no agrade a la sensibilidad estética de algunas mujeres. Pero este dicho es para las mujeres pobres haitianas, como mi abuela, más querido que mantener la belleza real o producida. Lo que vale celebrar es el hecho de que estamos aquí, de que a pesar de todos los sufrimientos, existimos. La esencia de la vida es la supervivencia, es poder seguir viviendo”.

Edwidge concluye su relato clamando: «Nosotras somos hijas de Anacaona. Nos curvamos pero no nos doblamos. No somos atrayentes, pero aun así resistimos. De vez en cuando debemos gritar lo más lejos que el viento pueda llevar nuestras voces: Nou lèd, nou la! Somos feas pero estamos aquí».

¿A que viene la narración de esta saga? Es la constatación del hecho de que tantos y tantas en la vida pasan por tragedias absurdas, sufriendo a más no poder, como al ver a su hijita en la cuna muerta por una bala perdida de la policía o de los traficantes. Y derramadas todas las lágrimas, al final terminan también diciendo: «somos víctimas y somos pobres, ¡pero estamos aquí! La vida dura y luchada debe continuar». Y siguen adelante, “sin nadie con quien contar”, como dice la canción.

¿Este relato no puede valer también para el PT actual? Un puñado de miembros corruptos, que deben ser juzgados y condenados, traicionaron los ideales originarios. La gran mayoría, especialmente en las bases, sin culpa alguna en los crímenes, son despreciados, difamados y perseguidos. A ellos les cabe repetir lo que dicen las mujeres “feas” de Haití dicen: «Nos curvamos pero no nos rompemos. Seguiremos levantando la bandera de la ética y concretando políticas buenas para el pueblo. A pesar de haber sido humillados, sobrevivimos y aquí estamos para realizar este sueño: ser un país rico porque consiguió disminuir las desigualdades y realizar algo de la justicia social anhelada desde siempre».